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ocho. . .you're a bandit like me, eyes full of stars

─────SI ALGO SABIA ANNABETH DE ADARA ERA que una de las peores cosas que se le puede hacer es chillarle todos sus defectos o solo escuchar una pelea verbal.

La hija de Afrodita aunque por fuera pareciera una persona fuerte por dentro sigue siendo una niña sensible.

De pequeñas eran buenas amigas, siempre juntas, no había ni un segundo en los que no las veías agarradas de las manos para que no perderse en el campamento.

Annabeth nunca había escuchar su historia, y tampoco tenía planeado hacerlo, sabía que su amiga era muy reservada con eso y lo había aceptado completamente pero cuando un día la vio rota, llorando a mares, sola en el campo de fresas por haber escuchado una pelea que tuvieron sus hermanas mayores supo que tuvo que tener una vida muy mala.

¿Era normal que una niña de diez años llorará así sólo por una tontería de pelea? No.

Desde ese momento, aprendió a medir sus palabras cuando estuviera con ella, y aunque ya no se hablarán, no dejaría que nadie le hiciera daño como para volver a verla llorar de esa manera.

Ya la había herido una vez y no volvería a pasar.

── Vamos Anne, ¿puedes decirme si te hice algo? ── cuestionó Adara con algo de desesperación en su voz.

Llevaba todo el día ignorando, ni un mísero hola le había dicho, ¿como se iba a tomar eso.

Hace una día estaban genial, riendo, pasándoselo bien, y ahora todo lo contrario, la morena tenía una cara seria y no decía ni mu.

── Dios, Adara. ── Esta se tenso y dejó de caminar cuando la llamó por su nombre y escucho su tono de voz.

¿Donde había ido el apodo que le había dado?

── ¿Puedes dejar de ser tan pegajosa y dejar de molestarme? ── se giro a verla con el ceño fruncido.

── Oh...

Lo único que salió de los labios de la chica fue un sonido de sorpresa.

── Yo no, no fue mi intención. ── Habló bajando la mirada, ¿sabía porque decía eso? No, no sabía si tenía que disculparse o no ya que no sabía que había hecho, pero sentía la necesidad de hacerlo.

Annabeth la miró con los brazos cruzados, viendo como su expresión había decaído aún más y su labio inferior temblo, ¿por qué debía ser tan débil?

── Sabes, la gente dice la verdad, solo eres una niña pequeña que sigue siendo una sensible y que no eres fuerte, solo eres una cara bonita. ── Dijo y trago en seco. ── Solo vete con algún chico, seguro que estarás mejor.

El cuerpo de Adara se paralizó, escuchando sus palabras, sabía que todos los demás decían eso de las hijas de Afrodita, que no servían de nada, que solo servían para estar con hombres, para salir con ellos y no eran para nada fuerte.

Cuando la reclamaron sus hermanas se lo dijeron y ya se estaba acostumbrando.

Pero escuchar a su mejor amiga decirlo era... otro tipo de dolor, su labio se torció un poco y sus manos pasaron por sus lados, como si estuviera secándose el sudor inexistente, un tic nervioso que aparecía en ella cuando iba a llorar.

Su pecho dolió y sin decir nada debido al nudo en la garganta empezó a caminar a su cabaña, totalmente desolada.

[ . . . ]

── Oye, ¿Estas dormida? ── La voz de Percy sonó luego de haberse despertado por una pesadilla.

── No. ── Respondió Adara con cuidado.

── ¿Sigues afectada por la pelea de antes? ── Cuestionó luego de unos segundos, la mirada de Adara bajo, aún estando estirada en el saco de dormir.

── No...

── Entonces, ¿por qué estás despierta? ── Giro su cuerpo para encontrarse el perfil de la rubia, su expresión estaba tranquila sin embargo sus palabras no decían lo mismo, sus labios se abrieron para decir algo pero solo los volvió a cerrar.

El de rulos se quedó en silencio al igual que ella y solo se dedicaron a escuchar la respiración de sus dos otros amigos mientras que él miraba el perfil de su mejor amiga.

── Sabes... ── Empezó y respiro hondo cerrando los ojos. ── Esta mañana no me puse mal por la pelea.

Los ojos verdes de Percy subieron de sus labios a los ojos de la contraria, viéndola con las cejas levantadas y algo preocupado.

── ¿Por qué fue? ── pregunto en voz baja.

Ella abrió los ojos, mirando al techo y relamio sus labios una vez más jugando con sus uñas.

── Las palabras de Medusa.

El hijo de Poseidón empezó a hacer memoria de lo que había dicho la mayor en todo lo que hablaron.

── Los dioses quieren que creas eso, que son infalibles. Pero son como cualquier abusón. Quieren que nos culpemos de sus propios defectos ¿verdad? ── Su mirada se poso en la rubia, claramente siendo una indirecta para ella y todos los demás la miraron al igual.

La expresión del chico se suavizo un poco y acerco su mano a la suya, para agarrar una de las manos que estaba encima del estómago de Adara, cuándo tocó la piel de la chica un escalofrío le recorrió y cuando sus ojos se encontraron con los suyos azules se quedó unos segundos en trance.

Sus ojos azules brillaron más gracias a la luz de la luna que se colaba por la ventana del tren que iban.

Percy inspeccionó su rostro por unos segundos mientras apretaba sus labios y luego bajo un poco la mirada para ver su mano encima de la suya, inconscientemente sus dedos se enfilaron con los de la chica haciendo que sus manos quedaran entrelazadas.

Una sensación de calidez le recorrió a los dos y las mejillas de Adara tomaron un suave tono rojo, como si fuera de un poder, ella no pudo apartar su mirada de él.

Sintió como algo impacto en su espalda, como si haya sentido un leve pinchazo para que luego sonreír suavemente.

Todo en el cuerpo de la chica pareció removerse con nerviosismo y noto como el verde de los ojos del contrario brillo un poco.

No sabía cuanto tiempo habían pasado en silencio y mirándose pero lo que sí sabía es que empezaba a entender que fue ese pinchazo.

Si, era la hija de Afrodita y pareciera que no tuviera experiencia alguna con el sentimiento de enamorarse, y la verdad es que era así, nunca había experimentado sentir este amor por nadie.

── No deberías culparte de las cosas malas que hizo tu madre, solo deberías preocuparte por tus cosas, Adara. ── Habló por fin Percy mientras apretaba un poco su mano y sonreía suavemente.

── Si... lo se, pero no puedo evitar sentirme así. ── Cerró los ojos momentáneamente. ── Siempre me sentí así, llevo toda mi vida sin sentirme especial, mi madre, por obvias razones nunca estuvo presente y mi padre... ── Se quedó en silencio y abrio los ojos. ── Mi padre es un tema aparte; con la única que me sentía agusto era con mi madrastra. ── Explicó.

¿Por qué lo estaba haciendo? No tenía idea alguna, solo sentía la necesidad de hacerlo.

── Es irónico... cuando la conocí pensé que iba a ser como las típicas madrastra que te tratan mal, ya sabes, el típico cliché. Pero termino... termino siendo como mi verdadera madre.

Puso su otra mano en sus ojos notando como estos se ponían algo llorosos.

── Perdona. ── Se disculpo y el chico negó.

── Esta bien, no te disculpes. ── La miró con empatia. ── Es normal que te sientas así luego de solo poder confiar en una persona... y encima que no era de tu familia, seguro es un sentimiento muy feo.

── Solo me sentía bien con ella, ni siquiera con mi hermanastro estaba cómoda. ── Soltó un suspiro. ── Te estoy dando aquí una charla y seguro no te importa...

── No, no, claro que me importa. ── Dijo casi de inmediato haciendo sorprender a Adara. ── Me gusta escucharte hablar, es... tu voz es tranquila es agradable.

Los labios de la chica se curvaron un poco y esbozo una sonrisa bajando la mirada y apretó un poco sus manos entrelazadas.

Fino.

CHICAS.

Cambie la portada (otra vez) pero la de ahora es la mejor, pq yo no sé editar lol, todo el crédito va a RomiRisss.

Muchísima gracias, pro quinta vez, pero bueno, es que esta preciosa 😔😔.

Espero que os haya gustado el capítulo, un besazo, no olvides de votar y comentar 💋