Había una multitud masiva de adolescentes enojados esperando por su equipo. Me tensé. No soy buena con las multitudes. Liam notó mi ansiedad y tomó mi mano mientras caminábamos entre la multitud.

—Chicos, retrocedan. Pueden recoger su equipo mañana—dijo el entrenador. Luego añadió. —Si alguien ve a Garrett, notifique a la policía de inmediato. ¡Luego dígale que está fuera del maldito equipo!

Dejé a Liam junto a la multitud y me acerqué a Scott y mi padre.

—Debería haber estado aquí— dijo papá.

—Estás aquí ahora— le dije. Scott se dio la vuelta para mirarme. Papá sonrió y luego salió corriendo para ocuparse de la investigación. Si tan solo supiera.

—¿Dónde está Kira? —Preguntó Scott.

—Ella se fue. Stiles le contó que Lydia descubrió otra parte de la lista de muerte.— respondí.

—Su mamá está ahí—dijo.

—Todos están ahí —Liam se acercó detrás de mí, haciéndome saltar.

—Tú no —señalé.

—Todavía no. Aún hay otro tercio, ¿verdad? —él dijo.

Tanto Scott como Liam parecían distraerse con una conversación que estaban teniendo mi padre y Violet. Obviamente, no tengo una audición excelente, así que no tenía ni idea de lo que estaban diciendo. Lo siguiente que sé es que Scott me está llevando a los casilleros.

—¿Qué estás haciendo? —Yo pregunté.

—Irrumpir en el casillero de Garrett.

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—Creo que viene alguien —dijo Liam. —Dense prisa

Scott y yo buscamos rápidamente en el casillero y luego nos encontramos con una bolsa de deporte roja. Ambos nos miramos el uno al otro mientras abríamos la cremallera de la bolsa. Jadeé. Había mucho dinero ahí. Un montón de dinero. Y ambos sabíamos que teníamos problemas económicos en casa.

—¿Encontraron algo? —Preguntó Liam.

—No, nada

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—¡Oye, Rebecca! —Me di la vuelta cuando escuché que me llamaban por mi nombre. Sonreí cuando vi a Mason.

—Hey— saludé.

—¿Has visto a Liam? Desapareció en nuestra carrera esta mañana—, dijo.

Una oleada de náuseas se apoderó de mí y todo lo que podía pensar era en la lista de muerte. —No, no lo he hecho —dije, escaneando los pasillos en busca de Scott. Suspiré de alivio cuando mis ojos se posaron en él.

—Vamos a preguntarle a mi hermano.

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—Lo siento chicos, Liam se saltó mi clase. Tal vez esté enfermo, como yo— dijo el entrenador, tosiendo levemente.

—Liam no se veía enfermo durante nuestra carrera— dijo Mason.

—No está respondiendo a ninguno de mis mensajes —dije.

—Los míos tampoco —dijo Scott, compartiendo una mirada de preocupación conmigo. —Lo encontraré —parecía decidido.— Pero envíame un mensaje de texto si lo ves —Mason asintió y se dirigió por el pasillo.

—¿Crees que Garrett lo tiene? —Le pregunté mientras mi hermano sacaba su teléfono celular y marcaba el número de Liam. Sorprendentemente, esta vez la llamada se conectó.

—¿Liam?

Presioné mi oído contra el teléfono de Scott para poder escuchar mejor.

—Parece que ya sabes la respuesta a eso, Scott —Esa voz engreída solo podía pertenecer a una persona. Garrett.

—Lo sabía —murmuré.

—¿Dónde está? —Scott exigió.

—Vamos, ¿Cómo si realmente te fuera a decir eso?

Cogí el teléfono de Scott. —Te daremos el dinero —dije. Scott le arrebató el celular.

—Sí, lo harán. Pero eso no hará regresar Liam. Van a tener que poner un poco más de esfuerzo que eso

—¿Qué quieres?

—Quiero el dinero. Y Violet—¿Violet? Él realmente se preocupa por ella.

—O nunca volverán a ver a Liam.

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Me estaba mordiendo las uñas nerviosamente, esperando a que Scott se despertara. Había ido con Garrett a buscar a Liam y me preocupé. Así que fui a Deaton para obtener información adicional sobre la lista de muerte y media hora después, Scott entra con parte de un Berserker alojado en él.

Sus ojos se abrieron y suspiré de alivio.— Esperaba que estuvieras fuera unos minutos más—dijo Deaton.

—Scott —comenzó Chris. —Esto va a doler.

Inmediatamente me di la vuelta, no queriendo ver a mi hermano con ese dolor. Sus quejas y gritos no ayudaron. Y luego todo se detuvo. Me di la vuelta.

—¿Dónde está mi papá? Y el Sheriff

—Están en el hospital —dije. —Ambos están bien —agregué para tranquilizarme.

—Fue Kate. Fueron ella y los Berserkers—dijo Scott.

—Lo sabemos —dije.

—Pero se mueven rápido y no dejan muchas huellas.

—Tenemos que encontrarla— dijo Scott. —Tiene a Violet y creo que Violet sabe dónde está Liam.

—Entonces, por mucho que esto duela, probablemente también podría ayudar—dijo Deaton.

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—Has estado aquí antes— le dije a Chris.

El asintió. —Trabajé aquí. Solíamos ser dueños del edificio, era parte del negocio—explicó.

—He luchado contra estas cosas antes—dijo Scott. —Son fuertes.

—Realmente fuertes —agregué.

—Es por eso que traje esto —Argent sonrió sosteniendo un arma enorme.

—Por eso te vas a quedar en el auto —dijo Scott, deteniéndose para darme la vuelta.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Es demasiado peligroso. No puedo dejar que te lastimes —se veía genuinamente arrepentido.

—Puedo defenderme— argumento.

—Hoy no Rebecca. Lo siento.

Suspiré y volví a subir al auto. En momentos como este, desearía ser sobrenatural.

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Había estado hurgando en el auto de Chris durante años tratando de encontrar algo que pudiera usar, pero hasta ahora solo han sido armas, que no sé cómo usar. Suspiré y me recosté en el asiento. Llevaba sentado aproximadamente un minuto cuando la puerta se abrió y Chris subió a toda velocidad hacia el bosque.

—Hemos localizado a Liam —explicó, deteniendo el coche cuando los árboles se estrecharon demasiado. Saltamos y corrimos hacia donde podíamos escuchar las voces de Scott y Liam.

Corrí hacia Liam y le di un fuerte abrazo. —Estás bien —dije, enterrando mi cabeza en su pecho.

—Estoy bien —dijo. Cerré los ojos, aliviada de saber que está bien. Sin embargo, de repente se agarró el pecho y gimió de dolor. Me aparté.

—Acónito—susurré.

—Tenemos que llevarlo a Deaton. Y rápido— dijo Scott.

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Sostuve la mano de Liam mientras Deaton le hacía una incisión en el pecho. Mientras lo hacía, Liam agarró mi mano con más fuerza. Hice una mueca. Una bocanada de humo amarillo salió de su pecho y su cuerpo se relajó instantáneamente.

—Podría estar inconsciente por un tiempo, —nos informó Deaton. Asentimos.

—No quiero seguir viendo morir a la gente, —dijo Scott.

—No estoy seguro de que tengas muchas opciones al respecto, —dijo Chris.

—Quizás si.

—Es una gran carga de llevar, Scott— dijo Deaton.

—No me importa—dijo.

—Nadie más muere" dije. —Todos en esa lista, todos en esa de muerte.

—No importa si son Wendigos, hombres lobo o lo que sea", dijo Scott. "Voy a salvar a todos"

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Liam tosió y se sentó, sorprendiéndonos a todos. —Hola...—sonreí.

—¿Estás bien? —Preguntó Scott. Liam asintió. Hubo una pausa.

—¿Está bien si hablo con Becca por un minuto. A solas? Preguntó Liam.

—Tengo que irme de todos modos— dijo Argent. —Te veré pronto.

Deaton lo siguió. Scott vaciló un momento y luego siguió a Deaton y Chris. Me volví hacia Liam.

—¿Qué pasa? —Yo pregunté.

—Necesito preguntarte algo.

—¿Okey? —Estaba empezando a ponerme nervioso.

—Prométeme que te mantendrás al margen de estas cosas sobrenaturales.

—Liam yo...— me interrumpió.

—Mientras estaba tan deprimido, todo en lo que podía pensar era en ti. Necesitaba saber si estabas bien. Sé que suena loco...

—No suena loco—dije. Sus ojos se encontraron con los míos.

—Bueno, sería una locura si hiciera esto.

Chocó sus suaves labios contra los míos. Su mano descansaba sobre mi mejilla, acariciándola. Mis manos estaban presionadas contra su pecho musculoso. Me eché hacia atrás un poco sin aliento. Nuestras frentes se tocaban y podía ver los hermosos ojos azules de Liam mirándome. No supe qué decir, así que solo sonreí. Y sentarse aquí, con Liam, se sentía tan bien.

El fuego de mi corazón se apagó.

Me sentí viva.