6
Pasar la mitad de la noche despierta no es algo que le recomendaría a un estudiante de secundaria, solo vuelve las cosas peores de lo que ya son.
Todos eran potenciales sospechosos en el asunto de la nota, pero no podía dejar que quién sea que la haya enviado se percate de lo paranoica que estaba. Me propuse actuar con normalidad y esperar a que él o ella diera el primer paso.
Estaba dormitando en mi asiento durante una de las primeras clases del día cuando una chica bajita y pelirroja se acercó a mí, su aguda voz hizo que me sobresaltara.
"Despierta. Quizás sea ella." Pensé inmediatamente.
— ¡Hey! ¿Qué te pasa? — Preguntó chasqueando sus dedos frente a mi cara como si fuera un perro.
— Perdona, es que dormí mal anoche.— Me disculpé. — ¿Necesitas algo?
— ¿Tienes una lapicera para prestarme? No puedo encontrar la mía.
— Oh, claro. — Le dije alcanzándole una negra. — Solo recuerda devolvérmela en cuanto termine el día.
Noté que la tomó con desconfianza, pero quizás yo no sabía interpretar sus movimientos. Así que descarté la escena de mi mente rápidamente para volver a lo que estaba haciendo antes de que ella llegase.
Las horas transcurrieron tranquilas y ya era casi el momento de ir a casa. Pasé por mi casillero a buscar un par de cosas, esperando encontrar otro papelito o una pista.
— Vine a devolverte esto, gracias... — La pelirroja apareció de la nada con la birome en la mano.
— No es nada. — Respondí sin mirarla.
— Escucha... Creo que necesitas buscar ayuda... — Comentó algo incómoda.
— ¿Eh? — No entendía si era tan idiota como para pensar que no había hecho nada por mis quemaduras o si se refería a otra cosa.
— Tu manga se levantó un poco cuando hablamos esta mañana y... — Mi cuerpo se puso tenso de repente, podía imaginarme lo que pensó.
— ¿Crees que tengo tendencias suicidas? — Cuestioné secamente, tratando de no dar ningún tipo de respuesta.
— Con lo que te pasó... A uno no le sorprendería...
— ¿¡Y QUÉ CARAJO SABES TÚ DE LO QUE ME PASÓ, ENANA IRALANDESA!? — Grité molesta, dándole un portazo al locker.
— Oye, tranquila. — Empezó a mover sus manos delante de ella mientras retrocedía. — L-Lo-Lo siento. — Giró sobre sus talones y salió corriendo.
— Genial, lo que me faltaba, ahora soy una maldita suicida peligrosa. — Murmuré mientras salía de la institución, evitando miradas y olvidándome de lo que había ido a buscar.
******
⚠️ Lapicera/ birome= bolígrafo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top