Una chispa del pasado

Mansión Tohsaka – Fuyuki, noche

Sentado detrás de un elegante escritorio de madera, en una enorme y lujosa oficina, se encontraba Tokiomi, bebiendo cómodamente una copa de vino. Girando su silla, miro detrás de él, a través del ventanal en la oficina, y contemplo con una sonrisa confiada el gran desastre que ahora era su patio trasero, pues hace apenas una hora, Assassin intento burlar su seguridad mágica y cuando estaba a punto de conseguirlo, su Sirviente lo detuvo en seco. Demostrándole a aquellos Maestros que lo espiaban mediante sus Familiares que tenia de su lado la carta del triunfo y hacerles creer que Assassin estaba muerto.

- Sigues desperdiciando mi tiempo con cosas tan insignificantes, Tokiomi.

Resonó por toda la habitación una queja cargada de clara molestia. Poniéndose de pie, Tokiomi hizo una reverencia y se quedó así cuando presencio partículas doradas comenzar arremolinarse junto al ventanal, solo para dejar a tras a su Sirviente, el cual estaba recargado contra el vidrio con brazos cruzados y los ojos cerrados.

- Te pido disculpas, rey de reyes – dijo Tokiomi con elegancia y sin vacilación – Rey de los Héroes, Gilagamesh – agrego, intentando calmar la molestia que tenía su Sirviente, el cual finalmente lo vio directamente – mi única intención era demostrar en esta noche el poder del Rey de los Héroes. Determinar quién tiene las agallas de enfrentarse a usted. Por favor, espere un poco más.

- Hmpf, sin en verdad quieres complacerme, descubre quien es este Octavo Sirviente. La demostración de su poder, solo puede indicar que cree estar por encima de los demás. Y como Rey, no puedo permitir tal ofensa – ordeno con severidad, pues que alguien pensara siquiera que estaba por sobre él, era un castigo que se pagaba con la muerte.

- Tenemos a la Santa Iglesia de nuestro lado, el Padre Risei nos informara tan rápido descubra algo. Igualmente, Kirei-kun y yo estamos buscando información relevante sobre este Sirviente – dijo señalando una pila de libros que estaban sobre escritorio – pronto encontraremos información y sabremos como derrotarlo.

- Si buscas como derrotarlo, eres bastante torpe. Es claro que ese perro callejero caerá bajo uno de mis tesoros, como todos. Lo que quiero no es información, lo que quiero es su ubicación. No permitiré que ningún perro callejero, ose burlarse de mi – afirmo con severidad – no me falles, Tokiomi, ya que no pienso seguir tolerando un postergamiento en el castigo de ese perro.

Y con esas últimas palabras, Gilgamesh se desmaterializo en partículas doradas. Sabía que el poder que sintió no era producto del Santo Grial, como su aburrido Maestro afirmaba, pues era diferente. Emanaba un aura de poder, furia y autoridad. Y sin embargo la armonía en ese poder era simplemente desconcertante.

Desde sus días como Rey, en la época de los dioses, no había sentido un poder igual. Y eso, de alguna manera que no podía explicar, lo emocionaba, pues tener la posibilidad de enfrentarse a otro Dios, haría que esta inútil guerra por el Santo Grial, tuviera un verdadero desafío, pues abría alguien digno para enfrentársele.

La victoria de esta guerra, el Santo Grial y todos los tesoros del mundo, definitivamente eran suyos por derecho como el único y verdadero Rey. Pero no estaría mal algo de diversión al enfrentarse a alguien que, aunque inferior, posiblemente este en su misma liga. Verlo intentarlo, definitivamente seria divertido.

- "Sera mejor que me apresure" – pensó Tokiomi, enderezándose finalmente – "este nuevo Sirviente, tiene muy inquieto a Gilgamesh, y no se cuanto más pueda mantenerlo en calma".

Ya era lo suficientemente difícil que el Rey de los Héroes fuera invocado como Archer, la clase que potencia la habilidad para actuar en forma independiente. Y ahora, con un Octavo Sirviente del cual apenas sabían nada, el cual había tomado todo el interés de Gilgamesh. Ciertamente las cosas solo comenzarían a complicarse en el futuro. Pero eso no hizo que la sonrisa en su rostro desapareciera, pues estaba completamente seguro de su inminente victoria.

Iglesia de Fuyuki

A las afueras de una simple, pero imponente iglesia, se encontraban Kirei esperando pacientemente a que su padre saliera de la iglesia para recibirlo. Donde apenas lo vio salir, se dispuso a continuar con el plan.

- Mi Sirviente fue eliminado, quedando yo, su Maestro, derrotado y sin posibilidades de continuar en la Guerra del Santo Grial – recito Kirei de forma monótona – como dictan las reglas, yo, Kirei Kotomine, pido asilo en la Iglesia Sagrada.

- Aceptado – dijo Risei con naturalidad – apelando a las reglas, yo, Risei Kotomine, garantizo tu seguridad hasta que la Guerra por el Santo Grial finalice.

Y con todo dicho, ambos entraron al interior de la iglesia, pues fuera, su conversación aun podía ser escuchada y era precisamente lo que ellos querían. Dentro, un lugar neutro, libre para proteger a los Maestros derrotados u ofrecer información. El lugar perfecto para que Kirei pudiera actuar sin ser descubierto por nadie.

- Padre, aunque este sea un lugar seguro, considero que lo mejor es mantenerse atento – dijo Kirei, dándole la espada a su padre y mirando a una parte en específico de la iglesia – quiero un guardián estacionado aquí a toda hora – ordeno, a nadie a aparentemente.

Frente al par de varones, un humo oscuro comenzó a formarse y materializar a una mujer de tes oscura con el cabello purpura atado en una cola de caballo alta. Sobre su rostro llevaba una máscara de calavera.

- Como ordene Maestro – dijo Assassin con una pequeña reverencia.

- ¿Había alguien observando el combate? – pregunto Kirei con monotonía.

- Detecte cuatro presencias mágicas distintas – respondió Assassin con simpleza.

- Se me ha confirmado que el ultimo Sirviente convocado, efectivamente fue Caster, que fue antes de ayer – agrego Risei con calma – esto solo confirma que en efecto son ocho Maestros y Sirvientes.

- Dos no vieron el enfrentamiento. Uno posiblemente sea Caster, ¿Pero el otro? – murmuro intentando deducir lo ocurrido con ese nuevo Sirviente y Maestro – todos deberían tener sus propios motivos para luchar y cuando hacerlo, pero las tres familias deberían ser donde su atención se concentra.

- Pero si dos Maestros no se tomaron la molestia de hacerlo, serán una amenaza mínima – agrego un hombre que se materializo en un humo negro, de tes oscura y con una máscara de calavera.

- Y ya no hemos vuelto a sentir esa enorme presencia de aquella vez, posiblemente solo haya sido el poder del Santo Grial al liberar a un Sirviente extra – agrego un hombre bajo materializándose en un humo negro.

- Y cuando los otros Maestros bajen la guardia al escuchar que Assassin fue derrotado... - comenzaron a razonar varias voces por toda la iglesia y un gran número de personas se manifestaron a través de un humo negro – ... Nosotros los Espíritus Heroicos de las sombras, apareceremos detrás de ellos y nos convertiremos en verdadera oscuridad – declararon todos en una sincronía perfecta.      

Cielos de Ucrania 

Un jet privado que surcaba los cielos a gran velocidad en dirección a la Ciudad de Fuyuki. Se encontraban Saber e Iri, sentadas una frente a la otra. Saber había cambiado su vestimenta por un traje de vestir completamente negro, un par de guantes del mismo color y un par de brazaletes metálicos que llevaba en ambas muñecas. A la vez que ahora llevaba una cola de caballo que le llegaba un poco más abajo del cuello.

El cambio en la vestimenta del Sirviente se debió principalmente a que por alguna extraña razón que escapaba a su comprensión, no podía desmaterializarse, por lo cual, para no sobresalir demasiado entre las personas, le pidió de favor a la peliblanca el buscarle algo de ropa que se ajustaran de forma adecuada a la época.

Y por otro lado estaba Irisviel que ahora vestía con algo más cercano al estilo Japones. Pues supuso que ir a la tierra natal de su esposo usando vestidos de ceda con adornos de oro no sería de lo más sutil.

Llevaba una blusa de color burdeos con un broche, una falda blanca, botas blancas hasta los muslos, y medias negras, en el asiento a su lado, descansaba un elegante abrigo de piel blanca con adornos y un gorro de piel blanca.

Meditando profundamente en una estrategia para sus futuros encuentros, Saber intentaba contemplar todos los escenarios posibles en un intento de sopesar los pros y contras de la lucha contra sus enemigos, y de esta manera salir victoriosa, obtener el Santo Grial y poder pedir su tan anhelado deseo. Su mirada se posó en la ventanilla al lado derecho de su asiento y se perdió en la oscuridad de la noche mientras su mente comenzó a divagar sobre que deseo pediría.

No había mentira en sus palabras cuando le dijo a Irisviel su deseo, quería salvar Bretaña de su terrible final. Pero la cuestión era ¿Cómo? ¿Pediría volver en el tiempo, justo cuando tomo la espada Caliburn para poder hacer todo de nuevo, para mejor? ¿O pediría regresar solamente al momento donde todo comenzó a salir mal?

Las respuestas a esas preguntas, simplemente no eran claras para ella. Pues toda su vida se dedicó a ser un excelente rey, a vivir por su nación y por su gente. Lucho al lado de sus caballeros, siempre siendo firme en su ideología de que un rey no es humano y los sentimientos humanos no pueden proteger a su gente, y aun así muchos de ellos la traicionaron o la abandonaron, alegando que no podía comprender los sentimientos humanos.

En un principio no le dio importancia ni tampoco les guardo rencor, pues supuso que todo aquello era parte del proceso natural y que un rey debía estar preparado para ello. Pero en el momento en que fue herida de gravedad por su antiguo caballero Mordred y contemplo el campo de batalla con todos los rebeldes muertos, así como sus leales caballeros, se comenzó a cuestionar a si misma sobre su reinado, era como si entre más perfecta se volvía como rey más la cuestionaban como gobernante. Y honestamente no sabía si comenzar de nuevo, sabiendo donde fallo e intentar arreglar esos fallos, cambiarían algo. Y, aun así, regresar justo al momento donde todo comenzó a salir mal, tampoco parecía ser la respuesta, pues realmente desconocía cuando fue que comenzó a ser un mal rey.

Tan perdida estaba en sus propios pensamientos, que no noto cuando Irisviel se quedó completamente dormida y noto aún menos, el sudor frio que corría por su rostro, los ligeros movimientos de sus manos o el fruncimiento de sus ojos. Cualquiera que la viera, diría que simplemente estaba teniendo una clase de pesadilla.

Y no estaría muy lejos de la realidad, pues Irisviel estaba siendo abrumada por un sinfín de recuerdos de su Sirviente sin ningún orden o coherencia. Tantos recuerdos y emociones. Era como si le estuvieran taladrando la cabeza.

- "Mas vale que te calmes. Maldito asesino".

Una voz mortalmente furiosa resonó en el fondo de la mente de la peliblanca, causándole un miedo atroz y forzándola a abrir los ojos de golpe, solo para descubrir ya no se encontraba recostada en el asiento del jet privado. De hecho, estaba de pie en un lugar completamente vacío y oscuro. Comenzó a girar y mirar en cualquier dirección, con la intención de encontrar o visualizar a alguien, pero a cada lugar que miraba era más de lo mismo, nada.

- ¿Dónde estoy? – murmuro para sí misma sintiendo como comenzaba a entrar en pánico - ¡Saber!

El grito desesperado de Irisviel solo resonó en ese lugar extraño a forma de eco. Desesperada, estaba por comenzar a correr y gritar en cualquier dirección con la intención de encontrar a alguien a quien fuera. Pero en el momento que iba a dar un paso al frente, escucho una risa alegre a su espalda y al girar rápidamente, para ver de quien era esa risa, se confundió enormemente al ver al anciano de bastón que vio en su sueño o mejor dicho en los recuerdos de su Sirviente, solo que ahora tenía una gran sonrisa alegre.

- Di... disculpe, pero, usted... - no pudo terminar de hablar pues vio como ese anciano desapareció y en su lugar ahora había dejado en su lugar a la chica de cabello azul, que también tenía una enorme sonrisa alegre.

Irisviel quedo sin palabras cuando una vez más la persona parada frente a ella desapareció dejando en su lugar a un pelinegro de cabello largo. Luego un hombre calvo con un tercer ojo en su frente. Luego la pelinegra de vestido purpura. El niño pelinegro. Y así, uno tras otro, eran personas que jamás había visto, o al menos solo recordaba de su anterior sueño. Pero, aun así, todos compartían algo en común, todos sonreían genuinamente, con cariño y alegría, tanto que ella no pudo evitar sentirse cómoda y tranquila con las miradas y sonrisas de esas personas desconocidas.

Y sin previo aviso, una luz cegadora envolvió todo el lugar, forzando a Irisviel a cubrirse los ojos. Y en el momento que lo hizo, el olor de la briza marina junto con los rayos del sol la envolvieron. Y al abrir los ojos descubrió que se encontraba en una diminuta isla donde se encontraba una casa de dos pisos pintada de color rosa con su techo de color rojo, y escrito con letras se podía leer "Kame House" pintadas en la pared. En la isla había algunas palmeras, pero lo que en verdad la dejo en completa incredulidad fue ver una especie de helicóptero de un solo pasajero de color amarillo justo al lado de la casa.

Aunque las dudas de porque un aparato tecnológico que parcia tan avanzado estaba en una pequeña isla, fueron desviadas de la atención de Irisviel cuando frente a ella estaba su Sirviente, con el anciano del bastón, la peli-azul, el chico calvo y ese niño que tenía un sombrero con esa extraña esfera, todos parecían estar bastanteaste alarmados, sin embargo, la peliblanca no podría decir cuál era esa razón. Aunque de lo que, si estaba segura, era que esto era un recuerdo de su Sirviente y uno donde era bastante joven. Pues en comparación a la primera vez que lo vio, ahora su cuerpo no era tan musculoso y su rostro no reflejaba la madurez que tenía cuando fue invocado.

- ¡Tú eres un Saiyajin! – exclamo una voz masculina sorprendiendo a los presentes y atrayendo la mirada de Irisviel.

El dueño de la voz era un hombre, que tenía un físico bastante tonificado, además de bastante alto, midiendo 1.98 m tenía una cabellera negra y larga, llegando a sus rodillas. Vestía una armadura de combate de color marrón y negro, con hombreras y unos picos que protegen la parte de la cadera, además unas botas que protegen parte de las piernas, y unos guantes. Además de un aparato extraño en su oído izquierdo con un cristal verde que cubría su ojo izquierdo.

Irisviel parpadeo confundida ante la apariencia tan amenazante de ese hombre, su sonrisa no era para nada amable, sin mencionar su extraña armadura, pues jamás había visto o escuchado de armaduras de ese tipo antes.

- Y yo soy nada menos que tu hermano mayor. Soy Raditz – afirmo cruzándose de brazos y mostrando una sonrisa arrogante, ante la mirada en shock de todos.

- ¿Su hermano mayor? ¿Saiyajin? – repitió Irisviel en completa incredulidad sin comprender nada realmente.

El recuerdo pareció fragmentarse en pues parecía que todos, aunque mínimamente ya no estaban en la misma posición que en la de hace unos segundos. Esto alarmo enormemente a la peliblanca, pues espera poder escuchar más y así obtener información de su Sirviente.

- Kakarotto, dentro de unos años, tu solo podrás acabar con todos estos terrestres. Claro si recordaras la orden que te dimos – afirmo Raditz con molestia clara en su voz. Dando un fuerte suspiro, sonrió y miro al cielo – Afortunadamente, se puede ver la luna llena desde aquí.

- Oye, ¿Por qué dices que es una fortuna ver la luna desde aquí? – pregunto Goku con desconfianza.

- Pero que torpe eres. Nosotros los Saiyajin podemos pelear con todo nuestro poder cuando vemos la luna llena – exclamo Raditz con rabia.

- ¡No entiendo nada de lo que me dices! – exclamo Goku ahora poniéndose más molesto.

- ¿Qué? ¡I... I... Imposible! ¡¿Y tu cola?! ¡¿Qué le ocurrió a tu cola?! – cuestiono Raditz realmente furioso.

- Mi cola me la quitaron desde hace mucho tiempo – respondió Goku un tanto confundido.

- ¿Co... co... como pudiste? – murmuro Raditz con rabia por la estupidez de su hermano – ¡Eres un estúpido! ¡Es por eso que te llevas tan bien con los individuos de este planeta!

Esa afirmación, junto con las reacciones de completo terror de los amigos de su Sirviente, hicieron que Irisviel se sintiera aun mas desconcertada, pues la conversación que estaba presenciando, solo le daba más dudas que respuestas. Pues no comprendía realmente cual era la importancia o la relación entre la luna llena y una cola.

...

- Hace un momento me llamo la atención algo. ¿Acaso no es tu hijo el que está detrás de ti? – cuestiono Raditz señalando al infante en las manos de la peli-azul.

- ¡Por supuesto que no! – exclamo Goku apresuradamente.

- Entonces, ese nombre. Gohan. Por eso logre escuchar con tanta desesperación ese nombre. Era el de su propio hijo – dijo Irisviel ahora comprendiéndolo todo.

- No me mientas. ¿Y qué me dices de esa cola? – pregunto Raditz con una sonrisa arrogante – ¿No es una prueba de que tiene sangre de Saiyajin?

Esa declaración hizo que Irisviel posara su vista en el pequeño niño y efectivamente, detrás del niño a la altura de su espalda baja, tenía una cola de mono balanceándose como si nada. La cual la mujer peli-azul tomo en su mano e intento esconderla de ese sujeto tan amenazante. Si bien ella misma era una Homúnculo, un humano artificial, jamás en su vida había visto algo tan extraño como a un niño con una cola de mono, pero más que asustada o conmocionada, estaba confundida, pues no podía comprender porque todos parecían darle tanta importancia a ese hecho.

- Creo que voy a tomar prestado a tu hijo – dijo Raditz para comenzar a caminar hacia el niño con un paso lento pero seguro.

- ¡Si das un paso más te voy a eliminar! – exclamo Goku sintiéndose demasiado nervioso.

- Detenlo, no permitas que tome a tu hijo – pido Irisviel con miedo, pues como madre no podía soportar la idea de ver lo que parecía ser un villano secuestrara al hijo de alguien más.

Aunque lo que presencio la peliblanca no fue para nada lo que esperaba, pues en vez de una brutal y devastadora pelea. Vio con completa incredulidad como su Sirviente fue derribado de un solo golpe en su estómago. Tanto ella como los amigos de Goku estaban incrédulos por lo que presenciaron, pero eran los amigos del pelinegro que no daban crédito a lo que sus ojos les mostraban, ya que esto jamás había ocurrido antes y no estaban seguros de que pensar realmente con todo esto.

- No puede ser, de un golpe, pero, ¿Cómo es esto posible? – murmuro una completamente incrédula Irisviel.

- ¡No! ¡Papá! – grito Gohan entre lágrimas mientras corría para estar al lado de su padre.

- ¡No, espera, es muy peligroso! – exclamo Irisviel intentando tomar al niño entre sus brazos y detenerlo, solo ver como el niño la atravesaba como si nada, recordándole que todo era solo un recuerdo y no podía hacer nada, más que observar.

- Kakarotto yo me quedare con tu hijo. Si quieres que te lo regrese con vida, obedecerás las ordenes de tu hermano mayor – declaro Raditz mientras tomaba por el cuello de la camisa a su sobrino el cual no paraba de llorar.

- Maldito – se quejó Goku aun tumbado en el suelo sintiendo un enorme dolor.

- Pero tendrás que darme una prueba. Se trata de algo muy fácil. Solo tendrás que exterminar a cien seres humanos para el día de mañana y traer sus cuerpos a este lugar – informo con una sonrisa sanguinaria en su rostro – hare todo lo posible por no matar al hijo de mi hermano menor.

- Como se atreve a chantajearlo de esa manera, con la vida de su propio hijo – se quejó Irisviel horrorizada ante la idea de que alguien estuviera dispuesto a usar la vida de un pobre niño para algo tan ruin.

Raditz sin decir una palabra más, salió volando a gran velocidad lejos de la isla perdiéndose de la vista de todos en pocos segundos. Y una vez más, el recuerdo parecía fragmentarse, casi como si estuviera siendo adelantado. Y, aun así, Irisviel pudo darse cuenta de que su Sirviente parecía estar hablando con sus amigos, casi como si estuvieran discutiendo alguna clase de plan para salvar al pequeño niño. Eso la tranquilizo enormemente, pues se alegraba de que el pelinegro no fuera un asesino sin compasión.

Eso hizo que una sonrisa se formara en su rostro, pero seguía sin comprender mucho. Pues todo parecía tan surrealista. Ya no sabía con certeza, si su Sirviente vivió en el pasado. Pues la tecnología que había visto no concordaba, aunque la idea de que viniera del futuro tampoco parecía ser algo que cuadrara en todo esto, una vez que todo acabara le preguntaría a Saber sobre la posibilidad de un Sirviente que viniera del futuro.

- ¡Ustedes no podrán hacerlo!

Todos levantaron la mirada para buscar el origen de esa voz y todos pusieron miradas de miedo y asombro al ver a una persona cuya característica más notable era su tono de piel, que es de color verde. Tiene unas orejas muy grandes y unas antenas en lo alto de su cabeza. En los brazos y piernas lleva unas especies de círculos de color rosa, cuyo contorno es de color rojo. lleva un dogi de color morado, cinturón de color azul además de unos zapatos marrones. También usa capa blanca y un turbante color nieve con un tope púrpura

- ¿Qué rayos es eso? – grito Irisviel completamente asustada al ver a esa criatura humanoide.

- Piccolo, dime, ¿Qué haces en este lugar? – pregunto el Maestro Roshi con algo de miedo.

- Eh estado siguiendo a ese individuo – respondió con simpleza.

- Conque tu ya lo conociste, ¿verdad? – dijo Goku encarando a su antiguo oponente.

- Exactamente. Y no podrás derrotarlo con los que quieren ayudarte. ¡Yo iré contigo! Ustedes deben saber muy bien lo fuerte que es, no podremos derrotarlo. No importa que seas tu. O que sea yo el oponente. Pero si unimos nuestras fuerzas. Entonces habrá posibilidades de ganar.

- No comprendo nada ¿Qué diablos es él? ¿Qué está ocurriendo aquí? ¿Por qué todos parecen tenerle miedo a ese sujeto? – cuestiono Irisviel ya no pudiéndolo soportar más, estar en memorias de alguien que apenas y conoce no es algo que le esté agradando mucho - ¿Eso es una nube dorada? – agrego con una ceja levantada al ver la nube que flotaba a escasos centímetros del suelo.

- Muy bien, entonces dime que es lo que realmente quieres – cuestiono Goku con completa seriedad.

- No quiero que te confundas. No me importa la paz de este mundo. O lo que le pueda pasar a tu hijo. Él está interfiriendo en mis planes de conquistar el mundo.

- Es muy buena idea que unamos nuestras fuerzas. Tal parece que no tenemos otra opción, ¿Verdad?

- El enemigo, de tu enemigo, es tu amigo. Ellos cooperaran porque saben que no pueden ganar por separado, así que, aunque sean enemigos saben que su mejor oportunidad es uniendo fuerzas – comento Irisviel para sí misma no comprendiendo del todo la situación, pero al menos si lo suficiente.

- Oye Bulma, dame el Radar del Dragon – pidió Goku sin despegar la mirada de su nuevo aliado.

- De... de acuerdo – tartamudeo Bulma, lanzándole lo pedido a su amigo.

Acto seguido, Goku salto sobre su nube voladora sorprendiendo aún más a Irisviel pues jamás se imaginó que esa cosa realmente fuera una especie de medio de transporte. Después ambos guerreros comenzaron a volar a gran velocidad por el enorme océano siguiendo la dirección del Radar.

Irisviel observo como en vez de que su cuerpo los siguiera por los aires, todo su entorno parecía desmoronarse en partículas de energía para casi de inmediato reformarse y de esa manera formar un nuevo lugar. El cual era una llanura cubierta por pastos verdes y montañas nevadas a lo lejos. Detrás de pelinegro de la extraña armadura estaba un gran cráter y en el fondo de este se encontraba lo que aprecia ser una esfera metálica.

Donde esa cosa solo confirmaba sus sospechas de que su sirviente de ninguna manera provenía del pasado. Donde lo más factible era que viniera del futuro, pues tal tecnología era imposible aun en su tiempo.

Escuchando un poco de alboroto, la peliblanca ve como tanto ese hombre extraño de color verde se quita su turbante y su capa y los avienta lejos, ocasionado que el suelo se agriete. Su Sirviente procede a hacerlo mismo con su camisa azul, muñequeras y botas. Dándose cuenta de que esas ropas estaban hechos de alguna clase de material extremadamente pesado.

- El poder de pelea de ese sujeto aumento a 408. Y el de Kakarotto a 416 – comento Raditz leyendo las cifras en su rastreador.

- Ese artefacto tan extraño... es una clase de medidor de poder. Esa clase de tecnología es impresionante y su poder es realmente enorme – comento Irisviel incrédula del nivel de poder de su Sirviente y aliado.

- Déjenme decirles que eso no será suficiente para derrotarme – exclamo donde en un movimiento rápido apareció detrás de esos dos, solo para golpear a cada uno con su codo – quieren que les diga algo interesante. Los otros dos Saiyajin sobrevivientes tienen un poder de pelea mucho más elevado que el mío.

- No... no puede ser, ni siquiera han podido tocarlo y hay otros dos que son más poderosos, ¿Qué clase de mundo es este? ¿Por qué no usa ese fuego carmesí o dorado? Estoy segura de que con ese poder podrá vencerlo – se preguntó deseando desesperadamente que alguien le respondiera, pues conforme el recuerdo avanzaba más dudas surgían, aunque dejo eso aun lado cuando vio como la pelea finalmente comenzaba.

Y así, una pelea de un nivel impensable estaba ocurriendo frente a los ojos de la peliblanca, la cual no tenía palabras para expresar su conmoción. Su Sirviente y ese tal Piccolo eran sumamente fuertes y agiles, sin mencionar que eran todos unos expertos en el combate cuerpo a cuerpo y sin embargo no podían ponerle un solo dedo encima a ese tal Raditz.

Era demasiado fuerte y rápido, su nivel era uno completamente diferente, si bien Irisviel jamás fue una experta en el combate, estaba segura de que su Sirviente y su aliado estaban dándolo todo para acabar con su enemigo, pero este simplemente estaba jugando con ellos, burlándose. Demostrando su superioridad con una gran sonrisa arrogante. Diablos, el tipo le arranco el brazo izquierdo a Piccolo con una ráfaga de energía que borro del mapa una montaña entera.

O eso fue hasta que Goku lanzo un KameHameHa que no surtió efecto en lo más mínimo contra Raditz, pues pudo frenarlo con una sola mano, y posteriormente lanzarle un ataque de energía a su hermano menor que lo daño seriamente, aunque todo fue una distracción que funciono a la perfección, pues Piccolo lanzo una extra técnica llamada Makankozappo, la cual era una ráfaga de energía amarilla con una espirar rodeándola. Que, aunque fallo en darle a su oponente, logro darle en el hombro y destruir parte de una montaña.

Aunque para la completa confusión de Irisviel, cuando Raditz estaba por eliminar a Piccolo de un solo ataque, se detiene abruptamente y se da cuenta de que su Sirviente está sujetándole una cola de mono que en un principio creyó era un cinturón de piel. De inmediato Raditz comenzó a tambalearse y a dejar de pelear.

- Hehe te confiaste maldito, hahaha – se burló Goku apretando más la cola de su enemigo, haciéndolo caer al suelo – rápido Piccolo, hazlo, repite tu técnica.

- S... si está bien. Bien hecho, sujétale bien la cola porque esta técnica solo puedo hacerla una vez más – afirmo Piccolo con una sonrisa cansada mientras colocaba sus dedos en su frente.

- Ahora entiendo, su debilidad es su cola. Es por eso que esta tan débil – afirmo Irisviel un tanto emocionada al ver que su Sirviente pudo arreglárselas para poder vencer a un oponente más fuerte – ahora solo falta que lo acaben de una vez por todas.

- Kakarotto... Kakarotto... ¿Acaso piensas matar al único hermano que tienes? – cuestiono Raditz mientras intentaba moverse, pero todo resulto en vano.

- Cállate, ya te dije que no se le pude llamar hermano a alguien como tú. Estuviste a punto de matarme, deja de decir tonterías – respondió Goku

- Ya no lo hare, te lo digo honestamente, me... me iré tranquilamente – aseguro Raditz con pesar en su voz.

- ¡No dejes que te engañe, solo lo dice para que le sueltes la cola! – grito Piccolo molesto por la estupidez de su enemigo ante dichas peticiones - ¡él no se ira!

- Po... po... por favor... créeme hermano, sé que hice algo muy cruel... no romperé esa promesa... te lo juro... - dijo entre jadeos de cansancio, pues con cada segundo que pasaba sentía como sus fuerzas se estaban desapareciendo.

- Kiritsugu me advirtió de gente como él. Cobardes mentirosos que dirían lo que fuera para salvar su propia vida.

El comentario de Irisviel, fue uno que le enseño hace ya muchos años su esposo, pues quería que nunca, bajo ninguna circunstancia bajara la guardia o se apiadara de esa clase de personas. Pues todos terminarían apuñalándote por la espalda en cualquier momento.

Eso fue lo que le enseño, lo que ella sabía que debía creer y, sin embargo, su mirada era idéntica a la del pelinegro. Una mirada que reflejaba dudas, una mirada de alguien que estaba dispuesto a darle una segunda oportunidad. Pues ninguno de los dos tenia el nivel de maldad en su corazón para matar a alguien que suplicaba por su vida.

Y en el momento que Goku soltó la cola del Saiyajin, aun bajo las protestas de Piccolo. Fue recibido por un poderoso golpe a traición de Raditz que comenzó a reír como un lunático, burlándose de su hermano menor y golpeándolo brutalmente.

- Eres cobarde, te perdono la vida, creyó en tu palabra y te burlas diciendo que eres una elite – dijo Irisviel apretando los puños con rabia e impotencia.

- ¡¡¡AHHHHHH!!! – grito Goku en un agónico dolor.

- ¡HAHAHA! ¡Grita más! ¡Llora! En un momento será tu turno, así que será mejor que te prepares – dijo Raditz viendo como su otro oponente temblaba del miedo – ¡ah llegado tu hora! ¡¡¡Muere Kakarotto!!!

Pero cuando estaba por dar el golpe final, Raditz se detiene en seco completamente conmocionado. La alarma de su rastreador se había activado, señalando lo que era una fuente de poder bastante alta y peligrosa. Todo en el prado se volvió mortalmente silencioso, mientras que el Saiyajin buscaba con desesperación la dirección de donde provenía esa energía.

- ¿Qué está ocurriendo? ¿Qué esta presión? ¿Qué es lo que están buscando todos?

Cuestiono Irisviel al ver como de un segundo a otro sentía que su cuerpo le gritaba que huyera del peligro a la vez que veía como algo o alguien parecía obtener toda la atención de los peleadores, pues sus miradas confundidas era algo para tomar en cuenta. Inclusive las aves y conejos que se encontraban en la zona, se apresuraron a salir lo más rápido posible de ese lugar, como si una amenaza los empujara a huir.

- Ese sonido – dijo al escuchar como algo metálico parecía romperse – espera, ¡ese sonido proviene de ese cráter!

Los presentes como si pudieran escuchar a la peliblanca, giraron su mirada al cráter, del cual salieron volando cientos de escombros de metal de la nave espacial donde se encontraba prisionero el pequeño Gohan. El cual justamente estaba varios metros sobre el suelo con una mirada completamente molesta en su rostro, pero no era la mirada de un niño pequeño, no. Era la mirada de un guerrero furioso listo para pelear.

- ¡¿Qué es eso?! – exclamo Raditz completamente atónito.

- No puede ser, ese niño... ese niño destruyo esa máquina... solo con su cuerpo – murmuro Irisviel con los ojos completamente abiertos y dando un paso hacia atrás en completo shock.

Todos estaban conmocionados de que fuera Gohan quien salió volando al saber que su padre estaba a punto de ser eliminado por su enemigo. Aunque su cuerpo es pequeño, su poder está más allá de los límites.

Aterrizando justo al borde del cráter, enfoco una mirada completamente molesta a su captor, el cual, como todos, lo estaban observando con completa incredulidad.

- Huye... huye Gohan, tienes que huir – jadeo Goku con dolor con la esperanza de que su hijo corriera lo más lejos posible.

- ¿Por qué? ¿Por qué siento tanto miedo al ver a ese niño? – se preguntó Irisviel con una gota de sudor recorriéndole la mejilla – esa mirada, no es normal en un niño pequeño.

- Su poder de pelea es de... de... mil... ¡¡¡mil trecientos siete!!! – afirmo Raditz sin poder creer lo que sus ojos le mostraban.

- ¡Imposible! ¡Ese niño tiene más poder que su padre a tan corta edad! – grito Irisviel con completa incredulidad.

- ¡No lastimes! ¡¡A MI PAPA!!! ¡¡¡AHHHHA!!! – rugió Gohan con enojo donde de un poderoso salto salió disparado contra su captor.

En menos de un segundo, el pequeño Gohan logro golpear con su cabeza el abdomen de Raditz con una fuerza y velocidad tal que logro agrietar su armadura y hacerlo retroceder varios pasos. Irisviel estaba sin palabras, pues un niño pequeño, de aproximadamente cuatro o cinco años no mayor a su pequeña Ilya, no solo tenía más poder que su propio padre, sino que también logro hacerle más daño a su enemigo que este en toda la pelea.

Raditz dio varios pasos hacia atrás debido al fuerte dolor proveniente de su pecho. Mientras que Irisviel miro con incredulidad escrita en todo su rostro, justo como todos los presentes en la pelea. Pues cuando todo parecía perdido, jamás se imaginaron que sería el pequeño Gohan quien cambiara el rumbo de la batalla.

- Ahora su poder de pelea es de solo 1 – murmuro Raditz con rabia y dolor – Con que tu cambias fácilmente tus emociones.

- ¡Huye Gohan! – ordeno Goku aun tumbado en el suelo.

- Es un cobarde – dijo Irisviel desviando la mirada en el momento en que ese sujeto golpeo brutalmente al pequeño niño.

- ¡¡¡GOHAN!!! – grito Goku en desesperación esperando obtener alguna respuesta de su hijo. Pero cuando vio caminar a su enemigo en la dirección de su hijo, la desesperación lo inundo – No... no lo hagas... detente.

- Quieres decir que solo es un niño, ¿verdad? No me hagas reír, el poder de pelea de ese niño es mucho más grande que el tuyo – se burló viendo con arrogancia a su hermano por encima de su hombro – es mejor eliminarlo ahora que no sabe utilizar su poder. No te preocupes, pronto te mandare con el... pero al otro mundo – finalizo para reanudar su camino hacia el pequeño enano.

Irisviel comenzó a desesperarse, quería que esto acabara, pues más que un sueño o un recuerdo, parecía más bien una pesadilla. Sabía que en el mundo había personas crueles y despiadadas. Pero matar a un niño inocente con tanta facilidad, le parecía simplemente aborrecible.

Y aun contra todo pronóstico, Irisviel ve que en el segundo que ese sujeto levanta la mano para acabar con el pequeño Gohan, su Sirviente en un uso de todas y cada una de sus fuerzas. Se levanto del suelo para sujetar a Raditz por la espalda.

- ¡Suéltame! – ordeno Raditz con molestia - ¿Aun te quedan fuerzas? – cuestiono moviéndose de un lado a otro para liberarse, pero la herida en su pecho le causo más daño del que pensó.

- ¡Piccolo, rápido! ¡Haz esa... técnica! – grito Goku apenas pudiendo contener a su enemigo.

- ¡Ya lo sabía y ya estoy listo! Pero necesito más tiempo ¿Por qué no le sujetaste la cola? – se cuestionó Piccolo mientras concentraba todas sus energías en la punta de sus dedos una vez más.

- No creo que este sea el mejor momento para quejarse – murmuro Irisviel no creyendo que esos dos pudieran discutir en un momento como ese.

Y una vez más, Raditz comenzó a pedir clemencia y un perdón que no merecía. Pero en esta ocasión, era claro para Irisviel que su Sirviente no lo soltaría, pues vio la mirada de este y quedo impresionada. Era afilada, molesta y determinada. Y sabía que ahora su Sirviente con la vida de su hijo en peligro, no lo pensaría dos veces para acabar con su enemigo.

Esa mirada de alguna manera, era idéntica a la de Kiritsugu, aunque, por otro lado, era completamente diferente, pues en su marido jamás había visto ese brillo de esperanza en sus ojos, salvo una única vez. Y fue cuando cargo a Ilya por primera vez.

- Yo no dudare en hacerlo. Tú también desaparecerás. Y eso es perfecto para mí – exclamo Piccolo con una sonrisa satisfecha en su rostro.

- ¿Aun no, Piccolo? Me está rompiendo las costillas – se quejó Goku no sabiendo cuanto más podría resistir - ¡Apresúrate!

- No es verdad, no puedo creerlo, en verdad está dispuesto a dar su propia vida para salvarlos a todos – dijo en shock Irisviel no pudiendo apartar la mirada de lo que estaba por ocurrir.

- ¡Mil... mil cuatrocientos ochenta! – dijo Raditz sin creer lo que su rastreador le decía.

- Ya los hice esperar mucho. ¿Están listos?

- ¡¡¡HAZLO!!!

- ¡¡¡ Makankozappo!!!

- ¡¡¡No lo hagas!!!

Irisviel se llevó las manos a la boca en un intento de sofocar un grito de horror. Pues acaba de presenciar como esa extraña técnica acababa de atravesar a su Sirviente y a su enemigo al mismo tiempo.

-¡¡¡AHHHHH!!!

Grito Irisviel al sentir un inmenso dolor provenir de su abdomen, era un dolor inmenso e insoportable, donde al llevar sus manos y vista a su abdomen. Apenas puede sofocar un grito de horror al ver como sus manos estaban llenas de sangre. Su sangre. Pues ahora ella, al igual que su Sirviente, tenía un enorme agujero en el abdomen.

- ¡¡¡Irisviel, despierta!!!

Con un fuerte jadeo, la peliblanca abre los ojos de par en par. Su respiración era errática y su rostro estaba bañado en un sudor frio. Parpadeo un par de veces para que su vista se pudiera aclarar y al hacerlo, pudo ver cómo Saber estaba frente a ella mirándola con completa preocupación en su mirada.

Esa sola mirada preocupada la hizo recordar el enorme agujero que tenía en su abdomen, pero cuando bajo su mirada alarmada, ve confundida como ya no tenía nada. Eso la hizo tranquilizar casi de inmediato.

- ¿Estas bien? – pregunto Arturia realmente preocupada por su amiga.

- S... si, es... solo fue... - dijo Irisviel entre jadeos, intentando calmarse completamente.

- ¿Una pesadilla? – volvió a preguntar.

- Peor – respondió en un murmullo temeroso.

Saber se confundió enormemente ante esa respuesta. Primero, la peliblanca, estaba bañada en sudor y después comenzó a moverse de forma desesperada en su asiento y cuando creyó que solo tenía pesadillas, comenzó a gritar de forma desgarradora, como si le estuvieran torturando. Y fue en ese momento en que tuvo que hacer algo y comenzó a sacudirla con algo de fuerza y gritarle para que despertara por la fuerza.

Después de casi una hora, Irisviel finalmente pudo controlar su pánico y regresar en sí misma. Notando que ya era de día, donde supuso que paso toda la noche en los recuerdos de su Sirviente. Y fue ese hecho que la hizo recordar lo que vio y sin perder tiempo, comenzó a contarle a Saber con lujo de detalle todo lo que presencio, no omitiendo ni el más mínimo detalle, cada palabra, movimiento, técnica o habilidad especial.

Arturia, estaba completamente sin palabras, sabía que el Sirviente de la peliblanca era monstruosamente poderoso, pero no se imaginaba que fuera derrotado por su propio hermano. Y si lo que Irisviel le conto era verdad, ese tal Piccolo era igual de fuerte que su Sirviente, e inclusive, la desendencia de este era por mucho más poderoso y a una edad tan corta.

Sin duda alguna, ese sirviente sería el más difícil de derrotar y aunque una lucha con un maestro de artes marciales, alguien cuya fuerza era tan grande como para usar sus propias manos desnudas como armas. Se sintió bastante aliviada, pues ese guerrero llamado Kakarotto, era alguien honorable, dispuesto a dar segundas oportunidades y arriesgarlo todo por su familia, inclusive su propia vida.

- ¿Dime que piensas, Saber? ¿Ya has descubierto que clase de Héroe es Kakarotto? – pregunto, notando como la rubia se había quedado bastante pensativa.

- Lo siento, pero no. No tengo conocimiento de ningún guerrero con ese nombre o ninguno que se relacione con los involucrados en tu visión – respondió negando con la cabeza – pero ahora al menos conocemos más sobre sus habilidades. Ahora tenemos un poco más de ventaja.

- He veo porque fuiste conocida por ser el legendario Rey de Bretaña – comento con una sonrisa alegre.

- No comprendo, Irisviel – dijo sintiéndose bastante confundida.

- Me refiero a que apenas sabemos nada de este Sirviente y, aun así, te mantienes firme y lista para pelear, analizando lo poco que tienes para tomar una ventaja y asegurar tu victoria – dijo con una sonrisa sincera.

- Tus palabras me alagan, prometo que cumpliré las expectativas que tú y mi Maestro están depositando en mi – dijo con una sonrisa, mientras colocaba su mano derecha en su pecho y se inclinaba respetuosamente.

- Estoy segura de que así será. Pero regresando al asunto, ¿crees que sea posible que él venga del futuro? – pregunto poniéndose un tanto seria.

- El concepto de tiempo no existe donde se registran los Espíritus Heroicos. Los Espíritus Heroicos del pasado y futuro son tratados de igual manera – respondió con seriedad, obteniendo toda la seriedad de su amiga – en pocas palabras, es posible invocar a alguien destinado a aparecer en el futuro.

- Y al parecer ese es nuestro caso con ese Sirviente. Parece ser que no podremos lograr saber más de él en los libros que Kiritsugu está buscando – comento bajando un poco la cabeza en desánimos.

- Pero lo que en verdad me intriga es los nombres que usaron, esos "Saiyajin". Por cómo me cuentas lo ocurrido. Expresaban ese término no como un estatus o lugareños de una región. Mas bien era como alguna clase de raza o especie – comento con una mano sobre su barbilla de forma analítica.

- Podría ser que así se denominan. Ya sabes, individuos que poseen cola – comento recordando que al pequeño Gohan también lo llamaron con ese término.

- Puede ser – murmuro sumiéndose completamente en sus pensamientos sobre una muy pequeña posibilidad de a quien pudieran estarse enfrentando.

- ¿Descubriste algo, Saber? – pregunto con curiosidad.

- Nada realmente, solo recordé un viejo cuento, pero dudo mucho que sea lo mismo a lo que nos estamos enfrentando – respondió con calma – "Es improbable, la historia de ese ser, son solo cuentos. Además, Irisviel no es de ninguna manera un ser divino, como para que su cuerpo mismo funcionara como catalizador" – se dijo a si misma desechando la idea de su mente.

- En ese caso, solo nos queda tomarlo por sorpresa con lo poco que sabemos sobre él – comento un poco desanimada, pues de cierta manera todo esto era su culpa.

- Así parece, por el momento solo contamos con tus visiones de su pasado para saber más de él. Pero, aun así, a través de tus visiones nos colocas en una muy buena ventaja – agrego en un intento de dar ánimos.

- Gracias, Saber. En cuanto aterricemos en Fuyuki, llamare a Kiritsugu para que no siga perdiendo su tiempo.

Hotel de Fuyuki

En una simple habitación con dos camas, se encontraba Kiritsugu sentado frente a un escritorio que tenía la habitación, buscando tanta información como podía en su laptop sobre la identidad del Sirviente de su esposa. Cualquier cosa que estuviera remotamente relacionada al nombre Gohan.

Ya que apenas tuvo esas extrañas visiones ella le conto tanto como pudo recordar. Pero sin importar cuanto buscara, simplemente no había relación alguna. Ese nombre no aparecía en ninguna historia, leyenda o mito. Sabía que no era el nombre de Gohan no era de ese Sirviente, pero esperaba al menos poder relacionarlo de alguna manera.

Pero toda su atención se desvía a su teléfono celular, el cual estaba vibrando repetidas veces en el bolcillo de su pantalón. Y al tomarlo, se confunde enormemente al ver que era su esposa quien lo estaba llamando.

- Iri, sabes que no debemos ponernos en contacto aun, podrían descubrir nuestros planes. ¿Ha ocurrido algo? – pregunto colocando el teléfono en su oído derecho y continuando con su investigación.

- Lo sé, lo siento mucho Kiritsugu. Pero eh tenido otra visión, mucho más clara que antes y Saber a podido descubrir algo sobre mi Sirviente – respondió Irisviel con calma, aunque era clara la emoción en su voz.

- Muy bien te escucho – dijo ahora con toda su atención en la voz de su esposa.

- Bueno lo más importante, es que es un Sirviente que viene del futuro. Es por eso que no hemos podido descubrir su identidad. Porque aún no ha nacido – informo con algo de pesar en su voz al no poder ofrecer mucho más.

- ¿Estas completamente segura de esto? – pregunto no queriendo creer lo que escucho.

- Si. En mi visión vi artefactos muy extraños, entre ellos lo que parecía ser un helicóptero de un solo pasajero, un rastreador y una esfera metálica muy extraña.

El pelinegro apretó con fuerza el teléfono en su mano con algo de molestia. Ese Sirviente solo generaba más y más problemas entre más tiempo transcurría, tenía que encontrar la forma de eliminarlo o de lo contrario, todos sus planes se vendrían abajo. Con pesadez cerro su laptop pues ya no tenía caso seguir buscando información de alguien que aún no existía. 

- Comprendo, muchas gracias por mantenerme al tanto. Supongo que ahora es mi turno. Por lo que eh podido descubrir de la Santa Iglesia y del Padre a cargo de ser el mediador. Ahora son Ocho Sirvientes y Ocho Maestros. Así que tu invocación es aun mas extraña de lo que pensábamos – informo con nada mas que seriedad en su voz – coméntale esto a Saber, si no descubrimos quien es este Sirviente, tal vez podamos descubrir su clase y regresar a tomar un plan.

- Entiendo, ten por seguro que se lo diré.

- Cuando nos reunamos podrás comentarme sobre tus visiones, pero por ahora será mejor no arriesgarnos a que nos descubran – agradeció con una pequeña, pero genuina sonrisa – disfruta de la vista de la ciudad mientras puedas.

- Entendido y muchas gracias – dijo colgando el teléfono y manteniendo una sonrisa cariñosa, que rápidamente se volvió una mirada algo seria – Saber, ¿sabes algo acerca de una Octava clase?

- ¿Octava clase? – repitió Arturia con incredulidad.

- Así es, al parecer en esta Guerra por el Santo Grial. Hay un Sirviente y Maestro extra. Mi Sirviente y yo – declaro no pudiendo creerlo del todo.

- Es la primera vez que escucho sobre algo como eso. Honestamente jamás pensé que otro Sirviente y Maestro pudieran participar en esta Guerra.

- Ya veo – murmuro bajando la mirada y comenzando a jugar con su vestido.

- ¿Todo está en orden, Irisviel? – pregunto Arturia esperando saber que estaba planeando su Maestro.

- Si, todo está perfecto – respondió con una sonrisa alegre – todo seguirá conforme el plan y hasta que algo cambie, nos mantendremos observando cómo se desarrollan las cosas. Y ya que venimos a Japón, deberíamos divertirnos un poco antes de que empiece la batalla – agrego observando todo a su alrededor con ojos llenos de asombro que se maravillaban con todo.

Tanto Sirviente como Maestra se encontraban en un automóvil negro, completamente blindado, para protección de la peliblanca en caso de que algo saliera mal. Aunque eso no parecía asustar a dicha chica, ya que su mirada estaba prácticamente pegada a la ventana de su puerta observando tanto como podía.

- Yo creo que mantenernos separados es innecesario. Deberíamos reunirnos con Kiritsugu y establecer nuestra base de operaciones. Planear nuestras estrategias – comento de forma seria.

- Creo que tienes razón. Aunque creo que es una lástima – comento llamando la atención de la rubia que inclino la cabeza en confusión – veras, me emociona tanto poder estar en el país donde Kiritsugu creció. La verdad es que quería conocer tanto como pudiera. Ya que esta sería mi primera vez que salgo al mundo exterior – agrego con algo de vergüenza.

- ¿Has pasado toda tu vida encerrada en ese castillo? – cuestiono sin poder creer lo que escucho, ganando un asentimiento de su amiga.

- Yo solo era una marioneta creada para luchar en la Guerra por el Santo Grial. Pero eso cambio con Kiritsugu, me ha mostrado libros, fotografías y películas de la actualidad y los paisajes del mundo – respondió sintiéndose bastante apenada – así que no es como si no supiera nada del mundo. Es solo que quería ver realmente el mundo – declaro con una mirada baja.

Saber contemplo la mirada triste de la peliblanca y aun sabiendo que no debía. Le dio prioridad a la mujer debido a que hasta ahora había sido una amiga completamente honesta y sabía que nadie las atacaría a plena luz del día. Por lo cual ordeno al chofer detenerse.

Y cuando se detuvo, Saber salió del automóvil, para abrirle la puerta a la peliblanca y de forma completamente caballerosa y digna de un rey, le ofreció su mano para llevarla recorrer tanto como pudieran de la ciudad. Cosa que Irisviel acepto con una enorme sonrisa.

Montañas nevadas de Alemania – Noche

Parpadeando de forma cansada, Son Goku lentamente comenzó a levantarse del cómodo suelo donde se encontraba. Y cuando lo hizo noto la extraña cúpula que lo estaba rodeando. Observo con cautela todo a su alrededor, para luego bajar su mirada y notar completamente incrédulo como todas sus heridas ya habían sanado.

- ¿Qué es este lugar tan extraño? Recuerdo que Namekusei estaba a punto de explotar. Luego una luz azul me rodeo y aparecí frente a esas personas y tuve salir huyendo de ese castillo, cuando me vi atrapado por esa extraña energía, eh intentaban matarme, luego me desmayé justo antes de aterrizar en una montaña.

Se dijo a sí mismo en un repaso rápido de los últimos acontecimientos. Comenzando a levitar, se quedó suspendido justo a la mitad de la esfera que lo rodeaba y cerró los ojos, para poder concentrarse en las firmas de energía de donde se encontraba. Y cuando no logro encontrar ninguna firma conocida abre los ojos, aun mas desconcertado que antes.

- Esto no está bien. No siento la energía de ninguno de mis amigos. Eso quiere decir que no estoy en la tierra – murmuro con una gota de sudor recorriéndole la mejilla – las personas de este planeta tienen un Ki idéntico a las de mi mundo, pero algunas tienen otra energía muy extraña. Idéntica a la de esta esfera. Se parece a la magia de Uranai Baba y Kami-sama.

Analizando un poco la situación, esas personas con esa energía extraña energía. Eran más fuertes que un humano común y corriente. Pero solo pocos tenían un nivel bastante alto, y la mayoría estaban concentrados en un mismo punto y solo unas pocas emanaban un aura maligna.

Pero esa energía le seguía generando dudas, era parecida a la magia que usaban sus amigos, pero a la vez tan diferente. Mas compleja y concentrándose un poco más, se dio cuenta esa energía extraña parecía estar rodeando el planeta entero donde se encontraba. Y pareciera que las personas que tenían Ki y esa energía extraña en sus cuerpos. Absorbieran la segunda del ambiente que los rodea. 

Y en cuanto a la esfera que lo rodeaba, sin duda era poderosa. Pero no sentía ningún peligro proveniente de la misma. Y fue en ese momento que lo noto. A sus espaldas, intentando esconder su presencia, había dos de esas firmas de energía, eran por mucho las energías presentes más poderosas del planeta. En vista de cómo fue atacado apenas llego a este extraño mundo, Goku decidió actuar con cautela.

- Sera mejor que dejen de esconderse, sé que están ahí – dijo con seriedad y girando para encarar a esas energías – no busco problemas, solo quiero saber dónde estoy.

Alaya y Gaia, estaban completamente incrédulos al ser descubiertos de una forma tan simple, pues ningún ser en su mundo los podría detectar con esa facilidad, aunque se sintieron renuentes a obedecer las órdenes de un mortal. Pero en vista de que eran ellos quienes debían guiar a este guerrero para que su mundo avanzara a la paz humana y natural que tanto deseaban, hicieron lo pedido.

Goku estaba completamente confundido al ver como dos orbes de diferente forma y color aparecieron frente a él. Pues esos orbes no parecían de ninguna manera nada a lo que alguna vez vio o lucho.

- Guerrero Son Goku. Tiene preguntas y nosotros las respuestas. Y es momento de hablar – dijeron ambos en perfecta sincronía. Listos para arriesgar todo su mundo en una apuesta definitiva al Saiyajin.


Han flipado eeh

Bueno pues aquí estamos una vez más, con un nuevo capítulo. ¿Cómo han estado? ¿Qué cuentan? ¿Alguno ya se volvió loco por la cuarentena? Por mi parte eh estado bastante estresado. Quien diga que la cuarentena fue algo bueno para aquellos que escribimos fics... pues miente, oh al menos en mi caso. Es horrible que todo se te acumule y termines completamente abrumado por las cosas que tenias que hacer, las cosas que tienes que hacer y las cosas que debes hacer. Pero bueno a sobrellevar esto de la mejor manera.

Bueno comentemos algunas cosas importantes sobre este capitulo

Gilgamesh, el rey de reyes. El primer rey y poseedor de todos los tesoros de la humanidad. Bajo ninguna circunstancia permitirá que alguien ose siquiera insinuar que es mas poderoso. Por eso mismo quiere saber quién fue quien demostró ese tremendo poder para acabarlo y demostrar su superioridad.

Pues al ser un semi-dios, al igual que el primer rey de la humanidad. Ve a todos los demás como inferiores, ya sean Sirvientes o Maestros. Ninguno está a su altura y ninguno se burlará de su posición. Pero, aun así, la emoción de enfrentarse a alguien que pueda darle pelea, en verdad lo emociona. Y no dudara en atacar con todo lo que tiene a este futuro enemigo. Pues contra alguien a quien considera que esta a su nivel no se confiara del todo.

Arturia en verdad quiere salvar Bretaña de la horrible masacre que fue la ultima guerra que enfrento. Ese es su mas anhelado deseo. El problema no sabe cómo. Pues su destino fue sellado desde que saco la espada Caliburn de la piedra. Y de ninguna manera abandonara su lugar como rey. Y es esa misma razón la cual le impide encontrar la solución para salvar a su gente.

Conforme los días y las batallas avancen, mas se ira profundizando sobre este aspecto, tengan paciencia que lo bueno no se suelta de un solo golpe.

En cuanto a las visiones de Irisviel. Todo Maestro puede ver fragmentos del pasado de su Sirviente. Pero en el caso de Irisviel es un tanto diferente. Ella no solo ve fragmentos, ella ve recuerdos completos o casi completos, como si estuviera en ellos. Pues su lazo Maestro-Sirviente es mucho más fuerte que ninguno. Y entre más visiones tenga, más comprenderá a Goku y su ideología. Pero no solo eso, compartirá su dolor y sus emociones.

La idea de que pueda ver sus recuerdos en verdad me pareció un muy buen toque y trato de expresar los eventos lo mejor que puedo y en verdad espero que les este gustando. Y si es así, háganmelo saber.

La cuestión sobre descubrir la identidad de Goku por parte de Kiritsugu, Saber e Irisviel es bajo la idea de descubrir quien es, para encontrar sus debilidades. Pero como leyeron Irisviel vio tecnología que no podía existir en tiempos como los de Arturia. Por lo cual suponen que viene del futuro.

Esto es para que se cree una atmosfera de preocupación por la sola presencia de Goku. Los tres están preocupados por su inmenso poder. Es obvio que quieren encontrar, aunque sea una mínima debilidad.

Si no creara esa atmosfera, sería como: o si un Sirviente extremadamente poderoso fue invocado en nuestras narices y no pudimos detenerlo ni con Saber o un hechizo de comenda. No creo que debamos preocuparnos por él, ya lideraremos con ese problema eventualmente.

-.- Ven a lo que me refiero, no queda y es ridículo. Oh al menos para mí.

Y finalicemos esto con la actitud de Goku, y pues Goku es una persona alegre, divertida, torpe, cariñosa y algo confiada. Esa es su actitud cuando la situación esta tranquila. Que se emociona por pelear y disfruta de hacerlo con adversarios fuertes y que posean habilidades que jamás haya visto, eso le genera emoción inclusive si el oponente es más débil que él. Pero cuando todo se pone serio, es calculador y analítico. Apenas llegar a Namekusei ya sabia casi todo lo que estaba ocurriendo. Y ese es el Goku que pienso plasmar. Porque no saben la cantidad de fics en la que plasman a Goku como un idiota total, que solo se pone serio para pelear e incluso así es estúpido. Solo que es estúpidamente fuerte.

Es algo para que tomen en cuenta, este Goku no lo estoy haciendo mas serio o mas listo, lo estoy haciendo tal cual maduro después de su primera pelea con Vegeta y llego a Namekusei.

Si, creo que eso seria todo. Espero que en verdad les esté gustando la historia y el rumbo que esta tomando. Y ya saben, no olviden compartir la historia para que más gente la conozca. Comentar para saber que piensan de la historia. Y votar para sentir ese apoyo por esta gran historia. Sin nada mas que decir, nos vemos en otro capítulo raza, hasta luego!!!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top