¿Un nuevo destino? - La lucha por el Santo Grial da comienzo
Muelles de Fuyuki – media noche
Cambiando por en medio de un gran pasillo entre los contenedores de carga de un sinfín de colores que eran iluminados por varios postes de luz, se encontraban Arturia e Irisviel. Quienes iban con paso precavido, pues no hace mucho estaban caminando y disfrutando de su agradable paseo por las playas de Fuyuki, hasta que sintieron la presencia de otro Sirviente.
La cual era una clara invitación de confrontación y ninguna de las dos estaba dispuesta a pasar por alto tal reto. Ambas se detuvieron al escuchar el sonido de pasos acercándose desde la oscuridad. Quedando justo debajo de una enorme plataforma de color rojo, la cual estaba sosteniendo un gran contenedor.
- Me alegra que hayan decidido venir. Pensé que, al estar paseando todo el día por la ciudad, no aceptarían mi desafío y preferirían seguir divirtiéndose. Oh puede ser, que están tan confiadas de su victoria que no están dispuestas a ocultarse.
Una voz claramente varonil resonó por el lugar, su voz estaba cargada de confianza y seguridad, aunque también se notaba la tranquilidad. Atrayendo la mirada del par de mujeres al frente pudieron ver a un hombre con el cabello largo y está peinado toscamente hacia atrás, excepto por un mechón que cae frente su rostro. Su ropa consiste en un traje verde oscuro. Además de llevar consigo una lanza carmesí de más de dos metros de longitud y otra más pequeña de color dorado de aproximadamente un tercio de la más larga. Donde ambas lanzas estaban envueltas en un vendaje purpura oscuro con franjas rojas.
Sus rasgos son capaces de acelerar el corazón de una mujer con tan solo darle un vistazo. Sus características más audaces son el puente de su nariz y su valerosa ceja. Su boca corta lo hace parecer con cierto aire estoico, pero sus ojos logran hacer que su mirada sea aún más brillante.
- Y viendo que solo tú tuviste el valor de venir, me hace estar seguro de que es lo segundo. Ese espíritu de pelea tan puro. ¿Me equivoco si digo que eres Saber?
- En efecto. Y tú debes ser Lancer.
Con esa afirmación, Arturia dio un paso al frente para proteger a Irisviel de la batalla que estaba a punto de ocurrir. Solo deseaba que su Maestro estuviera cerca, para que pudiera ofrecer su apoyo si era necesario y también para que pudiera ver realmente de que era capaz.
- Estamos a punto de pelear a muerte, pero no podemos dar nuestros nombres como es correcto. Eso hace que cualquier ánimo de pelear se pierda en mí.
Y aunque sus palabras decían una cosa, la sonrisa y la posición de batalle que adopto Lancer parecían decir todo lo opuesto. Donde su sonrisa solo creció un poco al ver cómo Saber era envuelta en un viento azulado y con un brillo en su cuerpo, sus ropas simples cambiaron a una de batalla.
- Yo me encargare de derrotar a Lancer, pero no veo a su Maestro por ningún lado. Mantén la guardia y permanece detrás de mí, Irisviel – pidió Arturia con seriedad, empuñando con ambas manos su espada envuelta en viento.
- Esta bien. Puedo apoyarte con magia curativa, pero solo eso. Por favor Saber, garantiza nuestra victoria en esta guerra – pidió Irisviel un poco preocupada por la situación.
Ambos Sirvientes se miraban fijamente entre sí. Analizándose, intentando descubrir cual sería el primer movimiento del otro y cómo actuar en consecuencia. Y aunque Irisviel estaba completamente centrada en ayudar a Saber, no pudo evitar notar como su corazón comenzaba a latir más rápido. Pero no era de miedo o nerviosismo, era diferente.
Y fue cuando lo descubrió su corazón latía más rápido, porque estaba comenzando a sentirse atraída por Lancer. Pero no era algo natural, era forzado algo la estaba obligando a tener esos sentimientos. Pues al ser una Homúnculo, la magia que podría afectar la mente de cualquier humano, en ella no sería tan fácil.
- ¿Magia de encantamiento? – cuestiono Arturia pues no podía creer que su enemigo pensara que una magia tan simple funcionaria en ella.
- Tsk. Mis más sinceras disculpas. Es una especie de maldición de nacimiento. No es algo que pueda controlar. Puedes culparme o al hecho de que hayas nacido mujer – se disculpó Lancer irguiéndose en una postura más relajada.
- Espero que no pienses que tu apuesto rostro entorpecerá mi espada, Lancer – advirtió Arturia con severidad por ese comentario.
- Si ese fuera el caso, mataría aún más la diversión. La resistencia magia de la clase Saber en verdad es digna de admirar. No es nada honorable matar a una mujer que ha perdido la voluntad de pelear por culpa de mi rostro.
La sonrisa de Lancer no pudo hacer otra cosa más que crecer, pues esto era lo que quería. Poder pelear honorablemente con Sirvientes de diferentes épocas, siendo completamente leal a su Maestro y entregarle el Santo Grial como agradecimiento por haber cumplido su más grande deseo.
- ¡Me siento afortunado! ¡El primer confrontamiento entre Sirvientes será el nuestro! Donde podré luchar contra alguien que tiene tan buen temple – exclamo Lancer con una sonrisa emocionada en su rostro, colocándose una vez más en guardia y listo para pelear.
- Veo que eres alguien muy orgulloso. Me alegra poder luchar con un Espíritu Heroico como tu – comento Arturia con una sonrisa – pero lamento romper tu sueño. La primera lucha entre Sirvientes fue el mismo día que me invocaron y tengo planeado ganar en esta lucha. Para poder enfrentarme una vez más a mi primer oponente y salir victoriosa – declaro con una sonrisa confiada.
- Ya veo, conque no fui el primero. En ese caso, debo poner mucho de mi para superar a tu primer adversario – dijo Lancer con seguridad.
Escondidos entre los contenedores de carga, se encontraba Kiritsugu observando como la pelea ya había comenzado, sujetando en sus manos un rifle de francotirador. A sus espaldas, se encontraba una mujer que viste completamente de negro, demostrando una lejana y fría impresión de ser alguien que no tiene un fuerte sentido de identidad. Su cabello negro y corto hasta los hombros, con una mirada sin vida. Lejana y casi muerta. En sus manos llevaba un rifle francotirador adaptable.
- Parece que alguien ha puesto una barrera. Posiblemente el Maestro de Lancer – comento Kiritsugu notando una perturbación en el ambiente.
Hizo una mueca ante ese hecho, pues la barrera separaría el interior del exterior y si la barrera era lo suficientemente fuerte como estaba seguro que así era. No podría salir sin la ayuda de su Sirviente.
- Desde allá arriba se puede ver fácilmente el campo de batalla – comento la pelinegra señalando una gran plataforma.
- Es cierto, es un lugar perfecto. Y cualquiera que lo vea pensaría lo mismo. Maiya, acércate desde el muelle que esta al Este. Yo iré por el Oeste. Así podremos ver la pelea y vigilar esa plataforma.
Con esa orden dada, Maiya se alejó corriendo para poder hacer lo pedido. Mientras que Kiritsugu sonrió levemente, pues con su asistente las cosas siempre salían a la perfección y en esta noche podría acabar con el Maestro de Lancer y posiblemente otro más. Finalmente, las cosas parecían tomar un rumbo adecuado para poder completar su misión.
Montañas de Alemania
- ¿Quiénes son ustedes? ¿Y a que se refieren con respuestas? – cuestiono Goku de forma seria.
La situación en la que se encontraba realmente estaba comenzando a poner ansioso al pelinegro. No estaba en su planeta. Este nuevo mundo tenía una energía extraña. Y esos seres tan extraños que se manifestaron ante él, no solo sabían su nombre, sino que parecían conocerlo.
- Le pedimos y tenga paciencia, Guerrero Son Goku. Responderemos todas y cada una de sus preguntas. Nosotros somos sus aliados, puede confiar en nosotros – respondió Gaia intentando sonar lo más amable y pacífico posible.
- Mi contraparte es conocida como Gaia. Mientras que yo soy conocido como Alaya. Podría decirse que esos son nuestros nombres y así puedes referirte a nosotros. Somos seres creados por la misma Tierra para protegerla – agrego intentando tranquilizar al Saiyajin – nosotros no somos seres hostiles y no queremos lastimarlo. Y tampoco aquellos quienes viste recién llegar a este mundo.
- Tienen una forma muy extraña de demostrarlo – dijo Goku con una mirada cuestionadora – apenas llegar me atacaron y yo no hice nada malo.
- Pedimos disculpas por eso, pero su aparición tan repentina no es algo que nadie esperaba. Debe comprender – comento Gaia con normalidad – además, como prueba, esta cúpula lo ha curado de todas sus heridas, así como lo curo de cualquier posible enfermedad que sufriría en el futuro.
- Bueno, creo que tienes razón en eso. Pero ¿podrían decirme dónde estoy? En verdad necesito regresar a mi planeta – pidió Goku ya un poco más calmado, pues de esos dos no sentía malas intenciones.
Ambas entidades guardaron silencio ante la pregunta del Saiyajin. Realmente esperaban poder explicarle ese hecho hasta el final, pero en vista de las prioridades que tenía. Era claro que tendrían que comenzar con las malas noticias desde un principio.
- Lamentablemente, eso no será posible. Guerrero Son Goku. Usted está atrapado en nuestro mundo, más específicamente en nuestro universo. Regresar a su mundo le será imposible – respondió Alaya, yendo directamente al meollo del asunto.
Gaia se alarmo al ver como el rostro del Saiyajin pasaba rápidamente de uno sorprendido a uno serio, casi molesto. Era claro que su contraparte no estaba teniendo ni el más mínimo tacto en el asunto. Y no podía permitirle hacer eso, pues si el Saiyajin malinterpretaba sus palabras podría atacarlos y destruirlos a ambos.
- Mis más sinceras disculpas, Guerrero Son Goku. Pero mi contraparte no sabe cómo tratar adecuadamente esta clase de noticias, por favor permítame explicarle correctamente las cosas – pidió de la forma más amable posible, empleado los métodos de interacción humana que conocía.
- Si, quiero saber porque no puedo irme de aquí – dijo Goku sintiendo que algo no estaba bien.
- Vera, usted proviene de un universo paralelo al nuestro. En estos momentos, usted se encuentra en el planeta Tierra, pero no es su planeta Tierra. Puede sentirlo, en la energía que rodea el planeta, esa energía se le llama Mana. Una energía que no existe como tal en su universo. Y es la prueba de que usted ya no está en su universo.
Goku estaba sin palabras, incapaz de comprender correctamente lo que esa entidad estaba intentando explicarle. Que se encontraba en la Tierra, pero no era su Tierra. Un universo paralelo. Y esa energía extraña llamada Mana.
- N... no entiendo, ¿Podrías explicarte mejor? – pidió Goku descendiendo hasta el fondo del cráter junto con esos orbes.
- No hay problema. Piense en todo su universo como una esfera. En esa esfera están todas las galaxias, planetas y formas de vida que conoce o desconoce. Pero existen miles de millones de esferas, iguales a la suya, pero dentro, todo es diferente. Viajar entre estas dimensiones es algo posible siempre y cuando estén cerca o se conecten de algún modo. Pero su esfera está a millones de años luz de nuestra esfera. Que usted pudiera llegar aquí es simplemente imposible.
Gaia pudo ver en la mirada del Saiyajin que la comprensión finalmente lo alcanzo. Pues en los ojos de Goku se veía reflejada la incredulidad, el miedo y el escepticismo. Honestamente seguía sin comprender del todo la situación en la que se encontraba.
Pero recordando su entrenamiento de niño, Mr. Popo lo llevo a la Habitación del Tiempo. El dijo que ese lugar era otra dimensión completamente diferente e incluso la única salida desaparecería si permanecería dentro por más de dos años. Relacionando lo que le explicaron con lo que le estaba sucediendo, entendida lo principal y era que no estaba en su hogar y que el regresar sería muy difícil o imposible.
- ¿Saben cómo llegue aquí? – pregunto con la esperanza de poder repetir el evento y regresar.
- Desafortunadamente no – respondió Alaya con calma – los factores que lo trajeron aquí pueden ser muchos. La explosión del planeta Namekusei. La energía que usted libero al transformarse en Super Saiyajin. El 100% del poder de Freezer. La mezcla de esas tres energías liberadas. Inclusive que su universo y el nuestro vibraran en la misma frecuencia cuando un poderoso evento ocurrió. Son muchas cosas que pudieron traerlo aquí, pero saber cuál es imposible. Y sin esa información, no podemos regresarlo a su universo.
- Espera, ¿Cómo es que conocen tanto de mí? – cuestiono Goku en shock apenas procesando tanta nueva información.
- Nosotros, somos algo así como los Kamisama de su mundo. Nosotros resguardamos y protegemos este mundo. Y cuando usted apareció en nuestro mundo, aunque solo fuera por unos cuantos segundos, pudimos ver todo su mundo. Vimos su pasado, su presente y su futuro. Y vimos de lo que usted es capaz de lograr, las proezas que usted ha logrado a lo largo de su vida – respondió Gaia con una voz más suave, intentando calmarlo.
- Entonces no puedo volver... - murmuro Goku finalmente comprendiendo las cosas.
Esto tenía que tratarse de una mala broma. Siempre enfrento cosas difíciles en su vida, realmente difíciles, enemigos atroces o malvados que eran muy poderosos. Inclusive tuvo que morir para salvar a su hijo y amigos. Pero esto era diferente, pues ahora ya ni siquiera estaba en su propio mundo. Ni su universo.
- Se que pueden ser noticias muy duras, pero...
- ¡Esperen! – exclamo Goku con una sonrisa en su rostro al recordar algo e interrumpiendo a Gaia – en mi mundo hay algo llamado Esferas del Dragon, estoy seguro que mis amigos las reunirán y me llevaran de regreso, ya que pueden cumplir cualquier deseo.
- Ellos ya lo intentaron – dijo Alaya secamente, borrando la sonrisa del Saiyajin – como ya dijo Gaia, nosotros vimos el pasado, presente y futuro de su mundo. Todos sus amigos, usaron desesperadamente las Esferas del Dragon del planeta Namekusei para traerlo de regreso. Pero el Dios Dragon, Polunga. Aclaro que no puede cumplir deseos que impliquen algo fuera de su propio universo.
Y con esas últimas palabras, la última esperanza que tenía Goku de volver a su hogar, con su familia y amigos, desapareció. Era como si ya los hubiera perdido a todos, y ni siquiera pudo despedirse. Un profundo dolor se instaló en su corazón ante la idea de perderlos a todos. Y una vez más, le fallo a su hijo, pues ya no podría cumplir su promesa de llevarlo a pescar.
El pelinegro apretó los puños con fuerza e involuntariamente comenzó a elevar su Ki por la rabia que sentía. Preocupando de sobremanera al par de seres frente a él. Aunque se calmó cuando recordó que esos sujetos podían ver el futuro. Si ya no podía verlos, lo único que le quedaba era saber que al menos estaban a salvo.
- Mis amigos y familia, ¿ellos... saben cómo están ellos? – pregunto un tanto temeroso de la respuesta.
- Su esposa y suegro. Su amiga Bulma, así como muchos de sus amigos que no son guerreros, aún viven – respondió Alaya con simpleza.
- ¿Y qué pasa con los demás? – cuestiono Goku notando la falta de mención de sus demás amigos.
- Una vez más, le pido disculpas. Por arruinar estas buenas noticias, Guerrero Son Goku – se disculpó Gaia, esperaba no tener que llegar a esto tan rápido – su mundo enfrento una amenaza aún peor que Freezer. Dos individuos poderosos aparecieron y por mucho tiempo nadie pudo derrotarlos. Eran Androides super dotados que fueron creados en su planeta, más específicamente por el único sobreviviente del ejército de la Patrulla Roja.
- ¿Androides de la Patrulla Roja? ¿Te refieres a seres como Octavio? – cuestiono Goku algo sobresaltado y con una gota de sudor recorriéndole la mejilla.
- El ser a quien usted conoce como Octavio era un robot que desarrollo personalidad propia y un gran aprecio hacia usted. Pero estos Androides son humanos cibernéticos, cuyo poder sobre pasa por mucho su transformación actual como Super Saiyajin. Son seres que disfrutan destruir y asesinar todo lo que se cruce en su camino, ya sean seres humanos, animales o la naturaleza misma – respondió Alaya sin creer del todo que seres modificados por solo humanos tuvieran un nivel de poder tan enorme.
- Espera, ¿Dijiste que nadie pudo derrotarlos? ¿Qué paso con mis amigos? ¿Con Vegeta? ¿Ninguno de ellos fueron capaces de vencerlos? – pregunto con desesperación, pues si esos individuos eran tan fuertes, incluso Vegeta debió ayudar para derrotarlos.
- No – respondió Alaya sin vacilación – sus amigos. Krilin, Ten Chin Han, Yamcha, Chos, Piccolo. E incluso Vegeta que logro transformarse en Super Saiyajin, fueron asesinados. Solo su hijo, Son Gohan sobrevivió y entreno al hijo de Vegeta, Trunks. Con el Namekiano muerto, usted debe saber que las Esferas del Dragon solo son simples piedras y revivir a cualquiera ya no era una opción.
- Entonces... todos están muertos... y no pude ayudarlos – dijo con rabia mientras apretaba los puños por la humillación y frustración de no haber estado con sus amigos.
- No todo son malas noticias, Guerrero Son Goku. Su hijo, Son Gohan. Después de 14 años de luchar con esos Androides, logro junto a Trunks, derrotarlos y eliminarlos. Obteniendo un poder muchísimo mayor al suyo – agrego Alaya, ganando una mirada más relajada y asombrada del Saiyajin – y todo fue gracias a que nosot...
- Todo fue gracias a usted – dijo Gaia apresuradamente, interrumpiendo a su contraparte – su hijo, recordó que usted siempre parecía superar sus propios límites aun y cuando creía que ya había alcanzado el máximo de su poder. Eso le inspiro a sobrepasar los poderes de un Super Saiyajin ordinario. Logrando de esta manera salvar su mundo. El cual vive en completa paz y armonía, aun y cuando usted no estuvo para protegerla. Su hijo, Son Gohan, alcanzo un poder inimaginable, gracias a usted.
Finalmente, tras solo recibir malas noticias. Goku sonrió, pues, aunque sus amigos hubieran muerto, su hijo logro vengarlos. Logro salvar la tierra e incluso sobrepaso sus poderes. Desde que rompió la nave en que estaba prisionero y lo salvo de Raditz. Supo que su hijo algún día sobrepasaría sus poderes.
Se sentía tan orgulloso de su hijo, que no pudo evitar sentirse furioso consigo mismo por no haber estado con él. Para verlo convertirse en un hombre o ayudarlo a superar sus poderes. Y aún más, sabiendo que ya nunca más lo podría ver. Pues, aunque la historia de universos paralelos sonara demasiado fantasiosa. El mismo había vivido cosas que de niño jamás se habría imaginado.
Además, no era estúpido, desde que esos seres le dijeron que no estaba en su mundo, concentro toda su energía para rodear a ambas esferas sin que se dieran cuenta, donde a la más mínima perturbación en su energía, sabría que estaban mintiéndole. Pero para su desgracia, los dos solo estaban diciendo la verdad.
- Gracias – dijo Goku con pequeña sonrisa – al menos sé que la Tierra está a salvo con mi hijo cuidándola.
- No tiene nada que agradecer, Guerrero Son Goku – dijo Gaia, sintiéndose sumamente relajado por la compresión del Saiyajin – sé que es muy pronto para que asimile todo esto. Pero nos gustaría pedirle un favor.
- ¿Un favor? – repitió Goku algo confundido – claro, díganme de que se trata.
- Vera, Guerrero Son Goku. Ahora este es su mundo, su planeta Tierra. En términos generales, este mundo está menos avanzado en cuanto a tecnología se refiere. Pero evoluciona con bastante rapidez, pero fuera de eso y de la extinción de los dinosaurios, esta Tierra es idéntica a la suya. Pero aquí, existe algo llamado el Santo Grial, es muy similar a las Esferas del Dragon, ya que también pueden cumplir deseos solo que no son tan poderosos y con la única diferencia de que, una vez cumplido el deseo, el Santo Grial debe recargarse por sesenta años en vez de solo un año – explico Alaya de la forma más resumida que podía, pues lo último que quería era confundir aún más al Saiyajin.
- Y para obtenerlo, siete magos, invocan a siete Espíritus Heroicos, personas que fueron conocidas por sus proezas, su valentía o actos contra el mundo. A los magos se les denomina Maestros y a los Espíritus Heroicos como Sirviente. Estas parejas luchan entre sí, hasta que solo haya una pareja en pie y esa pareja obtendrá el Santo Grial – agrego Gaia viendo la comprensión en los ojos del Saiyajin.
- Y supongo que ahora mismo están peleando por ese grial, ¿verdad? – comento Goku entendiendo la situación.
- En efecto. A esta lucha se le llama: La Guerra por el Santo Grial. Tanto Maestros como Sirvientes lucharan a muerte para obtener el Grial y hay quienes utilizaran cualquier medio para obtener el Santo Grial. Cada EspírituHeroico recae en una categoría, que son: Saber, Lancer, Archer, Rider, Caster,Assassin y Berserker. Existe una categoría extra, un octavo Maestro y un octavo Sirviente. Y en el momento que usted apareció en este mundo, se volvió ese Octavo Sirviente. Así que puede luchar por el Santo Grial – dijo Alaya con normalidad, confundiéndose ante la mirada seria que le estaba regalando el Saiyajin.
- ¿Quieren que pele para matar personas inocentes? – cuestiono Goku con seriedad, pues no estaba dispuesto a matar por algo tan absurdo.
- De ninguna manera, Guerrero Son Goku – respondió Gaia de inmediato – aquellos denominados Sirvientes, ya están muertos. Podría decirse que vinieron a este mundo porque tienen un deseo que cumplir y no pudieron realizarlo en vida. Algo similar a cuando su abuelo, Son Gohan, regreso del otro mundo por un día para luchar con usted cuando niño.
Gaia ya se estaba cansando de tener que explicar las cosas apresuradamente para corregir los errores de su contraparte al no explicar las cosas correctamente haciendo malinterpretar lo que realmente querían. Pero cuando vio al pelinegro asentir en comprensión se tranquilizó un poco y prosiguió.
- Estos Sirvientes solo pueden estar en el mundo si tienen una conexión. Y la tienen gracias a sus Maestros. Si matas al Maestro, eliminas la conexión del Sirviente y eventualmente desaparecerá. Pero usted no tiene que recurrir a eso, ya que si derrota al Sirviente con un ataque letal. Este no morirá, solo regresara de donde vino y el Maestro ya no podrá seguir luchando.
- Entonces puedo luchar sin tener que matar a nadie. Pero si mato a esos Maestros ganaría de inmediato. Eso no suena divertido – dijo Goku con calma y relajándose un poco – espera, pero dijeron que yo soy uno de esos, un Sirviente, ¿Acaso morí de nuevo? ¿Quién es mi Maestro?
- Usted no ha muerto. Eso es lo extraño. Fue aceptado como un Sirviente, pero sigue vivo. Una vez concluida esta Guerra. Los Sirvientes regresaran de donde vinieron, pero parece que usted se quedara aquí – respondió Alaya no comprendiendo como ese ser podía tener una mirada que podría hacerlo estremecer de miedo para luego pasar a un rostro despreocupado y amigable – Y en cuanto a quien es su Maestro, es la mujer de cabello blanco que vio apenas llegar.
- Ah ya recuerdo. Ella tenía un tatuaje muy parecido a la Esfera de Cuatro Estrellas que me dio mi abuelito – comento Goku recordando de quien estaba hablando.
- Ese tatuaje, se llama Hechizos de Comando, es magia muy poderosa. Capaz de realizar muchas cosas, entre ellas controlar al Sirviente, para que no se revele contra su Maestro. Usted ya presencio su poder, cuando no pudo mover su cuerpo. Pero al parecer, a usted no podrán afectarle, ya que rompió una orden directa con mucha facilidad – dijo Alaya ganando un asentimiento del Saiyajin.
- Guerrero Son Goku, sé que ahora mismo puede pensar que le estamos pidiendo que luche en esta Guerra y gane el grial para que nadie malvado se haga con él y pida un deseo malvado – comento Gaia, preparado para soltar su petición.
- Pues la verdad es que sí. Siento siete energías muy altas de eso llamado Mana y al menos dos de ellas son malignas – comento Goku algo confundido.
-No, vera, nuestro mundo no es como el suyo. Actualmente está sumido en una gran oscuridad y cuando vimos su mundo. Nos dimos cuenta de que tal vez usted pueda hacer lo mismo por este planeta que ahora también es suyo. Queremos que lo proteja, que lo guie por un buen camino y así, alcance la paz que usted logro en su mundo – pidió Gaia con un profundo respeto.
- Puede que estemos pidiendo mucho. En especial con la perdida de tu mundo. Pero somos los guardianes de este mundo, hemos intentado salvarlo muchas veces y hemos fracasado incontables veces. Y ahora que usted ha llegado, posiblemente sea la única esperanza que tenga este planeta para alcanzar la paz – agrego Alaya en el mismo tono respetuoso que su contraparte – tenemos confianza en que podrá ser su salvador.
- Esperen, ¿Salvador? ¿Paz? ¿Yo? – repitió Goku con incredulidad mientras se señalaba con un dedo - ¿No creen que están exagerando?
- ¡No!
La respuesta perfectamente sincronizada de ambos seres, aunque un tanto desesperada. Genero una enorme gota de sudor en la nuca del pelinegro que no podía comprender del todo, que era lo que hacía a esos dos creer que podría traer la paz a todo un planeta que decían estaba metido en la oscuridad.
- Bueno, dijeron que pueden ver el futuro, ¿verdad? Entonces, eso quiere decir que ya saben que yo haré todo eso que dicen – comento Goku con una sonrisa, intentando entender a esos dos.
- No.
Goku callo de espaldas por la respuesta sincronizada de ambos. Parecían ser bastante listos, pero la realidad era que al igual que el pelinegro, podían ser bastante torpes.
- Lo que ocurre, es que desde que usted llego, no podemos ver el futuro de nuestro mundo. El futuro ahora es incierto y aunque sepamos lo que alguna vez fue, desconocemos lo que ahora podrá ser – explico Alaya a un Saiyajin ya erguido.
- Y es debido a nuestra incapacidad de poder ver el futuro de nuestro mundo, que nos hace creer aún más que usted podrá lograr lo que nosotros nunca hemos podido – agrego Gaia.
Goku se quedó meditando en esas palabras con seriedad. Ya no estaba en su mundo. Ese Santo Grial parecía más débil que las Esferas del Dragon y de ser así, no podría pedirle regresar a su mundo. Pero, aunque todo pareciera difícil de creer y varios de sus amigos murieran, sabría que ellos no se arrepentirían de nada. Eran fuertes y sin duda darían la vida por proteger la Tierra. Y su hijo se volvería más poderoso.
Definitivamente lo perdió todo y ni siquiera pudo despedirse. Solo esperaba que sus amigos y familia no estuvieran molestos con él. Ahora tenía que enfrentar la realidad, estaba atrapado en otro mundo, en una guerra y dos seres le pedían proteger la Tierra.
Sin duda era mucho con lo que lidiar y procesar. Pero mientras se hacía a la idea de todo lo que estaba pasando. Luchar contra oponentes fuertes, con técnicas que nuca presencio o se imaginó. Lo ayudarían a aclarar la mente.
Pues esa chica con la espada invisible sin duda alguna era fuerte, tenía un estilo de pelea muy bueno y único. Y si recordaba bien, se opuso a seguir peleando cuando su cuerpo fue paralizado, eso quería decir que disfrutaba de una pelea en igual de condición. Sonrió al recordar ese fuerte carácter, pues su pelea estaba inconclusa y realmente quería terminarla.
- Muy bien, acepto – dijo Goku con seguridad en sus palabras – sigo sin comprender bien que está ocurriendo o porque tienen tantas esperanzas en mí, pero intentare hacer lo mejor que pueda y les prometo que no dejare que alguien malvado obtenga ese Grial.
- Agradecemos su ayuda. Y sabemos que podrá lograrlo – dijo Gaia con alegría en su voz.
- Ahora, usted podrá luchar en esta Guerra, como Son Goku, bajo la Clase: Legend. La gente de este mundo seguramente confundirá su nombre con otro individuo. Quien se cuenta fue un Rey con un poder superior al de los dioses. No le pediremos que oculte de donde viene ni quien es realmente, pero le sugerimos lo mantenga en secreto durante un tiempo. La gente de este mundo no es tan abierta de mente como en el suyo – comento Alaya, esperando facilitarle las cosas al Saiyajin – aunque si le pediremos que mantenga nuestra conversación en absoluto secreto, así como nuestras identidades.
- Entiendo. Bueno, creo que debo irme, conocer a mi Maestra y saber con quienes voy a luchar – dijo Goku con una sonrisa.
- Antes de que se vaya, permítanos reparar su atuendo.
El cuerpo de Goku su envuelto en partículas blancas muy brillantes y en parpadeo, ya tenía su Gi de la Escuela Tortuga perfectamente reparado. Era exactamente el mismo que cuando llego a Namekusei.
- Wow, asombroso, incluso este traje también pesa – dijo Goku asombrado, dando uno saltos en su lugar y lanzar algunos golpes y patadas.
- Creímos que le gustaría más así – dijo Alaya – ahora lo teletransportaremos donde la pelea entre Sirvientes se está desarrollando.
- No será necesario – dijo Goku negando con la cabeza – prefiero llegar por mi cuenta. Está un poco lejos, pero creo que poder llegar justo a tiempo.
- De ser ese el caso. Guerrero Son Goku. Le agradecemos, por todo, por lo que está haciendo por nuestro mundo. Tenemos completa esperanza en que usted lograra el cambio que este mundo necesita – agradeció Gaia mientras comenzaba a desaparecer el domo curativo.
- Hasta pronto, Guerrero Son Goku. Le deseamos lo mejor en este nuevo viaje – dijo Alaya con respeto.
- S... s... si, c... cla.... Claro – tartamudeo Goku por el frio que sentía, mientras se sobaba los brazos para mantener el calor.
El pelinegro comenzó a levitar hasta estar varios metros por encima de la montaña donde se había estrellado, se concentró en la dirección donde sentía las energías de Mana más fuertes y se dio cuenta que la mayoría ya no solo estaban reunidas en la misma zona. Sino que ahora la mayoría estaban en el mismo punto y algunas estaban luchando.
- Milk. Gohan. Amigos. Protegeré este nuevo mundo, se los prometo.
Y con esas últimas palabras, Goku se vio envuelto en un aura rojiza muy poderosa y sin previo aviso, salió volando a una velocidad inimaginable en dirección hacia Fuyuki. Todo bajo la atenta mirada de las voluntades del mundo.
- ¿Por qué no me dejaste decirle que fuimos nosotros quienes le dimos la idea a Son Gohan de superar el poder de un Super Saiyajin ordinario? – cuestiono Alaya no comprendiendo la decisión de su contraparte – gracias que aun existía esa diminuta brecha entre nuestros mundos, pudimos introducir ese pensamiento en su mente. Evitamos que muriera y, por ende, salvamos todas las vidas que murieron hasta que esa mujer Bulma construyera esa máquina del tiempo.
- Porque se habría sentido obligado – respondió Gaia confundiendo aún más a su contraparte – si le hubiéramos dicho que fuimos nosotros quienes evitamos que su hijo muriera y luego le pedimos que salvara nuestro mundo. Habría pensado que se lo estamos pidiendo ya que nos debe algo o puede que crea que intentamos manipularlo. De ser ese el caso, no lucharía con todo lo que tiene para salvar este mundo. Y no fuimos nosotros, fue la voluntad de Son Goku que inspiro a su hijo, nosotros solo le dimos una pista, lo demás fue obra suya.
- Comprendo. Ahora, solo queda esperar. Ver el desarrollo de los próximos eventos y esperar que la decisión que tomamos sea la correcta.
- Por primera vez en milenios. Estoy seguro de que esta será la decisión correcta.
Muelles de Fuyuki – momentos antes
La paz de la noche en los muelles estaba siendo perturbada por la gran pelea entre Saber y Lancer, donde en ningún momento, alguno de los dos estaba dispuesto a perder. La pelea ya había destruido el concreto sobre el cual estaban parados y varios contenedores habían sido destruidos.
Por otro lado, Kiritsugu ya había logrado ubicar al Maestro de Lancer, estaba justo arriba de una bodega presenciando toda la pelea como un estúpido al creer que nadie lo tocaría. Lo tenía a tiro y solo tenía que tirar del gatillo para acabarlo, era algo tan simple. Pero no lo hizo. Pues en la plataforma a la cual se reusó ir, se encontraba Assassin. Observando la pelea como si nada. Aun y cuando, se suponía debería estar muerto.
Analizando las complicaciones, Kiritsugu no podía matar al Maestro de Lancer, pues revelaría su posición y Assassin podría matarlo incluso antes de que pestañara. Por lo cual se limitó a observar la pelea, pero ya formulando un plan de contingencia.
- Deja de jugar, Lancer. Usa tu Noble Fantasma y acaba con Saber de una buena vez. Es mejor acabar con el oponente quien se dice ser el más fuerte. Eso demostrara nuestra superioridad.
Una voz masculina rebosante de confianza y arrogancia se escuchó como un eco en todo el muelle, atrayendo la atención de todos los presentes. Era la voz del Maestro de Lancer, un hombre mayor y apuesto en los mediados-finales de sus treinta, con cabello rubio claro y ojos verdes brillantes. Lleva un abrigo azul marino con guantes blancos, pantalones negros y zapatos negros. Si bien su abrigo parece simple, sus decoraciones rígidamente estructuradas muestran individualismo.
- Como dese, Maestro – dijo Lancer con una sonrisa confiada.
Dejando caer su lanza dorada al suelo, Lancer procedió a tomar con ambas manos su lanza roja, donde los vendajes purpuras comenzaron a desaparecer, solo dejando la lanza. Arturia se puso en guardia al percatarse de que esa lanza en efecto podría ser su Noble Fantasma y de serlo, tenía que ir con cuidado.
- Saber, has usado magia de viento para esconder tu espada, ¿Verdad? Supongo que debes tener tus razones, posiblemente si la veo, sabría cuál es tu identidad. Pero ya no hace falta que la sigas escondiendo, pues ya conozco sus dimensiones.
- Lo siento, pero eso no me impresiona. Ya he luchado contra alguien que pudo descubrir eso mismo apenas lance mi primer golpe – comento Arturia con una sonrisa confiada.
- En verdad tengo que admitir que el Sirviente con quien peleaste esta muchos pasos por delante de mí. Pero demostrare ser mejor cuando logre atravesarte el cráneo con mi lanza – declaro Lancer con una sonrisa desafiante.
Lanzándose al frente, ambos Sirvientes reanudaron la pelea y justo cuando sus armas chocaron. El viento que cubría la espada de Saber se disipo dejando ver parte de su espada. Dando un salto hacia atrás, Saber estaba completamente incrédula ante lo acaba de presenciar, pero antes de poder comenzar a analizar lo que había ocurrido. Lancer lanza una poderosa estocada al frente, directo al cráneo de su oponente, la cual logro esquivar al moverse a su izquierda.
Pero no dejando que su oponente tenga la más mínima oportunidad de reponerse, Lancer usa su lanza para lanzar un corte de media luna. El cual Saber pudo bloquear con su espada. Pero una vez más, el viento que rodea su espada se disipo. Y continuando con una serie de estocadas rápidas y poderosas, Lancer obligo a su oponente a retroceder y bloquear sus ataques con su espada, permitiéndole en cada bloqueo poder analizar más detalladamente la espada de Saber.
Sintiéndose molesta por no comprender que estaba pasando, Saber recordó por un breve instante su pelea contra el Sirviente de Irisviel y en un movimiento arriesgado, aprovecha una de las estocadas de Lancer y soltando una izquierda mano del mango de su espada, golpea con su palma la hoja de la punta de la lanza. Logrando desviar la trayectoria de la lanza dejando a un perplejo Lancer que no podía creer lo que sus ojos le mostraban.
Aunque su sorpresa tuvo que ser rápida, pues Saber lanzo un corte de media luna con su espada directo a su cuello. Pero reaccionando rápidamente logra saltar hacia atrás, logrando tomar distancia de su oponente.
- "Su lanza está anulando el Aire Invisible" – pensó Arturia con calma la situación.
- Un movimiento muy audaz debo decir. Nunca había conocido a alguien que les hiciera frente a las armas con sus manos desnudas. Pero ese pequeño truco no te servirá dos veces – declaro Lancer caminando a su oponente con seguridad.
Saber observo como Lancer se lanzó de golpe listo para otro ataque. Analizando las cosas con rapidez, su astuto movimiento surtió efecto casi de milagro. Pues no era una luchadora cuerpo a cuerpo. Por lo cual no podía arriesgarse a repetir algo parecido. Pero, lo que si podía hacer era desviar la punta de esa lanza con su armadura en el último segundo y así tener a Lancer lo suficientemente cerca como para cortarle la garganta.
Y empuñando su espada con ambas manos, sobre su cabeza, Saber corrió lista para su golpe final. Moviéndose ágilmente a su izquierda, estaba lista para que la punta de la lanza se desviara y atacar, pero en el momento que sintió un punzante dolor en su abdomen dio un salto lejos de su oponente, al cual miraba con incredulidad, pues en la punta de su lanza había sangre.
Bajando la mirada a su costado derecho, se dio cuenta de que estaba cubierto de sangre, pero al momento de llevar su mano a la herida, se dio cuenta de que su armadura estaba intacta. No había ni un misero rasguño.
- ¡Saber, por favor espera! – grito Irisviel siendo rodeada por un brillo plateado que de inmediato curo la herida de su amiga.
- ¡Muchas gracias, Irisviel! ¡Tu curación está funcionando! – exclamo Arturia agradecida volviendo a ponerse en guardia – "Mi armadura debería de haberme protegido de ese simple ataque. E incluso mi armadura no tiene ningún rasguño, ¿Cómo es posible esto?"
Concentrándose en lo poco que tenía, Saber comenzó a trabajar con rapidez en una respuesta. Pues cada vez que la punta de esa lanza tocaba su espada, el Aire Invisible era disipado y su armadura mágica fue completamente obviada por esa lanza y de esta manera recibió un corte donde su armadura no recibió ningún rasguño.
- Ahora lo sé. El secreto de tu lanza, Lancer – declaro ganando una mirada divertida de su oponente – esa lanza roja cancela el Mana, ¿verdad?
- He, así que tu armadura está hecha de Mana. Pero si, tienes razón. Mi lanza es capaz de cancelar el Mana. Para mi lanza es como si estuvieras desnuda.
- Si crees tener una ventaja sobre mí por haber atravesado mi armadura – dijo Arturia dando un paso al frente donde su armadura comenzó a brillar y luego exploto en varios fragmentos, dejándola solo con su vestido – déjame decirte que estas muy equivocado. Prepárate, Lancer. Que no habrá una segunda oportunidad para ti.
- Matar o morir. Transformaste tu desventaja en una ventaja al dejar tu armadura. No podía esperar menos de alguien tan tenaz y elegante. Admito eso. Pero, ni, aun así, podrás ganar – comento Lancer dando cuidadosamente algunos pasos hacia atrás.
En un paso aparentemente descuidado, Lancer resbala debido a los escombros del suelo, haciéndolo caer. Y aprovechando esta oportunidad, Saber coloca su espada a su costado, con la punta apuntando hacia atrás. Liberando todo el Viento Invisible que rodea su espada de golpe, sale disparada hacia el frente a una enorme velocidad.
Aunque sin previo aviso, Lancer detiene su supuesta caída, solo para sonreír con arrogancia y enterrar su pie derecho en el suelo y al levantarlo, de entre los escombros saca su lanza dorada, de la cual los vendajes que la rodeaban comenzaron a desaparecer. Tomando su arma con su mano libre, lanza una poderosa estocada seguro de su victoria.
Dándose cuenta demasiado tarde de que todo fue una trampa, Saber giro su cuerpo a su izquierda logrando esquivar por poco la estocada que iba directo a su cabeza. Pero, aun así, logro causarle una herida justo arriba de la muñeca.
Cayendo al suelo, comenzó a girar y después dar un salto para estar lo más lejos posible de su oponente y analizar las cosas con algo de distancia.
Puente de Fuyuki
De pie sobre las enormes vigas de metal de color rojo de un enorme puente, se encontraba Waver aferrándose con todas sus fuerzas a una viga para no caer y estrellarse contra el pavimento, contra algún auto o peor. Caer sobre el rio y morir ahogado.
Mientras que de pie y al borde de una biga, completamente recto y mostrando su temple, se encontraba Rider observando la batalla entre Saber y Lancer. Era una pelea excepcional, sin duda alguna estaban a la altura de las expectativas.
Pero que ningún otro sirviente estuviera dispuesto a aparecer ya le estaba comenzando a aburrir, y conforme iban las cosas, solo uno saldría de la batalla que estaba presenciando y eso no estaba en sus planes.
- No. No. Esto definitivamente no es bueno – se quejó con ligera molestia gravada en su voz.
- ¿Qué no es bueno, Rider? – pregunto Waver sumamente temeroso, apenas atreviéndose a levantar la mirada.
- Lancer está listo para acabar con su encuentro, usando su ataque definitivo. Y estoy seguro de que Saber no tardara en recurrir a lo mismo – explico sin despegar la vista del frente.
- Pero... pero es algo bueno... porque...
Waver no pudo terminar de decir debido a un fuerte pisotón de Ryder sobre la viga de metal que hizo resonar por completo. Forzándolo a aferrarse con aun más fuerza para no caer.
- Me hubiera gustado esperar a que llegaran más Sirvientes. En especial ese Sirviente que sacudió el mundo entero.
- ¡Ya te dije que fue Caster! ¡Debido usar alguna clase de Hechizo para hacernos creer que es el más poderoso! – exclamo temeroso y algo molesto de que su Sirviente no le hiciera caso.
- No seas tonto. Lo que presencie no fue obra de un brujo arrogante, fue de un Sirviente. Pensé que podría ser Saber. Pero como van las cosas, posiblemente termine perdiendo – se quejó con autoridad – y si eso ocurre, será demasiado tarde.
- ¿Demasiado tarde para qué? – repitió no entendiendo nada – creí que querías atacar una vez que ambos terminaran su pelea.
- Eso era en el caso de que más Sirvientes aparecieran para responder al desafío de Lancer. Ya que es más fácil vencer a todos nuestros enemigos de un ataque directo, en lugar de cazarlos uno a uno.
- ¿A todos? ¿Quieres luchar contra todos? – cuestiono no creyendo la actitud que tenía.
- Solo piénsalo. ¿Cuántas oportunidades hay de cruzar espadas con héroes de otras épocas? – dijo con una gran sonrisa emocionada – si se hubieran reunido los seis, no habría dudado en lo más mínimo en enfrentarme a todos. Y viendo las cosas aun no es tiempo para que Lancer o Saber mueran.
- ¿Pero para que los quieres vivos? ¡Esto es una guerra a muerte! – se quejó con todo lo que tenía, solo para ser reprendido por su Sirviente con un golpe en la frente que le dolió mucho.
- Ganar sin destruir, conquistar, pero sin humillar. ¡Esa es la verdadera conquista! – recito su lema con orgullo mientras desenvainaba su espada.
Waver estaba sobando su frente a dolorida mientras que con la otra se aferraba al pilar para no caer. Esto era demasiado, su propio Sirviente le estaba dando lecciones, le estaba dando órdenes. Se supone debería ser al revés. En verdad no podía manejar al Rey de los Conquistadores, al gran Iskandar o mejor conocido como Alejandro Magno.
Rider, con un corte hacia arriba, desprendió una enorme cantidad de rayos que lo rodearon y del cielo una gran carrosa de batalla tirada por dos Bueyes. Los cuales corrían sobre el aire como si hubiera algo sobre lo cual correr.
- Suficiente de observar ¡Nos uniremos al campo de batalla, chiquillo! – declaro con una sonrisa emocionada.
- ¡Solo estas diciendo locuras! ¡Idiota! – se quejó asustado de que lo arrastraran a una lucha de fenómenos.
- Si no apruebas lo que hago, quédate aquí mirando – propuso con una sonrisa burlona.
- ¡Serás idiota! ¡No me voy a quedar aquí, iré contigo! – declaro intentando inútilmente de contener las lágrimas.
- ¡Hahaha! ¡Esas si son palabras de mi Maestro! – afirmo Iskandar con una sonrisa emocionada.
Muelles de Fuyuki
Saber miraba fijamente a su oponente. Había logrado hacerle un corte algo profundo justo en el brazo que tenía esa lanza dorada. Pero fue un daño mínimo en comparación con lo que tenía planeado y en cambio ella ahora tenía un corte justo en su tendón, el cual le imposibilitaba mover su pulgar.
- Veo que aún no me dejaras ganar – comento Lancer con una sonrisa emocionada – Admiro esa valentía.
- ¿A que estas esperando para matarla, idiota? Deja de hablar y concéntrate en acabarla de una buena vez – se quejó Kayneth con molestia ante la falta de eficacia de su Sirviente.
- Mis más sinceras disculpas, mi Maestro – dijo Lancer viendo como la herida en su brazo fue curada por su Maestro.
- ¡Cúrame una vez más, Irisviel! – pidió Arturia pues con su herida no podría luchar adecuadamente.
- ¡Ya lo hice! ¡Mi hechizo está funcionando, tu herida ya debería estar curada! – exclamo Irisviel con nerviosismo debido al hecho de que su hechizo no estaba funcionando, pero no sabía la razón.
- Afortunadamente, mi Gae Dearg, te convenció de que tu armadura era inútil – dijo Lancer refiriéndose a su lanza roja – y gracias a eso te decidiste de ella. Porque de tenerla, te habría cubierto de mi Gae Buidhe – agrego refiriéndose a su lanza roja.
- Ahora comprendo, esa lanza amarilla inflige heridas malditas que no pueden ser curadas. Mientras que la roja cancela el Mana y un lunar debajo del ojo derecho que confunde a las mujeres – declaro Arturia con molestia por haber sido engañada tan fácilmente, pero al menos ahora sabia con quién estaba luchando – El primer caballero de Fianna, Diarmund del Rostro Radiante. Es un honor enfrentar a semejante oponente.
- Eso lo debería decir yo. Una espada dorada, que ningún Espíritu Heroico podría confundirla – declaro Diarmund con una sonrisa emocionada y complacida en su rostro – poder enfrentar al legendario Rey de los Caballeros y asestarle un golpe. Al parecer no soy alguien que deba ser subestimado. Ahora que conocemos nuestros nombres, podremos tener una verdadera pelea honorable como caballeros.
- Respeto tus decesos y te comprendo – dijo Arturia con una sonrisa, siendo en vuelta en aire azulado que le regreso por completo su armadura.
- ¡Prepárate, Saber! ¡Que en mi siguiente ataque te quitare la vida! – afirmo con clara emoción en su voz mientras se colocaba en pose de pelea.
- Si es que yo no te la quito primero, Lancer – dijo envainando su espada solo con su brazo derecho y lista para continuar.
Y sin previo aviso, cuando ambos Sirvientes estaban por reanudar su pelea. Un rayo cae en medio de ambos, confundiéndolos de sobremanera. Para justo después escuchar un poderoso grito de guerra. Y al levantar la mirada, pudieron ver una carroza tirada por dos bueyes que surcaban los cielos y aterrizaron justo en medio del par de Sirvientes.
- ¡Enfunden sus espadas! ¡Están en presencia de un Rey! – declaro Iskandar extendiendo sus brazos a sus lados y sonriendo con suficiencia y arrogancia - ¡Soy Iskandar, Rey de los Conquistadores! ¡Fui convocado como Rider en esta Guerra!
Los presentes estaban incrédulos a lo que acaban de presenciar. Pero ninguno más que Lancer y Saber, que no podían creer que ese Sirviente acabara de revelar su identidad como si nada. Estaban estupefactos más allá de su comprensión. Donde aquel que estaba incluso más incrédulo, era el mismo Waver que no podía hacer otra cosa que mirar con la mandíbula caída como su Sirviente regalo su identidad como si nada.
- El destino nos ha reunido para luchar por el Santo Grial. Pero primero quiero preguntarles algo – dijo Iskandar observando al par de Sirvientes con una gran sonrisa amistosa - ¡¿No considerarían darme el Santo Grial a mí y unirse a mi ejercito?! ¡Si lo hacen los tratare como mis iguales! ¡Síganme y les garantizo que conocerán la emoción de conquistar el mundo juntos!
- Lo siento, pero rechazare esa proposición – dijo Diarmund ligeramente divertido por los disparates que había escuchado – yo hice un pacto y le entregare el Santo Grial a mi Maestro, la persona que mi invoco – agrego poniéndose serio.
- Venir e interrumpir nuestro encuentro entre caballeros, solo para soltar tales sandeces, es una ofensa muy grave, Rider – agrego Arturia con clara molestia en su mirada.
- Mmmh, podemos negociar la recompensa – propuso Iskandar intentando hacerlo entrar en razón.
- ¡Cállate! – gritaron Lancer y Saber enojados de que siquiera con sus disparates, sobresaltándolo un poco.
- Además, yo también soy un monarca, el Rey de Bretaña. No me importa que también seas un rey, no me rebajare a ser subordinada por nadie – aclaro Arturia con severidad.
- Oh, esto es una sorpresa. Nunca me imaginé que el Rey de los Caballeros fuera una muchacha – comento Iskandar con una sonrisa.
- ¿Quieres poner a esta muchacha a prueba, Rey de los Conquistadores? – cuestiono Arturia con furia por ese comentario a su sexo.
- Y creo que hasta aquí llegaron las negociaciones. Es una verdadera pena – murmuro Iskandar soltando un suspiro de decepción.
- ¡Rider, eres un idiota! – grito Waver con rabia por la tonta acción de su Sirviente.
- Ya veo. Conque fuiste tu – resonó la voz de Kayneth atrayendo la mirada asustada de su alumno – me preguntaba quien estaba tan loco para robar mi reliquia de invocación. Pero siendo honesto, jamás me imagine que tuvieras el valor... Waver Velvet-kun. Supongo que tendré que aprovechar esta oportunidad para que aprendas que significa que dos magos luchen a muerte.
Sintiendo como el pánico se apoderaba de su cuerpo, Waver no pudo hacer otra cosa más que arrodillarse y poner sus manos en su cabeza en un intento de que nadie viera el pánico que estaba sintiendo o las lágrimas que estaba a punto de derramar. Pero antes de estallar en lágrimas, siente una mano sobre su hombro y al levantar la mirada, observa a su Sirviente dándole una gran sonrisa orgullosa.
- ¡Mago! ¡Parece ser que tu ibas a ser mi Maestro en lugar de este chiquillo! ¡La sola idea me da nauseas! – declaro Iskandar con fuerza gritando a los cuatro vientos – ¡Solo quien tenga el valor de estar a mi lado en el campo de batalla puede llamarse mi Maestro! ¡Un cobarde que no tiene ni las agallas para dar la cara nunca podrá cumplir con ese rol!
Después de esas duras palabras, Rider se soltó a reír con arrogancia, para que quien estuviera escuchando, supiera que se lo consideraba menos que un cobarde por no dar ni la cara. Y funciono, pues Kayneth aun oculto en las sombras y sin intenciones de salir, solo pudo torcer sus labios en una mueca de odio. Ya que no podía tolerar las burlas a su persona. A alguien que venía de una prestigiosa familia de magos de varias generaciones.
Que un simple Sirviente tuviera la osadía de burlarse frente a todos, era algo que no podía perdonar. Por lo cual se aseguraría de torturar hasta el cansancio a ese pobre desgraciado que alguna vez fue su alumno. Para que, en su sufrimiento, entendiera de una vez por todas, cuál era su lugar.
- ¡Y para los otros que están escondidos! Se que nos espían mientras se esconden en las sombras – declaro Iskandar impresionado al par de caballeros que no se habían dado cuenta – ¡Reúnanse Espíritus Heroicos! ¡Y quienes sean demasiado cobardes para dar la cara, quiero que sepan, que Iskandar, Rey de los Conquistadores! ¡los desprecia por completo!
Esperando a que su diatriba surtiera alguna clase de efecto, Saber observo todo a su alrededor esperando que algún nuevo Sirviente apareciera. Y fue cuando todos presenciaron como particular doradas comenzaban a arremolinarse justo arriba de un poste de luz. Donde se materializo Gilgamesh, parándose sobre el poste de luz, con los brazos cruzados y mirando a todos como inferiores, como perros callejeros. En especial a aquellos que tuvieron el descaro de llamarse reyes y retarlo a aparecer.
- Veo que ustedes los perros solo saben ladrar tonterías. Yo soy el único y verdadero rey que existe en este mundo. Todos los demás no son más que meros perros – declaro Gilgamesh con molestia y arrogancia, fruncimiento aún más el ceño al ver que a quien estaba esperando no apareció.
- Con tales declaraciones, entonces di tu nombre. Ningún Rey dudaría de revelar su nombre al enemigo – exigió Iskandar no muy impresionado de este nuevo Sirviente.
- ¿Acaso me estas exigiendo algo? ¿A mí, tu rey? – cuestiono Gilgamesh con enojo mientras que a sus espaldas se comenzaban a formar portales dorados – te mostrare que un perro que se revuelca no debe exigirle nada a su rey.
Todos se pusieron en guardia al ver como de esos portales comenzaron a salir la punta de varias armas. Ninguno estaba seguro de cómo estaba planeando atacar, pero hasta donde sabían, ese sujeto había logrado acabar con Assassin sin mucho esfuerzo, por lo cual deberían ir con cuidado.
En lo más profundo del muelle, recargado contra una pared, estaba Kariya sonriendo como un lunático, pues finalmente había aparecido el Sirviente de ese infeliz de Tokiomi. Esta podría ser una lucha a muerte entre todos los Sirvientes y Maestros. Pero él tenía sus propias prioridades. Las cuales eran acabar con el Sirviente de Tokiomi para humillarlo frente los demás Maestros, humillarlo frente al mundo entero, era el castigo justo para una basura como lo era él.
Y justo cuando Archer apunto sus armas a Rider para acabarlo de una vez. Partículas negras se arremolinaron justo frente a todos, casi como una bruma negra y una vez que desapareció dejo ver a Berserker. Quien dio a conocer su presencia con un poderoso grito lunático cargado con una rabia incalculable, atrajo todas las miradas sobre su persona.
- Dime, Rey de los Conquistadores, ¿Por qué no le propones a ese tipo unirse a tu ejercito? – pregunto Diarmund con algo de burla.
- Lo intentaría, pero no parece alguien que se siente a negociar tranquilamente – respondió Iskandar con simpleza – Chiquillo, ¿Qué tan poderoso es ese Sirviente? ¿dime sus parámetros?
- No. No puedo... - respondió Waver con una gota de sudor recorriéndole la mejilla – es un Sirviente, de eso no hay duda. Pero algo me impide leer sus parámetros.
- Eres un Maestro fatal, pero no puedo culparte esta vez. Hay algo sobre ese Sirviente que no me agrada, no me sorprende que no puedas leer sus estadísticas – dijo Iskandar bastante serio ante el desarrollo de los eventos.
Archer observo como Berserker parecía observarlo fijamente, analizando, esperando a que haga alguna clase movimiento. Y eso en verdad lo molesto, pues un pobre desgraciado que no pudo ni mantener la cordura, creía tener el derecho de siquiera mirar en su misma dirección.
- ¿Quién te dio permiso para mirarme, perro rabioso? – cuestiono Gilgamesh con desprecio apuntando ahora sus portales a ese infeliz – al menos diviérteme con tu muerte, perro. Así mi espera será más amena.
Todos presenciaron como Archer disparo dos espadas directo hacia Berserker a una enorme velocidad. Pero, aun así, Berserker pudo reaccionar a tipo para tomar la primera espada al moverse a su derecha y dando un giro rápido, golpeo la otra espada con la que ya tenía. Generando una explosión que lo cubrió. Y una vez se disipo, Berserker se limitó a seguir observando a Archer.
- ¿Ese sujeto en verdad es Berserker? – cuestiono Diarmund no creyendo que esa clase tuviera tal velocidad.
- Es bastante hábil para alguien que no piensa racionalmente – murmuro Iskandar de forma analítica.
- ¿Te atreves a manchar mis tesoros con esas manos inmundas? – cuestiono Gilgamesh con molestia.
Con una mira que solo reflejaba pura rabia, Archer abrió aún más portales y de todos ellos emanaron espadas, lanzas, hachas, etc. Todo bajo la mirada incrédula de todos los Maestros y Sirvientes, pues tal cantidad de armas para un solo Sirviente debería ser impensable.
Molesto de que ese Sirviente tuviera el descaro de mirarlo. Disparo todas las armas que sobresalían de sus portales y siguió disparando más. Pero una vez más Berserker hizo uso de su gran velocidad, atrapo una lanza y junto con la espada que ya poseía. Procedió a desviar todas las armas que le eran lanzadas.
Ya sea destruyéndolas, bloqueándolas o desviándolas. Berserker no permitía que ninguna arma lanzada como proyectil lograra alcanzarlo. Y en cada choque de armas, no solo demostraba su agilidad y fuerza. Sino también el gran poder de destrucción que generaba el choque de armas.
Incluso los Sirvientes que estaban presenciando la pelea, tuvieron que comenzar a moverse, pues varias de las armas que eran desviadas, estaban aterrizando cerca de ellos y tenían que repelerlas. Pero cuando Berserker golpeo un hacha con la espada que robo. Esta sale disparada hacia los cielos donde nadie le prestó atención, y termino cortando el cable de la plataforma que sostenía el contenedor de carga que estaba sobre la peliblanca, la cual estaba varios metros lejos de toda la batalla, completamente enfocada en la pelea.
El sonido de algo cayendo a gran velocidad, atrajo la mirada de todos y para completo horror de Saber, vio como un contenedor está a pocos metros de caer sobre Irisviel. Olvidándose de la pelea, salió corriendo a toda prisa para ponerla a salvo. Pero fue demasiado tarde. El contenedor aterrizo con brusquedad generando una gran cortina de humo.
- ¡¡¡IRISVIEL!!! – grito Arturia con horror por lo que acaba de pasar.
Kiritsugu soltó su arma y no pudo hacer otra cosa que mirar en completo shock lo que había ocurrido. Ningún pensamiento coherente le llegaba a la mente. Pues no quería ni comenzar a creer lo que había ocurrido. Una vez más le fallo a alguien que amaba y eso le costó la vida. Lagrimas comenzaron a acumularse en sus ojos y callo de rodillas incapaz de seguir de pie. Su respiración se volvió errática y en lo único que podía pensar era en que fallo.
Todos los Sirvientes y Maestros observaron cómo Saber se quedó paralizada en su lugar al contemplar la muerte de su Maestra. Incluso Archer y Berserker detuvieron su altercado para contemplar la escena. Todos y cada uno con sus propias reacciones.
Por el lado de Rider y Lancer, miraron con ligera tristeza lo ocurrido, pues esa no era la forma correcta de despedir a un rey. No debía desaparecer solo por la muerte accidental de su Maestra. Ella debería irse en el calor de batalla. Berserker miraba impasible lo ocurrido o mejor dicho miraba atentamente la figura de Saber, no importándole nada más.
Mientras que Archer miraba todo con una sonrisa divertida, al no poder creer lo hilarante de la situación. Y se sintió bien, pues finalmente uno de esos perros que tenían el privilegio de estar en su presencia, pudo entretenerlo como se debía.
- No... no tu... Irisviel... - murmuro Arturia en shock.
Sin pensarlo dos veces, estaba lista para correr de nuevo hacia donde estaba su amiga, con la esperanza de que siguiera viva y poder salvarla. Pues se lo debía, al no poder protegerla como se supone debería hacerlo.
(Canción recomendada)
https://youtu.be/WutLeCETGOI
Justo cuando Saber dio un paso al frente. De la cortina de humo salió disparado el contenedor hacia los cielos como si se tratara de un simple pedazo de basura. El contenedor cayo y reboto varias veces en el concreto con un fuerte sonido metálico, hasta terminar por estrellarse contra una contra una bodega.
Una mirada de completa incredulidad se dibujó en los rostros de todos los presentes, que posaron su vista en la cortina de humo, solo para que una poderosa ráfaga de aire la disipara por completo. Revelando que Irisviel se encontraba de rodillas con las manos sobre su cabeza y con los ojos cerrados.
La cual al abrir los ojos y levantar la mirada. No pudo evitar soltar un jadeo de sorpresa y parpadear repetidas veces. Pues frente a ella, con su brazo derecho extendido al frente. Estaba su Sirviente con una mirada completamente seria, que observaba con cautela a todos los presentes.
- Eso estuvo cerca – dijo Goku girando para ver a la peliblanca con una mirada tranquila – que bueno que llegue justo a tiempo... eh... amm... - colocando sus puños en su cintura y miro hacia arriba intentando buscar una respuesta, pero al final se rindió y le regalo una sonrisa nerviosa a la mujer – lo siento, ¿Cuál era tu nombre? – pregunto rascándose la nuca con vergüenza.
Dios ame esa entrada tan única y digna de Goku. Saludos Raza. Pues aquí estamos con un capitulo mas de esta gran historia, modestia aparte. Les juro, pero en verdad les juro que cada vez que escribo un nuevo capítulo tengo esta sensación de adrenalina por haber avanzado en el desarrollo de la historia. Porque lo digo en serio, poder desarrollar esta historia que es con dos de mis animes favoritos de todos los tiempos, es simplemente genial.
Otra cosa que quiero comentarles es sobre los fondos para los capítulos, yo los hice en mis ratos libres y considero que me quedaron bastante bien, pero díganme ustedes ¿Qué opinan?
Ahora sin otra cosa que decir comencemos con algunas curiosidades del capítulo.
Lancer o Diarmund, es alguien quien respeta la caballería por encima de todo y su lealtad a su Maestro es igual de fuerte. Ya que el poder ser leal y caballeroso es prácticamente su deseo en la guerra. Su lunar le permite enamorar a cualquier mujer que lo mire. Pero en el caso de Irisviel no, ya que ella es una Homúnculo y la magia de encantamiento no surte el mismo efecto en ella.
Y en el caso de Arturia, ella tiene una habilidad especial debido a su categoría como Saber y es inmune a caer en su encanto. Pero aquí algo curioso, debido a este hecho, Diarmund comienza a elogiar a Saber cada vez que puede, ante cualquier demostración de valentía, poder o caballerosidad.
Pero Arturia, aunque regrese algunos de estos cumplidos, por lo general regresa a donde mismo y es al hecho de que ya había luchado contra alguien mas fuerte y tenaz, apenas fue invocada y que no se permitirá morir hasta que esa lucha encuentre un ganador, de forma justa y caballerosa.
Ahora con Goku, Gaia y Alaya. La explicación de multiverso se hizo de la forma mas simplificada posible para que el Saiyajin pudiera entenderla. Y recordemos que Goku ya tenia conocimiento de la Habitación del Tiempo, que es otra dimensión. Con ese conocimiento y con las explicaciones de Gaia y Alaya, es mas que claro que comprendería la situación en la que se encuentra.
Y no, no lo ha superado, no supero la perdida de su mundo, amigos y familia de un segundo a otro y mucho menos le importo poco. Pero si comprendido el hecho de no poder regresar, incluso con las Esferas del Dragon o el Santo Grial. Pero dada las circunstancias, prefiere encofrarse en el favor que le pidieron. Que, de momento, va muy acorde a su estilo de vida preferido, que es luchar contra oponentes fuertes. A y otra cosa, para quienes lo notaron, Goku si pudo haber muerto en un futuro en esta historia por una enfermedad al corazón, pero gracias a esa cúpula, lograron curarlo, aun y cuando la enfermedad no existía. Pequeños detalles a los cuales deben prestar atención.
Esto lo hace para poder sobrellevar su perdida, enfocarse en otra cosa mientras termina de asimilarlo todo. No es como en otros fics que le dicen que ya no esta en su mundo y sin una pizca de emociones o remordimiento lo acepta.
Y con respecto a los eventos ocurrido con los androides 17 y 18, con Gohan y Trunks, nada de lo que dijeron Gaia y Alaya fue mentira. Gohan y Trunks superaron los poderes un Super Saiyajin ordinario. Y fue debido a esa brecha que mencionan. Que no era lo suficientemente grande para regresar al Saiyajin a su mundo, pero si para regresar una ayuda por otra.
Gaia y Alaya como ya dijeron, vieron el futuro de la línea de tiempo de donde salió Goku, la cual siguió su rumbo como ya todos la conocemos, con Trunks viajando al pasado o mejor dicho a otra línea de tiempo donde aún existe Goku. Vieron las transformaciones posteriores del Super Saiyajin, y vieron la transformación del SSJ fase 2. Y con este conocimiento. Le dieron un empujón a Gohan del futuro el cual creía que ya había alcanzado su máximo poder y creía que el único que podría llegar a ser tan poderoso para derrotar a los androides seria Trunks.
Logrando así, una historia completamente diferente a la que ya conocemos que, si en algún momento me animo, la escribiré. Y para quien diga que ya les di el final con los comentarios de Gaia y Alaya. ¿Qué importa? Claro que es importante el final, pero es más importante el cómo llegaron ahí y que quede acorde al camino que recorrieron. Por eso el final de Naruto Shippuden dio tanto asco, porque se paso todo lo que les acabo de decir por el forro de ya saben que.
Bueno, pasemos a Iskandar, el macho mas machos entre los machos, el tipo literalmente no tiene reparos en mostrarse frente a todos y revelar su identidad. Pues es un tipo que le gusta luchar y estar en el calor de la batalla, pero es completamente honorable y respeta los valores de sus oponentes cuando merecen ser respetados. Jamás se arrepiente de sus decisiones y esta orgulloso de ir por la vida con una sonrisa en su rostro.
O y sobre aquellos que no estén seguros del todo, los parámetros son las estadísticas que permiten que los espíritus heroicos puedan ser invocados en una clase que refleje los puntos fuertes y las debilidades que tuvieron en vida. Los parámetros se clasifican con cinco rangos principales, que, de menor a mayor, son: E, D, C, B y A. Cada parámetro también puede tener un + o un ++. Aunque hay un sexto que es EX. Estos valores sirven para medir ciertas cualidades de los demás sirvientes y saber hasta cierto punto que tan fuertes son.
Son los Maestros quienes pueden hacer uso de esta habilidad a través de Hechizos, como ocurrió con Waver, pero en el caso de Berserker, tiene un hechizo que imposibilita a los demás Maestros ver sus parámetros.
Son muchos más, pero por lo general, los parámetros que se pueden ver y toman más en cuenta son: Fuerza, resistencia, agilidad, poder mágico, suerte y tesoro heroico.
Y finalmente (valga la redundancia) el final. Quería que Goku apareciera frente a todos de una manera única, que se sintiera que no era como el resto y creo que lo logre bastante bien, en especial con ese soundtrack y por supuesto, terminar el capitulo con algo muy típico de Goku. Aparecer muy serio para ni siquiera saber el nombre de su Maestra.
Si, eso terminaría por cubrir todas o la mayoría de las curiosidades del capítulo. Espero y les haya gustado, ya saben que, si fue así, voten, comenten y compartan. De esa manera me motivan para continuar con la historia y ayudan a que sea mas conocida y pueda crecer. Sin nada mas que decir, nos vemos en otro capítulo, hasta luego raza!!!
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