El deseo escondido de un corazón reprimido
Este capítulo está dedicado a "SuperLegend05", muchas gracias por apoyarme en esta época tan difícil, de corazón espero que el capítulo cumpliera con tus expectativas.
Mansión Tohsaka – Noche
En la oscuridad de su sótano, Tokiomi se sentó pesadamente en un sillón bastante elegante, completamente satisfecho de los resultados obtenidos a través del sacrificio de Assassin. Ya que sin duda alguna, Rider tiene en su poder un Fantasma Noble de una magnitud impresionante.
Pero nada por lo cual deba sentirse amenazado o inquietado. Ya que al conocer completamente el poder de Gilgamesh, o más precisamente de Enkidu y EA, era completamente imposible que perdiera con algo tan simple como lo era un simple ejército.
Aunque si había algo de lo que se pudiera quejar, era el hecho de que no pudo averiguar mucho más sobre esa Homúnculo. Ya que ella le generaba una completa inquietud, pues estaba el hecho de que aun siendo una humana artificial, logro lo impensable. Logro usar el poder de su Sirviente a su completa voluntad.
Ya era lo suficientemente malo que la familia Einzbern poseyera dos Sirvientes, pero que ahora esa Homúnculo fuera capaz de expresar las mismas cualidades de su Sirviente, solo complicaba las cosas. Incluso siendo un mago extraordinario, si Kirei no pudo ni hacerle un rasguño, dudaba mucho que tuviera alguna posibilidad de vencerla si llegaban a enfrentarse.
Por eso necesitaba que Assassin la atacara, pues si tenía suerte, lograría descubrir cómo era que ella lograba adquirir ese poder, e intentaría replicar lo que ella hacia para que él mismo pudiera hacerse con los grandiosos poderes de Gilgamesh y de esa forma terminaría de una vez con esta guerra, logrando ser el ganador indiscutible.
- ¿Qué tan poderoso es el Fantasma Noble de Rider? – cuestiono, ya queriendo hacerse a una idea correcta sobre las habilidades de Rider.
- Esta igualada a la Puerta de Babilonia de Gilgamesh. En otras palabras, es demasiado fuerte como para valorar – respondió Kirei a través del megáfono.
- "El plan salió tal cual lo planeamos. Sin la información que nos brindó Assassin, no nos hubiéramos podido defender del Fantasma Noble de Raider" – medito Tokiomi, ahora que poseía la información más importante de cada Sirviente, solo le quedaba uno por analizar – "El único que me preocupa ahora es Legend, desconozco que tan poderoso puede volverse si las leyendas sobre el cambio de color en su pelaje resultan ser ciertas, pero para eso están las cadenas Enkidu, ya que aquellos con un alto nivel de divinidad les sería imposible escapar."
Habiendo llegado a una resolución, Tokiomi se puso de pie y tomo su bastón. Sabía que a partir de aquí las cosas se podrían mucho más complicadas, pero podría usar los eventos de hoy como una ventaja, ya que no necesariamente tendría que encargarse de eliminar a Rider, ya que durante la conversación de los cuatro reyes, quedo una discusión bastante acalorada entre Rider y Saber.
Podía usar eso, dejar que esos dos se liquiden entre sí. Y aprovechar esa oportunidad para que Gilgamesh ataque a Legend, separando al par de Sirvientes de la familia Einzbern. Eliminando la ventaja que poseen al siempre estar juntos.
- A partir de aquí comienza el segundo acto. Utilizaremos la información que recolecto Assassin y acabar con nuestros enemigos. La prioridad será eliminar a Legend – informo sin ninguna pizca de duda en sus palabras – pero si en el transcurso se presenta la oportunidad de acabar con Rider, la tomaremos.
- Si.
- Has cumplido con tu labor de Maestro de forma admirable. Pero a partir de ahora, actuaras en las sombras, esperando la oportunidad adecuada para acabar con nuestros enemigos – concluyo, listo para dar un paso al frente y ser quien termine venciendo.
- Como usted diga – murmuro Kirei.
Una vez terminada la comunicación, todo lo que hizo Kirei al escuchar el complicado y en rebuscado plan de Tokiomi, fue recordar una vez más las palabras de Gilgamesh en su mente.
- "Tanto su deseo, como sus motivaciones y medios para lograrlo, son aburridas, dignas de un hombre aburrido."
No sabía porque fue así, y sin embargo ocurrió. Y entre más tiempo transcurría, más fácil era ver porque Archer se expresaba de esa forma de su Maestro. Pues aun teniendo una ventaja tan grande, era demasiado meticuloso, incluso cuando era incluso algo completamente innecesario. Al punto de demostrar aptitudes paranoicas.
Aunque desecho tales ideas al darse cuenta de las implicaciones de estas. Ya que estaba comenzando a cuestionar a Tokiomi sin siquiera pensarlo. Y eso no debía de ocurrir, y simplemente se lo atribuyo a su estado aun herido.
Pues a pesar de que las heridas en su cuerpo ya no eran tan graves como lo fueron en un principio, aun le generaban cierto grado de incomodidad. Y mientras cortaba la comunicación y se disponía a ir a su oficina, le fue imposible no repasar su pelea con la Homúnculo una vez más, pero principalmente en las palabras de aquella mujer.
Seguía sin comprender como es que era posible que alguien como Kiritsugu Emiya tuviera a alguien que estaba dispuesta a dar tanto para protegerlo. Y aún más impresionante, de hacerlo por cuenta propia. No entendía cómo es que ese hecho le estuviera afectando tanto. A lo cual, simplemente se limitó a dar por zanjado el asunto. Pues al final, su participación como Maestro en la Guerra por el Santo Grial había terminado y solo debía ocuparse de proteger a Tokiomi si era necesario.
Hotel de Fuyuki
- Al parecer, Rider logro eliminar a todos y cada uno de los Assassin. Goku me lo confirmo hace poco – informo Irisviel, poniendo al tanto de todo lo ocurrido a su esposo.
Kiritsugu se encontraba sentado en la cama de su habitación, escuchando a través de su teléfono con detalle los sucesos del evento ocurrido esa misma noche. Parecía ser una suerte que Rider estuviera casi tan demente como Legend y que ninguno de los dos pareciera prestarle la importancia que esta guerra merecía.
Frente a él, la pared de la habitación se encontraba completamente tapizada con la información que había logrado recopilar de los demás Maestros, sus fotografías, ubicaciones, todo aquello que fuera necesario para conocerlos a la perfección y así poder estar siempre dos pasos delante de ellos.
- Comprendo. Tokiomi quería forzar a Rider a revelar su Fantasma Noble, por eso los Assassin se enfocaron en él – dedujo, viendo el particular interés en los Assassin en provocar la ira de Rider – Maiya ya termino de preparar el nuevo taller, mañana mismo pasara por ti y por los demás para guiarlos.
- Entiendo, muchas gracias por preocuparme, Kiritsugu. Sabes, me alegra mucho poder hablar contigo, aunque sea por teléfono, después de lo que ocurrió en el bosque, me siento algo inquieta – comento a medias, pues lo que realmente la mantenía inquieta era su estado tan débil.
Irisviel que se encontraba acostada en su cama, vistiendo únicamente un camisón de seda blanco, contemplando con impotencia el teléfono celular que se encontraba colocado justo a su lado en una almohada para luego desviar su mirada a sus manos temblorosas e intento una vez más, levantar el teléfono que se encontraba a su lado. Solo para que este se escapara de entre sus dedos al no poder tomarlo con la suficiente fuerza.
Sofoco un grito de impotencia, mientras luchaba contra las lágrimas que amenazaban con salir y recorrer su rostro. Le era imposible pensar que hace solo una noche atrás, era tan poderosa como para hacerle frente incluso a un Ejecutor de la Santa Iglesia e incluso fue capaz de acabar con uno de los tantos Assassin.
Pero ahora, ahora no podía ni sostener un teléfono entre sus manos. Era como si su cuerpo ya le hubiera dado la espalda y se hubiera rendido ante su destino. Sabía que esto inevitablemente pasaría, pero siempre creyó que podría permanecer al lado de su amado hasta el final.
- Lamento no poder estar a tu lado, pero debo permanecer lejos, evitar que me encuentren, estudiar a nuestros enemigos y así poder encontrar una manera de acabarlos cuando tenga una oportunidad – comento Kiritsugu, notando algo raro en la voz de su esposa.
- No, no te preocupes, comprendo perfectamente. Escuchar tú voz es suficiente, ya estoy deseando poder ver el nuevo hogar que preparaste para mí – dijo, en un tono cariñoso.
- Estoy seguro de que te encantara, solo se paciente – una pequeña sonrisa se formó en su rostro, queriendo poder estar con ella para ver su rostro al ver la antigua casa tradicional – gracias por mantenerme al tanto, nos veremos pronto.
- Yo sé que así será, por favor no te desveles mucho.
Cortando la comunicación, Irisviel se quedó en las penumbras de su solitaria habitación, sintiendo como un gran dolor en su corazón se terminaba de apoderar de ella. Tanto que le era imposible controlar sus sollozos, y eso solo la hizo sentir aún más miserable que antes.
Ella misma ya había aceptado su destino, de lo que la vida le deparaba y no tenía problemas con ello, pues Kiritsugu la libero de sus cadenas de marioneta y le permitió experimentar las dichas que este mundo tenía para ofrecer.
Pero en el momento que obtuvo esa increíble fuerza, en el momento en que recordó de las increíbles cosas que fue capaz de hacer. Por un mero instante, sintió que tal vez podría ir incluso de su propio final. Solo para que la cruda realidad la golpeara con la fuerza de un huracán y le recordara que no había forma de escapar de su terrible destino.
No sentía que fuera justo, ya lo había superado y aceptado, sin tener ningún remordimiento detrás, entonces, ¿Por qué ahora mismo dolía tanto? ¿Por qué si sabía que iba a morir, ahora le afectaba tanto?
Haciendo uso de todas sus fuerzas, tomo una de sus almohadas y la atrajo hacia ella, para poder envolverla en sus brazos. Para luego cerrar los ojos e imaginar que era a su pequeña hija a quien estaba abrazando con todas sus fuerzas. Deseando poder volver a ser tan fuerte como lo fue la noche anterior, simplemente para poder permanecer siempre al lado de su hija y protegerla, junto al lado de su esposo.
Ese pensamiento le trajo paz, y lentamente comenzó a quedarse dormida, nunca notando como sus Hechizos se volvieron dorados por unos segundos al responder ante su deseo, iluminando por un breve instante su habitación, solo para volver a la normalidad, permitiéndole a su portadora seguir soñando con un futuro mejor.
Levantándose de la cama de su habitación, Kiritsugu se paró frente a la pared donde tenía la información completa de los demás Sirvientes. Contemplando, analizando a sus futuros oponentes, intentando descifrar cual era el siguiente paso de cada uno.
Con Tokiomi Tohsaka era algo complicado de especular, dado que desde el supuesto ataque de Assassin a su mansión, este se escondió detrás de las defensas de su mansión. Normalmente no le importaría e incluso se atrevería a rebajar a Tohsaka al mismo nivel que Kayneth.
El problema en eso era el hecho de que Tohsaka era demasiado meticuloso, por no mencionar que tenía bajo su mando a Archer y Kirei Kotomine, y al tenerlo bajo su mando también tenía control sobre Assassin. En pocas palabras, había estado planeando todos sus movimientos con cuidado desde el primer día.
Luego estaba el Maestro de la familia Matou. Lo había estado siguiendo desde antes de que comenzara la guerra. Era una presa fácil, que no le representaría ninguna dificultad en asesinar, el problema era su Sirviente. Berserker, incluso fue capaz de poner en aprietos a Saber, y aun para su Clase, había demostrado una enorme agilidad a la hora de enfrentarse a Archer y a su Fantasma Noble.
También estaba Kayneth, después de lo que le hizo, ya no podría seguir luchando. Sabía perfectamente que tendría que cederle el control de su Sirviente a alguien más, si es que quería tener una posibilidad de seguir avanzando en esta guerra.
Por suerte, sabía perfectamente a quien elegiría. Y solo tenía que esperar el momento adecuado y en un solo movimiento, lograría eliminar la maldición de Saber en su mano izquierda y a Lancer junto con su Maestro al mismo tiempo.
Y finalmente, estaba Caster. Las desapariciones de niños en la ciudad habían disminuido significativamente, pero seguían desapareciendo. Todo indicaba que aún seguía recuperándose tras la paliza que recibió de Legend al provocarlo con las muertes de los niños. Y aun con Legend buscando por toda la ciudad, le era imposible ubicarlo.
Incluso para Kiritsugu le era imposible localizarlo, pues gracias a las habilidades mágicas de Caster, cualquier lugar podría ser un excelente escondite al poder borrar por completo su presencia del resto del mundo.
Sabía perfectamente que tener a Saber y Legend de su lado prácticamente ya tenía esta guerra ganada. El problema era que no podía confiar en Legend, era demasiado poderoso, su convicciones y manera de actuar eran muy diferentes, tanto que sabía que ambos inevitablemente terminarían por enfrentarse una vez más. Pero a diferencia de la última vez, las cosas no acabarían solo en palabras.
Y ese era otro problema, ya que si tuviera que moverse por descarte, primero eliminaría a Kariya, programando armas para que le dispararan y en el momento que Berserker apareciera para protegerlo y atacar en la dirección de las balas, eliminaría al Maestro de la familia Matou al ponerle una bala en el cráneo con un francotirador de grado militar desde una zona segura.
Posteriormente le seguiría el remplazo de Kayneth como Maestro de Lancer. Sin embargo, Legend ya había dejado bien en claro que lo estaba vigilando en todo momento, y aunque sabía que no lo eliminaría, si se interpondría en la eliminación de Kayneth y Kariya.
Dejando como única opción, analizar a los diversos Maestros en la espera de una apertura. Generando una cuestión.
- El verdadero problema de esto es... - murmuro, dirigiendo su mirada a la imagen de Kirei Kotomine – "Si su objetivo era aliarse con Tohsaka y usar a Assassin para obtener información, entonces no debería haber salido de la Iglesia de Fuyuki. Estaba esperando a que atacaran el edificio de Kayneth y se infiltro en el bosque de los Einzbern. Sus acciones son incomprensibles. Incluso tras la aparición de Legend en el muelle, es imposible que descubriera que yo soy el Maestro de Saber. ¿Por qué yo? ¿Qué demonios es lo que quieres, Kirei Kotomine?"
Castillo Einzbern
Moviéndose incómodamente en su cama, Irisviel fruncia el ceño con odio y dolor, todo mientras su rostro se bañaba en un sudor frio. Algo no andaba bien, pues sujetaba las mantas de su cama con todas sus fuerzas, casi como si algo le estuviera causando daño.
Donde de forma completamente inesperada, sus Hechizos de Comando comenzaron a brillar intensamente, inundando la habitación en un brillo carmesí. Sin embargo eso no fue lo más desconcertante. Sino el hecho de que en la piel de la peliblanca, comenzaron a hacerse visibles sus Circuitos Mágicos, ramificando y extendiéndose por todo su cuerpo, brillando en un azul intenso.
Excepto en su vientre, donde estos eran de un brillo dorado, donde los Circuitos Mágicos estaban ramificados y unidos de una forma tan peculiar, que daba la impresión de ser alguna clase de escudo.
Estos Circuitos Mágicos en su vientre, comenzaron a aumentar su brillo y comenzar a desprender descargas eléctricas que aterrizaban en la peliblanca. Como si estuvieran aumentando el poder del resto de los Circuitos Mágicos.
Pero inversamente, entre más parecía aumentar el brillo de los Circuitos Mágicos, más disminuía el brillo de los Hechizos de Comando. Era como si se tratara de una contienda de poder entre ambos, un hecho que parecía tomar fuerza cuando los Circuitos Mágicos de la mano derecha de Irisviel, parecían rodear los Hechizos y comenzar a absorber su propio brillo.
- Illya...
Aun dormida y sumida en un profundo estrés, el deseo de Irisviel de estar al lado de su hija la hicieron susurrar su nombre. Y ese mismo susurro, pareció ser una especie de catalizador para sus Hechizos de Comando, los cuales se volvieron dorados, emanando un brillo dorado que parecía intentar rivalizar con sus propios Circuitos Mágicos.
Ambos brillos inundaron la habitación en un intento de no ceder ante la otra, ocasionando de esta manera algunos quejidos de la peliblanca. Pues entre más se intensificaba el brillo de su Hechizos o los Circuitos, parecía que el dolor y estrés en su cuerpo aumentaba significativamente.
Hasta que finalmente ambos comenzaron a disminuir sus brillos cuando la conciencia de Irisviel comenzaba a ser arrastrada hasta lo más profundo de su subconsciente, al punto de que los Circuitos Mágicos dejaron de ser visibles al igual que aquellos que se encontraban en el vientre. A si mismo los Hechizos de Comando regresaron a ser carmesí. Casi como si ese extraño evento jamás hubiera ocurrido.
Irisviel se sentía realmente abrumada y desconcertada, pues al abrir los ojos, no vio otra cosa que no fuera la completa y abrumadora oscuridad. Su cuerpo estaba flotando en un vacío sin fin, no pudiendo sentir nada, ni frio, calor, miedo o ansiedad. Era como si a tanto su cuerpo y alma les hubieran sido arrancados todas sus sentidos y emociones.
Y si hubiera sabido lo que vendría a continuación, hubiera preferido permanecer así. Pues de forma abrupta y muy dolorosa. Frente a sus propios ojos, contemplo la batalla más asombros e irreal que jamás se hubiera imaginado, incluso aún más asombrosa que la que ya había presenciado con anterioridad.
Frente a sus ojos, presencio la batalla entre Son Goku, un guerrero de clase baja, su Sirviente, contra el príncipe de la raza guerrera conocida como Saiyajin, una elite de entre su raza, un guerrero frio y despiadado, el Saiyajin conocido como Vegeta.
El nivel de destrucción así como el poder mostrado fue algo que la hubiera dejado más que asombrada, si no fuera por el simple hecho que a diferencia de la última vez, donde su cuerpo estaba justo en el recuerdo, presenciando todo de primera mano.
Ahora la batalla transcurría a una gran velocidad frente a sus ojos, inundando su cerebro con gran cantidad de información que procesar en tan solo segundos. Sin embargo, lo verdaderamente doloroso de esto, era el hecho de que ahora mismo. Lo único que sentía su cuerpo era un dolor infernal.
Cada vez que Goku recibía algún daño, ella podía resentir ese mismo daño. Incluso cuando este mismo daño era provocado por su Sirviente al hacer uso del Kaioken. Lagrimas comenzaron a recorrer el rostro de Irisviel mientras seguía flotando en esa infinita oscuridad, pues era lo único que podía hacer como una forma de exteriorizar todo el dolor y sufrimiento que estaba experimentando.
Ella no era una guerrera, no había recibido un entrenamiento adecuado para poder aumentar su resistencia y su cuerpo fue diseñado para ser solo un poco más resistente que el de un humano común y corriente. Por tanto, cada golpe que recibía su Sirviente, para ella era como recibir varias toneladas compactadas de acero puro en un puño que fácilmente destruirían a un humano al contacto.
Y con cada segundo que su Sirviente luchaba con el Kaioken aumentado a tres veces, era como si a ella le estuvieran desgarrando los músculos y pulverizando todos los huesos, todo al mismo tiempo que cada receptor de dolor era activado al máximo.
Era una agonía completamente insufrible, y aun así, ella simplemente no podía hacer nada. No podía gritar, quejarse, desmayarse o moverse, no podía implorar que pararan. Solo podía seguir mirando la lucha, mientras su cuerpo experimentaba el mayor dolor que nunca hubiera llegado a sentir.
Tal tortura solo fue superada cuando contemplo con horror absoluto como Vegeta lanzo una esfera de energía a la atmosfera y procedió a transformarse en un mono gigante. Donde después de una lucha increíble, su Sirviente termino por perder y al igual que él, sintió como le rompieron ambas piernas y posteriormente, todos los huesos del cuerpo.
Y finalmente dejo de sufrir, pues los eventos posteriores le permitieron a Irisviel dejar de sufrir por un momento, dejando que el dolor previo se asentara y dejara de ser intensificado. Pero aun así, seguía presente, y aunque exteriormente su cuerpo se encontraba completamente ileso, aún seguía sintiendo el mismo dolor que Goku, lo compartían.
Aun sin poder moverse, sintió un genuino y completo alivio, cuando vio a Krilin tomar una espada y estar listo para asesinar a Vegeta. Ella sabía que debía ser eliminado, ya que alguien con ese nivel de maldad y poder, que no le importaba sacrificar a quien fuera para conseguir lo que quería, no dudaría en volver para acabar lo que comenzó.
Aquellos como Vegeta debían ser eliminados incluso antes de que cometan actos tan atroces, ella lo sabía bien, eso fue lo que aprendió con Kiritsugu, era una filosofía que ella acepto por voluntad propia y aun así, ¿cómo era posible que Goku le permitiera vivir?
Él mismo admitía que era un deseo caprichoso, que estaba mal. Pero ella noto algo, algo que no muchos notarían, que ese capricho no era impulsado por la codicia, maldad o de ejercer su autoridad sobre sus amigos. Y eso recaía en el hecho de que estaba suplicando ese capricho.
Su amigo Krilin lo dejo bien en claro, al ser el salvador de la Tierra, no se le tendría porque negar nada. Lo que es más, se podría decir que estaba en todo su derecho de exigir ese capricho aun y si su amigo no estaba de acuerdo.
Sin embargo, Goku estaba suplicando por ese capricho, dejando toda la responsabilidad en su amigo de si aceptarlo o no. Y era el hecho de que Krilin aceptara, lo que dejo a Irisviel sin palabras, no pudiendo creer la increíble confianza que tenía Krilin en Son Goku. Pues este había perdido, más allá de eso, había quedado en un estado tan lamentable, que le era imposible de reconocer del hombre tan imparable que ella misma había conocido.
Por lógica, por lo que le enseño Kiritsugu alguna vez, Krilin debió de negar su deseo ante su derrota contra el Saiyajin de clase alta. Y asesinarlo, para asegurar que ninguna otra vida fuera tomada a manos de ese sujeto. Pero era tal la confianza que tenía Krilin en Goku que aun a pesar de que no pudo lograr la victoria él solo, decidió seguir apoyándolo.
¿Era acaso esta la ideología de Son Goku? ¿Aquella por la cual decidió apoyar a Rider sobre Saber? Ahora las palabras de Goku tenían un peso aun mayor que antes, pues presencio como, cuando estaba a escasos segundos de morir, fue rescatado. Por sus amigos e hijo, ellos regresaron para pelear contra un oponente al que sabían que no podrían derrotar. Pero aun así decidieron hacerlo, decidieron poner sus vidas en juego para salvarlo.
No importándoles en lo más mínimo si eso no les garantizaba la victoria, fueron porque sabían que eso era lo correcto, porque aunque no sabían que era lo que les espera si la derrota o la victoria, a ellos no les importo, simplemente, decidieron luchar juntos. Y juntos lograrían obtener un resultado a tan increíble lucha.
Fue hasta que Irisviel llego a esta resolución que el sonido de las olas del mar llegó a sus oídos, seguido de la sensación de los rayos del sol golpeando su rostro. Sintiendo también como finalmente el control de su propio cuerpo regresaba a ella, para simplemente comenzar a cerrar los ojos a la vez que de las profundidades de ese lugar, una neblina dorada comenzaba a emerger hasta llegar a ella y lentamente comenzar a envolverla en su totalidad.
Borrando de su cuerpo todo el dolor que hace solo unos segundos atrás la tenía sumergida en una verdadera agonía. Esa neblina era tan cálida y pacífica, pero a la vez tan lleno de energía, se sentía como si estuviera siendo envuelta por los mismos rayos del sol. Sin embargo, esa misma neblina la estaba empujando a moverse a abrir los ojos.
A pesar de que ella no quería hacerlo, simplemente quería que todo esto acabara, quería despertar. Pues ya había sufrido lo suficiente y quería dejar de hacerlo, fuera lo que fuera que estuviera ocurriendo, ella quería permanecer al margen de todo esto.
- Je, je, je, no los dejare escapar insectos.
Aseguro Freezer con una sonrisa siniestra en su rostro, mientras apuntaba a sus siguientes victimas con su dedo, listo para asesinarlos en el acto. Pues esas miserables cucarachas solo merecían conocer el verdadero terror por enfrentarse al emperador del universo.
Pero antes de poder liquidar a esas sabandijas que incluso tuvieron el descaro de lastimar su cuerpo. Apareció frente a él, sorprendiéndolo de sobremanera, pues la velocidad con la que apareció fue tal que supero incluso sus propios sentidos.
Frente al emperador del universo, apareció Irisviel von Einzbern, su gi de la Escuela de la Tortuga se encontraba realmente dañada, tanto que la parte superior ahora estaba completamente destruida, solo dejando su playera azul.
Su mirada anteriormente seria y enfocada, ahora se encontraba completamente molesta, fría y realmente furiosa, hecho que solo era más resaltable ahora que sus ojos rojos cambiaron a un azul turquesa. Uno de los cambios que sufrió tras ver morir a Krilin frente a sus propios ojos, su mejor amigo, de la forma más cruel que pudo haber imaginado.
Y ahora, ese miserable, tenía el descaro de intentar asesinar a su pequeño hijo Gohan. No iba a permitírselo, ese infeliz iba a pagar por todo lo que había hecho y era ella misma quien se encargaría de hacerlo.
Levantando su mano derecha, Irisviel tomo la mano de Freezer y la sujeto con firmeza, para inmediatamente comenzar a aplastar su mano.
- ¡Agh! – se quejó Freezer, siendo sacado de su sorpresa debió al dolor de su mano.
- Mas vale que te calmes. Maldito asesino – siseo Irisviel afilando aún más su mirada, formando una mueca de odio en su rostro, mientras apretaba aún más la mano de ese infeliz.
- ¡AHHHHHHA! – grito Freezer de dolor, pues esa maldita mujer le estaba pulverizando su mano.
- Mataste cruelmente a personas inocentes, una tras otra.
Intentando apartarse, Freezer descubrió que no importaba cuanta fuerza ejerciera, simplemente le era imposible soltarse y alejarse de esa asquerosa simia. Incluso sus pies se enterraron en la roca sobre la que estaba parado, obteniendo el mismo resultado. Inclusive fue forzado a arrodillarse en el momento que la peliblanca bajo la mano con la que lo sujetaba.
- Te atreviste... a matar a Krilin – el odio en Irisviel era tal que se podía sentir en sus palabras.
Freezer sujeto con su mano libre su otra muñeca e intento ejercer fuerza para jalar su brazo y poder liberarse. Y una vez más, sus esfuerzos fueron en vano, cansado de la situación en la que se encontraba, libero gran parte de su poder, formando una cúpula de energía purpura que envolvió a ambos, pero sin que nada cambiara.
Hasta que finalmente, Irisviel abrió su mano, liberando a su enemigo, quien de inmediato dio un salto hacia atrás, tomando su distancia. Pero solo porque ella quiso, no porque se viera forzada a hacerlo.
- Pero... ¿Por qué ahora tienes tanta fuerza? – murmuro, sujetando su mano adolorida – no puede ser... acaso tu eres... - tartamudeo, no queriendo creer que aquella transformación de esa mujer fuera aquello a lo que siempre intento le había temido.
Incrédulo de lo que sus ojos le mostraban, la mirada del emperador del universo paso del escepticismo a la rabia total, ya que no estaba dispuesto a permitir que alguien creyera que estaba por encima de él.
Todo mientras que Irisviel seguía impasible en su lugar. Sin realizar ningún movimiento, simplemente teniendo su mirada fija en su enemigo.
- Yo estoy... Yo estoy... - murmuro Irisviel, soltando algo de su rabia en sus palabras, mientras cerraba sus puños con fuerza y sus músculos comenzaban a ensancharse y un aura dorada comenzaba a rodearla – Yo... ¡YO ESTOY FURIOSA! ¡FREEZER!
Y con ese estallido de ira pura, Irisviel salió volando a toda velocidad contra Freezer, tanto que el suelo bajo sus pies se volvió añicos. Y en menos de un segundo, ya estaba frente a su enemigo a quien le conecto un poderoso puñetazo derecho en su rostro, mandándolo a volar hacia atrás sin que pudiera hacer nada para impedirlo.
Sin tiempo que perder, la peliblanca aterrizo en el suelo solo para saltar hacia los cielos en dirección de su enemigo. Y en cuanto lo alcanzo, lo sujeto de un brazo y una pierna, para inmediatamente después golpearlo en su espalda con su rodilla.
Causando un enorme dolor en freezer quien no pudo evitar gritar de dolor, solo para ser silenciado cuando Irisviel lo soltó y levanto sus brazos para golpearlo con un golpe de mazo. Mandándolo a estrellar contra una de las islas que aún no había sido destruida. Ocasionando un poderoso estruendo que genero una gigantesca cúpula de polvo, producto del choque.
Flotando en los cielos, Irisviel solo contemplo impasible el lugar del impacto, lista a que su enemigo emergiera de las profundidades para reanudar su pelea. Y cuando el polvo finalmente se asentó, una explosión se hizo presente, mandando a volar los escombros hacia todas direcciones.
Y fue en ese momento, que despertó.
Los ojos azul turquesa de Irisviel fueron bañados por los finos rayos del sol, levantándose abruptamente, parpadeo un par de veces hasta que su vista se aclaró, escaneo apresuradamente toda la habitación con sus ojos que lentamente comenzaron a regresar a su color natural.
Un gran alivio se apodero de su cuerpo al descubriendo que finalmente se encontraba en su propia habitación y ya no en esa macabro y aterrador lugar donde solo existía la oscuridad.
- ¿Qué fue eso? ¿Por qué fue tan diferente de la última vez?
Murmuro para sí misma, mientras sujetaba su cabeza que aún le dolía un poco, intentando ignorar el dolor fantasma que aún le recorría cada rincón de su cuerpo. Desecho cualquier idea de intentar asimilar lo ocurrido, ya que lo último que quería era recordar semejante tortura.
- ¿Goku siempre ha soportado todo este dolor? – se cuestiona, no creyendo que alguien fuera capaz de seguir luchando cuando ha pasado por algo semejante.
Dirigiéndose al borde de la cama, Irisviel aparto las sábanas, lista para cambiarse e intentar olvidar lo ocurrido. Solo para que en el momento que puso un pie fuera de la cama e intentara ponerse de pie, cayera al suelo bruscamente.
Desconcertada por lo que acaba de ocurrir, intento ponerse de pie, solo para descubrir que su cuerpo estaba temblando ante el intento de poder levantarse del suelo, pero le fue completamente imposible, descubriendo que su cuerpo ya no tenía las fuerzas necesarias ni para poder levantarse.
- No... ¿Por qué ahora? ¿Por qué está pasándome esto tan rápido? – sollozo, sintiéndose completamente impotente.
Tirada en el suelo, sin posibilidades de levantarse, por primera vez en su vida, se sintió completamente inútil. Ya que ahora ya no era capaz de siquiera levantarse, era un sentimiento abrumador y sumamente sofocante. Concentrándose, comenzó a desactivar uno a uno, varias de sus sentidos, tales como el tacto y el olor, así mismo sus terminaciones de dolor, entre otros, intentando disminuir en su cuerpo el consumo de Mana y así lograr moverse.
Cosa que funciono a medias, pues ahora sentía como su cuerpo le respondía con una mayor eficiencia, pero no la suficiente como para poder moverse. Aunque fue sacada de sus pensamientos cuando escucho como la puerta de su habitación se abría de golpe.
- ¡Irisviel, ¿Qué ocurrió?
Goku se apresuró hacia su amiga al verla tendida en el suelo para poder ayudarla. Hace unos momentos, se había levantado, solo para sentir como la energía de su amiga había descendido de una forma muy drástica. Pero no solo su Ki había disminuido, sino también su Mana, aunque este aún estaba ligeramente más elevado que su Ki.
Cuando tomo a su amiga entre sus brazos y la ayudo a levantarse, sintió algo. Dentro de Irisviel emanaban dos diferentes firmas de Mana, una era la propia, ya que era idéntica a su Ki, pero la otra firma de Mana parecía tener propiedades aún más fuertes. Era una energía que se mantenía por si sola y de alguna manera, se estaba mezclando con el Mana de su amiga.
- Estoy bien, muchas gracias por venir, Goku. Es solo que fui muy torpe al levantarme – comento con una sonrisa cansada, poniéndose de pie finalmente, gracias a la ayuda del pelinegro.
- ¿Estás segura de eso? – cuestiono apartándose de su amiga, solo para ver como esta se tambaleaba un poco para casi de inmediato ponerse firme – estas muy débil, tu Ki ha disminuido mucho desde ayer.
- ¿En serio? No lo había notado – dijo, desviando la mirada, no queriendo causarle problemas al pelinegro – tal vez solo tengas esa impresión por verme tirada en el suelo, pero te aseguro, que solo fue un torpe accidente – agrego, forzando una sonrisa.
- Irisviel, por favor, dime que te está ocurriendo – insistió, mirando fijamente a su amiga con una seriedad poco frecuente en él – no quería comentarlo, pero desde que te vi por primera vez, tu Ki a estado disminuyendo considerablemente. Pensé que no ocurría nada porque tu Mana se ha mantenido estable, pero ahora hasta esa energía en ti ha disminuido casi tanto como tu Ki.
- Así que... tan mal estoy, ¿Eh? – susurro con una sonrisa triste en su rostro – lamento mucho intentar ocultártelo Goku, en especial con toda la ayuda que nos has brindado. Aunque con tu habilidad de poder sentir las energías de otros, debí de imaginar que no podría ocultártelo por mucho tiempo.
- ¿Ocultármelo? – repitió confundido por la actitud de su amiga – Irisviel, tú sabes lo que te está ocurriendo, ¿verdad?
- Si, la razón por la cual estoy tan débil es por un defecto estructural originado durante la creación de mi cuerpo, como Homúnculo. Podría decirse que lo que me está ocurriendo es algo completamente normal en mí – explico tristemente.
- ¿Ahora que lo mencionas? Eh escuchado que tú misma te llamas Homúnculo y también esa mujer llamada Maiya te llama así, pero ¿podrías decirme que es? – pregunto confundido por ese término, pues en aquellas ocasiones simplemente lo dejo de lado.
- ¿No lo sabes? ¿y todo este tiempo que pensabas que significaba? – cuestiono con una ceja levantada.
- Para serte honesto, pensé que era alguna clase de apodo o algo que tenía que ver con tu cabello blanco – rio un poco avergonzado mientras se rascaba la nuca con incomodidad.
- Bueno, un Homúnculo es un humano artificial, creado a través de alquimia. Creada con el único propósito de servir a la familia Einzbern para obtener el Santo Grial – aclaro a medias, no queriendo contar de su verdadera naturaleza.
Irisviel sabía perfectamente que solo le traería problemas a Goku si lo ponía al tanto de su estado como contenedor del Santo Grial, él intentaría ayudarla, al igual que Saber si lo descubría. Y lo último que quería era desviar la atención de los demás hacia una ruta sin salida, cuando todos tenían cosas más importantes en que pensar.
Aún estaba procesando el hecho de que Goku fuera alguien tan impresionante, cuyo nivel era lo suficientemente gigantesco como para poder destruir incluso el planeta. Ese pensamiento era incluso ridículo, pero sabía que era cierto, pues presencio tal evento de primera mano, literalmente lo entendió a base de golpes.
Y lo más impresionante, era que con todo ese poder, era alguien realmente asombroso. Pero no por su poder, sino por el hecho de que era capaz de arriesgar su propia vida por los más débiles, de seguir a delante sin importar que tan difícil fuera la situación. De ser tan humilde, cuando tenía el poder de conquistarlo todo.
Muchos, podrían sentirse abrumados e incluso asustados de conocer a una persona como Goku, pero para Irisviel era un verdadero honor ser amiga de alguien como él. Le alegraba desde el fondo del corazón saber que había alguien tan puro de corazón.
- Entonces, ¿tú tampoco eres humana? – pregunto incrédulo de que su amiga fuera algo parecido a él.
- No, no lo soy. Los Homúnculos nos caracterizamos por nuestro cabello blanco y ojos rojizos. Y aunque no lo parezca, yo solo tengo nueve años. Fui creada con este cuerpo desde mi nacimiento, pero aun así, desde mi primer día de vida, era capaz de comprender todo lo que me rodeaba ya que contaba con todo el conocimiento necesario del mundo – explico con tranquilidad, esperando no confundir al pelinegro – por eso poseo Circuitos Mágicos tan superiores a cualquier mago de forma natural.
- ¿Circuitos Mágicos? – repitió, no comprendiendo a lo que se refería con eso.
- Es como una red nerviosa que se extiende por todo mi cuerpo – explico, levantando su brazo izquierdo, donde concentro sus fuerzas al máximo para que se notara como sobre su piel comenzaron a brillar Circuitos azules – esto es por lo que fui creada, un mago entre más Circuitos Mágicos más poderoso es, estos circuitos se pueden desarrollar con el tiempo y entrenamiento, aunque también es algo que depende de la herencia – agrego, bajando su brazo y soltando un suspiro cansado – Sin embargo, al ser una humana artificial, se me creo con un numero asombroso de Circuitos Mágicos, tanto que puedo superar a un mago con años de experiencia y práctica.
- Eso es increíble, nunca me hubiera imaginado que algo como eso era posible – murmuro, realmente impactado por lo que acababa de escuchar.
- Si, pudiera decirse que es algo increíble, y es por eso por lo que mí cuerpo posee Circuitos Mágicos superiores a los de un humano común y corriente. Ya que los Homúnculos somos creados para funcionar como escoltas mágicas, dada nuestra gran facilidad para usar hechizos. Mis Circuitos Mágicos transforman mi energía vital en Mana – explico – mejor dicho, transforman mi Ki en Mana.
Si bien Goku estaba comprendiendo parcialmente lo que Irisviel le estaba contando, ya que usaba demasiados términos que no los entendía del todo, estaba comprendiendo lo importante. Pero lo último, no solo lo comprende a la perfección, sino que también le da una respuesta al debilitamiento tan enorme de su amiga.
Donde sin tiempo que perder, comenzó a analizar a profundidad la energía de Irisviel. Su cuerpo emanaba una muy débil presencia de Ki, la cual constantemente se estaba moviendo a aquello que Irisviel le mostro y eran sus Circuitos Mágicos, donde estos a su vez, moldeaban el Ki en Mana.
Descubriendo rápidamente que este era el problema. Esos Circuitos Mágicos no estaban permitiendo que el Ki de Irisviel se repusiera adecuadamente, mientras que la energía que se volvía Mana, solo se estaba acumulando en pequeñas cantidades, mientras la mayor parte era liberando al exterior. En otras palabras, esos Circuitos solo estaban arrasando con el Ki de la peliblanca sin ningún control o propósito.
En especial aquellos que se encontraban en su vientre, pues eran de una naturaleza diferente. Era como si no perteneciera al cuerpo de Irisviel, de hecho esa energía se parecía demasiado a la que Saber empleaba cuando usaba su espada.
- Irisviel, tus Circuitos Mágicos, te están matando – afirmo completamente serio – en especial aquellos que están en tu vientre.
- ¿Có... cómo? Goku, no entiendo lo que me estás diciendo, ¿Cómo es que mis Circuitos Mágicos me están matando? – cuestiono algo escéptica y también algo incrédula por lo que se le estaba diciendo.
- Tú Ki está siendo absorbido constantemente para volverlo Mana, y tú cuerpo solo almacena una parte de esa energía mientras lo demás lo desecha – comento intentando ponerlo simple – y en tu vientre hay una energía que no es tuya, pero potencia tus Circuitos Mágicos a seguir absorbiendo más tu Ki, y eso no te permite recuperarte. No sé qué sea lo que está dentro de ti, pero debemos quitártelo. Tal vez eso te ayude a mejorar, deberíamos de llamar a Saber.
- Es... espera, espera – tartamudeo, apenas procesando todo lo que el pelinegro le estaba escuchando – ¿Qué tiene que ver Saber con todo esto?
- La energía que está en tu vientre, es prácticamente idéntica a la energía que emana la espada de Saber – aclaro – tal vez ella sepa lo que te está ocurriendo.
- Avalon – murmuro casi como un instinto.
Era cierto, por un segundo había olvidado que en su interior estaba resguardada la funda sagrada de Excalibur. La cual se decía tenía la capacidad de sanar cualquier herida. Pero en caso de ser eso cierto, ¿Por qué el pelinegro afirmaba que era los mismos Circuitos Mágicos de Avalon los que estaban aumentando el deterioro de su cuerpo?
Tal vez esa era la respuesta, su cuerpo se estaba deteriorando entre más avanzaba el tiempo al ser la contenedora del Santo Grial, y al tener a Avalon en su cuerpo, este intentaba curar su cuerpo, al mismo tiempo que potenciaba sus Circuitos Mágicos y así poder reparar el daño. En consecuencia, sus circuitos drenarían aún más rápido su Ki.
Irónicamente que la estaba sanando, era lo que la estaba asesinando. Su conclusión fue rápida y posiblemente acertada, una de las ventajas de nacer con la cristalización de la sabiduría de los Einzbern acumulada a lo largo de milenios, supuso. Podría ser incluso torpe en muchos aspectos, pero cuando se trataba de la comprensión de su propio cuerpo como Homúnculo y los fallos y reparaciones de este, era más hábil que cualquiera.
Esa comprensión no trajo otra cosa a su ser más que desesperanza, ya que de una o de otra manera terminaría muriendo más rápido de lo que tenía pensado. Si Avalon seguía en su cuerpo su Ki seria drenado a una velocidad inhumanamente rápida, tanto que ya no podría ni ponerse en pie aun si desactivara todos sus sentidos.
Pero si lo retiraba justo ahora, con el daño que ya había causado, su cuerpo terminaría por resentir todo el peso del daño que ya tenía y Avalon no estaba curando constantemente. En otras palabras, hiciera lo que hiciera, su destino estaba sellado.
- Irisviel, estas muy pálida, ¿Qué es un Avalon? – pregunto al ver que su amiga se quedó callada por mucho tiempo, pensando que aquello era algo malo.
- Es una funda de espada, la espada de Saber – respondió intentando recuperar la calma – es lo que Kiritsugu utilizo como catalizador para invocarla. Es un artefacto mágico que pude fusionar en mi cuerpo.
- Entonces ella debe saber cómo ayudarte, ¿cierto? – aseguro con una sonrisa enorme.
- No – dijo secamente, confundiendo al pelinegro – por favor Goku, no se lo digas. Ella no sabe que tengo a Avalon, Kiritsugu me lo dio para permanecer segura, ya que esta funda tiene la capacidad de curar cualquier herida, pero él no quiere que lo descubra ya que puede quererlo para ella y si él llegara a necesitarla, teme que Saber se niegue a entregarle la funda. Es su as bajo la manga en caso de que tenga que luchar contra un mago poderoso.
- Pero no podemos dejarte así, esa cosa te está poniendo en peligro. Debemos hacer algo – aseguro, no aceptando del todo la idea de su amiga.
- Agradezco tu preocupación, pero estaré bien, con algo de descanso y con ayuda de un Circulo Mágico me pondré mejor. Esto es algo común para una Homúnculo y no hay mucho que se pueda hacer – dijo desanimadamente, forzando una vez más su sonrisa.
- Irisviel, no puedo quedarme con los brazos cruzados, estoy seguro de que debe haber algo que pueda hacer para ayudarte, estoy seguro de que si lo intentamos algo se nos ocurrirá y podremos curarte – insistió con una sonrisa convencida en su rostro.
- Muy bien, te prometo intentar buscar una solución – mintió, sabiendo que no se rendiría, no quería mentirle, pero era la única forma para que dejara el tema – pero prométeme que no le dirás nada de con respecto a Avalon a Saber.
- No me siento bien con mentirle a Saber – murmuro algo incomodo, para casi de inmediato poner una enorme sonrisa – pero si con eso prometes buscar una forma en la cual curarte, está bien.
- Muchas gracias por comprenderme, es bueno saber que aun sigues siendo tan amable como siempre – comento, sonriendo feliz por el hecho de que aceptara.
- ¿Qué quieres decir con eso? – cuestiono, viéndola con honesta confusión.
- Lo que pasa... es que volví a ver tus recuerdos – murmuro intentando ignorar el miedo de solo recordar el dolor – vi tú lucha contra Vegeta, en verdad eres alguien realmente impresionante.
- Hehe, ¿en serio lo crees? La verdad sí que fue una de las batallas más difíciles que eh tenido, y una que no pude ganar – murmuro algo incomodo, ya que dependiendo de cuanto hubiera visto, se daría cuenta que no es ese tal rey mono del que todos hablan – ¿Qué más viste?
- Yo... yo vi... - intento decir, pero simplemente nada salió de su boca.
Entre más intentaba recordar, más parecía estar olvidando algo. Tenía este sentimiento de haber soñado más, pero eso era todo, sentía que algo faltaba. Como si un fragmento en específico de lo que aconteció, le hubiera sido arrebatado de la mente.
- No, solo vi tu lucha hasta que Vegeta se fue en esa nave tan extraña – aseguro, dejando de intentar de indagar en su mente – Goku, las historias del rey mono hablan de un pasado en la lejano, pero tú no vienes del pasado, ¿cierto?
- Hehe, no realmente – respondió desviando la mirada – lo siento mucho, pero no puedo decirte más.
Siendo honesto consigo mismo, Goku no se sienta realmente cómodo con hablar de su mundo. Aún estaba procesando el hecho de que este lugar ahora era su mundo, su nuevo hogar. Hablar de donde venia solo le recordaba lo que ya había perdido.
Le era más fácil evadir el tema de su situación actual y concentrarse en las luchas que estaban por venir que de simplemente hablar de sus problemas. Pero sabía que eventualmente tendría que hacerlo, ya que una vez que esta guerra terminara, tendría que comenzar de nuevo, completamente solo.
- Es solo que realmente no quiero hacerlo. No ahora – agrego, intentando no sonar grosero.
- Esta bien si no quieres decirme, ya estoy pidiéndote mucho con que le guardes un secreto a Saber – aseguro con una sonrisa sincera – pero hay algo que si me gustaría preguntarte, Goku, ¿crees que hiciste lo correcto? ¿crees que estuvo bien dejar vivir a Vegeta aun con lo que hizo?
- No estoy seguro si habra sido lo correcto, lo deje vivir por un capricho, porque quería volver a enfrentarme a él. Solo sé que si no hubiera sido por la futura ayuda de Vegeta, mi hijo y amigos hubieran muerto, cuando se enfrentaron a oponentes más fuertes, mientras yo llegaba en su ayuda – respondió con completa seguridad – Irisviel, yo no me considero un héroe o algo por el estilo, solo sé que si es completamente necesario para salvar a mis amigos, tengo que acabar con la vida de mis enemigos.
- Pero nada te garantiza que si los perdonas, ellos no te apuñalaran por la espalda – aseguro, teniendo bien presente las palabras de su esposo.
- Pero tampoco nada me garantiza que si lo hagan – contrataco con simpleza mientras ensanchaba su sonrisa, dejando a su amiga completamente sin palabras – yo le perdone la vida a un sujeto llamado Piccolo, solo porque quería volver a pelear con en un futuro. Pero al final, se terminó convirtiendo en alguien que no solo salvo la vida de mi hijo, sino también en alguien en quien realmente pude confiar en el campo de batalla.
Una sonrisa se formó al escuchar esas palabras, era algo impresionante que hubiera alguien con tal nobleza en su corazón. Ella misma había creído en las palabras de Raditz cuando contemplo el recuerdo de Goku.
Creyendo que realmente podría confiar en sus palabras, pero tampoco pensaba que darles una segunda oportunidad a todos fuera algo que debería de hacerse. Ya que había personas de quienes nunca debía fiarse.
Era un extraño sentimiento, pues era algo que le ocurría con respecto a la filosofía de Kiritsugu. Lo apoyaba firmemente, de eso no había duda. El problema radicaba en que ella no pudo seguir o comprender completamente sus ideales. Simplemente quería recorrer el mismo camino junto con la persona que amaba, decidiendo comportarse como una mujer que moriría por ese mismo ideal en lugar de solo una mujer que moriría por su marido.
- Una última cosa Goku, podrías ayudarme a vestirme – pidió algo avergonzada – aún estoy muy débil y no puedo sujetar nada, así que si pudieras solo pasarme mi ropa, te lo agradecería mucho.
- Oh, si claro, no pasa nada – aseguro no viendo ningún problema.
Caminando por los pasillos del castillo, Saber mantenía un paso acelerado mientras recorría todos los pasillos, buscando algo. Oh más específicamente a alguien.
Toda la noche estuvo repasando una y otra vez elcómo era posible que ella misma estuviera correspondiendo el abrazo de Goku. Yaún más inquietante, haberse permitido dejarse llevar por sus emociones ycomenzar a llorar en su pecho.
Tras haberse liberado de todo ese dolor que le estaba consumiendo, simplemente se separó del pelinegro, dio media vuelta y se fue. Ni siquiera pudo mirarlo a los ojos, una vez que se liberó de su abrazo, ya que un nuevo sentimiento se había apoderado de ella, pero no podía decir con certeza de que se trataba.
Era algo cercano a la incomodidad y alegría, sin embargo, estaba consciente de que no era ninguna de esas dos o la mezcla de ambas. Simplemente era algo que le hacía sentirse incomoda al estar cerca del pelinegro y a la vez le transmitía un calor muy agradable.
En sus muchos años de vida, experimento muchas cosas, muchas emociones en el calor de la batalla y aunque toda su vida suprimió esas mismas emociones al mínimo, para poder seguir firme en su camino como rey, nada se comparaba a lo que experimento anoche.
Ni siquiera podía comenzar a elegir las palabras correctas para describir con precisión lo que había sentido. Solo estando segura de dos cosas. La primera, que cada vez que lograba desviar sus pensamientos de ese evento y volvía a recordarlo, su corazón comenzaba a latir con mucha fuerza. Por alguna razón, se sentía feliz al recordar ese evento, tanto que inconscientemente sus labios comenzaban a formar una sonrisa.
Y lo segundo, era que tenía que encontrar a Goku para agradecerle por su amable gesto. Ya que haberlo dejado en el patio sin darle una explicación fue un acto bastante grosero de su parte. Y como rey y caballero, debía reponer su falta.
Aquello era lo que se decía a sí misma, pero, justo como ocurrió cuando el pelinegro estaba por acabar con Caster, al sucumbir a su ira. Ella no quería arreglar las cosas por su título como rey o caballero, quería hacerlo por sí misma. Solo siendo ella misma, Arturia Pendragon.
Tal pensamiento coloco una sonrisa en su rostro, ya que aunque siempre estuvo orgullosa de quien era, su nombre, su persona, siempre era eclipsado por su título como rey de los caballeros. Siendo Son Goku quien estaba más impresionado por quien era ella misma que por lo que ella se suponía que era.
Su caminar se vio interrumpido cuando frente a ella sale Irisviel de su habitación, vistiendo sus clásicas ropas más su abrigo blanco y sin su gorro. Que para ojos de Saber, parecía bastante cansada, aunque no podía decir con certeza la razón.
- Buenos días, Irisviel – saludo cortésmente, caminando hasta estar a su lado.
- Oh buenos días, Saber – dijo con una sonrisa alegre – es bueno verte, si no supiera que no duermes, diría que tuviste un sueño bastante relajante – aseguro al ver como la rubia transmitía un aura de tranquilidad además de que ya no parecía estar tan tensa.
- ¿Por qué lo dices? – pregunto, no comprendiendo a lo que se refería.
- Hehe, olvídalo, son solo cosas mías – negó con la cabeza con una sonrisa divertida que paso a volverse una picara – pero dime, Saber, ayer tú y Goku parecían toda una pareja romántica, fue muy lindo todo lo que te digo, pero yo me fui antes de saber en que acabo, por favor cuéntamelo con detalle.
- ¿Pareja romántica? – repitió con incredulidad, no pudiendo evitar sonrojarse por lo que su amiga estaba implicando – Irisviel no juegues cosas de ese aspecto, no pasó nada. Estas mal interpretando las cosas – aseguro, ligeramente molesta.
- Oh vamos, no tienes por qué ocultarme nada, su secreto está a salvo conmigo – insistió no queriendo perder esta oportunidad, pues esos dos en verdad que hacían una linda pareja – lo que es más, estoy segura de que lo estabas buscando hace unos momentos.
- Bueno... si, pero – murmuro, no entendiendo como es que las bromas de su amiga la estaban avergonzando tanto – eso no prueba nada, el solo es un amigo, y solo quería agradecerle por sus palabras de anoche.
- Bueno, él se acaba de ir hace unos momentos, tal vez fue al lago – comento con un dedo en su mejilla de forma meditativa, para casi de inmediato remplazarla con una sonrisa algo perversa – sabes, si lo buscas ahora, tal vez lo encuentres y con algo de suerte, tal vez puedas ver "Algo" que te guste – informo de forma un tanto sugestiva.
- Irisviel, me da la impresión de que me estas queriendo decir algo con esa forma de hablar, pero no te entiendo – declaro no pudiendo seguirle el paso a su amiga.
- Ya sabes, él se estará bañando, solo, en el lago, y con "Algo", me refiero a, bueno tú sabes – intento explicar, moviendo sus manos a su parte inferior del cuerpo, solo para que su mirada se volviera en una de incredulidad cuando la rubia solo seguía de pie, mirándola para que aclarara las cosas – "Quien lo diría, la legendaria Rey de Bretaña es casi o más ingenua e inocente que Goku" – pensó con una gota de sudor recorriéndole la nuca.
- Lo lamento Irisviel, pero realmente no te entiendo – aclaro, sintiéndose realmente confundida.
- Bueno olvídalo, realmente no importa, pero dime, Saber, ¿no crees que Goku pueda estar enamorado de ti? – pregunto, siendo un poco más directa, cosa que tomó por sorpresa a su amiga – él siempre ha sido muy atento contigo, y ambos parecen disfrutar mucho de la compañía del otro.
- ¿Cuántas veces tengo que decírtelo, Irisviel? Estas mal interpretando las cosas, la relación de Legend y mía, se enfoca completamente en ganar esta Guerra con el mínimo de víctimas inocentes – declaro, intentando contener su enojo ante la idea tan ridícula – es imposible que Legend se fije en alguien como yo de esa manera.
- ¿Estás segura de eso? – pregunto en un tono burlón.
- Si, lo estoy, ahora si me disculpas, seguiré buscando a Legend – sentencio, comenzando a caminar, dejando a su amiga detrás.
- Es curioso, porque cuando le pregunte a Goku sobre ti, me dijo que pensaba que eras una chica muy bonita – comento con tranquilidad en su lugar, observando como la rubia se paraba en seco – y que incluso te veías más bonita cuando llevabas puesta tu armadura.
Un escalofrío recorrió todo el cuerpo de Arturia al escuchar las palabras de Irisviel. Por alguna razón escuchar esas palabras la hicieron sentir feliz. De un momento a otro, su rostro comenzó a sonrojarse, no pudiendo evitar a comenzar a sentirse muy nerviosa.
- ¿Él en verdad dijo eso? – murmuro, no sabiendo si creer lo que escucho.
- Te aseguro que lo dijo, yo nunca mentiría con algo como esto – dijo con honestidad, comenzando a tomar las cosas con un poco más de calma.
- Pero... pero eso es imposible – susurro, dando media vuelta y mirando a su amiga, revelando su rostro sonrojado a la vez que nervioso y temeroso – yo no soy una mujer elegante como tú, que posees un cuerpo más atractivo. En cambio mi cuerpo está lleno de músculos, no soy alguien delicada y mucho menos tan dulce como tú. Es imposible que alguien como Goku se sienta atraído hacia alguien que es tan poco femenina.
- Es cierto, tú no eres en nada parecida a mí, ya que es cierto, yo soy mucho más femenina que tú en todo aspecto – comento, comenzando a caminar hacia su amiga solo para pararse frente a ella y darle una gran sonrisa cariñosa – pero sabes, si de algo estoy segura, es que a Goku no le gustan ese tipo de mujeres frágiles y de carácter cien por ciento cariñoso. Estoy segura de que a él le gustan las mujeres fuertes, que saben defenderse por ellas mismas y que poseen un gran e indomable espíritu. Una mujer como tú, Arturia.
- No... te equivocas... él debe estar acostumbrado a estar rodeado de mujeres atractivas... nada parecido a mi... que solo viven para complacer sus necesidades – justifico, no comprendiendo porque le dolía el corazón cuando esas palabras salieron de sus labios.
- ¿Estamos hablando del mismo Goku? – cuestiono con una pequeña sonrisa comprensiva – dime, ¿en verdad crees lo que dijiste? ¿o es lo que quieres creer para no aceptar tus propios sentimientos hacia él?
- Yo... no... eso no es lo que yo... – tartamudeo, su respiración comenzando a volverse acelerada por el nerviosismo – es imposible, yo soy un Rey. No puedes creer que alguien que tiene un destino para con su patria puede llegar a olvidar su deber solo por tales sentimientos – se quejó con molestia – Yo soy un Rey, no una damisela enamorada como en uno de esos tontos cuentos de hadas.
- Yo nunca te rebajaría de esa manera – aseguro, poniéndose seria – yo no digo que aceptes lo que sientes por Goku porque sin eso no eres nada. Solo digo que negarte ferozmente a aceptar ese sentimiento te genera más daño que bien.
- Irisviel, sabes muy bien cuál es mi posición con respecto a los sentimientos. Yo no pienso sacrificar todo por lo que eh luchado solo por un sentimiento como ese – declaro firmemente, su molestia aun fuertemente presente.
- Yo no estoy diciendo eso – negó tristemente con la cabeza al ver la actitud de su amiga – el poder amar como mujer no significa sacrificar todo lo que eres, tus objetivos o tus sueños para hacer feliz a alguien más.
- ¿Amor? – susurro, su molestia siendo remplazada por el asombro.
- Amar a alguien no es una necesidad, ni tampoco un sacrificio. Solo es un sentimiento que nace genuinamente entre dos personas que forman un vínculo de respeto mutuo. Algo que yo comparto con Kiritsugu y estoy segura de que tú compartes ese sentimiento con Goku – explico, con un brillo en su mirada que solo reflejaba su firme convicción ante sus palabras.
Amor, ese era un sentimiento que Arturia nunca llego a conocer en vida. Ya era lo suficientemente malo tener que ocultar de su patria el hecho de que su Rey era una mujer. Ya que así como nunca se permitió dejar que sus emociones nublaran su juicio y rigieran su vida.
Jamás se permitió a si misma amar a nadie, ya que incluso su matrimonio solo fue por la obligación de tener una esposa. Todo para que su reino no cayera en una situación peligrosa. Era incluso irónico, cuando vivía jamás se permitió a si misma experimentar el amor así como otras emociones y ahora, siendo una Sirviente, estuviera descubriendo y experimentando todo aquello de lo que alguna vez estuvo renuente.
Aunque ese hecho le recordó que por más que estuviera experimentando cosas nuevas, cosas de las cuales genuinamente estaba disfrutando, todo esto solo era algo temporal. Simplemente no duraría.
- Lo siento, Irisviel, pero lo que dices es imposible, yo soy un Rey, mi debes es primero y para siempre para con mi nación. Además, recuerda que nosotros solo vivimos en este mundo hasta que el Santo Grial sea nuestro, una vez que esta guerra concluya, nosotros... ya no esteremos aquí... no podríamos estar... - se detuvo, no comprendiendo porque decir esas palabras le era tan difícil.
Dando un paso hacia atrás, Irisviel observo la mirada triste de la rubia y decidió no seguir con el tema, pues lo que empezó como solo una broma y luego un pequeño empuje para que su amiga admitiera sus sentimientos hacia el pelinegro, termino por volverse un tema muy delicado que parecía generarle mucho dolor a su amiga.
Soltando un suspiro, decidió no seguir con el asunto, ya que no quería forzarla. Pero definitivamente no se rendiría, así como Saber estaba ayudando a Kiritsugu a conseguir el Santo Grial. Ella ayudaría a Saber a aceptar sus sentimientos como algo bueno a la vez que haría todo en su poder para que experimentara la dicha de poder expresar y aceptar esos sentimientos.
Ante lo cual, sonrió una vez más y dio media vuelta, comienzo a alejarse de su amiga, solo para detenerse a unos metros y girar para mirarla por encima de su hombro con una sonrisa cariñosa.
- Sabes, no tiene nada de malo en ir en contra del destino que otros trazaron para ti. Mi destino era ser una marioneta al fiel servicio de los Einzbern y en cambio, eh conocido la dicha de amar y ser amada, de compartir mi vida con alguien que siempre me ha visto por la mejor versión de mí y me ha aceptado aun con mis defectos – dijo con simpleza, notándose en su voz una dicha gigantesca – Si alguien como yo pudo elegir ser feliz, no veo porque tú no podrías.
Y con esas últimas palabras, Irisviel siguió su camino, dejando detrás a una completamente incrédula Arturia. Sus palabras la habían alcanzado, pero más allá de eso, por un segundo sintió que estaba hablando con Goku, ya que sus palabras le recordaron tanto a él.
- Él dijo algo parecido una vez, sobre ser algo egoísta de vez en cuando – murmuro para sí misma, ya no tan segura de sus propias palabras.
Llegando a la entrada principal, Irisviel salió y se dio cuenta de que Maiya recién había llegado en su auto. Donde la pelinegra no pudo ocultar su sorpresa al ver a la peliblanca justo en la entrada del gran castillo.
- Veo que llegas un poco antes Maiya-san – saludo Irisviel con una sonrisa amable.
- Si, solo quiero que todo esté listo para irnos en unas horas – comento Maiya en un tono neutro.
- Tú profesionalismo es realmente impresionante – elogio con una sonrisa que se desvaneció cuando noto algo incomoda a la mujer – ¿Ocurre algo, Maiya-san?
- Señora... yo... - intento decir, solo que le fue muy difícil hacerlo, en especial considerando su trato tan frio que le había estado dando a la mujer frente a ella – Yo quería darle las gracias. Usted salvo mi vida en el bosque, no sé si sabía que podía detener el ataque de Kirei Kotomine o solo lo hizo por inercia. Incluso sacrifico la oportunidad de asesinar a la mayor amenaza de Kiritsugu con tal ve salvarme una segunda vez.
- Maiya-san, no tienes nada que agradecer. Se que tu hubieras hecho lo mismo por mí y...
- Ese es el punto. Usted me salvo cuando no tenía que hacerlo – interrumpió un poco sobresalta, no pudiendo evitar sentirse mal consigo misma – pero yo solo la hubiera protegido por órdenes de Kiritsugu. Aun si él no me lo ordenara, la protegería, pero solo por el bien de Kiritsugu, no por un acto altruista como el suyo.
- Maiya-san... ¿Por qué me dices todo esto? – cuestión, notando como la pelinegra parecía estar sufriendo.
- Porque... Kiritsugu es todo lo que tengo. Él me salvo, el nombre "Maiya Hisau" fue el primer nombre que Kiritsugu utilizo para falsificar mi primer pasaporte. Ya que yo no recuerdo ni mi nombre o mi familia – comento, apretando los puños con fuerza – aun cuando usted sabía que yo solo la protegía por órdenes, me salvo. Y no logro entender porque lo hizo.
- Lo hice porque tú también eres alguien valiosa para Kiritsugu – comento con nada más que comprensión – pero sobre todo, porque no quería verte morir, no me importa si me has estado protegiendo solo por órdenes o por el bien de Kiritsugu. Lo único que me importa es que lo has hecho
- Señora, ser tan compresiva le podría traer problemas – comento asombrada ante lo que escucho.
- Oh tal vez no. Tal vez esta manera de actuar me pueda traer una amiga – propuso, feliz de poder estrechar lazos más fuertes con la pelinegra – me gustaría conocerte un poco más y quizás confiar plenamente la una en la otra.
- No estoy segura de que eso le pueda gustar. La humanidad dentro de mí está muerta. Solo soy un cuerpo que se mueve por inercia al aun recordar lo que se le fue enseñado, si supiera lo que fui no diría tales cosas – declaro con monotonía, no queriendo aceptar lo escuchado.
- Eso no es cierto, en verdad me encantaría conocerte. Y no veo ninguna razón para no ser amigas, a final de cuentas, si consideras que no tienes humanidad, ¿quién mejor para hablarlo que yo? Que ni siquiera soy humana – indico, sonriendo con diversión.
Intentando formar un solo contra argumento, Maiya descubrió que no tenía nada que decir. Y a pesar de sí misma, una pequeña pero genuina sonrisa se formó en sus labios. Se había estado sintiendo realmente inquieta de las razones por las cuales alguien como Irisviel salvaría a alguien como ella.
Hace muchos años que ella había aceptado la idea de solo ser un arma que Kiritsugu pudiera usar como mejor le conviniera. Alguien que no poseía humanidad, algo que comprende aquella mujer que no era una humana. Siendo una dualidad bastante curiosa si debía de admitir.
Flotando un poco sobre el suelo, Goku se encontraba en posición de loto, estando en un estado de meditación. Hace mucho que no lo hacía salvo para entrenamientos mentales, pero la conversación que tuvo con Irisviel lo había afectado un poco.
Y ahora mismo necesitaba encontrar la paz mental para poder afrontar su nueva situación, ya que desde que llego, solo había estado ignorando el hecho de que ya no estaba en su mundo. Concentrándose en sus luchas, pensando que esto solo se trataba de una nueva aventura y que al finalizar, todo regresaría a la normalidad. Donde podría ver a sus amigos una vez más.
No se había puesto a meditar adecuadamente el hecho de que ahora este lugar seria su nuevo hogar. Tendría que comenzar a buscar un lugar adecuado en las montañas, uno que estuviera rodeado de árboles, como siempre vivió, como le gustaba vivir. Cuando joven, vivió mucho tiempo solo y eso realmente nunca le afecto, solo que desde que conoció a Bulma, al Maestro Roshi a Krilin y a los demás, ya nunca más estuvo solo.
Sentía que comenzar todo de nuevo sería algo realmente duro. Tal vez debería ser más sincero con Irisviel con respecto a de donde provenía. Explicarle las razones por las cuales había llegado aquí, si iba a vivir en este mundo no le vendría mal fortalecer su amistad con Irisviel, incluso con Kiritsugu y su actitud molesta. Solo sería como convivir con otro Piccolo, y viendo que en este mundo solo los tenía a ellos, no quería ser grosero y seguir mintiéndoles.
Y luego estaba Saber, se sentía realmente mal al mentirle constantemente y decir que si era un rey o comparar sus actos como los de un rey. Si lo que tenía entendido era cierto, al ganar la guerra, ya nunca más volvería a ver a Saber, ya que su espíritu regresaría a cualquier lugar en donde los espíritus de este mundo fueran.
Si le decía la verdad o le mentía, sería algo realmente irrelevante, ya que ella no permanecería en este mundo una vez que haya cumplido su deseo. Pero no quería mentirle, quería decirle toda la verdad, ella era su amiga y en verdad disfrutaba de luchar a su lado. Ya que no solo era fuerte, sino que también poseía una pasión y voluntad impresionante. Ese fuego en su mirada le recordaba tanto a Milk, y a la vez le daba un toque único cuando se desenvolvía en batalla.
Sentía que entre más tiempo pasaba, peor sería su reacción cuando le contara la verdad. No sentía que ningún momento era el adecuado para revelarle la verdad.
Y no solo eso, también estaba el hecho de la encomienda que le habían dejado Gaia y Alaya. Esas dos esferas flotantes querían que salvara este nuevo mundo, el cual desconocía por completo y aún seguía sin comprender como exactamente era que debía salvarlo.
Eran demasiadas cosas que procesar al mismo tiempo que estaba comenzando a sentirse frustrado y abrumado. En su mundo jamás tuvo que lidiar con tantos problemas al mismo tiempo, todo era más simple cuando un problema aparecía cuando ya habían acabado con el anterior y no todos llegando al mismo tiempo.
Una ligera briza mezclada con Mana lo golpeo desde atrás haciéndolo salir de sus pensamientos. Y al abrir los ojos y ponerse de pie, giro hacia atrás y una sonrisa casi inmediata se formó en su rostro al ver a Saber acercase hacia él, vistiendo su armadura de batalla. Decidió que tal vez si comenzaba con pequeños pasos, resolviendo un problema a la vez, seria todo más fácil.
- ¡Hola Saber! – exclamo con una gran sonrisa – que bueno que llegas, ya estaba por ir a buscar algo de comer en el bosque.
- Es bueno escuchar eso, estaba comenzado a pensar que hoy no comeríamos – comento con una sonrisa, ya saboreando la deliciosa comida del pelinegro.
- Por cierto, Saber, ¿Por qué estas usando tu armadura y no tu traje? – pregunto con curiosidad.
- Por nada en particular, solo quería usarlo – respondió con rapidez con un sonrojo mientras desviaba la mirada – Ammm, Legend, yo quería darte las gracias – murmuro moviéndose algo incomoda en su lugar.
- ¿Por qué me darías las gracias? – pregunto ladeando la cabeza en confusión.
- Por lo que hiciste ayer. No quiero admitirlo, pero lo que dijo Rider, en verdad me afecto – respondió, no pudiendo ocultar su tristeza – una vez hubo un caballero que dejo Camelot, diciendo que el Rey Arturo no puede comprender los sentimientos de los sentimientos. Y puede que ese sea el sentimiento que compartían todos los que se sentaron en la Mesa Redonda. Nunca me eh cuestionado sobre mi reinado, ya que siempre me eh enorgullecido de la forma en la que seguía mi camino como rey. Pero... verte a ti, Archer y Rider, tan seguros de sus métodos, me hizo vacilar por un momento.
- Lamento si lo que dije te ofendió o te puso triste, esa no era mi intención. Pero todo lo que te dije ayer fue verdad – comento, intentando ser amable – estoy completamente seguro de que tú nunca tuviste la culpa de lo que le ocurrió a tu nación.
- ¿Cómo estas tan seguro de ello? – cuestiono, no comprendiendo de donde podía sacar tal optimismo sobre ella – por lo que eh hablado contigo, sé que no posees el conocimiento que un Sirviente debería de tener sobre todos los demás Sirvientes que posiblemente luchen por el Santo Grial, ¿Cómo puedes estar convencido de que no fue mi culpa si no sabes lo que ocurrió?
- Porque te conozco – respondió con una seguridad inquebrantable – estoy seguro de que dices la verdad cuando dices que diste lo mejor de ti para proteger tu nación. Porque cuando te veo luchar, sé que das lo mejor de ti para seguir adelante y no perder ante nadie. Para proteger todo aquello que amas.
- Es un verdadero honor recibir tales palabras de alguien como tú – agradeció, una sonrisa y un sonrojo formándose al escuchar tales palabras – pareciera que tú tienes más fe en mí que la que yo misma me tengo.
- Vamos, tampoco es para tanto, solo intenta olvidar todo eso de ser un Rey y se tú misma, y veras que las cosas son mucho más simples de lo que crees – aconsejo con una sonrisa amable – en ocasiones es mejor tomarse las cosas con calma. Yo siempre eh disfrutado de luchar con los más fuertes, pero disfrutar de la paz de vez en cuando no está nada mal.
- Cada vez que creo haberte comprendido, me vuelves a sorprender – aseguro, no pudiendo evitar sonreír por sus palabras.
- Bueno, ya que estas aquí, deberíamos ir a conseguir algo de comer. No muy lejos de aquí hay una manada de ciervos, si nos apresuramos podemos atrapar a los dos más grandes – sugerido con una gran sonrisa alegre, comenzando a caminar al bosque.
- Como tú digas... Go... Goku – murmuro intentando mantener su compostura.
- Espera, ¿Qué dijiste? – pregunto, girando tan rápido como pudo, mirando escéptico a su amiga por lo que acaba de escuchar.
- Te llame Goku, ese es tu nombre, no veo razón para que te sorprendas por algo tan simple – se quejó, no viendo razones por las cuales debería de exaltarse tanto.
- ¡Eso es genial! ¡Esta es la primera vez que me llamas por mi nombre – exclamo con una enorme sonrisa, que solo se ensancho aún más cuando comprendió lo que esto significaba – ¿eso quiere decir que al fin me dejaras llamarte por tu nombre?
- Si eso es lo que tú quieres – resoplo cruzándose de brazos – no tienes por qué hacer un alboroto por todo esto, deja de comportarte como un niño.
- ¡Muchas gracias, Arturia-chan! – grito de felicidad, para inmediatamente después saltar y darle un fuerte abrazo.
Siendo tomada por sorpresa, un fuerte rubor se apodero de las mejillas de Arturia. No estaba segura de lo que estaba ocurriendo o de porque Goku parecía tan feliz, pero esa felicidad era incluso contagiosa, ya que le gustaba los sentimientos que Goku despertaba en ella, le gustaba la forma en que era ella misma a su lado.
Pero sobre todo, le gustaba las nuevas formas en que podía ver las cosas a su alrededor, más simples, desde un ángulo mucho más humilde, que les daba una perspectiva única a las cosas. No estaba segura de que era lo que ella siente al estar con Goku o si Irisviel tenía razón. Y en realidad no le importaba en esos momentos, ya que lo único que quería era disfrutar de esos pequeños momentos que la hacían feliz.
- Bueno, ahora vayamos a buscar algo delicioso para comer – indico mientras rompía el abrazo regalándole una enorme sonrisa.
- Muy bien – exclamo, respondiendo a su sonrisa con una propia, igual de grande.
Iglesia de Fuyuki
Entrando en su oficina, Kirei no se sorprendió mucho esta vez al descubrir a Archer sentado en su sofá nuevamente, mientras bebía de su vino y usaba esas ropas que eran más adecuadas a la época.
- Veo que hoy también estas de buen humor, Archer – comento con monotonía a lo cual gano una sonrisa arrogante del Sirviente.
- Todavía no estoy seguro del valor real del Santo Grial, pero aunque sea un pedazo de chatarra no me importa. Aparecer en esta época y en esta guerra en específico, me ha sorprendido gratamente, ya que hay varias cosas que ocupan mi interés y son capaces de entretenerme.
Gilgamesh comento con tranquilidad, viendo un tablero de ajedrez que se encontraba en la mesa de centro frente a él, la cual poseía dieciséis piezas, donde la primera fila estaba representada por una figura distintiva de cada Clase de Sirviente y al frente figuras simples de humanos, representando a los Maestros. Mientras que en el centro del tablero se encontraba una figura que representaba al Santo Grial.
- Supongo que uno de esos intereses es Legend, ¿cierto? – comento Kirei mientras tomaba asiento detrás de su escritorio.
- ¿Y porque no habría de serlo? Ese Rey de las Bestias me sorprende cada vez más, hasta su Maestra ha logrado captar mi interés, su capacidad de adquirir el poder de Legend es algo asombroso – aclaro con arrogancia no pudiendo evitar una sonrisa en su rostro – Me divierte ver a alguien como Legend. Veras, yo prefiero la arrogancia, y hay dos clases de esta. Una cuando el recipiente es muy pequeño y cuando el deseo es muy grande – dijo, explicando su ejemplo con la copa y vino que tenía en sus manos – Lo normal es que el primero se derrame tontamente. Y el segundo es muy difícil de cumplir.
- ¿No son cosas disparatas? Eventualmente ya sea el deseo o el recipiente, uno de los dos siempre terminara por acabar cediendo y acabando con su portador – cuestiono no viendo la lógica en sus palabras.
- Dices eso porque eres solo un perro callejero y no un rey. Mira a Rider y Legend, uno tiene un deseo muy grande para un contenedor tan pequeño. Y el otro un deseo muy difícil de cumplir a pesar de su contenedor tan grande – explico sin perder su sonrisa, mientras comenzaba a servirse vino en su copa hasta quedar a la mitad – pero, si observas con atención, ambos son conscientes de estas limitaciones, comprendiéndolo completamente y obteniendo el mejor potencial de ambas arrogancias, es incluso algo realmente noble. Y observar eso no es aburrido, aunque por lo que veo, tú también estas de buen humor.
- Solo me siento aliviado. Finalmente me eh sacado un peso de encima – respondió sin mucho interés.
- ¿Qué les ocurrirá a tus Hechizos de Comando? – cuestiono.
- En teoría, regresaran al Santo Grial. Una vez que un Sirviente es eliminado, pero no su Maestro, este pierde sus Hechizos de Comando no utilizados. Solo para que en el caso de que un Sirviente pierda a su Maestro, el Santo Grial le dará esos Hechizos de Comando a un nuevo Maestro – explico con simpleza – donde al concluir la guerra los hechizos restantes se transferirán al observador imparcial.
- Si ese es el caso, ¿Es posible que aparezca un nuevo maestro? – pregunto, mientras tumbaba la pieza de ajedrez que asemejaba a Assassin.
- Exacto. Pero dado que el Santo Grial no reconoce a muchas personas para ser Maestros, les dará prioridad a aquellos que ya ha elegido previamente. Es por lo que la iglesia ofrece resguardo a los Maestros que han perdido a sus Sirvientes. En caso de que alguno quede libre un puesto de Maestro, ya que las posibilidades de que se les dé nuevamente los hechizos son muy altas.
- Y de acuerdo con ese razonamiento, es muy probable que te den otro juego de Hechizos de Comando, ¿cierto? – comento con diversión.
- No. Si, como explico el señor Tokiomi, lo que el Santo Grial esperaba de mi era asegurar la victoria de la familia Tohsaka, entonces mi labor a concluido – aclaro con ligera arrogancia al finalmente silenciar a ese sujeto – aun con la ventaja de los Einzbern al poseer dos Sirvientes, el señor Tokiomi ha preparado un plan infalible para asegurar su victoria.
- En mi opinión, la hipótesis de Tokiomi es altamente cuestionable – informo riendo ligeramente por el comentario – No creo que sea un receptor lo suficientemente fuerte para el Grial.
- Ese es un comentario mu hiriente sobre tu propio Maestro – dijo, no entendiendo porque siempre se expresaba de esa manera de Tokiomi.
- Kirei... aun no comprendes la relación Maestro-Sirviente entre Tokiomi y yo – dijo cambiando su semblante por uno molesto – Tokiomi me trata con el mayor de los respetos como vasallo. Me ha regalado Mana como ofrenda y por eso respondí a su llamado. Aunque, como es de esperar de cualquier vasallo, a veces gusto de escuchar halagos – agrego, calmándose por completo. Lo que me recuerda, dijiste que Assassin completo su tarea, ¿eso incluye lo que hablamos la otra vez?
- ¿Aun quieres saber porque los demás Maestros quieren el Grial? – cuestiono aun sin entender para que tal petición – tengo el informe, te lo daré y así me ahorrare el problema de explicártelo – dijo poniéndose de pie comenzando a buscar en su estantería.
- No. No tengo interés en leer ese archivo, ya que esa información no tendrá valor si no sale de tú boca – sentencio, no pudiendo evitar la sonrisa de suficiencia que se formó en su rostro.
Suburbios de Fuyuki
De pie frente a una gran muralla de concreto que resguardaba una casa del estilo japones antiguo, se encontraban Goku, Arturia, Irisviel y Maiya. Todos habían llegado al nuevo lugar donde seria su base de operaciones sin ningún contratiempo. Donde la rubia ya había regresado a su clásico traje negro.
Donde el par de Sirvientes agradecían que la peliblanca le diera la oportunidad de conducir a Saber, ya que aún les generaba miedo su forma de conducir. Aunque para el pelinegro, era un tanto diferente, ya que era consciente de las razones por las cuales su amiga había decidió no conducir.
El lugar parecía descuidado y muy viejo. Pues la maleza creciendo sin control y las grietas en la muralla eran un claro indicio de que nadie había habitado aquel lugar en bastante tiempo.
- ¡Otra casa bien misteriosa! – exclamo Irisviel genuinamente asombrada y disfrutando de su nuevo hogar.
- Aquí están las llaves de la nueva base de operaciones – dijo Maiya extendiéndole las llaves a la peliblanca.
- Yo tomare eso – comento Goku tomando las llaves de forma rápida.
- No lo hemos preparado adecuadamente, así que puede que no sea el mejor lugar para vivir – comento Maiya, esperando que eso no sea un problema.
- No te preocupes, mientras nos proteja del viento y las lluvias, no tendré ninguna queja – aseguro Irisviel, para luego ver a sus amigos – Espero y esto no sea un problema para ustedes.
- No pasa nada, de hecho prefiero este lugar que el castillo, me es más familiar – comento Goku con una sonrisa, llevando sus manos detrás de la cabeza.
- Cualquier lugar es bueno siempre y cuando ofrezca protección – respondió con una sonrisa.
- En ese caso, yo me retiro – informo Maiya, mientras se dirigía a su auto.
Una vez que la pelinegra arranco el auto y se marchó, el resto procedió a entrar en su nuevo hogar. Descubriendo que dentro de los muros, el lugar parecía incluso un poco más deteriorado, el pasto habiendo crecido bastante, las losas del techo callándose y las paredes de la casa con grandes y dispersas grietas. Confirmando las sospechas de que aquel lugar no había sido habitado en mucho tiempo.
- Parece una de esas casas embrujadas tradicionales de este país – dijo Irisviel con emoción, contemplando todo a su alrededor con asombro – de seguro que los pasillos tienen pisos de madera, y las habitaciones tienen pisos de paja entretejida y divisorios de papel entre ellas. Hace mucho tiempo que quería ver una de estas casas japonesas, ¿me pregunto si Kiritsugu lo habrá recordado? – agrego mirando a sus amigos con una gran sonrisa emocionada.
- Hehe tal vez lo hizo, vayamos a ver el interior – comento Goku con una sonrisa divertida, sorprendiéndose de que ese sujeto tuviera tal detalle con la peliblanca.
Con un asentimiento, Arturia e Irisviel, se dirigieron al interior de la casa, descubriendo que era bastante amplia y sorpresivamente, por dentro estaba completamente limpia. No habiendo ni el más mínimo de polvo. Donde todos supusieron que fue Maiya quien la había limpiado para su mayor comodidad.
Irisviel recorrió toda la casa fascinándose por el diseño, ya que era exactamente como Kiritsugu se lo había descrito y como ella misma las había visto cientos de veces en las películas que vio en compañía de su esposo.
Era un sentimiento de asombro constante, pues por más que lo hubiera visto en una pantalla o se lo hubieran descrito, no se comparaba con la emoción de verlo por sí misma. Era cierto que algunos divisorios de papel se encontraba en mal estado e incluso estaban rotos, pero solo eran algunos cuantos y la casa contaba con varias habitaciones que se encontraban en perfecto estado.
Aunque si había algo que le desanimaba un poco, era el hecho de que no había muchas decoraciones, ya que cada cuarto estaba completamente vacío, no ofreciendo ninguna foto o alguna decoración distintiva.
Llegando a la parte posterior de la casa, contemplo un gran patio trasero que se cubierto por el pasto en crecimiento, pero ella solo vio la posibilidad de un gran patio donde podrían disfrutar de un día tranquilo si se le daba un buen mantenimiento.
- Y bien, ¿Qué opinas? ¿Está a la altura de tus expectativas? – pregunto Arturia, colocando al lado de su amiga.
- Siéndote honesta, este lugar es más impresionante de lo que alguna vez me pude haber imaginado, este tipo de diseño me fascinan – respondió Irisviel fascinada por todo lo que observo – aunque si lo veo por el lado de una base de operaciones de un mago, tiene muchos defectos.
- ¿Y eso no te preocupa? – cuestiono Arturia confundida por la actitud tan despreocupada.
- La verdad es que no. Goku tiene una habilidad sensorial muy superior a la de mi barrera mágica. Y al tenerlos a ambos, es imposible que algún enemigo se le ocurra atacarnos, simplemente son muy poderosos estando juntos – aclaro, no pudiendo evitar suavizar su tono ante lo último, cosa que provoco un sonrojo en su amiga – aunque me pregunto que será ese lugar – agrego, señalando lo que parecía ser una bodega construida enteramente de concreto.
- Vamos a averígualo – comento Arturia con una sonrisa – ¡Goku deja de jugar, necesitamos abrir aquel lugar! – grito, enfocando su mirada al frente.
De entre la hierba alta, emergió Goku con una enorme sonrisa, pues estaba divirtiéndose mucho al intentar encontrar algo que se estuviera escondiendo entre la hierba.
- Así que ahora lo llamas por su nombre, veo que no pierdes el tiempo – bromeo Irisviel con una sonrisa pícara.
- No hables tan fuerte él viene hacia acá – chito Arturia avergonzada de ser descubierta.
Abriendo la puerta de aquel lugar, los tres descubrieron que se trataba de un almacén, era un poco pequeño en comparación con lo que podía ofrecer la casa, además de no poseer nada de iluminación. Y aun así, a la peliblanca le fascino por completo.
- Este lugar es realmente impresionante. Tal vez no lo necesite, pero puedo hacer un Circulo Mágico para que rodé todo el perímetro – comento Irisviel analizando a detalle el lugar.
- ¿En serio? a mí me parece que está bastante sucio – cuestiono Goku no viendo lo impresionante por ningún lado.
- No digas eso, además, algo de protección extra no nos vendrá mal – dijo Irisviel con calma – Goku, ¿crees que puedas traer las cajas del auto? Necesitare de varios ingredientes en esas cajas.
- Claro, volveré enseguida – dijo Goku saliendo del almacén para ir por lo pedido.
- Saber, lamento incomodarte, pero necesitare de tu ayuda. Necesito que me ayudes a grabar el Circulo Mágico una vez que Goku me haya traído el mercurio – pidió con amabilidad.
- Irisviel, ¿Puedo preguntarte algo? – pidió Arturia, notando extraño las peticiones de su amiga – tengo la impresión de que tú y Goku me ocultan algo. Has evitado tocar cualquier cosa, no condujiste tu auto a pesar de la felicidad que eso te provoca. Goku tomo las llaves que Maiya te entrego de forma apresurada. Pensé que solo estaba exagerando las cosas, pero hace poco acabas de decir que no necesitabas establecer ningún perímetro de detección gracias a las habilidades de Goku, pero ahora quieres hacer un Circulo Mágico, pero no puedes hacerlo por ti misma – indico sus sospechas en un tono serio, sintiéndose preocupada por su amiga – Irisviel, si estas mal de salud, puedes decírmelo, recuerda que también es mi deber protegerte.
- Lo siento – suspiro en derrota, al parecer no podía ocultar su mal estado – es verdad, Goku y yo te hemos ocultado algo, y no pienses mal, yo le pedí a Goku que no te dijera nada, porque no quería preocuparte – se disculpó, caminando hasta estar frente a su amiga – Por favor, dame tu mano – pidió, viendo como su amiga hacia lo pedido aun sin comprender nada – Saber, te apretare la mano con todas mis fuerzas, ¿está bien? – dijo mientras tomaba su mano con la suya.
- ¿Eh? Si... claro está bien – dijo Arturia, no entendiendo a que se debía todo esto, solo para inmediatamente sentir como los dedos de Irisviel se envolvían alrededor de su mano, donde apenas la estaba tocando – ¿Irisviel?
- No estoy bromeando... estoy apretando tu mano con toda la fuerza que tengo en este momento – aseguro, su cuerpo temblando ante el gran esfuerzo que estaba realizando – doblar mis dedos ya es muy difícil. Tomar o manipular objetos ahora mismo me es imposible. Vestirme en la mañana hubiera sido un sufrimiento si no hubiera sido por Goku.
- Que quieres decir con eso – cuestiono no comprendiendo nada.
- Lo que pasa es que Goku me ayudo a cambiarme de ropa ya que a mí me resultaba imposible siquiera tomar mi blusa – explico con tranquilidad.
- ¿Qué cosa?
Un tic en el ojo de Arturia se hizo visible no pudiendo evitar sentirse realmente molesta por imaginarse tal escena, ya que si el pelinegro la ayudo a cambiarse, eso implicaba que la ayudo a desvestirse de sus ropas de dormir, sin comprender bien porque eso le estaba afectando tanto.
- No pienses mal, él solo me ayudo cuando no podía levantarme del suelo – rio débilmente al presenciar los celos de su amiga, aunque hubiera deseado que hubiera sido en otras circunstancias para poder burlarse.
- ¿P... pero que es lo que tienes? ¿Estás lastimada? – pregunto con preocupación al ver el rostro triste de su amiga, olvidándose por completo de su enojo previo.
- Podría decirse que me encuentro bien – explico apartándose un poco, intentando ocultar su tristeza tras una sonrisa – elimine mi sentido del tacto que me permite suprimir el desgaste de mi Ki. Esta es una ventaja de ser Homúnculo.
- Pero eso no está bien, ¿debe haber algo que podamos hacer para ayudarte? – se quejó, no comprendiendo porque su amiga parecía tan tranquila – si Goku sabe esto, también debe estar buscando una forma de ayudar.
- Ambos son iguales en muchos aspectos – murmuro – él también quiere ayudarme, pero eso es algo imposible. Saber... ¿sabes cómo es que aparecerá el Santo Grial?
- ¿Que tiene que ver eso con tú estado? Por favor, Irisviel, no desvíes el tema – pidió alzando un poco la voz, pues esto era un asunto serio.
- No lo hago, es solo que... lo que estoy por contarte, no lo sabe Goku y preferiría que no se lo dijeras, ya que solo lo preocuparíamos en vano – comento, apagando su sonrisa – yo fui creada por la familia Einzbern para convertirme en el contenedor del Santo Grial.
- Espera... si... si tú eres... si tú... - tartamudeo en completo shock no queriendo creer lo que implicaba tal revelación.
- Si. Para que el Santo Grial pueda aparecer... yo debo morir y convertirme en su contenedor – aclaro no pudiendo sentir un escalofrío por eso – mi cuerpo, el cuerpo de un Homúnculo no duran más de unos cuantos años. Y al ser yo la contenedora del Santo Grial, mi estado solo empeorara con el tiempo.
- Irisviel... debe haber una manera en la cual podamos evitarlo, debe haber una forma... tú no puedes morir – declaro, no queriendo sacrificar a su amiga para conceder su deseo, no podría hacerlo.
- Los homúnculos somos creados a partir de la energía del planeta, mi conexión con el Santo Grial no se puede romper con ningún hechizo que conozca – aclaro sintiendo un nudo en su garganta que intento sofocar – Además, mi cuerpo no durara otro año más, si con mi muerte puedo lograr que Kiritsugu y tú puedan cumplir sus deseos, estoy bien con eso. Es algo que eh aceptado desde mi nacimiento.
- ¿Por qué me cuentas esto? – cuestiono, sintiéndose mal por su amiga.
- Porque a partir de aquí, te generare demasiadas molestias. El Circulo Mágico que quiero hacer es para poder reponer un poco mi energía y no sentirme tan débil. Pero necesito de tu ayuda, no solo en esto, sino en muchas cosas más, para evitar que Goku se preocupe y descubra el porqué de mi estado – explico no pudiendo evitarse sentirse realmente mal por ocultarle esto a su amigo.
- Irisviel, por favor no me pidas algo como eso, debe de haber otra manera – rogo, ya que no quería traicionar la confianza del pelinegro – yo... no quiero mentirle.
- Se que está mal y comprendo a la perfección la posición en la que te estoy poniendo, pero solo será por un breve periodo de tiempo, mientras encuentro una forma para recuperar la suficiente energía – pidió, sintiéndose como la peor basura al hacer que ese par guarden sus secretos uno del otro – solo... por favor, te prometo que esto no afectara tú relación con Goku.
- Irisviel, en estos momentos, lo que menos me importa es eso. Solo quiero encontrar una forma de poder ayudarte a evitar ese destino – declaro realmente preocupada en encontrar una solución para ella.
- Y me siento honrada, me hace muy feliz que tú y Goku se preocupen tanto por mí. Te prometo que con el tiempo estaré bien, no tienes nada de qué preocuparte.
- Muy bien, si eso es lo que deseas, no hay mucho que yo pueda hacer para detenerte – soltando un suspiro de derrota, asintió a la petición de su amiga – pero en el momento que te sientas tan débil como para actuar o siquiera levantarte, hablare con Goku y le diré todo.
- Me parece un trato justo. Muchas gracias, por ser mi caballero – dijo con una sonrisa sincera.
Afuera de almacén justo sobre el techo de este, estaba Goku sentado con los brazos y sus ojos cerrados, escuchando toda la conversación con detalle. Sabía que había algo raro con la actitud de su amiga cuando no quiso explicarle en detalle lo que le estaba ocurriendo con su estado tan debilitado.
Al abrir su mirada, una mueca de rabia se formó en su rostro, ya que no podía creer que esa tal familia Einzbern estuviera jugando a crear vida y usar esas vidas, la vida de su amiga como si fuera un simple juguete que podían desechar cuando fuera ellos lo necesitaran.
Ese maldito grial necesitaba de costos muy altos solo por la posibilidad de pedir un deseo. De ninguna manera iba a permitir que su amiga diera su vida para que esa cosa apareciera, iba a encontrar la manera de ayudarla y era necesario destruir ese Santo Grial para que Irisviel viviera, estaba más que dispuesto a hacerlo. Solo esperaba no tener que recurrir a eso, pues tendría que privar a Arturia de su deseo.
- A partir de la energía del planeta – susurro para sí mismo, ya comenzando a idear un plan.
Iglesia de Fuyuki
- El Maestro de Rider no tiene mucho interés por el Santo Grial. Ya que solo aspira a la gloria como hechicero que obtendrá si logra obtenerlo.
Recargado contra una pared, Kirei comenzó a explicar con detalle toda la información que mando a recolectar a Assassin sobre los demás Maestros.
Mientras que Gilgamesh seguía sentado en el sofá, escuchando detenidamente cada palabra que escuchaba, esperando a notar algo que sobresaliera de la monotonía que era la voz de ese sujeto.
- En cuanto al Maestro de Caster no puedo decir mucho, parece que no está interesado en la guerra o el Grial. Y solo está interesado en cometer en asesinatos por placer – explico con desagrado – El Maestro de Berserker busca redimirse. Dejo la herencia de la familia Matou y en consecuencia, el actual líder de su familia ha tomado a una nueva heredera. Su intención es liberar a esta heredera y el Grial es un medio para lograr ese propósito. Parece ser que Tokiomi está de alguna manera vinculado con el pasado de este hombre. Aunque podría decirse que de los seis maestros, su deseo es el más banal.
Gilgamesh paro de servirse vino por un mero segundo al notar algo extraño en la forma de expresarse de Kirei, y al reanudar su actividad y mirarlo con detalle, noto algo. Y era que Kirei parecía tener una pequeña sonrisa burlona ante el destino de ese hombre. Que rápidamente desapareció cuando este se adentró en sus pensamientos.
- ¿Qué ocurre, Kirei? Continua – invito con tranquilidad.
- El Maestro de Saber... no es más que un mercenario contratado por la familia Einzbern, para lograr su vieja ambición de manifestar el Santo Grial – informo siendo lo único que pudo encontrar Assassin de ese sujeto, pero sabía que había algo más, algo que no estaba viendo – y en cuanto a la Maestra de Legend, parece que sus motivos son los mismos que los del mercenario, en todo aspecto. Tanto que está dispuesta a dar su vida por protegerlo, aun a pesar de ser el contenedor del Grial, demostró que es completamente devota a este hombre, no le importa arriesgar su vida o ponerse al frente del fuego cruzado si es necesario, aun cuando su destino es morir parece que no tiene la intención de hacerlo sino es bajo sus términos.
- Hmpf, por lo que veo, todos son unos perros que solo quieren escarbar mi tesoro por las motivaciones más patéticas y triviales – dijo con desdén sin que esos sujetos le afectaran mucho realmente.
- Después de todos los problemas que tuve que pasar para conseguir esa información, ¿eso es todo lo que puedes decir? – se quejó, no pudiendo evitar su molestia al ser tomado como a un tonto – Tal parce que mi esfuerzo fue en vano.
- ¿Pero qué es lo que dices, Kirei? Todo el trabajo que tú y Assassin hicieron ha resultado muy útil, ¿no crees? – rio divertido ante la falta de perspectiva.
- ¿Te estas burlando de mí, Rey de los Héroes? – insistió, pues esta charla sin sentido parecía no llegar a ningún lado.
- ¿No lo entiendes? Bueno, supongo que era de esperar. Ya que eres un hombre que aun entiende el significado del placer. Aunque no eres consciente de ello, tu alma busca instintivamente el placer. Ese instinto se manifiesta como interés, o curiosidad – explico de forma suave y arrogante la importancia que tenía el significado de dicha búsqueda – Por ende, discutir conmigo estos asuntos que has observado o aprendido ya tienen un significado importante. Tus palabras han revelado donde esta tu interés.
Separándose de la pared, Kirei se sintió en trance al escuchar con detalle la explicación de Archer, pues de alguna forma que no podía explicar, era como si estuviera algo grande se estuviera revelando ante sus ojos.
- Comencemos por ignorar al hombre que has omitido adrede. Todo el interés del que eres consciente no es más que obsesión y eso no es placer. Aclarado eso – indico, gozando la mirada casi estupefacta del castaño ante el giro de la conversación – dime, ¿de cuál de los seis Maestros restantes, has hablado con más pasión? El Maestro de Berserker y la Maestra de Legend... Kariya e Irisviel, ¿cierto? Hiciste un informe muy detallado de las actividades de esos dos.
- La situación de ambos es extremadamente complicada. Aún más considerando los últimos acontecimientos. Era obvio que necesitaba más información – justifico rápidamente.
- Te equivocas – resoplo con diversión – Como quieres entender la situación complicada de ese hombre y la homúnculo, le ordenaste a Assassin investigar a esos dos con mayor profundidad. Satisfaciendo la curiosidad de tu subconsciente.
- Admito que tome una mala decisión. A largo plazo Kariya Matou no representa una amenaza y no vale la pena observarlo. Mismo caso con Irisviel von Einzbern, al ser derrotado por ella me hizo querer entenderla aún más, para poder asesinarla después. Aunque eso no será necesario ya que inevitablemente tendrá que morir para volverse el contenedor del Grial – detallo las inutilidades de enfocarse en esos dos y su falta de juicio al hacerlo – Al darles prioridad equivocada, sin querer eh llamado tu atención.
- ¿Eso crees? – rio descaradamente – ¿Puedes imaginarte un escenario donde por obra de un milagro y la suerte, Berserker pueda llegar hasta el final? Mejor aún, uno un poco más realista, Legend es mucho más capaz que ese perro rabioso y definitivamente llegara hasta el final. Dime que pasaría con ambos Maestros en tales escenarios – formulando los escenarios, se deleitó al ver la mirada pensativa de Kirei al intentar dar con una respuesta, y sonrió para sí mismo con arrogancia al haber establecido ya su punto, pues conforme pasaban los segundos, Kirei seguía meditando en esos posibles escenarios – dime Kirei, ¿No viene siendo hora de que entiendas el significado de mi pregunta? – cuestiono, sacándolo de sus pensamientos.
- Dímelo, Archer – pidió simplemente al no poder dar con esa pregunta final – ¿Qué caso tiene pensar si Kariya Matou o Irisviel von Einzbern, prevalecerían?
-Ninguno, realmente no tiene ningún significado – respondió tranquilamente obteniendo una mirada molesta como – oye, no te alteres. Solo piénsalo un poco, ¿Por qué Kirei Kotomine nunca se dio cuenta de lo inútil que era tal especulación? ¿No crees que ese hecho tiene un significado muy claro? – volvió a establecer su punto, solo que esta vez, de una forma más sutil.
- Explícamelo, Archer – pidió nuevamente, esperando obtener una respuesta clara.
- Si te hubiera hecho este mismo razonamiento sobre cualquier otro Maestro, inmediatamente hubieras desechado la idea, al deducir que no tenía sentido y ni lo abrías tenido en cuenta – hablo con claridad, mientras tomaba dos piezas que representaban a los Maestros del tablero – pero esto no ocurrió con Kariya o Irisviel. Aun sabiendo perfectamente que aunque la homúnculo puede perfectamente llegar hasta el final en condiciones normales, su condición como recipiente del Grial la matara antes de que eso ocurra, en otras palabras, le permitiste a tu imaginación crear escenarios tan ridículos. No pensaste que fuera un desperdicio de esfuerzo, en otras palabras, lo disfrutaste. Alégrate Kirei. Has aprendido el significado del entretenimiento – aseguro con diversión, mientras le lanzaba las piezas que hábilmente logro atrapar.
- Entretenimiento... ¿te refieres a la felicidad? – cuestiono, no viendo lógica en sus palabras.
- En efecto – sonrió complacido al escucharlo decir las palabras mágicas.
- El destino de Kariya Matou o Irisviel von Einzbern no provee felicidad alguna – decreto apretando las piezas en sus manos con molestia ante la insinuación tan repugnante que estaban lanzando sobre él – ambos, con cada día que continúen vivos, solo empeorara su sufrimiento. Su única salvación sería una muerte rápida, eso sería lo más humano para ambos – finalizo, caminando al frente para colocar las piezas de nuevo en su lugar.
- Kirei... ¿Por qué defines el placer de una forma tan estrecha? – pregunto ligeramente decepcionado – ¿Dónde está la contradicción de buscar dolor y sufrimiento como una forma de placer? Las maneras de ser feliz no tienen imites.
- ¡Lo que dices es algo incorrecto! – no pudiéndolo soportar más, finalmente exploto la rabia que sentía al ser insultado de esa manera – ¡Rey de los Héroes, alguien que tenga tus preferencias retorcidas, puede encontrar dulce la miseria de otros! ¡Pero esa es el alma de un pecador! ¡Y sobre todo, es incompatible con mi fe!
- Conque la felicidad es un pecado – murmuro, no inmutándose en lo más mínimo por el estallido de rabia de ese tipo, a final de cuentas lo dejaría pasar, ya que de alguien como él era algo normal que se resistiera con fuerza a su verdadera naturaleza – realmente eres un hombre muy intrigante.
- ¡Argh!
Gilgamesh dejo de hablar debido a la impresión, pues Kirei comenzó a sujetar su mano derecha con dolor, solo para que unos segundos después, los dos Hechizos de Comando que poseía antes de que Assassin fuera asesinado, regresaran.
- Vaya, tal y como lo había previsto. Aunque ocurrió antes de lo que había pensado – comento con ligera diversión.
- Imposible... no hay ningún Sirviente que haya sido liberado de su pacto – se quejó, cayendo de rodillas aun sujetando su mano adolorida – ¿Por qué fue elegido un nuevo Maestro?
- Quizás el Santo Grial tiene grandes expectativas para Kirei Kotomine. Y debes responder nuevamente al llamado del Santo Grial, es claro que tienes un deseo que quieres que el Grial te conceda – aseguro.
- Yo... ¿tengo un deseo que pedirle al Santo Grial? – murmuro en estado de shock, ya que esto jamás se lo pudo haber imaginado.
- Si realmente es un artefacto omnipotente, entonces el Santo Grial puede mostrarte tus deseos más profundos que están enterrados en el fondo de tu corazón y de los cuales aún no eres consciente – dándole algo que puede servir como anzuelo, estaba seguro de que ahora ese tipo solo necesitaba un pequeño empujón para que comenzara a moverse por sí mismo.
- ¿Dices que como no tengo idea de cuál es mi deseo, debo obtener el Santo Grial para conocerlo? – cuestiono, no pudiendo despegar su mirada de sus Hechizos – pero... para lograrlo, primero debería de pisotear los deseos de los otros siete antes de que eso ocurra. Por ende, mi maestro... Tokiomi también se convertirá en mi enemigo – agrego, girando su mirada hacia Archer, con miedo de que este lo asesinará en el acto.
- Mejor encuentra al mejor Sirviente que puedas, si pretendes combatir conmigo – afirmo con arrogancia – aunque para ello tienes que robar un Sirviente que todavía tenga un pacto con otro de los Maestros... aunque de ser ese el caso, tal vez podrías... no, no te lo diré esta vez, lo que pasa a continuación dependerá de ti. Kirei Kotomine, persigue lo que deseas. Y comprenderás el verdadero significado del entretenimiento. Y ese entretenimiento, te dará placer. Y a su vez eso te dará la felicidad. Ahora tu camino está despejado.
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Muy bien raza, dado que mi plan de Patreon no funciono como quería y hacerle caso a un amigo para subir mis teorías a youtube solo me aburre y quita tiempo que podría aprovechar en otras cosas, me tomare una larga temporada para volver a escribir. No quiero decir que ya no voy a escribir solo que no lo hare por un largo tiempo.
Aun mantendré mi Patreon abierto con la esperanza de que alguien más quiera apoyarme, donde con mes estaré subiendo portadas, avances, borradores entre otras cosas, e igualmente subiré avances y el siguiente capítulo de la historia en el cual ya me puse a trabajar, ese capítulo seria como el final de la primera temporada, que igual se subirá aquí, solo que mucho tiempo después.
No sé, siento que sería la última chance a la cual podría recurrir, pero quien sabe, con suerte funcione. Igualmente ese capítulo se subirá aquí cuando yo me encuentre en una situación económica mejor, que honestamente espero y sea pronto, pero dada la cosa, lo dudo mucho.
Donde si por alguna razón llegase a funcionar, podría poner en marcha mi segunda idea, la cual consistía en vender camisetas personalizadas con los logos, portadas e imágenes que uso para mis portadas, es solo una idea que tenía planeada si todo resultaba bien, pero quien sabe, aún podría funcionar.
Bueno, de ante mano muchas gracias a todos aquellos que apoyan la historia y espero que lo sigan haciendo, votando y compartiendo es una de las mejores maneras de apoyar esta gran historia que sé que les encanta.
Muy bien, sin otra cosa que decir, vayamos con las curiosidades del capítulo:
Para un hombre tan calculador y metódico como lo podría ser Toshaka Tokiomi, ¿Qué mejor oportunidad para ganar la Guerra por el Santo Grial que obtener los poderes de Gilgamesh? Tal y como lo hizo Irisviel con su propio Sirviente.
Pero a pesar de saber que no obtuvo resultados al mandar a Assassin, ya se encargaría de lidiar un plan para que esa mujer ya no fuera un problema. Ya que si antes Saber y Legend eran demasiado poderosos juntos, no podía ni imaginarse una victoria en esta guerra con los maestros de esos accediendo a voluntad al poder de sus Sirvientes.
Y por tales motivos, no tiene la menor duda que su mejor plan para ganar es dividir a la pareja y acabarlos individualmente, cuando su poder es menor. Un plan más que perfecto si Saber y Rider terminan por eliminarse mutuamente.
Pasando a Kiritsugu, está actualmente atado de manos, donde lo único que puede hacer es observar y analizar a sus enemigos. La amenaza de Legend aún seguía presente y cualquier intento de asesinar a Kariya o Kayneth solo terminarían en un fracaso por obra de ese sujeto.
Pero eso no lo detendría en lo más mínimo. Ya que solo necesitaba esperar, a que una oportunidad se presentara una que pudiera aprovechar. Todos cometían errores, y eso incluía a Son Goku. Solo tenía que ser paciente y mover sus fichas de la forma adecuada, y obtendría lo que quería.
Y aquí una cuestión que eh estado notando, muchos dicen que Kiritsugu está mal, que es obvio que su ideología tiene un fallo, que es un monstruo por su manera actuar. Yyyyyyy... yo no estoy de acuerdo, su manera de pensar es mucho más firme y concreta que la de Emiya Shirou, quien, literalmente fue traicionado por su propio ideal y en un futuro solo deseaba encontrar la manera de dejar de ser lo que siempre anhelo ser.
Emiya Kiritsugu, asesina, está listo para mirar hacia otro lado cuando la gente sufre y necesita su ayuda para ser salvada, si es que en otro lado hay más gente que lo necesita. Un hombre que se lanza a su propia destrucción con tal de encontrar la esperanza, un hombre desesperado, eso es lo que es él, "Si con matar unos cuantos salvo miles más, que así sea".
Una frase que tengo guardada para el personaje para más adelante. La filosofía podrá estar mal, pero es una con la cual yo simpatizo y considero honorable. Una mucho mejor, que no es completamente egoísta como la de Shirou que quiere salvarlos a todos a consta de su propio bien, convirtiéndose en un mártir.
Porque la tercera magia, el heaven's feel sería la salvación a la cual aspiraba Kiritsugu Emiya que nunca se concretó debido a angra mayu, pero que se dio a conocer mejor gracias a Shirou Kotomine. Solo digo que antes de juzgar y decir que Kiritsugu está mal solo porque matar es malo, consideren que el panorama es mucho más amplio que eso. El tipo está dispuesto a sacrificar su propia humanidad para salvar a un mundo en el cual ya perdió la esperanza.
¡Muy bien, continuemos!
Los Hechizos de Comando representan la voluntad de pelear y autoridad absoluta de un hechicero sobre su Sirviente. Entonces, ¿Por qué los Hechizos de Irisviel parecen responder solo a su propia voluntad y deseo? Donde esta respuesta es incluso tan grande que solo hace falta un susurro de la peliblanca para que estos se activen.
Un hecho que es incluso más insólito cuando los propios Circuitos Mágicos de Irisviel en especial los provenientes de Avalon, parecen rechazar la naturaleza de estos Hechizos de Comando. A tal punto que pareciera liberarse una guerra entre estas dos formas de energía por el control y dominio, hecho que solo genera dolor en su portadora.
Pero aun así, ninguno de estos dos parece querer acabar con Irisviel, dejando las cosas en calma por ahora. Dando pie a un suceso aún más interesante.
Antes, Irisviel vio la vida de Goku como si hubiera estado para a su lado, incluso se podría decir que compartía sus emociones cuando vio el secuestro de Gohan, pero ahora, vio la pelea a través de los ojos de Goku, sintiendo su dolor, todo el dolor que el cuerpo de un guerrero altamente entrenado podía soportar, convirtiéndose en la peor tortura que Irisviel haya soportado.
Donde tal hecho solo termino, con las memorias de Irisviel mezclándose con las de Goku, al punto de ser ella quien lucho contra Frezzer. Sea lo que le estuviera ocurriendo, sin duda entre más seguía siendo la Maestra de Goku, más extraños acontecimientos parecían ocurrirle, sin encontrar una explicación lógica para ello, ¿Qué podría ser lo que está ocurriendo?
Y ahora sí, pasamos a mi segundo evento favorito, la amistad de Goku e Irisviel. Ella no quiere mentirle pero sabe que debe de hacerlo, dado que al ser la contenedora del Santo Grial sabe lo que le pasara, así que siente que solo será preocupara a su amigo de una forma innecesaria.
Pero al ver sus recuerdos y al saber de lo que es capaz, su respeto por el solo aumenta, haciéndole decir la verdad... a medias. Pues aprendió a golpes la filosofía de Goku y descubrió la razón de porque no apoyo a Saber.
Ya que en vez de imponerse una autoridad absoluta sobre el honor y el deber, de siempre estar, vivir y luchar por tu gente sin permitirte desviarte de ese camino para tener una vida propia. Goku vivía su vida de la mejor manera posible, luchaba por lo que era correcto, para salvar a las personas, por sus seres amados. Pero aun así, se permitía ser caprichoso y darse la oportunidad de complacer sus deseos de lucha.
Oh y para los que no entendieron el estado de Irisviel, imagínenlo como una retroalimentación negativa, que solo empeora cuando Avalon fortifica los Circuitos Mágicos y no el Ki. El cuerpo de una homúnculo está diseñado para tener una cantidad absurda de Circuitos Mágicos, tantos que su cuerpo no es capaz de soportarlos ya que estos drenan su Ki de forma constante, y es por eso que no pueden vivir vidas muy largas.
Eso ultimo me lo eh inventado yo, ya que no hay una razón oficial de porque los homúnculos viven tan poco, solo se sabe que viven vidas cortas, 10 o 12 años como mucho, siendo Illya quien ha llegado a vivir más (18 años para ser exactos) pero eso se debe al hecho de nacer de una madre Homunculo y un padre humano.
Ahora sí, mi primer momento favorito. Finalmente se va desenvolviendo una relación de amor. Arturia está comenzando a aceptar sus sentimientos por Goku, incluso ha llegado a llamarlo por su nombre y dejar que la llamen por el suyo. Un hecho que le molestaba mucho apenas ellos se conocieron.
Pero aun así se siente confundida. Sobre cómo debe aceptar esos sentimientos, pues aunque no lo dijo, algo en un hecho, una vez que acabe la guerra por el Santo Grial y cumpla su deseo, ella desaparecerá del mundo en el que se encontraba y no solo ella, también Goku (o al menos eso piensa ella).
Dejándola en un conflicto sobre como sentirse al respecto sobre sus sentimientos.
Pero admítanlo, apoco no está bonito como ahora es su relación. Ósea yo lo escribí, sé que va a pasar más adelante, ya tengo el final. Pero aun así sigo leyendo como es su relación en este capítulo porque se me hace lo más tierno.
Siguiendo con el mejor personaje más amado de todos los tiempos, a quien seguirán explotando incluso cuando ya hayamos muerto. El buen Goku.
No crean que el resto de los personajes son los únicos con problemas, Goku está de problemas hasta el cuello. Salvar al mundo de su oscuridad, la guerra del grial, donde viviría, comenzar de nuevo. Es solo la punta del iceberg.
Durante toda su vida se había estado enfrentando a problemas muy difíciles, pero por lo general eran uno después del otro, no todos al mismo tiempo. Estaba solo y solo se iba a aquedar si no comenzaba a ser honesto con aquellos que le rodeaban.
Debía comenzar a lidiar con los problemas que lo estaban atormentando y definitivamente los enfrentaría con una sonrisa en el rostro. Pues esa era su manera de ser, esto era lo que tenía ahora debe protegerlo, y lo haría resolviendo los problemas uno a uno.
Y finalicemos con el dúo de dementes número uno:
Gilgamesh esta genuinamente divertido por el mundo al que fue invocado, más por sus oponentes que por otra cosa. Donde la aparición de Legend solo supone una anormalidad que ha traído consigo muchos cambios que solo hacen más divertida su estancia.
Por más arrogante que pueda ser, Gilgamesh no deja de reconocer actos realmente nobles y dignos de su admiración. Donde sin duda alguna Rider y Legend tienen su completa atención, eran dignos reyes que merecían estar ante su presencia y con quien definitivamente volvería a tomar un par de copas. Ya que no todos los días se encontraba con personas tan dignas de entretenerlo.
Y hablando de entretener, era un deleite para el rey de los héroes observar como la mente de Kirei lentamente sucumbir ante su propia naturaleza, ayudarle a descubrir la forma de su alma en verdad que era una buena forma de pasar el tiempo. Si no fuera por Legend y todos los cambios generados por su presencia, Kirei sería su única fuente de entretenimiento.
Si, creo que eso terminaría por cubrir todos los aspectos más relevantes de este capítulo, en verdad espero que les haya gustado y lo disfrutaran tanto como yo disfrute escribiéndolo. Recuerden que si es así, revienten el contador de votos que es una buena manera de apoyar la historia y es una buena forma medir que tanto les está gustando. Bueno, sin nada más que decir, nos vemos en otro capítulo raza!!!!
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