Sushi y algas
Vector se sirvió un poco de té verde mientras sus ojos vagaban por la barra en busca de alguna suciedad. Tomando un pequeño trago, revisó nuevamente que todos los ingredientes del día de la inauguración de su restaurante estuvieran en perfecto estado.
-Marlin, atún, salmón, lenguado...- repasando los peces que había conseguido, no pudo evitar recordar como había llegado a Luluhawa.
Al despertar en medio de la playa, con el océano besando sus pies, Vector realizó lo primero que había que hacer según el "Manual de Héroes Legendarios", que fue tratar de contactar a los mencionados, lo que no pudo realizar debido a que su Medalla Estelar no colgaba de su cuello.
Después pasó a la segunda opción, que fue usar los recursos a su alrededor y construir un refugio, que tampoco realizó debido a que enfrente suyo había una enorme ciudad con rascacielos tratando de tocar el cielo. Por lo que tomó la opción de adentrarse en la ciudad y buscar ayuda.
En menos de unas horas logró conseguir trabajo como pescador y buceador en un barco pesquero ajeno a la ciudad, por lo que en unos cuantos días ya había ganado bastante dinero solamente sacando de las aguas especies variopintas de peces.
En menos de una semana se apropió de un viejo edificio de madera que anteriormente era un bar, localizado en la playa arriba del mar. Lo limpió, sanitizó y reparó, todo gracias a sus habilidades de diferentes trabajos de toda una vida.
Al final, el resultado fue un restaurante humilde que preparaba sushi por las noches. Agradecía bastante a su padre por enseñarle todo tipo de habilidades cuando era apenas un cachorro. Sonrió cuando en su mente aparecieron sus dos padres, los cuales ya estaban jubilados y descansando en su casa en Rockyadoon.
Asintiendo después de confirmar que todo estaba en perfecto orden con los ingredientes, volteó el cuerpo para revisar los instrumentos y herramientas que iba a usar para preparar los alimentos.
Una de sus orejas se movió debido al sonido de la campana que estaba en la entrada. Volteando, se encontró con dos chicas jóvenes en ropas veraniegas las cuales observaban la habitación donde se encontraban con curiosidad.
-Bienvenidas señoritas, ¿Qué les puedo ofrecer?- agarrando un cuchillo y su afilador, empezó a mencionar algunos platillos -De entrada tengo varios sushis de peces tropicales o ramen, como acompañante hay kushiages o arroz tanto frito como gohan- las chicas se sentaron en la barra, observando como después de afilar el cuchillo, Vector cortó suavemente el pedazo de atún que descansaba en la tabla de madera atrás suyo.
-¡Buenas noches! Soy Gudako Fujimaru, y ella es Mash Kyrielight, encantada de conocerlo- dijo la pelinaranja bronceada, la chica de lentes asintiendo en respuesta.
-Buenas, soy Vector, y soy el encargado de este restaurante- con un rápido movimiento, le entregó a las dos jóvenes un plato con tres sushis a cada una, las cuales empezaron a salivar por el delicioso aroma que inundaba sus narices.
-¡Esto huele delicioso! Pero la verdadera prueba es el sabor- dijo Gudako tratando de sonar un poco grave, Mash a su lado soltando una pequeña risita.
-Adelante, puedo afirmar que mis habilidades como cocinero no son simples movimientos con el cuchillo- Vector volteó para ver como las dos chicas agarraban un pedazo del alimento marino y se lo metieron a la boca, masticando y saboreando con los ojos cerrados -Mmm... esta muy bueno... espera- Mash abrió los ojos al detectar algo en el sushi -Tiene un toque de huevo, es imperceptible de forma normal, pero gracias al arroz se nota mejor- Gudako gruñó de satisfacción al sentir el delicioso sabor mezclado del sushi.
-Qué buenas papilas gustativas tienen ¿eh?, bañe el atún en clara de huevo antes de prepararlo para mantener su consistencia dura y sin que esta se suavizara debido al toque constante- entregando un par de kushiages a las chicas y retirando sus platos sucios, empezó a lavarlos -Están rellenos de camarón y queso gouda, pero este apenas se nota para impedir un sabor grasoso en cada mordisco- Mash solo chilló por la explosión de sabor que recorrió su lengua punta a punta.
-Y dime Vector, ¿Eres un Yaga? Porque no hay otro que se parezca a ti por los alrededores - Vector solo se rió suavemente mientras terminaba de lavar los platos y empezar con sus manos -No, soy un Vulpaniato, puedes considerarme un alienígena- tanto Gudako como Mash abrieron las bocas en sorpresa, las cuales fueron invadidas por sushis de salmón, gracias a la velocidad de Vector.
-Hay que rico... espera ¿Qué es un Vulpaniato? - preguntó Gudako -Somos una especie antropomórfica de aspecto vulpino, que fue reproducida de forma artificial fusionando ADN de zorro con células madres de Galaxtike y un óvulo artificial, somos algo como quimeras conscientes- entregando dos bandejas llenas de todo tipo de sushis y arroz frito como gohan, las dos chicas empezaron a cavar en la comida usando sus palillos, Vector entregando dos vasos llenos de té verde -Los Vulpaniatos nacen y crecen para ser cazadores y recolectores, pero en mi caso decidí ser pescador debido a mis padres, además, ¿Has probado el alga? Es mi alimento favorito, tengo que agradecerle por darme este color de pelaje- tanto Mash como Gudako observaron el mencionado pelo color verde oscuro.
-¿Se volvió así por comer alga? No te creo- dijo Gudako con una sonrisa, Vector respondiendo igual -En realidad fue porque mi padre cuando era apenas un cachorrín me tiró accidentalmente en un barril de algas. Cuando me sacó, a mi pelaje se le impregnó el color de las algas y debido a la sal y el sol se volvió imposible de quitar- soltando una risita suave, Vector tomó un poco de su vaso de té.
-¿Y usted también es pescador?- preguntó Mash con curiosidad, Vector asintiendo -Soy pescador, arponero, buceador, cocinero y administrador- Mash se sorprendió por su respuesta -Todo eso lo aprendí de mi padre, a excepción de la administración, eso fue trabajo de mi madre- entregando otro plato hasta el tope de sushi, las dos chicas volvieron a comer mientras Vector se preparaba una ensalada de algas.
Los tres se encontraban en un cómodo silencio, disfrutando del sonido del mar que se encontraba afuera o el sonido vibrante del neón que colgaba del techo.
-¿Eres un Servant?- preguntó de golpe Gudako, la cual sujetaba con sus dos manos un vaso de té verde, Mash volteando a ver a Vector -Bueno, no soy sirviente de nadie, pero por un módico precio te hago los quehaceres de la casa- respondió Vector en tono de broma, sacando un par de risitas tanto del Master como de su Servant.
Así fue como Gudako y Mash le contaron a Vector que era un Servant, su responsabilidad como último Master de la Humanidad y como todo Luluhawa estaba lleno de ellos en ese momento.
-Vaya, eso suena pesado, ¿Quieres un poco de té calmante? Es perfecto para relajar los músculos y liberar los pensamientos pesados- dijo Vector mostrando una bolsita rosada, Gudako negando suavemente -No, estas memorias son muy importantes, y no me gustaría olvidarlas, después de todo, gracias a ellas soy lo que ahora me he convertido- Vector asintió solemne, mientras Mash sobaba la espalda de su sempai, la cual respondió con una sonrisa.
Vector solo observó las acciones de las dos chicas sonriendo, para luego voltear su mirada al reloj que colgaba de la pared -Ya es la una de la madrugada, es hora de cerrar- las dos chicas asintieron, para que Gudako sacara una tarjeta para pagar -Eso no será necesario- Gudako miró confundida -¿No? Pero si la comida fue deliciosa, no puedes negarte a que te pague- respondió la pelinaranja con el ceño fruncido.
-No no, como fue la inauguración, y ustedes dos fueron las únicas en venir, la casa invita- dijo Vector con una sonrisa, empezando a guardar todo para el día de mañana -Aún así, me gustaría pagarte por tu esfuerzo- respondió Gudako, el vulpino volteando con media sonrisa.
Observando a las dos chicas en la distancia, Vector se recargó en una columna de madera mientras el sonido de las olas inundaba sus oídos, sus pupilas afiladas observando como Gudako y Mash conversaban mientras soltaban alguna risa mientras volvían al departamento donde estaban descansando.
Dilatando sus pupilas, Vector soltó un bostezo, su boca mostrando sus dientes afilados y colmillos puntiagudos -Ñam, ñam, toca sumergirse y averiguar que animales encuentro a estas horas- levantándose, caminó hacia el Marlin, el cual flotaba amarrado al pequeño muelle junto al restaurante.
Ya alejado de la costa y viendo las luces de los rascacielos en la lejanía, Vector respiró profundo para luego lanzarse al mar oscuro, su única fuente de luz la lámpara que estaba en su cabeza. Nadando hasta llegar al arrecife de coral que estaba rodeando todo Luluhawa, preparó su confiable arpón y cuchillo de combate para enfrentarse a las bestias que ahora reclamaban la noche para deambular por ahí.
-(Qué empiece la recolección)- nadando como todo un pez, Vector encontró su primer objetivo, un enorme tentáculo cubierto de espinas que aparecía de un abismo en medio de los corales. Afilando sus pupilas, se lanzó como un torpedo contra su presa.
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