Prólogo.

Shirou Emiya había tenido un día normal...

Eso diría sí no hubiera pasado algo que nunca imaginó...

Había quedado dormido sin recordar que ocurrió anteriormente; al salir, vio a Rin Tohsaka junto a una mujer rubia con ropa azul y armadura plateada y un hombre bronceado con ropas rojas, negras y algunas plateadas luchando contra un hombre de spandex azul y lanza roja.

Fue descubierto y, tras tratar de huir, fue arrinconado por el peliazul, atravesado por su lanza en su pecho y...

Flashback.

Shirou había sido recién adoptado por Kiritsugu Emiya, y este le había llamado.

Al parecer, cuando lo rescató, solo tenía una única pertenencia con él... Una que no recordaba, pero que guardó y siempre llevaba consigo.

Fin del Flashback.

Aquel objeto empezó a brillar de color rojo... Y todo se oscureció.

Despertó en... Su casa, vivo y con su herida cerrada y cicatrizada... Había sido real...

- Sí, lo fue - el pelirrojo se volteó asustado y vio a una azabache con mechas naranjas y rosas de cabello largo atado en una práctica coleta.

(La ropa de la azabache).

Shirou la miró confundido... ¿Quién era aquella mujer? ¿Le había leído la mente?

- Sí, lo hice; supongo que tienes muchas preguntas, y prometo responderlas, pero ahora debes descansar, Master - poniendo sus dedos en la frente del pelirrojo, este perdió la conciencia en los brazos de la azabache desconocida...

Al día siguiente...

Rin Tohsaka había ingresado a la academia con un semblante triste... Sabía quién era el chico que murió, y no sabía qué decirle a "ella"... Se sentía culpable, aunque trató no pudo salvar a Shirou Emiya de Lancer... Y derramó una lágrima cuando nadie miró...

- ¡Buenos días, Tohsaka! - la azabache se limpió las lágrimas de impotencia y volteó, y al ver quién habló, su cara quedó en una mueca extraña.

¿Por qué? Porque el supuesto muerto, Shirou Emiya, fue el que saludó.

- E-eh, t-tú no, p-pero - no podía articular palabras.

- No sé que te ocurre, pero si tienes algún problema, cuenta conmigo - dijo con su típica actitud de ayudar a los demás.

El día pasó con normalidad hasta ya entrada la noche, donde Shirou y la azabache (Servant de clase Saber) habían dado una vuelta para hablar el tema de lo ocurrido la noche anterior, que, al invocarla (de forma irregular al ser la octava Servant de una típica batalla de siete), había entrado a la Guerra del Santo Grial para obtener un deseo; Shirou aceptó para evitar que lo ocurrido hace diez años volviera a pasar.

Sin darse cuenta, se encontraron a Rin y sus Servants, los cuales habían sido avisados por su Master de que el pelirrojo que miró su pelea seguía vivo, y la terminaron de creer al verlo junto a la azabache.

- Qué pena, Onii-chan no invocó un Servant, ahora morirá por el mío - dijo una pequeña albina acompañada de un gigantesco Servant.

El pelirrojo reconoció a la albina por su anterior encuentro.

- Me llamo Illya... Illyasviel von Einzbern; bien, acabadas las presentaciones, mátalos, Berserker - dijo tranquila la albina.

El gigante fue a por Saber, Rin, Shirou y Shini (un mote si había otra Saber), y cuando fue a matar a Shirou...

Shini se interpuso.

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Adiós.

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