Capítulo 46

Minutos después de marcharse del despacho de Tseng, Reno irrumpió en la enfermería como si fuera un toro embravecido. Escaneó rápidamente el lugar en busca de Fair, y en poco tiempo lo localizó, yendo hacia él casi corriendo.

—¡¿Qué pasó?! ¡¿Cómo mierda se la llevaron si tú estabas allí?! —Bramó agarrando a Zack por su jersey de lana.

Zack agarró las manos de Reno y pronto se las quitó de encima, mirándole con el ceño fruncido, ¿quién se creía que era para irle con aquel comportamiento?

—Te tranquilizas, no pude hacer más. Más me fastidia a mí que se la llevasen delante de mis narices —gruñó —. La tomaron como rehén para mantenerme bajo control, ¿vale? Era dejarlos o que la matasen, ¿la preferías muerta?

Reno miró al moreno fijamente, chasqueó la lengua y golpeó la pared que tenía junto a él.

—Joder… —maldijo —No me puedo creer que esto esté pasando —sus ojos se habían llenado de lágrimas, pese a no tener relación con Gissey él la seguía amando, y ese sería un sentimiento que jamás le abandonaría.

—Está viva, van a ofrecer un intercambio —comentó Zack.

—Lo sé, Tseng me lo dijo.

—¿Crees que la encontraréis antes de que Wutai se nos adelante? —Zack estaba cabizbajo, lo más seguro era que no, pero no perdía nada por preguntar.

Reno negó.

—Lo dudo mucho, va a ser muy difícil sin ninguna pista. No podemos simplemente ir a Wutai, no sabemos siquiera si se han marchado allí o se han quedado en Midgar. No sabemos nada —Zack asintió, pensativo. ¿Dónde la podrían tener? —Entonces, ¿ella y tú…?

El moreno sabía perfectamente a lo que Reno se refería.

—Sí, empezamos hace unos cuantos días —comentó.

—Ya veo, me alegra mucho que lo de Sephiroth no le haya salido bien —aquella frase encendió todas las alarmas de Zack, principalmente porque no sabía muy bien a qué se refería exactamente Reno con aquello.

—¿Lo de Sephiroth? Explícate —el pelirrojo se quedó en shock al darse cuenta de que Gissey no le había contado nada a Zack. Había metido la pata.

—Yo… creo que es mejor que ella te cuente —intentó esquivar el tema, mas Zack no cedió:

—Reno, por favor.

El susodicho suspiró, sabiendo que quizá Giselle le odiaría de ahora en adelante.

—Sabes que ella y yo éramos muy cercanos, ¿verdad? —Zack asintió.

—Algo me comentó, sí —respondió recordando aquel horrible día en que la encontró en su habitación con un ataque de ansiedad.

—Bueno, pues éramos tan cercanos manteníamos relaciones —Zack abrió los ojos como platos, no podía creer que Reno le estuviera diciendo eso —. Al principio era solo por diversión, pero llegó un punto para mí en que ella era mi novia. Unilateralmente, claro.

—Tienes que estar de broma —Reno negó.

—Ojalá pudiera. El caso es que ella cortó conmigo porque empezó algo con Sephiroth, pero ya veo que lo han dejado, así que me alegro —demasiada información para Zack. Él sabía que Reno y Gissey eran amigos desde hacía mucho tiempo, pero ella jamás le dijo que tenían “ese” tipo de amistad.

—Aquel día la encontré en su habitación en medio de un ataque de ansiedad. Le dolió mucho perderte, Reno —y sabía que a día de hoy aún le dolía el no tener relación con el pelirrojo.

—¿Qué? —Ahora era el turno del Turco para recibir noticias.

—La noté rara aquel día y decidí ir a verla. Y bueno, la encontré así. Le pregunté qué había pasado y ella me dijo que había discutido contigo, que ya no erais amigos —relató, recordaba perfectamente el horrible estado en el que Gissey se encontraba.

—De verdad confía en ti —comentó al aire Reno, él se había dado cuenta de cómo la chica miraba al moreno, y le dolía darse cuenta de que jamás le había mirado así a él.

Zack se encogió de hombros, pero la preocupación seguía latente en él, ¿por qué Gissey no le había dicho que Sephiroth había sido pareja suya? ¿Y si…? No, no podía estar haciendo eso.

Ante la duda, y en vistas de que parecía que Reno la conocía mejor, Zack formuló su fatídica pregunta:

—¿Crees que pueda estar jugando a dos bandas? —Reno abrió los ojos como platos al escuchar aquello, incrédulo. Ante la falta de respuesta del pelirrojo, prosiguió: —Ella no me dijo en ningún momento que tuvo nada con el general —Zack se sentía dolido por ello, pero no podía sacar conclusiones precipitadas.

Al darse cuenta de a qué se refería Zack, Reno negó.

—Ella no es así, jamás te haría algo así —la conocía, no podía estar haciendo eso, y de ser así ella se estaba sintiendo como una verdadera mierda —. Zack, he visto como te mira, y me creas o no a mí nunca me ha mirado así. Jamás. Gissey nunca te haría eso, créeme —Reno tenía el corazón en un puño, estaba muy dolido con su antigua amiga, pero eso no cambiaría los sentimientos que tenía por ella.

Nunca podría llegar a odiaría. Pasaron por demasiado juntos, sería imposible para él odiarla.

—¿Tú crees? —Aquellas palabras esperanzaron al de ojos azules, tenía que aferrarse a algo, y ese algo eran las palabras de Reno. Él la conocía bien, debía creerle.

Reno asintió, y Zack al fin se relajó.

—Llévala a la luna por mi, ¿quieres? —Pidió Reno, con la mirada perdida en los recuerdos que se agolpaban en su mente.

—Encuéntrala y después hablamos, yo no voy a poder hacer mucho —Zack señaló su pierna.

—Tú vendrás a la operación de rescate, así que apáñatelas para recuperarte a tiempo —Reno sabía que la velocidad de recuperación de un SOLDADO era mucho mayor a la de un humano normal y corriente, y por tanto Zack podría participar en la posible operación de rescate también.

—Haré lo que pueda. Vosotros conseguid tantas pistas como podáis, por favor —los Turcos serían capaces, ellos eran un gran comando, y Zack lo sabía.

—Dalo por hecho —y con esa promesa, Reno se marchó del lugar.

Zack se quedó a solas con sus pensamientos. Sephiroth le rondaba la cabeza sin parar pese a que Reno le había dicho que Gissey y él no tenían nada ya. Pero entonces recordó aquella noche en el bar, cuando le preguntó a la chica por su relación con el general, y ella simplemente esquivó el tema alegando que no le quería inmiscuir en el asunto, y que era algo a lo que no le podía dar una respuesta. ¿Estarían por aquel entonces en proceso de ruptura?

Quizá sí, quizá no. No lograba sacar nada en claro, las palabras de Reno le servían de bálsamo tranquilizante, pero la duda seguía ahí, como una molesta e incesante termita cerebral.

Horas más tarde un sobre llegó a Shinra. No había remitente, solo destinatario. Examinaron con cuidado el objeto, pero al no detectar amenaza lo abrieron, descubriendo una memoria usb dentro.

Prepararon todo antes de examinarlo en un ordenador, bien podría contener un virus para robar datos o cualquier otra cosa. Afortunadamente el dispositivo estaba limpio, y solo un archivo se hizo visible en la pantalla del ordenador: un vídeo.

Los soldados de Wutai estaban en el reactor Mako número 4 de Midgar, con Giselle atada y suspendida en el aire. No había nada bajo sus pies salvo el vacío de Mako. Tseng se agitó al ver a su hija así, se notaba que no le habían hecho nada, pero estar así durante mucho tiempo no sería nada bueno para ella.

Wutai exigía materias y documentos a cambio de soltar a la joven, tal y como Zack había dicho. Tseng no sabía qué hacer, tenía el salvaje impulso de presentarse en ese mismo momento en el reactor, pero sabía que no serviría de nada sucumbir ante esos irracionales pensamientos.

Tiempo después de ver aquel vídeo Lazard y Tseng se reunieron en pos de idear un plan. Tenían que encontrar la manera de sacar a su hija de allí sin que Wutai ganase nada en el proceso.

—¿Y si les damos documentos con datos erróneos? —Tseng alzó una ceja ante la propuesta del rubio. —Podríamos darles informes de prototipos fallidos, así ellos no tendrán manera de reproducirlos o conocer nuestras armas.

—No es una mala idea, pero quizá toman represalias si se dan cuenta de ello.

—Habrá que pactar la paz y hacer que se comprometan a no atacar más a Shinra —reflexionó Lazard, Tseng sabía que esa propuesta era inviable.

—No accederán a eso, demandarán que cesemos la extracción de mako primero —negó con la cabeza el moreno.

—¿Entonces solo les damos los documentos y nos preparamos para un posible ataque?

—Sephiroth y Génesis regresarán en dos semanas, estaremos preparados para entonces. Un ataque en ese momento no será tan problemático como lo ha sido este —se dio cuenta Tseng.

Y era cierto, Zack y Angeal hicieron lo que pudieron, pero la ausencia de los otros dos primera clase se había notado demasiado. Ellos tenían más experiencia en batalla y mejores habilidades que los morenos, por mucho que a Lazard le doliera admitirlo.

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