Retón


En lo más profundo del monte Ryuudou, en una enorme caverna casi del tamaño de Fuyuki, descansaba tranquilamente un servant.

Una armadura oscura cubría todo su cuerpo a excepción de su cabeza, la cual dejaba ver un cabello blanco amarillento recogido en un moño detrás de su cabeza, una piel blanca grisácea y marcas parecidas a venas de color rojo sangre saliendo del cuello de la armadura para irse degradando hasta llegar hasta debajo de sus mejillas, ojos cerrados y unas pequeñas nariz y boca.

Al poseer un rostro ligeramente andrógino, sería complicado saber si es hombre o mujer, al igual que sería tratar de averiguarlo por su armadura, la cual tampoco dejaba mucho saber el género de la persona.

Enfrente suyo, con sus manos apoyadas encima de esta, había una espada de color negro, la cual tenía unos extraños símbolos de color rojo decorando los lados planos del arma. Si un especialista en la forja o un herrero dedicado observara el arma, diría que sería una de las mejores obras jamás creadas, y ellos claramente tendrían razón, porque esa arma solo le pertenece a una persona.

Esa persona sería aquella que su leyenda es tan reconocida en todo el globo terráqueo, aquella leyenda de un rey y su vasta legión de caballeros, aquella leyenda que permitió conocer más del antiguo mundo de Gran Bretaña, el portador de la legendaria espada y su vaina, poseedora tanto de la lanza que era un pilar del mundo mismo, la daga capaz de cubrirte bajo las sombras, una montura mágica capaz de correr sin parar y mucho más, el hermano de una de las brujas más conocidas de la historia y aprendiz del mago más famoso de todos los tiempos.

Quién más, que el mismo, Rey Arturo.

Lamentablemente, la versión del famoso gobernante de Gran Bretaña que tenemos ahora mismo, es uno que fue corrupto por el barro que escurría del Santo Grial, envenando su núcleo espiritual y tomando una forma oscura y tiránica, representando una línea de tiempo donde ella se convirtió en una tirana en vez de un rey compresivo, la cual provocó que todos aquellos que confiaron en ella la fueran abandonado poco a poco.

Pero eso es otra historia para otro momento. Los párpados de Arturo fueron levantándose lentamente, iris de color dorado hicieron acto de aparición, observando con una expresión seria en su rostro a los recién llegados.

-Chaldea, esperaba a que llegaran- haciendo una pausa, sujetó su espada con una sola mano y de un salto, bajó del balcón de tierra que mantenía al grial lejos de manos mortales -supongo que vienen a reclamar el grial y terminar con todo esto- dijo Arturo sin pelos en la lengua.

Su espada, Excalibur, ahora teniendo un título haciendo alusión a su hermana, Morgan, Excalibur Morgan, se encendió en un poderoso resplandor oscuro. Arturo colocó su espada en posición de ataque, el brillo de Excalibur Morgan explotando en puro poder crudo.

Sin ningún momento para avisar, Arturo exclamó.

-Excalibur... ¡Morgan!-

El resplandeciente haz de luz oscura se lanzó como un torrente imparable de poder inmesurable, arrasando con toda la materia que estuviera enfrente suyo. Al llegar a su destino, toda la energía del rayo fue acumulándose hasta el punto de generar una explosión de tal magnitud que si no fuera por las poderosas protecciones mágicas de la caverna, hubiera sido lo suficiente efectiva como para atravesar la montaña y hacerla volar en pedazos.

Arturo observó como el polvo poco a poco se iba disipando, pero con un solo tajo de su espada fue suficiente para observar, esperando afirmarlo, los restos calcinado de los chaldeanos.

Su sorpresa fue simplemente una ceja levantada al no observar a nadie en el lugar del impacto, por lo que empezó a observar alrededor suyo, tratando de buscar a los chaldeanos.

Sin observar la figura de color azul resplandeciente que hizo acto de aparición suya, con su brazo derecho levantado, Arturo lentamente volteó la mirada, su espada lista para servir como defensa...

Si no fuera por el contudente golpe que lo hizo estrellarse a velocidades supersónicas contra las paredes de la caverna, creando un fuerte terremoto y que algunas piedras se cayeran del techo rocoso.

-Tus reflejos claramente demuestran tu destreza y fuerza como servant, si asi eres de fuerte como uno, entonces ya me puedo dar una idea de como eras como humano- tronándose el brazo derecho y el cuello después, Retón observó como Arturo caía al suelo de pie apenas con rasguños en su armadura, los cuales fueron rápidamente eliminados usando el poder del grial.

-Tu no eres de Chaldea- Arturo observó hostilmente al extraño que entró a su territorio, Excalibur Morgan ya cargada para el siguiente despliegue.

-Nop, soy alguien que viene más allá de tu... multiverso, más allá que cualquier otro multiverso conocido, y no tengo ni la menor idea de como llegué aquí- Retón empezó a destellar en un azul brillante, sus ojos, antes grises, ahora poseían un azul que recordaba a los cielos del planeta Tierra -pero eso no significa que me voy a quedar esperando para regresar, mi próposito ahora es un simple- la energía en el cuerpo de Retón brilló con fuerza mientras un poderoso haz oscuro se estrellaba contra el, engulléndolo y explotando.

Sin esperar, Arturo volvió a cargar su arma antes de lanzarse con una explosión de maná hacia adelante, estrellando con una fuerza devastadora su arma, volando en pedazos el suelo. Su mirada no flaqueó, aún mientras veía como su espada era sujetada por una mano desnuda, la cual dejaba escurrir por el filo un hilo de sangre.

Retón le devolvió la mirada con una sonrisa, antes de usar su otro brazo para estrellar un puñetazo en la cara de Arturo. Soltando el arma, Retón aplicó fuerza y estrelló al servant contra el suelo, una patada siendo el siguiente movimiento y lanzándola a volar.

En el aire, Arturo se recompuso usando su Impulso de Maná y nuevamente disparó. Retón observó el estallido de energía aproximándose, simplemente se encogió de hombros y con un salto, esquivó el poderoso haz de luz. Llegando hasta el techo de la caverna, Retón observaba como Arturo volvía a cargar otro estallido, por lo que empezó a correr por el techo, esquivando el enorme rayo de luz que amenazaba con devorarlo nuevamente.

Moviéndose en zigzag, Retón se impulsó hacia abajo, la gravedad haciendo su trabajo, Arturo realizando un tajo, Retón esquivando y chocar enfrente de Arturo, el cual se impulsó hacia atrás para tomar distancia y cargar otro golpe, pero Retón salió disparado hacia enfrente, a centímetros de Arturo, el cual ya estaba bajando su espada.

Retón frenó el avance del golpe cons sus manos, un cráter formándose por la fuerza ejercida y el estallido de Excalibur siendo dirigido contra el techo, grandes fragmentos de roca cayendo, pero ni Retón ni Arturo se movieron de su lugar, los dos forcejeando para impedir que una atacara al otro.

En un rápido movmiento, Arturo logró zafarse y con ello lograr asestar un tajo contra Retón, provocando que este saliera volando junto un chorro de sangre. Al chocar contra el suelo, Arturo ya estaba encima de Retón, listo para acabar con él, pero Retón, aún con un costado sangrante, logró esquivar el tajo por unos centímetros, el momento preciso para contraatacar con un poderoso puñetazo en el rostro de sangre, un fuerte crujido confirmando que la nariz del tirano se había roto.

Sin dejarla realizar un movimiento, Retón escupió sangre y asestar otro golpe en la cara de Arturo, para luego sujetarlo de la cabeza y estrellarlo contra su rodilla. Con la cabeza en alto y escurriendo sangre de su nariz, Retón le asestó un poderoso gancho en la mándibula a Arturo, sacándolo a volar.

En el momento que Arturo separó sus pies de la tierra, Retón explotó en destellos brillantes de color azul, un aura formándose a su alrededor y sus ojos brillando hasta el punto de hacer desaparecer su iris y papila, un cráter de gran tamaño formándose por el poder liberado.

-¡Veamos como te las apañas con esto, Arturo!- el servant abrió los ojos con sorpresa al escuchar su nombre, porque en ningún momento de la pelea le dijo este, pero antes de que pudiera realizar alguna acción, Retón empezó su paliza.

Con cada golpe, Arturo era lanzado en todas las direcciones posibles, chocando contra el suelo, las paredes y el techo, la velocidad con la que Retón estaba moviéndose y al mismo tiempo golpeando su cuerpo cubierto de armadura, solo provocaba giros de fuerza G tan fuertes que el mismo aire se estaba rompiendo de forma constante.

Rebotando de forma zigzag con el techo y el suelo de la caverna, Arturo logró frenar para asestar un poderoso estallido cargado contra Retón, el cual recibió a quemarropa. Lo que no esperaba era que una mano saliera del chorro de energía oscura y lo sujetara de la boca, antes de estrellarlo contra el suelo con una brutalidad propia de un Berserker, sus ojos reflejando el puño izquierdo que se dirigía a su cabeza lentamente.

El impacto fue tal, que otro cráter decoró la zona de la caverna. Arturo se dió cuenta que estaba en el aire, antes de que Retón hiciera acto de aparición enfrente suyo con las dos piernas estiradas, las cuales chocaron contra su armadura con tal potencia, que esa parte fue completamente destruida por el impacto, su cuerpo empezando a rebotar nuevamente en zigzag.

-¡Acabemos con esto!- Retón apretó su puño izquierdo con tal fuerza que la sangre salió volando por el choque de sus dedos en su palma, pero esa sangre rápidamente fue convertida en pura energía, el brazo de Retón brillando con tal fuerza que era equiparable con Excalibur. El impulsó de Retón fue tal, que un enorme cráter se formó donde salió disparado, un rastro de destrucción seguía a Retón por la fuerza ejercida.

Arturo había dejado de rebotar, pero estaba tan aturdido que cuando logró recuperar la consciencia, solo pudo observar como Retón aparecía enfrente suyo, su brazo y puño izquierdo levantado... 

BROTANDO poder, puro poder crudo, el mismo poder que circula por toda la existencia, por todo el omniverso, por TODA LA FICCIÓN, el mismo poder que rige los tres Omnis, los mismos Conceptos, el mismo que es la materia primordial de todo lo existente.

Arturo no sabía eso, nunca lo sabría a menos que se lo preguntara a Retón.

Lamentablemente eso no sucedería por dos razones.

La primera, porque Retón estaba incosciente, su propio cuerpo mortal no pudo soportar tanto poder y terminó desmayándolo en el proceso.

Y la segunda, porque el puñetazo ya había impactado contra ella, una explosión de proporciones equiparables a las de Excalibur original, formándose enfrente suyo y lanzándolo sin freno alguno contra el grial, chocando con tal fuerza que el mismo grial no pudo soportar poder e hizo lo más sensato posible.

Explotar.

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