El final, y el comienzo

Los chaldeanos habían logrado llegar a las profundidades del monte Enzo, después de haber dejado a Cu contra Archer, un peliblanco moreno que era el encargado de haberlos bombardeado durante su camino hacia el santuario del Grial, y ahora mismo se encontraban enfrente del grial corrupto.

O lo que quedaba de este. 

Tanto Masters como Servants estaban anonadados al observar como toda la plataforma donde se encontraba el mítico objeto se había derrumbado en pedazos, un líquido oscuro saliendo de entre las piedras, el cual se iba vaporizando poco a poco.

-¿Qué sucedió aquí? El grial... ¿Dónde esta?- Olga miró consternada la estructura, buscando con la mirada alguna señal para permitirse retirarse a Chaldea junto a los nuevos Masters.

De repente, una de las rocas empezó a moverse, Mash, Sita y Titania tomando posición de ataque y defensiva enfrente de sus masters, Dracae tranquilamente flotando detrás de Gudako, cuando la piedra fue retirada, una figura femenina hizo acto de aparición, aunque su aspecto dejaba claro que se encontraba en las últimas.

Arturo salió del agujero, derrumbándose en el suelo, su armadura derretida y fragmentada cayendo de su cuerpo, múltiples quemaduras y hematomas sagrantes decoraban su cuerpo. Olga retrocedió y casi se cae de espaldas si no hubiera sido por Sita, la cual frenó su avance al ver como el servant malherido trataba de levantarse, apoyándose con una espada oscura que estaba cubierta de grietas.

-Así... que ustedes... son Chaldea... lamentablemente ya no podré cumplir mi propósito de defender el grial... la energía provocada por el combate con el que me dejo en este estado sobrecargó el grial y ahora todo esta colapsando...- Arturo trató de levantarse, pero su espada simplemente se desmoronó como polvo en el viento, una mirada de shock y horror se ilustró en su rostro al observar tal imposible acto.

-¿Excalibur...?- la última palabra dicha por el servant fue lo único que se escuchó antes de que desapareciera en motas doradas.

-El rey Arturo...- Mash observó consternada como Excalibur, un arma irrompible, incluso corrupta por la maldición del grial, se rompía de una forma tan inesperada. Su cuerpo tembló, un miedo extraño apoderándose de su ser, y no era la única, los demás al ver tal artefacto convirtiendose en polvo afectó su psique de una manera horrible.

Un aplauso lento empezó a resonar en la caverna, todos dirigiendo la mirada hacia un hombre vestido de negro en la cima del derrumbe, flotando a su lado el grial, el causante de la singularidad donde se encontraban actualmente.

-Tengo que decir, que me soprende igualmente observar como un arma de tal calibre como es Excalibur, romperse de una manera tan simplona- la figura levantó la mirada y un rostro conocido para Olga hizo que la directora de Chaldea saliera corriendo al verlo, Sita tratando de frenarla sin éxito.

-¡Lev! ¡Estás bien! Oh gracias, y además posees el Grial- Olga estaba feliz de ver a su amante, las lágrimas escurriendo por sus mejillas -podemos regresar a Chaldea- dijo feliz, los demás detrás suyo tensos al sentir una extraña presión proveniente del sujeto.

-Esa... cosa... no es ese tal Lev que busca tu directora- dijo Titania hacia Gudao, el cual solo sudaba por la extraña mirada sonriente plasmada en el rostro de Lev.

-Oh... Olga, te encuentras bien... demasiado bien para mí- dijo "Lev" mirando a la pequeña mujer peliblanca.

-¡Así es! Después de la explosión no esperaba despertarme en medio de la Singularidad, pero ahora que estás aquí, podemos volver y arreglar todo el desastre- Olga se iba acercando más a la montaña de escombros, "Lev" no dejaba de sonreír y los servants y masters se estaban alterando por la presión que Olga no detectaba.

-Una lástima Olga- "Lev" suspiró con tristeza, aún con la sonrisa en su rostro, levantó la mano.

Zarcillos oscuros inmediatamente aprisionaron a Olga, la cual trató de gritar pero no lo logró debido a que los zarcillos bloquearon su boca -¡Master!- Sita gritó mientras disparaba una lluvia de flechas contra "Lev", el hombre simplemente se hizo a un lado para esquivar el ataque. Con otro ademán, un enorme zarcillo apareció del suelo y se estrelló brutalmente contra los servants y masters, lanzándolos hacía atrás.

-¡Ouch!- gimendo lastimosamente, Gudako levantó la mirada después de estrellarse en el suelo para observar como un portal se abría al usar el poder del grial, dejando ver a CHALDEAS, el globo terráqueo que funcionaba como un mapa del planeta brillando en un rojo escarlata, manchas oscuras moviéndose como gusanos por la superficie de esta.

-Olga, Olga, si supieras... después de que tu padre revelara el experimento Divergencia, se volvió altamente peligroso su presencia, así que tuvimos que eliminarlo, aunque después de su "suicidio" las cosas se calmaron un poco... pero luego llegaste tú- "Lev" acercó a Olga hasta tenerla enfrente, la chica tratando desesperadamente de librarse de los zarcillos oscuros sin éxito -Descubrimos el propósitode tu padre con su esperimento, y tu fuiste esa piedra angular desde un principio, así que esperamos tranquilamente hasta que tuvieras el poder para que pasaramos desapercibidos, y los resultados fueron...- Olga abrió los ojos con terror al sentir algo atravesando su abdomen hacia su espalda, una estaca oscura creada por los zarcillos en medio de su cuerpo -...satisfactorios-.

Gudao, Gudako, Mash y sus servants observaron como en vez de salir sangre, un líquido azul brillante se escurría por la reciente herida provocada por "Lev", Olga mirando confundida y alterada el líquido que caía al suelo de la cueva.

-Tu padre no era un inepto en lo que hacía, al contrario, el hombre logró lo imposible, pero también llamó la atención de nosotros debido a su éxito...- todos observaron como Olga era levantada y llevada al frente del portal, la directora de Chaldea mirando horrorizada el brillante orbe carmesí, el líquido azul escurriendo de su boca debido a la herida -...cuando te fusiones con CHALDEAS, tu cuerpo será usado como recipiente para acumular la energía que nuestro aliado nos está recolectando amablemente de las demás singularidades, con eso hecho, el proyecto de tu padre lo pondremos en marcha y con ello...- el rostro de "Lev" se distorsionó, sus facciones humanas desaparecieron y líneas negras recorrieron su rostro, las cuales se abrieron para dejar ver cientos de ojos carmesís -...el reinado de los Cuatro Grandes volverá a ponerse en marcha- con un ademán de manos, los zarcillos sujetaron a Olga de sus piernas para luego lanzarla contra CHALDEAS.

-¡Directora!/¡Olga!- tanto Gudao, Gudako y Mash gritaron al ver como Olga estaba a punto de chocar contra CHALDEAS...

...si no hubiera sido por una cadena negra sujetando el pie de Olga, la cual cerró los ojos por su inevitable final.

-¿No... estoy muerta?- dijo Olga con un susurro, abriendo los ojos, observó como se alejaba lentamente de CHALDEAS, algo jalándola de regreso. Bajando la mirada, se encontró con los ojos azules de Retón, el cual sonreía con sangre cayendo de su boca, la cadena negra saliendo de su hombro.

-Vaya, vaya, no pensaba encontrarme con uno de los Reflejos de los Cuatro Grandes por aquí- dijo Retón, jalando con fuerza la cadena, Olga salió volando antes de caer en los brazos de Retón, el cual la depositó en el suelo suavemente, un guantelete rojo cubriendo uno de sus brazos y empezando a curar su herida, la cual cerraba rápidamente.

-Retón- dijo secamente el Reflejo, sus ojos observando aburrido las acciones del héroe.

-Ahora mismo no tengo ganas de pelear, ¿sabes? así que...- Retón lanzó una cadena hacia el Reflejo, el cual bloqueó con una pequeña barrera. Estaba a punto de contraatacar cuando la cadena se enganchó en el Santo Grial que estaba a su lado, jalándolo y aterrizando enfrente de Gudao y Gudako.

-Singularidad completada- Retón escupió sangre, la Singularidad colapsando inmediatamente después de decir eso.

El Reflejo solo observó indiferente como iban desapareciendo de uno a uno, hasta que al final solo había un vacío.

-Curioso- el Reflejo simplemente se encogió de hombros y desapareció.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top