Capítulo 0

Otro día monótono en la academia Tsukimihara, otro día en el que Taiga caía al suelo, otro día de ver a Shinji coquetear con las chicas...

Pero había sucedido algo interesante el día previo: la llegada de un nuevo estudiante, Leo.

Pero todavía había demasiadas cosas... Exactamente iguales.

Su cabeza... Dolía... No recordaba... No podía...

Entre el dolor de cabeza que crecía cada vez más , vio cómo Leo se marchaba de clase... También uno de sus compañeros...

Pidió irse al baño... Salió apoyándose en la pared... Su cuerpo se movía en automático y no fue al baño, sino que bajó a la salida, pero vio a Leo y a su compañero ir a su derecha sin darse cuenta de ella...

Los siguió en automático, hasta llegar a la pared... Ambos se metieron dentro, pero Leo sí se dió cuenta de que ella los seguía.

La chica que los seguía sintió el dolor remitir... Se acercó a la pared, y sentía algo raro... Quería saber qué ocurría, y atravesó la pared como si no existiera.

El otro lado parecía normal... Excepto por una marioneta de tamaño humano.

Este se movió hasta estar frente de ella para hincarse de una "rodilla" para hacer una reverencia y hacer un movimiento hacia el agujero de la sala...

La chica quería respuestas, así que entró...

Luchó contra unas extrañas criaturas de forma circular y hechas de datos, y pudo recuperar su nombre de la inconsciencia: Kishinami Hakunon.

Pronto llegó a algo parecido a una cristalera de una iglesia solo para ver a su compañero sin vida en el suelo... Al lado una esfinge.

Aunque no lo conocía, Hakunon cerró sus ojos con su mano tras arrodillarse junto a él antes de separarse con un susto al ver a la marioneta levantarse sola y buscando pelea.

La esfinge de Hakunon empezó a pelear contra la otra esfinge, pero la realidad debía odiarla, pues su esfinge se destruyó y su corazón fue atravesado.

Cayó de bruces al frío suelo... Dándose cuenta por primera vez de que había muchos más cuerpos de otros estudiantes... Ella sería otra más de aquellos fallecidos...

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... No.

No iba a morir, se rehusaba a aquel destino.

A pesar de la pérdida de sangre, del dolor infernal y la visión borrosa, usó cada pizca de fuerza y voluntad que le quedaban para levantarse.

El sonido de cristal rompiéndose se escuchó, el color azul del lugar se tiñó de rojo sangre mientras aparecía una chica de su edad, tal vez un poco mayor por unos pocos años.

Tenía un hermoso cabello morado recogido en una larga cola de caballo, unos ojos tan rojos como la sangre, una sonrisa tranquila, una chaqueta negra por encima de una camisa blanca ajustada, una minifalda negra con pantalones cortos y negros debajo de esta, junto a botas de combate de color blanco.

- Te pregunto a tí, joven... ¿Eres tú mi Master?

Master... No conocía aquél término, pero no había tiempo para pensar... Necesitaba ayuda.

- Sí - hasta escuchar su propia voz le parecía raro.

El rojo volvió a ser azul y la chica de negro sacó de la nada una espada dorada... En un solo ataque, decapitó a la esfinge.

Su mano ardió, con la misma sensación como si clavasen un cuchillo ardiendo en su mano... Dejando ver unas marcas rojas.

La adrenalina se quedó a cero, ya no pudo hacer nada más que caer en la oscuridad después de que todo hubiera acabado.

Poco sabía Kishinami Hakunon... Que aquello...

Solo acababa de comenzar.

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Fin.

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Tags: #extra#fate