Capítulo 9

"¿Qué es esto?" preguntó Ichigo calmadamente, pero se notaba algo de desconcierto en su voz.

Se encontraba en una especie de selva, había algo de luz, pero era de noche, seguramente se trataba de la luna, efectivamente, al levantar la vista dió claramente con dicha brillante circunstancia. Pero era extraño...

¿Se trataba de un sueño? así lo parecía, nunca había estado en un sitio similar ni siquiera en las excursiones de la escuela, además lo último que recordaba irse a dormir luego de que todos en la casa menos Lancer echaran su nevera abajo con una sonrisa en la cara.

Pero ahora eso no importaba. El extraño lugar en el que se encontraba... ¿Qué era? la vegetación se veía muy degradada, podía ver sombras pasando por sitios totalmente aleatorios a su alrededor, parecían ser fantasmas. No tenía miedo ni mucho menos, había estado familiarizado con esa clase de cosas desde temprana edad, aunque eso era un poco más macabro de que de costumbre, no era nada del otro mundo para él, por lo que ni los fantasmas ni los extraños sonidos y lamentos que soltaban estos eran realmente un problema para él.

Lo verdad extraño era que ese fuera su sueño. Todo se veía demasiado detallado, realmente dudaba que como casi en todo sueño, eso se le olvidara al despertar. Un bosque a oscuras, con esa clase de cosas paranormales... para otro sería una pesadilla, pero a él le extrañaba.

"Quizás deba moverme un poco" pensó, no queriendo quedarse parado en el mismo sitio todo el tiempo. Ichigo se disponía a caminar cuando de repente escuchó como pisadas se iban acercando a su posición con mucha rapidez.

Lo primero que se le vino a la mente fué esconderse trás un árbol, dejando que la sombra de este lo ocultase por completo. Las furiosas pisadas se acercaron más y más, hasta que vio salir de la oscuridad a una figura que parecía estar fatigada, tomando aire justo en el lugar dónde él estaba antes, Ichigo lo miró analítico, tratando de ver como lucía a pesar de la oscuridad.

Parecía ser un niño de unos 12 años de edad. Cabello azul con un agresivo peinado hacía atrás y ojos rojos que se le hicieron familiares, armado con una espada en la mano, un arco en su espalda con flechas colgando de su cinturón y una daga en pantalón.

Lucía cansado, sucio y golpeado en su cuerpo y rostro, pero cuándo alzó la mirada, Ichigo supo en seguida que ese chico no se daría por vencido, fuera en lo que fuera que estuviera haciendo en ese sitio, él cumpliría con su cometido.

El peli azúl apenas recuperar el aire también se escondió tras un árbol de manera sigilosa, colocando su espalda contra este a la vez que apretaba el agarre en su espada con ambas manos, observando con incertidumbre el caminó de oscuridad por el que había llegado.

Ichigo observó con interés aquello. Daba toda la sensación de que ese chico estaba huyendo de algo, y él no estaba seguro de que pudieran o no verlo, ya que por estúpida que fuera, aún existía la posibilidad de que eso no fuera un sueño y simplemente le haya pasado algo en la realidad, o que esa fuera su realidad ahora, por lo que no intervendría.

"No debe tardar mucho en encontrarme. Solo debo aguantar un poco más, he podido escapar durante veinte días, definitivamente puedo durar más de un mes esta vez" susurró el chico con un bajo tono, pero Ichigo por la cercanía había llegado a escuchar.

¿Había estado huyendo veinte días en un bosque como ese? ¿Ese niño? cualquiera de su edad debería estar jugando con muñecos, tierra o algo parecido, pero ahí estaba el chico, sobreviviendo, cómo él mismo había dicho. Pero...

"¿Sobreviviendo a qué?" en eso sintió como alguien se paraba justo detrás a él, sus pupilas se dilataron y se quedó totalmente quieto en su lugar. Su respiración se detuvo, sentía como si dos dagas estuvieran siendo clavadas en su espalda. Poco a poco fué girando su cabeza para mirar sobre su hombro, justo ahí fué en dónde se sorprendió aún más.

"¿Lancer?" preguntó a esta, quién tenía una mirada de absoluta seriedad observandolo a él mientras que sostenía firmemente una lanza en su mano derecha. Cosa que sinceramente le hizo sudar a mares, sentía que esos ojos rojos veían en lo más profundo de su alma. Ella no respondió a su llamado, más bien, una sonrisa algo macabra se dejó ver las finas facciones de esta, cosa que solo hizo que Ichigo se pusiera aún más incómodo.

Este iba a volver a hablar, solo para darse cuenta de que Lancer había continuado su camino, atravesandolo por completo, como si fuera nada más que un fantasma en ese sitio, acercándose hacia la ubicación del chico a paso lento.

"¿Pero qué? ¿Me traspasó? ¿Entonces esto es..." debía serlo, una especie de recuerdo proyectado en su cabeza a modo de sueño, un recuerdo de su Servant. Con ese pensamiento decidió mirar lo que sucedería, el chico pareció darse cuenta de que algo se acercaba y en seguida se levantó para volver a huir, pero esta vez fué demasiado tarde para eso.

"A éstas alturas es inútil escapar, Setanta. Has mejorado, has conseguido escabullirte de mí por mucho tiempo, pero por mucho que mejores sabes que este momento siempre llegará. Si el enemigo te acorrala... ¿Qué es lo que harás?" preguntó la mujer, observando al chico recostado del árbol que tenía expresión cansada y algo aterrada, sin embargo, se armo de valor, tomó la espada que había dejado recostada en el árbol y se levantó con fiereza.

"¡Voy a pelear maldita sea! ¡Shishou, esta vez no me dejaré atrapar tan fácilmente!" el muchacho de nombre Setanta gritó con seguridad a su mentora, la cuál sonrió por esa valerosa acción.

"Así me gusta, trata de no morir entonces" advirtió, haciendo parecer otra lanza en su mano libre. Tanto Ichigo como el chico peli azúl sudaron ante eso, aquello no iba a hacer nada lindo...

Y de hecho, no lo fué. El de cabello naranja estaba seguro que Lancer había atacado con verdaderas intenciones asesinas al niño quien como pudo se defendió por unos pocos intercambios, hasta que una de las lanzas conseguió conectarle en la pierna, hiriendolo no de manera grave, pero sí quitándole prácticamente toda la movilidad. El juego había terminado.

"Mmm, aguantaste un poco más que la vez anterior, pero me esperaba más. Puede que quizas estoy siendo muy suave contigo" ella meditó llevándose una mano al mentón a modo pensativo.

"¿S-suave dice? maldita vieja de mierda está loca..." pensó el muchacho con un rostro de muerte, si ha estado siendo suave hasta ahora...

"¿Qué es lo que acabas de pensar?" preguntó la mujer al ver el rostro de este, no tuvo que indagar demasiado para saber que no estaba diciendo nada lindo a cerca de ella. Setanta a sus ojos no era más que un libro abierto.

El peli azúl tembló nervioso al ver que prácticamente ella le había leído la mente, en eso la mujer se le acercó, con una de sus lanzas atravesó la ropa del muchacho mientras este no puso ninguna resistencia, como estando resignado, como si quisiera desaparecer ahí mismo, ella por supuesto que lo notó y sonrió sin tener muy buenas intenciones.

"Vamos, ahora mismo comenzaremos con el entrenamiento intensivo, así que mejor quita esa estúpida expresión en este instante, ya que muy pronto te voy a dar una verdadera razon para querer estar muerto, pequeño bastardo" ella rió un poco al final, cosa que hizo temblar al peli azúl, que ahora intentaba soltarse inútilmente de la lanza mientras Scáthach comenzaba su andar.

"¡Oye no! ¡Shishou suéltame! ¡Shishou!"

"Cállate. Por cada grito que escuche entrar por mis oídos... bueno, no hace falta decirte lo que haré, ¿Verdad, Setanta?"

"..." este simplemente decidió morderse la lengua, cualquier palabra que saliera de su boca iba a ser usada en su contra.

"Buen chico" soltó con una media sonrisa Scáthach mientras seguía su camino, el niño solamente calló y se dejó llevar por su maestra, sabiendo que todo lo que dijera iba a ser usado en su contra, un batalla perdida.

Ichigo observó la escena con una gota de sudor bajando por la cien. "Lancer era una... ¿Maestra? creo que tiene sentido, si no recuerdo mal cuando la conocí ella se ofreció a enseñarme magia" recordó cuando esta había reconstruido su casa.

"Scáthach, aún se me hace conocido ese nombre. No lo he investigado aún, pero viendo esto ahora me interesa mucho más" pensó con su curiosidad picando más que antes, se decidió en que iba a seguir al par de maestra y alumno.

Pero esa decisión fué interrumpida en el momento en que su cuerpo comienzo a desvanecerse, cosa que en seguida le hizo saber que si estaba en un sueño, ahora mismo debía estar a punto de despertar. Con ello, observó por última vez como el par que había captado su atención se alejaba más y más, perdiéndose en el bosque mientras él finalmente desaparecía por completo del lugar.

Sus párpados pesados poco a poco fueron haciéndose cada vez más ligeros, señal de que su descanso estaba por terminar. Sentía que el color amarillo intenso pasaba por sus párpados cerrados tomando otra tonalidad, una más naranja, como su propio cabello.

Ichigo abrió sus ojos, para luego cerrarlos y volver a abrirlos, con la intención de acostumbrarse a la luz solar. ¿Qué hora era? se supone que tenía escuela ese día, pero por la intensidad del sol podía decir que parecían ser las nueve de la mañana tirando a diez.

No importaba, de todas formas tenía pensado no ir a la escuela, podría estar faltando mucho, pero la escuela no tenía ningún tipo de importancia a lado de lo que estaba pasando en la ciudad, que podría ser tirada a bajo si cualquier batalla se salía de control.

Pero no era momento de pensar en eso, o más bien, su mente no daba en ese momento para pensar en ello, su cerebro debía estar aún adormilado, por lo que alejó ese pensar para centrarse en lo que tenía más próximo.

"Veo que despertaste, Ichigo" escuchó suavemente a su izquierda, a través de la puerta se dejaba ver una sombra que parecía estar sentada del otro lado, Ichigo rápidamente la identificó, como no iba a hacerlo.

"Lancer" dijo este en forma de saludo, esta asintió levemente. Era cierto, ahora no quedaban habitaciones en la casa, la que ella usaba antes quedó para Saber, la que estaba justo frente a la de él, cosa que notó como a Lancer le causó cierta irritación, creyó que con razón, pero no había de otra.

Este se levantó del futón y se estiró un poco, sonandose los huesos en el proceso. Recapituló en su mente lo que había pasado hasta ahora, y recordó que ahora su casa no se trataba de una solitaria en lo absoluto.

- Hace unas horas -

No podía ser verdad, no le estaba pasando.

Los Servants que no necesitaban comer hicieron desaparecer lo que tenía comida por una semana en una sola noche. Musashi comió mucho, pero era imposible como alguien tan pequeña como Artoria después de hacerse la dura al inicio con que no necesitaba comer terminó por hacer que su refrigerador pesase unos 7 kilogramos menos mientras Rin se reía de su desgracia.

"Pero todo es culpa de Shirou, cero necesidad de despertar estómagos a media noche" pensó irritado con la afición de su amigo pelirrojo, era un buen cocinero, uno muy bueno a decir verdad; pero eso solo significaba que cuando la gente prueba su comida, siempre quiere más, y más para él ahora significaba la quiebra, números rojos.

Necesitaría ayuda financiera a partir, hablaría seriamente con Rin sobre eso, siempre ha tenido la pinta de tener dinero, si creía que iba a estar arrimada en su casa estaba equivocada, más si tenía a Musashi con ella. A Shirou no le pediría nada porque no hacía falta, él mismo no iba a tardar en ofrecerse en colaborar, más si tenía a un poso sin fondo como Servant.

Agradeció que Lancer no fuese de ese tipo, más bien se notaba que hacía todo lo posible para no ser una especie de molestia para él. Ella se negó en el momento en que Shirou le preguntó si quería algo, pero este le insistió un poco, diciendo que no se sentía del todo cómodo que todos estuvieran comiendo menos ella.

Un leve intercambio de miradas entre Scáthach e Ichigo fué suficiente para que se entendieran. Momento en que la mujer pidió algo de helado, si no era mucha molestia.

Por supuesto, Ichigo podría estarle molestando que usaran su casa como una posada con todo pago, pero ya que al parecer era algo que no se podía evitar...

"Nunca parece sentirse del todo cómoda. Puede ser favoritismo, claramente lo es porque es mi Servant, pero quiero que disfrute aunque sea un poco el tiempo que estará aquí..." pensó Ichigo observando como Lancer comenzaba a comer poco a poco su helado y una minúscula sonrisa se le grababa debido al sabor.

Esa velada se extendió por unas dos horas, llenas de bromas y chistes en los que Ichigo y Scáthach permanecieron al margen, ya que no era su estilo, sin embargo, prestaban la debida atención a lo que sucedía y era difícil evitar que una que otra pequeña sonrisa se les escapase por los ridículos comentarios que iban soltando al azar solo para alegrar un ambiente que ya estaba alegre.

La solitaria sala de aquella casa desde esa noche cobró vida y color que no había tenido en mucho tiempo. Podría llegar a fastidiarle e irritarle, pero Ichigo sabía que de una u otra manera, no estaría del todo solo desde ese momento en adelante, de alguna manera lo tranquilizaba.

- Presente -

"Lancer, ¿qué hacen los demás? me extraña no escuchar nada, pensé que las cosas serían menos soportables" preguntó a la mujer mientras comenzaba a caminar hacia la puerta.

"Hmm, y que lo digas, tomando en cuenta de que Saber es una boca floja, supongo que está demasiado silencioso. Aunque sugiero que no te hagas ilusiones, en cualquier momento podrí-"

"¡Maldita seaaaa!" Scáthach fué interrumpida en su habla debido a un grito proveniente de la sala, como hubiera visto al futuro, Saber había hecho exactamente lo que iba diciendo, y eso la molestó.

"..." una vena apareció en la frente de Ichigo debido a lo repentino que había sido, el grito terminó por despertarlo por completo. Como si Lancer pudiera verlo a través de la pared, preguntaria algo que en ese momento no sería una locura.

"... Ichigo, ¿Acaso debo matarla?"

"No creo que eso sea-"

"¡Tú! ¡Esta me las pagarás!" esta vez el interrumpido fué Ichigo, el cuál se tomo el puente de la nariz por unos breves momentos antes de contestar a la pregunta antes hecha por su Servant.

"... al menos no por el momento" dijo irritado mientras abría la puerta para salir al pasillo, una leve carcajada por parte de Lancer se escuchó debido al cambio de opinión. "Vayamos a ver que es lo que sucede, no creo que esté tan loca como para gritar a la nada"

"¿Tú crees? yo creo que está demente" siguió el juego la mujer, también caminando hacía la salida de su habitación.

"Le daré el beneficio de la duda" contestó simplemente terminando de salir de su habitación en dirección a la sala, Lancer salió de la suya también y le siguió, ahora portando una suéter gris que la cubría hasta por encima de la rodillas.

Caminaron hasta la puerta de la sala y se recostaron a cada lado del marco de esta para observar cuál era el alboroto. Ichigo alzó las cejas ante lo que estaba viendo.

En ella estaban Caster y Saber sentadas en la mesa frente a frente, al parecer jugando cartas, justo cuando él llegó fué el momento en que Saber pareció perder, otra vez.

"¡Eso no es justo! ¡Hemos jugado diez partidas y no he ganado una sola! ¡¿No estarás haciendo trampa con tu magia?!" dijo de forma acusadora levantándose de su lugar mientras apuntando a Caster con el dedo. Artoria se mantuvo tranquila ante la acusación.

"Hmm, pero que mal perdedora, Saber. No es bueno acusar sin bases, eso y que eres pésima jugando, si fuera a trucar el juego ten por seguro que no sería contra ti" Caster rió con algo de burla colocando su mano frente a su boca, cosa que le hizo salir a una vena en la frente a Musashi.

"Tú... ¡Juguemos otra vez!" exigió con fuerza, su orgullo no le permitiría irse sin ganar una vez.

"¿Podrías dejar de gritar aunque sea un momento?" regañó Ichigo desde la puerta, cosa que la paralizó. Lentamente dirigió su mirar hacia el de cabello naranja, dándose cuenta también de la presencia de Lancer a su lado.

"¡Ichigo, Lancer! ¡Buenos días!" esta gritó emocionada, alzando ambos brazos en un energético saludo, Ichigo suspiró resignado con resignación.

"... hace un segundo le dije que no gritara, al parecer esta chica es inrremediable" pensó el de cabello naranja cansado, notó como Lancer le miraba como diciéndole 'Ahí tienes tu beneficio de la duda'.

"Buenos dias, Ichigo, Lancer. Disculpen el alboroto tan temprano por la mañana, solo pensamos en jugar un poco para matar el tiempo, después de todo nos levantamos temprano. Quisiera pedir disculpas de ante mano por ello" esta inclino un poco la cabeza.

"No te preocupes, Caster. Supongo que la casa no es muy interesante que digamos, si pueden entretenerse con eso entonces supongo que no puedo enfadarme. Por el ruido supongo que se están divirtiendo" le habló de manera más respetuosa a Artoria, aunque eso último fué más que todo para intentar molestar a Saber, Artoria entendió lo que intentaba y sonrió un poco ante ello.

"Por supuesto, ¿No es así, Saber?" esta miró a Saber con complicidad, la espadachín rápidamente dirigió su mirada a otro lado y sonrió nerviosa.

"Si, claro, nos estabamos divirtiendo muchísimo, jaja, ja..." dijo este con un tono algo apagado. Si decía lo que pensaba, aquello no terminaría bien...

Ichigo decidió cambiar el tema al ver como se había puesto Saber, aunque en parte se lo gano por cuenta propia.

"Ya veo... ¿Y sus Masters dónde están? no los veo por aquí" preguntó pasando su mirada por la sala a pesar de saber que se encontraban en la residencia de ante mano debido a sus presiones espirituales; las dos personas faltantes aún se encontraban en las habitaciones. ¿No se habían despertado con el alboroto? pero que bellos durmientes.

"Mi Master aún está dormida, al parecer tiene el sueño pesado, cuando intenté despertarla me tiró una almohada en la cara" contestó Musashi, Ichigo se imaginó la situación en su cabeza.

"Por mi parte Shirou también se encuentra en su cama descansando. Él se levantó temprano a entrenar su magia. Se levantó a las 5 de la mañana a entrenar su magia y decidí ayudarlo; es tenaz, un chico fuerte que sabe lo que quiere, sin embargo ha estado haciendo mal las cosas durante demasiado tiempo, pero al menos pude hacer que despierten por completo sus circuitos mágicos que habían estado inactivos. Pero, despertar sus circuitos mágicos de golpe es un gran desgaste para el cuerpo. Puede que esté en cama durante todo el día, pero lo ayudaré en todo lo que pueda" dijo esta observando su mano derecha, sabía lo que era tener que aprender a utilizar magia aún cuando nadie estaba cerca para ayudarla.

Alguien podría haberla ayudado a ella de cierta forma en el pasado, pero la enseñansa a distancia nunca era tan efectiva. Quería ser esa guía que nunca tuvo para Shirou. No se sentiría a gusto si no fuera de esa manera.

"Entiendo, él está en buenas manos" pensó Ichigo al escuchar como lo decía con total seguridad, no dejando ninguna duda. Sonrió un poco para sí mismo, podría estar tranquilo si Caster era su Servant, si ya lo creía antes ahora un poco más.

Ahora que lo pensaba, Shirou y Rin estaban dormidos, y sus Servants estaban ahí, había esperado un momento como ese para intentar dejar las cosas claras. Si algo sabia muy bien de él mismo era que le gustaba ir de frente y sin ningún tipo de rodeo.

"Artoria, Musashi Tengo algo que decirles, no, más bien es algo que pedirles" comenzó dejando caer su hombro en el marco de la puerta, su expresión se llenó de seriedad, cosa que hizo que las mencionadas hicieran lo mismo, dirigieron su mirada hacía él de la misma forma, sabiendo que era importante. Scáthach levantó una ceja ante ello, pensando en cuáles serían las siguientes palabras de su Master.

"Quiero protegan a Shirou y a Rin con todo lo que tienen. Ya sé que es una petición estúpida, seguramente estarán pensando en que es su deber como Servants, sin embargo, ellos son más que Masters aliados en esta guerra, son mis amigos. Como esto es una guerra, no podré estar con ellos todo el tiempo, eso me molesta, pero es algo que no se puede evitar, así que quiero confíar en ustedes para hacerlo" Ichigo pidió calmadamente, pedir ayuda no era algo que realmente iba con él, pero pensaba que esta vez lo ameritaba. A pesar de pensar eso, desvío la mirada mientras iba hablando hasta terminar observando a la nada.

Segundos de silencio se hicieron presente, cosa que le hizo ponerse algo incómodo, en eso escuchó como una espada era desenfudada poco a poco, el leve y delicado sonido del filo rozando con la funda era como una relajante melodía. Ichigo dirigió su mirada hacía Musashi, quién se levantó y sacó una de sus espadas, colocándola frente a ella y cerrando los ojos.

"Esto es un juramento. Rin Tohsaka, mi Master. Aquella que me concedió esta magnífica oportunidad de seguir probandome a mi misma luego de la muerte, a seguir mejorando y perfeccionando mi técnica. La protegeré con mi espada, mi cuerpo, mi vida. Mi orgullo no significaría nada, el entrenamiento habría sido un desperdicio, no merecería llevar el nombre de Miyamoto Musashi si no puedo proteger a esa persona que estoy tan agradecida" sentenció con absoluta seriedad abriendo un poco sus ojos, los cuales se vieron reflejados en el filo de su espada. Dichos ojos se encontraron directamente con los del muchacho.

"Podré ser muchas cosas. Tendré muchos defectos. Dediqué tanto tiempo a ser la mejor que perdí muchas cosas en ese largo y peligroso camino. Sin embargo, si sé muy bien una cosa de mí, qué cuando digo que voy a hacer algo, lo haré. Me dije que sería la mejor, y lo hice; y sí digo que protegeré a mí Master, entonces no tengas dudas de que también lo haré" sentenció fuertemente, sus ojos azules miraron directamente a los Ichigo.

"¿Eso es suficiente para tí? ¿Ichigo Kurosaki?" preguntó claramente, guardando su katana en un parpadeo y le ofreciéndole su mano al chico, para cerrar el trato.

Esperó por unos segundos, ¿acaso no estaba del todo convencido? si hacía falta, estaba dispuesta a cortarse un dedo o dos para mostrar que hablaba en serio...

Algo como eso no hizo falta, ya que sintió la mano de este sobre la suya en un fuerte apretón de manos. "Es más que suficiente. Definitivamente puedo confiar en tí, aunque un juramento creo que fue un poco lejos, me bastaba con tu palabra" aclaró Ichigo, ya que se había sorprendido al escucharla. Él había sido serio en su petición, y que ella de todas las personas respondiera con aún más seriedad que él le había sorprendido, pero también lo agradecía, mostraba que se tomó sus palabras en serio.

La espadachín se rascó la mejilla algo avergonzada. "¿E-en serio? yo creí que debía hacerlo, así es como hago las cosas. Todo o nada, no hay un termino medio. En cosas como estás no puedo hacerlo de otra manera, además lo pediste de una manera tan seria que pensé que también debía responder de la misma manera..." ella explicó volviendo a sonreír como siempre lo hacía. Ichigo dejó ver una minúscula sonrisa al observar como volvía a ser la misma.

"Supongo que yo también soy de esa manera" ambos escucharon la voz de Artoria, aún sentada en la mesa, sin embargo también se levantó. "Yo existo para proteger al mundo, para castigar a aquellos que lo amenazan, pero desde que fuí invocada tengo otra responsabilidad, mi Master. Ichigo, dijiste que esa era una petición estúpida, por supuesto que no lo es, esto no lo hago por mera responsabilidad como Servant. El hecho es que debo proteger a Shirou, y quiero protegerlo. Así que yo también lo prometo en nombre de la espada sagrada, y mis palabras son absolutas" expuso también hablando con claridad.

Ichigo la observó en silencio, ya confiaba en que ella cuidase de Shirou, pero esas palabras de alguna manera reforzaban ese pensamiento suyo. Dudar no era una opción en ese momento, no después de lo que habían dicho. "Cuento con ustedes" dijo con simpleza dándose para darles la espalda, al parecer no queriendo mostrarles su rostro.

Musashi y Artoria rieron levemente por dicha acción, no necesitaban verlo directamente para saber que estaba sonriendo sinceramente para sí mismo. Comenzaban a entender que él era de esa manera; duro en el exterior y suave en el interior.

Scáthach se había quedado a la expectativa de todo, la petición de Ichigo y la respuesta de las Servants, ella sabía que Ichigo no le movía la posibilidad de poder hacer realidad un deseo con el grial, le movía proteger todo aquello que quería. Ellos se habían prometido ganar, pero para él ganar también era evitar perdidas inocentes e innecesarias, más aún si estaban involucradas en el asunto personas cercanas a él.

Ella visualizó la sonrisa de su Master claramente, este la observó con brevedad. Rápidamente escuchó la voz de este en su cabeza.

"¿Estás bien con esto? Caster y Saber estarán aquí por más tiempo, no sé si eso..." este dijo no del todo convencido de que fuera de su agrado. Ella no tardó en interrumpirlo.

"Está bien, no te rompas la cabeza. Si me lo preguntas, es una sabia decisión, por lo que solo puedo apoyarla" contestó rápidamente a lo dicho por este, con una leve sonrisa alzó sus hombros y dejó salir un leve suspiro. Sus pequeños disgustos realmente no importaban si los ponía al lado de lo que le importaba a su Master, y ella lo tenía claro.

Ichigo asintió, recuperando la seriedad y seguridad en sus facciones, a la vez que comenzaba a dirigirse a la nevera. Seguramente con la intención de hacer algo de desayuno para él y para ellas también. Ella le observó en todo momento.

"Emiya y Tohsaka... lo entiendo. Normalmente pensaría en ellos como una distracción para Ichigo y nuestra meta. Pero no es el caso, son una motivación extra para él, eso puede hacerlo un poco menos precavido y más impulsivo desde ahora en adelante, pero supongo que para eso estoy yo" eso no era algo que un buen jalón de orejas no arreglase. La mujer rió levemente con ese último pensamiento, la verdad es que ansiaba el momento en el que ella e Ichigo asaltaran el campo de batalla.

Cierto, aún tenía en mente aquél favor que esperaba Ichigo fuese capaz de cumplir, aunque estaba segura que lo haría. Qué él quisiera o no hacerlo, ya era otro asunto, puede que tenga que motivarlo un poco, pero no era nada en lo que ella ya no tuviera experiencia.

Solo necesitaba una oportunidad, sin embargo era paciente, por lo que solo esperaría el momento.

Mientras pensaba eso, Ichigo llevaba al refrigerador y lo abría con la intención de hacer algo para desayunar, al abrirlo lo miró por unos segundos, por extraño que pareciera Scáthach se dió cuenta que este lo volvía a cerrar, y luego a abrir, lo hizo unas tres veces, la última azotó la puerta del refrigerador con violencia.

Saber y Caster parecían haber saltado levemente de sus lugares, una gota de sudor comenzó a bajar por sus frentes.

"Artoria, Musashi... ¿Por qué mierda no hay nada en el maldito refrigerador?" preguntó Ichigo con una mirada de muerte hacia estas, a diferencia de ellas, él sí necesitaba comer como cualquier otra persona.

Una vena apareció en la frente del de cabello naranja en el momento en que estás se señalaron con el dedo acusador de manera casual mutuamente. 'Fue ella' decían con el gesto a la vez que tenían una mirada neutral en sus rostros.

"Todo tiene un precio, supongo" pensó Scáthach al ver como Ichigo no duda en acercarse a estás para empezar a regañarlas, rió levemente al recordar cómo hace tan solo unos segundos era todo entendimiento y paz. Al parecer así serían las cosas a partir de ese momento, y a Ichigo le tocaba hacerse responsable de sus decisiones.

Aunque, ella también pensaba que debía ayudarlo, y sí era de esa manera, entonces... "Vaya par de insensibles están hechas ustedes dos. No esperaba eso de tí, Caster. Y Saber... a decir verdad no me sorprende" Scáthach reprochó y se burló al mismo tiempo de ambas, sumándose a la discusión, su sonrisa se amplió al ver como estás se irritaban por su intervención, sería divertido.

Y sí que lo había sido, luego de un rato no tardaron en llegar el Master de Caster y Saber, la última entrando en una especie de modo zombie a la sala de una manera muy extraña, medio adormilada, aún en piyama y toda desarreglada.

Un tic en el ojo por parte de todos se hizo presente ante la extraña escena, por parte de Ichigo no tardó en sacar su teléfono y tomarle una foto a la pelinegra, según él serviría para negociar luego. No se tenía muchas oportunidades para tener algo para extorsinarla, tenía que aprovechar lo que sea después de todo.

Una vez esta se arregló para volver a parecer alguien normal, Ichigo le dió la gran noticia, diciéndole que tendría que aportar a la causa con algo de fuerza económica.

"... ¿me vas a cobrar?" preguntó la maga sintiéndose ofendida ante la idea, el de cabello naranja puso los ojos en blanco ante el intento fallido de esta por victimizarse.

"¿No es obvio? en todo caso, lo necesario. Si le vas a reclamar a alguien ahí tienes a Musashi" señaló Ichigo descargandose cualquier tipo de responsabilidad y echándosela toda a la espadachín que solo pudo morderse la lengua.

Rin no pudo refutar eso, por lo que se limitó a suspirar con desgana, no le quedaba de otra al parecer, luego tendría una amable y para nada intensa conversación con su Servant debido a su apetito. La Servant sudó un poco ante la al parecer amable mirada de Rin hacía ella.

"Espera, yo también ayudaré. Este es tu techo, es lo menos que puedo hacer" se ofreció Shirou desde su lugar a lado de Caster, estando un poco avergonzado por la situación. Tal como Ichigo había pensado, este se ofrecería a colaborar por cuenta propia, sabía como era él.

Caster miró a otro lado, estando también avergonzada. Como había dicho Lancer, no se esperaba eso de sí misma, sin embargo, al parecer probar la comida había hecho cierto efecto en ella. Al inicio creyó que podría compensar la falta de Maná que Shirou le cedía con comida, ahora pensaba que quizás iba a ser peor el remedio que la enfermedad. Es que comer para ella ahora era...

"Increíble. Arrasaron la nevera en tiempo récord" bufó Ichigo mientras caminaba a paso lento y calmado por las veredas de la ciudad. Estaba vestido casualmente, saliendo con claro fastidio a hacer algo que no debería estar haciendo, salir de compras para volver a llenar el refrigerador y tenerlo como lo tenía tan solo horas antes.

"Mmm, y que lo digas. Puede que al final esto resulte mucha más difícil para tí que para mí" añadió a su lado Lancer acompañándolo en su salida, Ichigo notó su buen humor en aquella mañana. Por supuesto que ella lo acompañaría así sea en una tarea tan trivial como esa, ya estaba avisada de todas formas de que el enemigo podría incluso atacar a plena luz del día y en un lugar lleno de gente.

Ichigo ni siquiera pensó en discutir o negarse a que lo acompañara, ya que esta vez, no debía preocuparse por la seguridad de la casa, Caster y Saber estaban en ella mientras ellos salían, al menos no todo era perdida, ya que en ese punto si podía estar más tranquilo.

Además...

"Supongo que será así, quejarme ya no servirá de nada. Pero creo de que todas formas que hicieran eso sirvió de algo, ¿no crees?" preguntó el de cabello naranja dirigiéndose a ella. La mujer rápidamente se dió cuenta a qué se refería, por lo que también lo miró.

"Puede ser, aunque la razón pudo haber sido mejor que una salida forzasa por falta de recursos, no me quejaré. Cumpliste con tu palabra, Ichigo. Lo agradezco" agradeció Scáthach en su caminar mirando a su alrededor la ciudad que se alzaba por dónde quiera que viera.

Él cumplió la promesa de comprarle ropa y salir a la calle como cualquier otra persona, era algo que ella quería hacer desde que fué invocada, ver como habían cambiado los tiempos con sus propios ojos, ciertamente le daba un poco de nostalgia comparar su tiempo con el de ahora. Ichigo no estaba obligado a hacer tal cosa, simplemente podría ignorar sus sentimientos y dejar las cosas como estaban, pero no fué así, solo podía pensar en palabras de agradecimiento. Sonrió para sí misma mientras observaba el cielo azúl sobre ellos.

Siguieron su camino hasta llegar a una tienda, Ichigo dijo que entraría a comprar la necesario y Scáthach por su parte dijo que vigilaría los alrededores. Esta se sentó en una banca al otro lado de la calle, justo en frente de la tienda con la intención de esperar y estar atenta en todo momento.

Tomo asiento en aquella banca, teniendo sombra y paz, un parque estaba ubicado a su espalda. El cantar de los pájaros cantar y las risas de niños jugando con sus padres en verdad podrían llegar a relajarla de cierta forma, cruzó sus piernas frente a ella y pacientemente se dedicó a esperar con toda la calma que la caracterizaba.

Los minutos fueron pasando, con ella alerta en todo momento, pudo sentir una señal en sus sentidos. Escuchó unos pasos acercarse a ella y pararse a su lado, sin voltear a ver la figura, ella escuchó que se dirigía a ella.

"¿Oh? ¿Una señorita como usted sola en este sitio? ¿Me daría el honor de hacerle compañía?" preguntó con un tono juguetón aquella voz, Lancer ni siquiera se molestó en mirarlo.

"Haz lo que quieras" contestó Scáthach como si no le importase desde su sitio, manteniendo sus facciones serenas como siempre.

El hombre sonrió al ver que esta no se negó y se sentó tranquilamente al extremo de la banca, manteniendo una distancia prudente entre la mujer y él. Este se apoyó su espalda en la banca y dejó reposar sus brazos casualmente detrás de su cabeza, dando un suspiro de satisfacción.

Lancer le miró por el rabillo del ojo, ella también suspiró antes de tomar la palabra. "Ciertamente tienes muchas agallas para aparecer de esta manera luego de que huiste con la cola entre las patas, Rider" dijo casualmente, observando como el peliverde soltaba una leve risa por ese comentario.

Se ponía interesante.

- 3 noches antes de la invocación de Lancer -

Residencia Matou

"Servant clase Rider, Aquiles. He respondido a tu llamado"

Alto y robusto, cubierto por una reluciente armadura dorada que lo hacía ver aún más robusto, esta hacia especial atención a su pecho y hombros, junto con los ante brazos y piernas, una tela anaranjada hondeaba tras de él en dos tiras. Su cara no era totalmente visible de debido a que tenía puesto un casco de guerra troyano, este desapareció en partículas doradas por sí solo, ya que el Servant tenía la intención de dejarse ver por completo en aquél encuentro.

Su cabello era verde, muy bajo a los costados dejando en la parte superior de su cabeza la mayor cantidad de cabello, un solitario flequillo caía hacia su duro rostro.

Era un hombre imponente, un guerrero mismamente, no se podía esperar menos.

El duro rostro que antes portaba se suavizó ante la vista que tenía, la primera persona frente a él. Esta vez en su rostro se adornó una sonrisa de confianza pura.

"Mmm, ya veo, si no me equivoco, creo que eres mi Master, señorita" dijo con total confianza mientras cruzaba sus brazos frente a él.

Había exactamente tres personas en ese sitio, que parecía ser un sótano de muy mal gusto de decir verdad. En esa oportunidad no diría nada, aunque pensaba que invocarlo en ese tipo de escenario era un desperdicio, debía ser todo un espectáculo, que sus rivales supieran que él había llegado al campo de batalla si se podía.

Pero no era así, lo que si era seguro, es que esa chica peli morada que estaba parada solo un poco fuera del círculo de invocación era su Master, los Sellos de Comando eran un claro indicativo de ello. Se ponía interesante.

Había hecho la pregunta antes simplemente porque quería escuchar la respuesta esta, la primera impresión siempre era importante después de todo. Fue todo oídos al momento en que está movía sus labios con intención de contestar.

"S-si, Rider, soy tu Master. S-sakura Matou, es un placer conocerte" esta se inclinó un poco en respeto hacía el hombre. Este comenzó a caminar hacía ella, el sonido de los pesados pasos resonó en la oscura sala, la peli morado observó el como está alzó su mano hacía ella de rápida, cerró los ojos instintivamente con miedo debido a eso.

Solo para sentir el como una mano se posaba en su cabeza con suavidad, y luego esta pasase a su fino mentón y lo alzase con extrema delicadeza. El culpable de todo esa por supuesto que era Rider, que quería que lo viese a la cara.

"No hay necesidad de tales formalidades, además, el placer es mío, Master" contestó con una sonrisa segura el héroe, Sakura sintió los colores llegar a sus mejillas ante dicha acción.

Aquiles se había dado cuenta de algo en tan solo un minuto de su invocación, su Master sintió miedo cuando iba a acariciarla, y se notaba que inseguridad a kilómetros, eso, y que notó un moretón que tenía oculto por su cabello por sobre el ojo izquierdo.

Un análisis absolutamente rápido y audaz de alguien como él, le hizo llegar a la conclusión de que ella era como un perrito asustadiso, eso claramente tenía sus causas, si llegaba razón en lo que pensaba, dichas causas eran normalmente...

Maltrato y abuso, que mantenido en el tiempo dejaba traumas. No había que ser un genio, cualquiera con cerebro y en su posición se hubiera dado cuenta. También existía la posibilidad de que ella simplemente fuera así, pero lo que vendría a continuación haría que descartara esa opción.

"¡Vaya, es increíble! ¡Hemos invocado al mítico Héroe Griego, el mismo Aquiles. Ahora no puedo perder!"

"¿Hemos? ¿Y este quién demonios es?" se preguntó Aquiles con severidad, cambiando su semblante a uno más serio debido a la voz chillona y molesta que había escuchado tan cerca de su persona.

En seguida dió con el culpable de eso. Se trataba de una de las dos personas que habían estado a la expectativa, este era un chico de cabello azul, que tenía una asquerosa sonrisa en el rostro mientras tenía su mirada puesta en él, observó como este se acercó de manera furtiva a quién era su Master y la sujeto por los hombros sin ningún tipo de cuidado ni medir sus fuerzas.

"Ahora, Sakura, entregamelo, es demasiado valioso como para que esté bajo el control de alguien como tú" dijo el muchacho al parecer con desprecio, casi escupiendo sus palabras.

"E-espera, hermano, me estás lastimando" trató de decir Sakura, sin embargo como consecuencia de haber dicho eso, el agarre en sus hombros se hizo aún más fuerte, cosa que la hizo quejir de dolor.

Rider al ver como su Master a pesar de sentir que era una gran maga no hacía nada para sacarselo de encima, defenderse o siquiera contestarle, decidió mover ficha.

"Oye, oye, sugiero que cuides tu tono y retrocedas, pequeño renacuajo. No me interesa que seas su hermano, quita sus manos de ella, ahora" advirtió el héroe griego parándose al lado este en menos de lo que dura un rayo y interponiendo su lanza entre la chica y su agresor. Rápidamente vió como el chico se asustó de una manera increíble, al parecer aparte de ser basura también era una gallina.

"¡O-oye, espera un momento! ¡Rider! ¡Yo seré tu Master, ella te invocó para que yo pudiera ser tu Master, Sakura dí algo maldita sea! ¡Dile que me obedezca y dilo ahora!" gritó con frustración a la chica al ver como ya había comenzado con el pie izquierdo. Dejó ver una sonrisa de oreja a oreja observando el como Sakura al parecer estaba por obedecer su pedido, sin embargo esa esperanza se fué a la basura al escuchar las palabras de esta.

"Por favor para..." contestó por lo bajo, a la vez que se esforzaba por mirar a otro lado. Ella estaba asustada, pero encontró valor para contradecir a su hermano al menos esa vez, quizás porque al parecer subconciente sabía que en esa ocasión, nada podría pasarle...

Aunque pudo ver claramente como sin mediar palabra, Shinji se lanzaba a intentar golpearla en el rostro, y ahí fué dónde aquél que había llegado debido a su llamado anterior, hacía presencia para evitar que algo le sucediera. La robusta mano de Rider sostuvo el antebrazo de Shinji con fuerza, parandolo en seco a centímetros de la cara de su Master; el de cabello azúl palideció y el Servant suspiró.

¿En serio había intentado golpear a su Master frente a él? podría llevarse el premio al más idiota que haya visto en su vida y que seguramente vería en esta segunda oportunidad.

"Te diré una cosa. Prefiero suicidarme y volver a maldito Trono de Héroes en este instante antes de servirte, cretino. Te conozco hace apenas unos segundos y por alguna razón ya quiero arrancarte la cabeza de tus hombros, ¿no te parece gracioso?" preguntó con una risa maliciosa, soltando el brazo de este y apuntando rápidamente su lanza al cuello, momento en que el chico cayó al suelo asustado.

Tch, sentía incluso lastima llegar a él, comenzaba a pensar si siquiera valía la pena ensuciar su preciada lanza con la sangre de esa sabandija. Pero, al mismo tiempo creía que hacer algo así era el trabajo de un héroe, sacar la basura podría decirse. Él se regía bajo su propio código de bien y mal, y actuaba en consecuencia. En tan solo un minuto notó la actitud de su Master y el probable trauma que podía llegar a tener, cosa que acababa de confirmar, no tenía duda que el chico frente a su lanza era el que la maltrataba. Si se había atrevido a intentar golpearla frente a él, ¿qué no habría hecho estando en solitario? el solo pensarlo lo ponía de malas.

Por lo que, ese chico acababa de cometer la última estupidez de su vida...

Cuando se decidió, comenzó a balancear su lanza con la intención de decapitar al de cabello azúl, sin embargo, una mano frente a él lo detuvo, se trataba de su Master. "P-por favor, no le hagas nada, es solo que..." ella trató de explicar lo inexplicable, él solo suspiró al verla.

"Master... ¿qué haces?" Rider pensó observándola de manera inquisitiva, aún cuando la respuesta era obvia, se estaba interponiendo entre él y su deber como héroe, cosa que tampoco le gustaba. Sin embargo, suspiró y desistió en su afán de matar al chico, aunque tampoco se iba a quedar sin hacer nada. Si no le iba a poner un dedo encima a ese renacuajo, entonces...

"Master, nos largamos de aquí, y no acepto un no como respuesta" Aquiles decidió rápidamente con la intención de sacarla de ese lugar tan rápido como pudiera.

Sin siquiera molestarse en escuchar la respuesta de Sakura, este rápidamente se acercó para tomarla por la cintura y colocarla en su hombro como si fuera un ligero saco de papas. Ella intentó resistirse, aunque en ese intento no había demasiada convicción, él suponía que ella en el fondo tampoco quería estar ahí, por lo que cualquier queja que saliera de su boca sería ignorada.

"¡Kyaaa! ¡e-espera un m-momento, Rider!" él empezó a caminar casualmente hacía la salida mientras su Master ni siquiera tenía idea de como comenzar a quejarse, y si lo hacía no la escucharía, su rostro enrojecido y nerviosismo simplemente no la dejaban. Aquiles tomó nota mentalmente de ello con una sonrisa triunfante, su Master era ese tipo de chica... no le desagradaba.

Su rostro volvió a teñirse de seriedad absoluta cuando se detenía delante de las escaleras que conducían a la salida, se volvió hacía Shinji y con una mirada fría como el hielo le dirigiría una última advertencia.

"Te dejaré una cosa muy clara, pequeño bastardo. No quiero saber que te vuelvas a acercar a mi Master desde este mismo instante; si tienes las agallas de hacerlo, entonces te colgaré del cuello de mi maldita carroza y le daré la vuelta al mundo entero, vas a rogar que te mate" amenazó severamente mirándolo por encima de su hombro con unos ojos más que peligrosos, una vez que se dió cuenta que la amenaza funcionó y de que manera, ya que llegó a ver una leve macha en la parte delantera del pantalón de este, continuó con su camino.

No sin antes detenerse nuevamente, sin mirar hacia la otra figura que había estado expectante todo el tiempo. "¿Y tú no piensas hacer ni decir nada, viejo?" preguntó, en ese momento pudo sentir como su Master se tensaba ante la mención este, ese alguien que solo observaba, al parecer con divertido.

Una retorcida risa se escuchó en el lugar. "Interesante, ciertamente un Servant interesante, Rider" dijo este simplemente, riendo por lo bajo y de una manera que al parecer resultaba satisfecho por lo que pasaba. No importandole su nieto a pocos metros de él arrodillazo, él era una vergüenza, y no tenía tiempo que perder con él.

Pero Sakura había servido de algo para Matou Zouken, ya que...

"Invocaste a alguien realmente formidable, puede que nada en estos años haya sido una perdida de tiempo como pensé..." pensó mientras observaba como el gran Héroe Griego subía las escaleras con la intención de salir del sótano con su nieta en brazos.

Aquiles observó los miles de gusanos que se retorcían en aquél sitio mientras subía las escaleras con una mirada totalmente neutra. Se apresuró en salir de ahí.

Una vez salió al pasillo de la casa, decidío preguntar algo obvio. "Master, ¿dónde está tu habitación? te llevaré ahí en seguida" dijo este tranquilamente.

Sakura, al parecer ya sabiendo que resistirse era inútil, simplemente optó por señalar con el dedo el camino aún con los colores adornando sus mejillas debido a la situación. Ella lo fué guiando por la casa en silencio, hasta que llegaron a una puerta.

Aquiles ni siquiera pregunto si debía abrirla, ya que ingresó de una sola vez, las luces estaban apagadas, pero la luz de luna se dejaba ver por la ventana, ventana que estaba justo al lado de la cama de la habitación.

Él se acercó y se aseguró de depositar a su Master con extremo cuidado en ella, un cuidado que ciertamente, Sakura nunca había decidido jamás mientras estuvo dentro de esa casa.

"... Gracias, Rider" alcanzó a decir, mientras sentía como sus ojos se humedecian más de la cuenta. Sakura llevó una de sus manos para colocarlas sobre sus ojos, no queriendo mostrar como pequeñas lágrimas empezaban a brotar de ellos.

"Sí, está chica... está rota..." pensó Aquiles, sentandose al borde de la cama, observando como ella ocultaba sus ojos con la mano. Quizás para eso había sido invocado, para hacer lo que un verdadero héroe debería hacer.

"Todo está bien ahora, todo. Puedes descansar..." contestó el héroe suavemente, haciéndole saber con esas leves palabras, que él estaría ahí de ahora en adelante.

Sinceramente, Sakura escuchó en esas palabras lo que quiso escuchar durante mucho, mucho tiempo. Al principio no le gustó para nada la idea de invocar un Servant, su abuelo la obligó a hacerlo contra su voluntad, como siempre había sido. No podía negarse, no tenía opciones, nunca las tuvo desde un inicio.

Esa casa había sido el mismo infierno desde que llegó a ella. Shinji al inicio había sido bueno con ella, solo hasta que Zouken decidió que ella sería la principal heredara de la Magia familiar por encima de él. Todo cambió desde ese momento, su vida se vino aún más abajo cuando comenzaron los constantes abusos y maltratos bajo aquél techo.

De día, de noche, en cualquier momento, mientras trataba de hacer la tarea, mientras intentaba dormir...

Por un momento, solo por un momento y ese momento, ella sintió que nada podría sucederle, ya que Rider estaba justo ahí para evitar que algo le pasase. Era extraño, ni siquiera conocía a ese hombre, lo conocía hace solo unos minutos, pero eso había sido más que suficiente para darle más tranquilidad que en más de una década había sentido en aquél infierno llamado hogar.

"Descansa, te lo has ganado. Si tienes un deseo que quieras cumplir, entonces mi objetivo es claro: ganaré esta guerra a toda costa y te entregaré el grial con mis propias manos, chica" llegó a esa rápida conclusión, observando como Sakura rápidamente se quedó dormida, aún cubriendo sus ojos con su mano. Un pequeño camino de lágrimas ya secas se dejaba ver por debajo de su mano.

Obtendría el grial, ya ni siquiera porque era su deber, quería hacerlo por él, y por ella. Además, si podía darle en el proceso una lección a las dos pestes que había dejado atrás hace unos momentos, aún mejor...

"Tengo trabajo que hacer, mucho trabajo que hacer. Espero que los demás Servants estén a la altura para hacer las cosas más interesantes, si es demasiado fácil, entonces me sentiré algo decepcionado. Si quieren evitar que obtenga el grial, entonces van a tener que esforzarse, les mostraré a todos y a cada uno de ellos quién soy" expuso apretando su puño con seguridad, iba a ganar, tenía que ganar, pasaría por encima del que sea para conseguirlo.

"Que empiece el juego"

Continuará...

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