Capítulo 7
Ella logró llegar a tiempo. La Servant con un aspecto de reina intervino justo en el momento dónde otro Servant intentaba dar muerte a quién la había invocado.
No lo permitiría de ninguna manera.
Rápidamente se colocó entre el defendido por ella y su atacante, balanceó con clase y fuerza su gigantesca arma, logrando conectar en el agresor, y por consecuente, hiriendolo.
No perdió el tiempo en lo absoluto y de una fuerte patada terminó de expulsarlo del lugar antes de que siquiera tuviera una oportunidad de responder a sus ataques.
Justo ahí se quedo unos breves segundos mirando con seriedad fuera del sitio, no podía ver nada al frente, una extraña niebla se lo impedía, pero no lo necesitaba. Sus músculos se aflojaron y suspiró con alivio sintiendo como el Servant comenzaba a alejarse del lugar.
Su figura bajaba y subia levemente de manera controlada, ella estaba levitando en ese momento, de esa manera, simplemente volteó todo su cuerpo hacía atrás mientras se preparaba para tomar la palabra con amabilidad.
"Servant, Caster. Artoria. He respondido a tu llamado, Master" sus palabras dichas con una tenue y calma voz en su oración, tan amable, un tono que parecería acariciar los oidos de quién la escuchase; todo acompañado con una sonrisa angelical en su rostro.
Y quién la escuchó y se sintió de esa misma manera fué el chico, que a diferencia de ella, la veía con total asombro y para nada calmo; no era para menos, después de todo casi lo matan en segundos y es salvado en la misma cantidad de tiempo.
El seño de Caster se frunció un poco al ver como este estaba herido, teniendo sangre en su ropa en múltiples zonas de su cuerpo, como si hubiesen estado jugado con él.
"O-oye, ¿Q-qué está pasando? ¿Qué es todo esto?" preguntó Shirou con rapidez desde el suelo, aún admirando a la chica frente a él. Cuándo estaba a punto de volver a hablar, se sostuvo con fuerza al sentir el dolor emerger de su brazo izquierdo, el cuál tenía un corte medianamente profundo en el bíceps.
La chica se acercó sobrevolando la poca distancia entre ellos, y dejó que sus tacones tocasen por primera vez el suelo, dejándose caer justo cuando estaba frente al pelirrojo. "Por favor, cálmate. Estoy aquí para cuidarte, Master. Mantente quieto un momento" pidió Caster, Shirou solo calló e hizo caso, tratando de quedarse más quieto posible.
Se sorprendió un poco cuando un aura caliente de color verde apareció en dónde estaban ubicadas cada una de sus heridas. Caster estaba manteniendo una mano sobre su cuerpo, como si estuviera tocando una barrera invisible sobre la que solo ella tenía control.
Aunque, Artoria notó algo extraño, él se había comenzado a curar por si solo antes de que ella comenzase a usar su magia, pero debido a la misma, la curación iba mucho más rápido.
Las heridas del pelirrojo iban doliendo cada vez menos con el pasar de los segundos, cuando parecía que iba a terminar con aquél misterioso tratamiento por decir poco, se detuvo en seco. Más aún, la chica dió media vuelta para volver a estar de frente a la entrada del depósito, como si estuviera protegiéndolo de algo que él no podía ver.
"Más enemigos. Master, manténgase aquí mientras yo me encargo" dijo esta ahora mucho más seria, su tono había cambiado bastante. Ahora era seguro y firme, podía jurar que así lo era también su semblante, aún si no podía verlo desde dónde estaba.
Con un movimiento de manos, Shirou observó como Caster hacía que una de las lanzas a su alrededor se posicionara en forma paralela al suelo, y el como con otro movimiento mucho más brusco, está salía despedida una velocidad descomunal, atravesando la niebla y perdiéndose en la misma.
Escuchó como si esta chocase con algo, al parecer metal. Para la chica esa lanza no era más que una leve prueba, pensó que podría tratarse de Saber o un Lancer, era buena enfrentando a oponentes cuerpo a cuerpo a pesar de ser un Caster; más aún, se creía mejor peleando de frente que usando magia, definitivamente podía manejarlo, por lo que se preparó para hacer su movimiento.
Rápidamente preparó las tres lanzas faltantes, lanzadolas todas en simultáneo y trás ellas tampoco dudó en lanzarse también, fué al encuentro directo con su enemigo.
Shirou por los siguientes segundos solo escuchó el como una batalla se libraba en el patio de su casa, objetos chocando y espadas cruzándose una y otra vez era lo único que sus oídos podían escuchar; y eso fué algo que solo lo inquietó.
"Maldición, no entiendo nada. Pero, tengo que levantarme, no me perdonaría si ella muere luego de salvarme" pensó, ya la mayoría del dolor se había ido por el tratamiento de la chica, Artoria había dicho que se llamaba. Ese nombre le recordaba a alguien muy importante en la historia, solo que algo cambiado, obviamente por el género. No pensaría en una pequeñez como esa por el momento.
Para su fortuna, la niebla pareció desvanecerse al completo en el momento en que el caminaba a la puerta. Se recostó del marco metálico de la misma para observar lo que sucedía.
Esas extrañas lanzas que parecían pensar por sí mismas volando por todos lados, la arena siendo alzada en sitios dónde por momentos solo lograba ver destellos producto de los choques constantes de dos armas cortantes.
A pesar de ya no haber niebla, no conseguía ver demasiado, ya que ahora el polvo era lo que se dejaba ver en aquella frenética pelea, y trás del mismo las chispas volando por doquier.
Por un momento algo salió despedido del lugar donde las cosas estaban violentas, Artoria era la que se vió obligada a retroceder por un fuerte swin de su rival, que era mucho más fuerte y rápido de lo que podría haber esperado.
Pero, para ella no cambiaba nada.
"¡Ve por él! ¡Marmyadose!" exclamó Caster con fuerza, de su báculo/espada comenzó a emerger energía amarilla con furia, y está como si estuviera propulsada por esa misma, salió disparada hacía el humo como si fuese otra de sus lanzas.
Pareció impactar en su objetivo debido al sonido seco dentro de la nube de humo, la suposición se convirtió en realidad cuándo ahora era su rival quién salió del humo, siendo empujado por su gigantesca espada sagrada.
Ella alzó su brazo derecho, con un leve gesto con el brazo, la espada dejó de ejercer presión en su oponente y regresó a sus manos al igual que las lanzas, las cuáles volvieron a su posición inicial. La batalla volvía al punto de partida.
"I-increíble" pensó Shirou estupefacto ante lo que acaba de ver, ni siquiera sabía que era lo que había pasado en tan poco tiempo realmente, apenas y pudo ver qué sucedió.
Para su alivio, Artoria se veía perfectamente bien, sin ninguna herida aparente, ni siquiera había manchas en su elegante vestido blanco luego de estar metida en una movida como esa.
El polvo se fue con la brisa, así, dejando ver a quién estaba enfrentando. Shirou prestó especial atención ello, al entrecerrar los ojos y ver detenidamente, tenía un traje negro al completo, y fina espada negra en la mano, y al ver su rostro y color de cabello...
Espera...
"¿Kurosaki? ¿Pero qué?" preguntó en voz alta, captando la atención de tanto de Artoria como del mencionado.
Ichigo abrió los ojos de par en par al ver como la razón por la que estaba peleando estaba recostado en la puerta del depósito a metros de él, totalmente a salvo. No tardó en tomar la palabra.
"¡S-Shirou! ¡Maldita sea por un momento pensé que estabas muerto!" Ichigo exclamó aliviado.
Caster observó la interacción entre ambos, ¿Se conocían? al parecer todo estaba siendo un mal entendido. Se mantendría callada por el momento.
"¡E-espérame un poco, ahora mismo acabaré con ella y nos largamos de aquí!" le gritó al pelirrojo, pensando en terminar con aquello lo más rápido que pudiera, aunque no parecía que la cosa iba a ser fácil.
Shirou no entendía nada de eso, ¿Por qué Ichigo estaba vestido de esa manera, con una espada mano y peleando contra alguien que acababa de aparecer? pero, él podía entender lo que era incluso más importante que todo lo anterior en ese momento.
"¡El que tiene que esperar un poco eres tú, ella me salvó! ¡No pelees con ella! ¡Sea lo que sea por lo que estén peleando no tiene sentido!" ahora el que gritó fué Shirou, Ichigo le miró confuso.
El Shinigami se centró en observar el revés de la mano del pelirrojo, y dió con que el Sello de Comando ahora estaba perfectamente marcado en ella. No habla dudas, ahora era un Master. Y sí era así...
Dirigió su mirar hacía el Servant que tenía a unos diez metros de su posición. "Servant clase Caster, supongo" comenzó el muchacho, la chica asintió dos veces. Ichigo suspiró y se relajó.
"Gracias por salvarlo, creía que había llegado tarde y lo encontraría... ya sabes" dijo no querían recordar esos momentos dónde pensaba en lo peor. Este simplemente hizo retroceder su Bankai, sabiendo que ya no hacía falta pelear.
En el rostro de Caster se curvo una sonrisa tranquila por esas sinceras palabras que el muchacho había dicho. Ya que ella podía saber más que nadie cuando alguien estaba mintiendo, nadie podía engañarla, por lo que le creyó apenas escucharlo.
"No tienes porqué agradecer, hacia lo que debía por mi Master. Cualquier Servant lo hubiera hecho en mi lugar" le restó importancia a su acción, recuperando su tono de habla más tranquilo. Incluso Ichigo se sintió más relajado al escucharla.
"En todo caso, creo que tendría que disculparme por atacar primero, pensé que eras otro enemigo, al parecer no podía estar más equivocada, me alegro mucho por eso" dijo sincera, bajando también su gran espada poco a poco, ya no tenía que de preocuparse.
Pero, siempre había de qué preocuparse cuando se estaba en una guerra.
Así lo pensó Caster cuando sintió como algo se acercaba a una velocidad bestial, era como si un relámpago color rojo hubiera caído a pocos pies de ella, se preparó en lo que dura un parpadeo; de ese mismo relámpago salio una figura portando dos armas rojas, esta no dudó en abalanzarse contra ella en un ataque frontal más que feroz, como un animal salvaje abalanzadose contra su presa.
Ichigo abrió abrió sus ojos de par en par ante lo que veía, ya que había olvidado algo bastante, muy importante en toda esa situación.
Su propio Servant.
Scáthach había ingresado de manera repentina en el terreno con la intención de someter y eliminar al Servant que estaba en el lugar de manera rápida y efectiva. Caster queriendo evitar que eso pasase, actuaría en consecuencia.
Caster consiguió esquivar por poco la lanza que se dirigía directo a su rostro, por muy poco, su mejilla se izquierda se vió cortada por lo cerca que había pasado; para esquivar la segunda lanza simplemente interpuso su espada y la repelió.
Ella decidió contestar el ataque con su Marmyadose en un swin a toda la velocidad que pudo.
Este fué esquivado por Lancer con leve salto hacía atrás, esta hizo aparecer sobre ella cuatro imitaciones de Gaè Bolg y las lanzó a su rival, Caster en ese momento supo que tenía que responder de la misma manera y lanzó sus propias lanzas sagradas al encuentro.
Lanzas malditas y lanzas sagradas chocaron en el aire con rapidez, choque en el que las Gaè Bolg terminaron reducidas a pedazos, quebradas como el cristal sin ningún oponer ningún tipo de resistencia.
Lancer no quiso pensar demasiado en ello, y vió la oportunidad, tenía a Caster al alcance de su lanza, por lo que balanceó la misma hacía la garganta de esta, solo un poco más cerca y...
"¡Oigan, esperen un segundo!" ellas escucharon como al unisono sus Masters interrumpían la contienda de un grito, sus cuerpos se tornaron pesados solo un segundo después, debía ser el efecto de Sello de Comando.
Lancer chasqueó la lengua, ya que había parado justo cuando tenía la yugular de Caster a tan solo milímetros.
Pero, al mirar a un poco a su alrededor, dió con que esas extrañas lanzas verdes también estaban a pocos centímetros de darle una muerte indolora, ya que las cuatro se habían parado justo alrededor de su cuello, formando una especie de guillotina circular. Ni siquiera las había notado, si todo hubiera seguido su curso sin ninguna interrupción, con alta probabilidad ella y Caster se hubieran quitado la vida mutuamente en ese mismo lugar.
Su seño se frunció en molestia por ello, y con esa misma irritación le iba a hablar a su oponente, que estaba levitando justo frente a ella. "¿Cómo demonios es que un Caster como tú puede pelear de esta manera?" preguntó inquisitiva, manteniendo todavía en alto su lanza.
"No me veo en la obligación de responder a esa pregunta" contestó igual de seria Caster. Ellas volvieron a escuchar a sus Masters que pararan con eso, estás se miraron y poco a poco bajaron sus armas.
Aunque, Lancer vió con interés una cosa, la herida que le había hecho a Caster en la mejilla, en tan solo segundos ya se había cerrado. ¿Qué había pasado? no vió o sintió que en algún momento ella usase magia curativa, no, ni siquiera había tenido tiempo para hacer algo así, esa herida se la había hecho hace menos de cinco segundos y ya se había cerrado por completo.
Ichigo y Shirou suspiraron con alivio al ver aquello, el pelirrojo no teniendo alguna idea de lo que sucedía, pero pudo evitar que dos personas se quitaran la vida justo frente a sus ojos.
Los ojos del muchacho de cabello rojo fueron a parar sobre el Kurosaki, este no lo había pensado segundos antes cuando lo mismo había pasado, pero...
"Maldición, al parecer Shirou también puede verme. ¿También es un Mago? no me jodas, aquí al parecer todos tenemos dobles vidas..." Ichigo pensó nervioso, ya que sabía cuáles serían las siguientes palabras de su amigo.
"Kurosaki... ¡¿Se puede saber que demonios está pasando?! ¡¿Quienes son ellas, y qué te pasó a tí?!" preguntó Shirou de golpe. Tanto el de cabello naranja como ambas Servants paradas no muy lejos del lugar sudaron al escucharlo.
Lancer desde recordó la primera pequeña conversación con Ichigo luego de culminar el asunto con Berserker y Archer, cuando aún estaban en aquella pradera; pero, a diferencia de su Master, el chico pelirrojo se le veía realmente asombrado y anonadado, todo menos tranquilo.
Ella de un salto se acercó a Ichigo y se colocó a su lado, desvaneció su Gaè Bolg, ya sabiendo que no iban a luchar. "Supongo que ese es el amigo del que hablaste, ciertamente terminó siendo un Master, al parecer de un Servant problemático" le dijo al peli naranja, observando a Caster, la cuál dejó su posición anterior al igual que ella, hizo desaparecer sus armas y se acercó a su Master. Todo bajo del mirada de Ichigo y Lancer, la cuál proseguiría.
"Puedo entender llegar a entender que me hayas detenido, pero, ¿Hacia falta usar un Sello de Comando para detenerme?" esta vez, ella preguntó mientras su rostro se endurecía al parecer con algo de molestia. Creyó ser clara con la importancia que tenían los Sellos de Comando, esa fué una orden que pudo haber acatado con palabras, totalmente evitable.
Ichigo se puso algo nervioso por la mirada oscurecida que esta le daba, ya que era la primera vez que la veía de esa manera. El color de sus ojos, rojos como la sangre y la oscuridad no ayudaban mucho, la hacía ver más terrorífica.
Respiró hondo y se preparó para contestar. "L-la verdad es que no quise hacerlo, simplemente fué un accidente el que haya utilizado un Sello de Comando en tí" se defendió el Kurosaki, y la verdad es que era cierto; para empezar no sabía ni como se usa un Sello de Comando en un Servant.
Scáthach no cambió su mirada en lo absoluto, cosa que hizo a Ichigo sudar un poco más de la cuenta, pero en los pensamientos de la mujer eran una cosa totalmente diferente. "Mmm, no estoy realmente molesta por eso, puedo notar que dice la verdad. Pero, la verdad es que he hechado de menos una cosa desde el momento que fuí invocada" fué diciendo en su mente, recordando aquella que hizo durante gran parte de su vida.
Ella tomaría la palabra trás aquellos pensamientos que le traían cierto sentimiento de nostalgia. "Lo dejaré pasar, Ichigo. Como compensación simplemente quiero que me ayudes con algo en otra ocasión, es todo" ella sonrió con algo de fiereza, Ichigo se dió cuenta de eso, fué extraño por decir poco, que era lo que...
"Lamento interrumpirlos" escucharon otra voz cerca de ellos, se trataba de Caster quién se había acercado. "Sé qué como Servant que soy, y ustedes Master y Servant que son, se supone que debería estar peleando con ustedes; pero, ahora la situación es una muy diferente. ¿Dices ser amigo de mi Master, no?" Caster preguntó amablemente al peli naranja, este observó a Shirou más atrás de ella, él solo asintió ante la pregunta.
"Por supuesto que lo soy, vine aquí lo más rápido que pude justamente porque pensé que estaba en peligro. Pero, ahora está metido en algo de lo que no tiene la más mínima idea, y tengo que ayudarlo con eso. ¿Eso era lo que estabas por preguntar, Caster?"
La pequeña chica rubia sonrió ante esas palabras sabiendo que no le estaba mintiendo. "Gracias, eres muy amable, Master de Lancer"
"Tch, llámame Ichigo. No me gusta que se refieran a mí como Master, es extraño" recomendó el peli naranja a la rubia, la cuál asintió. Ichigo ahora volvió su mirar hacía su Servant. "¿Estás de acuerdo con todo esto, Lancer?"
Scáthach pareció pensarlo un poco. "No es algo que me agrade del todo, pero puedo soportarlo. No atacaré a Caster o a su Master mientras ellos no hagan nada en contra tuya" culminó segura, solo necesitaba una mínima hostilidad y atacaría sin dudar.
"Eso me parece bien, acepto esa condición. Creo que deberíamos ingresar a la casa para comenzar a aclarar varias cosas" decidió Caster dándose vuelta, a la vez que Ichigo dejaba su estado espiritual, las ropas Shinigamis retrocedieron y dejaron ver su uniforme escolar; tanto él como Lancer comenzaron a caminar trás la rubia. Artoria miró por encima de su hombro con interés a Ichigo por su cambio, preguntaría después.
En cambio Ichigo en su caminar se preguntó el que era lo que había pasado con Assassin, si Lancer llegó tan rápido, solo podía significar dos cosas; o había acabado con ese Servant, o se había escapado. Realmente esperaba que fuese lo primero, ya que seguramente debía ser la razón de las muertes en la ciudad desde hace días. También hablarían sobre eso en breve.
Muy lejos de la residencia, alguien se encontraba parado sobre uno de los edificios de la ciudad, observando seriamente el como los cuatro sujetos ingresaban a la casa lentamente, y el como Lancer al parecer por un breve instante miraba directamente hacía su posición antes de cerrar la puerta trás de ella.
Archer era quién estaba vigilando desde la distancia desde poco antes que Assassin hiciera acto de aparición.
El héroe hindú debía decir que fué una casualidad el que Lancer y su Master hayan aparecido mientras él mantenía su filosa mirada sobre los movimientos de Assassin y lo que estaba por hacerle al chico de cabello rojo. Y él no iba a intervenir en lo absoluto, solo estaba ahí como un mero observador, a la espera de que sucediese algo.
Y sí que sucedió.
Ese chico terminó siendo Master de Caster después de todo, además de ahora saber que Lancer y Caster seguramente no serían enemigos en esa guerra. Podría decirse que era un problema, pero para él no lo era, los aplastaría con su máximo poder de ser necesario.
Con ese pensamiento, se quedó un rato más en ese lugar, pensando que podría llegar a pasar otra cosa interesante; con las luces de la ciudad iluminando su elegante figura en lo alto, con la luna y las estrellas sobre él. Arjuna pensaba le gustaba ese tipo de tranquilidad, y prefería estar de esa manera a decir verdad.
Sin embargo, estaba en una guerra, y tenía un objetivo, disfrutar de aquella calma no lo era para nada.
Justamente, una media hora después de que Lancer y Caster junto a sus Masters ingresaran a la casa, llegaron otras dos figuras más, él reconoció a una de ellas era un Servant, no tardó en saber su clase debido a las armas en su cintura.
"Interesante, así que Saber también está aliada con Caster y Lancer" Arjuna dijo por lo bajo, observando el como el chico peli naranja era el que les abría la puerta para que ingresasen a la vivienda.
"Ya veo, los Masters parecen conocerse. De esta manera, he visto a todos los Servants de esta guerra, excepto a..." en ese momento, Archer se sintió observado desde un bosque poco lejano a su izquierda.
Al volverse hacía el lugar, su preciso mirar dió con el culpable de aquella molesta sensación.
Era un hombre, este estaba sentado casualmente en la rama de un árbol, mirándolo directamente con una sonrisa divertida en el rostro, no podía ver su cara totalmente, desde el ángulo en que estaba la mitad de su cara para arriba estaba siendo tapada por unos hojas que estaban en el camino.
"Rider" pronunció Arjuna con severidad en su habla, no había lugar a dudas. El único Servant que aún no había visto ahora, estaba observándolo detenidamente y viceversa.
Podía sentirlo, podía sentir el como aquél Servant con aquella sonrisa en el rostro le estaba lanzando un reto, no solo eso, parecía incluso estar gritándole que se atreviera a acercarse, y él, no se echaría para atrás ante algo así.
No era imprudente, era condescendiente, él se había molestado en invitarlo a pelear como Servants que eran después de todo, aún si Rider no sabía lo que hacía con tal descuidada proposición, sin saberlo estaba sellando su destino.
Cuando estaba a punto de acudir a tal invitación, una voz en su cabeza le hizo recular en su decisión. Diciéndole que volviera, habla recolectado valiosa información por esa noche y era suficiente con eso.
No tuvo de otra, obedeció y se desvaneció en partículas azules en dirección a donde se ubicaba su Master. "Mi Master sin saberlo, a salvado tu vida, Rider. No tendrás tanta suerte la próxima vez" pensó en última instancia antes de desaparecer por completo y emprender camino.
Rider desde su posición a muchos metros de distancia logró ver aquello, y chasqueó la lengua ante su intento fallido de buscar una pelea que ahora estaba deseando más que nunca. Creyó que se iba a volver loco.
"Tch, o Archer es un cobarde, o su Master no le dejó divertirse por esta noche" fué diciendo con clara molestia mientras observaba el lugar donde antes debía estar el arquero.
"Maldita sea, estoy cansado de ir husmeando por ahí, ese trabajo de mierda de andar escondido y en las sombras debería ser de Assassin. Pero bueno, creo poder esperar un poco más, al parecer hay Servants que pueden llegar a divertirme, no tendría sentido ser invocado en esta guerra si no fuese así" el hombre trató de darse animos, su Master le dijo que solo vigilara y por poco desobedecía esa orden.
Bueno, de no ser porque Archer se retiró esa orden se hubiese ido al mismo desagüe, ¿Pero qué podía hacer? no le gustaba esperar, la paciencia no era para nada su fuerte.
Con ese pensar, una sonrisa volvió a dejarse ver en su rostro. "No me queda otra que volver, esta noche fué otra muy aburrida para mí. Trataré de cambiar esta mala racha en los próximos días. Lancer y su Master parecen ser muy prometedores, Archer parece un tipo duro también, será divertido" Rider se motivó, se paró en su lugar con disposición a irse de una vez, ya no tenía nada que hacer.
Un guerrero nato como lo era él, siempre esperaba tener una buena pelea después de todo.
Era emocionante, la vida se trataba de emociones, y para disfrutar la misma, había que llevar dichas emociones al máximo; camaradas, amigos, mujeres, peleas, para él todas eran emociones que le dieron sentido a su existencia en vida, haciendo de él un Héroe en el proceso.
Vivió su vida al máximo, a toda velocidad, hacía lo que quería y cuando quería, no se doblegaba ante nadie. Su nombre era conocido en el mundo entero, no le era indiferente a nadie.
Sí alguien le hacía toda justicia a lo que un Héroe debía significar, era sin ningún tipo de dudas el Servant clase Rider de esa Guerra del Santo Grial.
Continuará...
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