Capítulo 4

"¡¡¿¿Miyamoto quién??!!" pensó aturdido Ichigo, sintió como le fallaron las piernas al escuchar ese nombre.

Perdió valiosos segundos, segundos en los que la chica con audacia acortó la distancia entre ellos de un salto y balanceó ambas espadas a su persona. El sombrero rojo que portaba se cayó por tan rápido movimiento, dejando ver por completo su rostro que denotaba verdaderas ganas de pelear.

Con cierto vacile Ichigo logró recuperarse y bloquear el ataque con su propia Zangetsu.

"¡Oye oye! ¡E-espera un maldito segundo!" exigió en el nuevo forcejeo de espadas. Esperaba haber escuchado mal.

"¡¿Eh?! ¡¿Por qué?!" preguntó la espadachín con fuerza, pero la sonrisa en su rostro aún era claramente visible. No se le pasó por la mente parar en ningún momento, ya no podía.

Ella, antes de que el peli naranja pudiese responder a sus palabras, solamente aplicó fuerza bruta en el choque de espadas, el Shinigami se sorprendió al ver como por un momento era totalmente abrumado en cuánto a fuerza neta.

La Servant aprovechando dicha sorpresa, y que la balanza estaba a su favor en ese segundo, con una rapidez innata de alguien que está al más alto nivel en el arte de la espada; no perdió el tiempo y en cuestión de un parpadeo envainó y descenvainó la katana en su mano derecha en un ataque tan rápido y fuerte como el rayo, el chico salió despedido hacía atrás debido al violento impacto en su espada.

Apretó los dientes y trató de recomponerse del todo en el aire, colocando sus pies en el asfalto y frenando el retroceso. Solo para que al mirar al frente, volver a encontrarse a esa chica a poca distancia de él, volviendo a la carga sin querer darle oportunidad.

"Es molesta" pensó Ichigo colocando nuevamente su semblante más serio. Podía pensar en el nombre de esa chica en otra ocasión, ahora eso no importaba, estaba en medio de una pelea y tenía que concentrarse e ir con más seriedad; ya que de algo estaba más que seguro, esa fuerza en el forcejeo de antes en dónde fué superado...

"En fuerza bruta no está muy lejos de lo que es Berserker. Si no me tomo en serio, podría pagarlo" culminó, pensando en que tenía que tomar cartas en el asunto.

Justamente, su semblante se endureció y su cuerpo se tensó; momento en que se plantó totalmente en el suelo y esta vez fué él quién se lanzó al frente en busca de la batalla.

Un swin balanceando a Zangetsu tan rápido como pudo fué fácilmente rechazado por la katana derecha de Saber, y esta tenía ya su otra arma lista para atacar; el Shinigami se vió expuesto al ataque, pero no lo permitiría tan fácilmente.

Se le ocurrió soltar la Zanpakūto por un momento para poder esquivar el tajo de aquella filosa katana que llameaba en fuego azúl, al esquivarla, dió un giro de 360° grados sobre su propio eje y le propinó una patada a Saber solo medio segundo después de que logró esquivar la espada.

La patada fué a parar en el antebrazo derecho de la espadachín que llegó a reaccionar para ello, pero, ahora sería la chica la que sería obligada a retroceder por la fuerza de la patada. Fué a parar a unos cuántos metros del sitio del impacto, sobándose levemente la parte afectada y con un leve seño de dolor.

"Auch, a pesar de que la bloqueé con éxito si que dolió" pensó algo con una pequeña sonrisa de dolor, algo tan minúsculo como eso no haría que se echase para atrás, no cuando su oponente no está dando todo de sí aún.

Con ese pensamiento pasando por su mente, volvió a la carga. El chico vió aquello y no dudó en imitar su actuar, yendo al encuentro.

El sonido del metal chocando se escuchó en el primer cruce, Ichigo detenía las dos katanas de Saber con Zangetsu en lo que parecía ser nuevamente un punto muerto. Punto muerte que fué desecho al momento en que la espadachín aparto su espada izquierda del contacto, Ichigo chasqueó la lengua al darse cuenta de eso, estar en desventaja numérica en cuanto a armas era ciertamente molesto; siempre tenía que cubrir más espacio del que normalmente cubriría.

Siendo así, dió un leve salto hacía atrás evitando el tajo, solo para volver hacía adelante y responder con el propio. Sus ataque fué esquivado de un salto por Saber, Ichigo abrió los ojos con algo de sorpresa al ver como esta lanzaba un swin en forma de X con sus espadas al aire, él sintiendo el peligro, colocó a Zangetsu frente a él, y lo que parecía ser el mismo aire golpea a su espada.

"¿Qué mierda? ¿Acaba de lanzarme un corte con una corriente de aire?" se preguntó algo estupefacto, recordándole un poco a su propio Getsuga Tenshou en menor escala, pero siendo prácticamente invisible, y no tampoco quería saber que era lo que se sentía ser cortado por algo así.

Alzó la mirada para observar a la chica, la cuál volvió a tomar algo de distancia con respecto a él. Al parecer se preparaba para hablar, y así sería.

"Sé que este no es tu máximo, vamos, sube el nivel, se qué podemos divertirnos mucho más" dijo alegremente Saber parándose recta y encarando a su oponente.

"No es que me interese de todas formas, pero tu tampoco pareces estar dando el máximo en esto" contesto Ichigo caminando un poco hacía el frente y colocando a Zangetsu de manera casual en su espalda. Estaba listo para continuar.

Esta pareció ruborizarse un poco por esas palabras, el semblante de Ichigo se torció en interrogación, no había entendido el porqué de eso. La chica se apresuró en expresarse.

"¡Ahh entiendo, entiendo! Un baile es de dos, prácticamente dices que también vaya más serio, porque de ser así no sería justo, ¡¿Quieres que te muestre de lo que soy capaz?! ¡¿Lo fuerte que soy?! ¡¿Lo quieres, verdad?! dime que si lo quieres" Saber habló rápidamente, su respiración se volvió algo irregular en rió un poco para sí misma en una escena que el Shinigami observó con una especie de signo de interrogación sobre la cabeza.

"Y a esta qué mierda le pasa..." se preguntó el de cabello naranja observando la escena.

Se le veía... ¿Fuera de sí? Ichigo tenía que describirlo con algo. Esa chica tenía un tornillo fuera de lugar, ¿Le gustaba pelear? ¿Una maníaca de las peleas? le recordaba a alguien con el que no pasó muy bonitos momentos que digamos...

Un leve escalofrío recorrió su espalda ante el recuerdo. Si era el caso y esa chica estaba tan loca como quién tenía en mente, no tenía de otra que asumirlo y hacerse cargo de ella, si quería violencia, iba a tener violencia.

"Has lo que quieras, terminaré con esto" formuló el muchacho seriamente, acto seguido tomó su gran espada y la levantó en paralelo al suelo a su costado derecho.

La chica se apresuró en dejar su anterior estado para prepararse, sujetando con firmeza las katanas en sus manos sentía que algo iba a pasar. Para su fortuna, no sé equivocó.

"¡Getsuga Tenshou!" Ichigo gritó el nombre de su ataque característico, aquél el cuál parecía ser un colmillo rasgando el cielo hasta llegar a la luna misma, tal y como decía su nombre. El peli naranja apenas decir esas palabras, de su Zanpakūto emergió un torrente de energía azúl y en un segundo no tardó en dirigir toda esa energía en un corte feroz hacía su oponente.

La furiosa brisa azotó aquella pequeña vereda que ahora servía de campo de batalla, el color azul había llegado para quedarse en aquella oscura noche debido al destello de aquél corte dirigido hacía la espadachín que esperaba firme en su sitio.

Ichigo veía todo sin saber que demonios planeaba esa chica, incluso la vio guardar una de sus katanas, totalmente absurdo; si ese Getsuga hacía contacto con ella sería todo, pero al parecer lo quería recibir de frente, mejor así, todo iba a terminar más de lo que pensab-

"¿Eh?" de un momento a otro, el Getsuga Tenshou que había enviado a la chica se deshizo por completo, no, fué cortado a la mitad de una manera malditamente limpia en el tiempo que dura un parpadeo.

Una parte de su ataque terminó en el bosque, cortando muchos árboles en el proceso, y el otro continúo su camino por el aire hasta perderse en la distancia.

La inquietud llegó a él cuando no vió a la chica dónde se supone debería estar. ¿Dónde estaba?

El sonido de espada siendo envainada trás de él poco a poco llegó a sus oidos, lentamente observó sobre su hombro, y ahí dió con la respuesta a su pregunta antes formulada; a poco menos de dos metros, Saber estaba envainando su espada poco a poco, cuando terminó de colocar dicha espada en su funda por completo, con el claro sonido de la empuñadura haciendo tope en la vaina, Ichigo sintió el como un corte aparecía de la nada en su mejilla y comenzaba a sangrar levemente.

Abrió sus ojos en sorpresa, una gota de sudor comenzó a bajar por su frente debido a lo que acababa de pasar, ni siquiera la había visto moverse; era un movimiento que solo recordaba haber visto en películas de samuráis, un corte a máxima velocidad dónde la espada era desenfundada y enfundada en milésimas de segundo.

Cierto, después de todo ella decía llamarse Miyamoto Musashi; antes había dudado por el género, pero para tener tanta habilidad con una espada en mano, solo podría tratarse de esa persona tan legendaria. Si realmente era quién decía ser, no debía sorprenderse de que pudiera hacer tal cosa.

"Por poco, si hubiera tardado solo un poco más creo que no la habría contado" Musashi bromeó, esta se paró erguida en su lugar, aún dándole la espalda al Shinigami, ni siquiera se molestó en volverse hacía este.

"Entonces, ¿Continuamos?" preguntó, volviendo a tomar otra katana en su mano libre, las leves llamaradas en sus espadas con tonalidad roja y azúl volvieron a hacerse presentes, como transmitiendo el llameante espíritu guerrero que su portadora tenía en ese momento.

Las nubes en lo alto del cielo se oscurecieron aún más, si es que eso podía ser posible. Leves gotas comenzaron a caer de las mismas, gotas que en poco tiempo pararon a ser miles, millones de gotas en lo que ahora era una lluvia torrencial.

Tal como el muchacho de cabello naranja había pensado hace un rato, la lluvia no tardó en hacerse presente. Tanto él como Saber se vieron totalmente empapados la helada agua procedente de los cielos, sin embargo, ahí estaban, en el mismo sitio sin moverse un milímetro.

El sonido incesante de las gotas cayendo por doquier se vió quebrado por la tan baja, pero segura voz del chico Kurosaki. "Sí, continuemos, Musashi"

Al terminar de formular aquello, los dos se volvieron uno contra el otro, el agua bajo sus pies fue apartada cuando ambos pisaron fuertemente el suelo, volviendo nuevamente a como habían comenzado.

Un forcejeo, un tira y afloja de fuerza bruta en un rechine de espadas sordo debido a la lluvia. Estando realmente cerca debido al cruce, Musashi sonrió dejando ver que se estaba divirtiendo, que para eso fué que vivió, y para eso se le dió una segunda oportunidad. Su sonrisa fué adornada por el agua que resbalaba por su rostro, resaltandola aún más si es que eso era posible.

Ella misma se sorprendió al ver como en el siempre duro rostro de su oponente, se dibujaba una minúscula sonrisa de desafío puro.

El mismo Ichigo estaba sorprendido por ello, pensó que estaba molesto por estar haciendo aquello, puede que las palabras que el sexto Espada le dijo alguna vez eran ciertas.

"¡Tu disfrutas de las peleas tanto como yo! ¡No viniste solamente a salvar a esa humana! ¡Viniste porque querías pelear!"

Lo recordaba, lo negó en ese momento, pero tal parece que las circunstancias han cambiado desde aquél entonces en Hueco Mundo. Puede que las cosas hayan estado demasiado tranquilas para él luego de todo el asunto de los Arrancar y los Fullbring, y que él se acostumbrase a estar siempre metido en algo peligroso ahora le esté jugando en contra, y ahora el deseo reprimido durante ese tiempo que estuvo en paz esté saliendo a flote. Incluso podría ser que él mismo no fuera la causa de ello.

No sabía qué era, la chica frente a él tenía algo que lo hacía querer enfrentarla y ganarle, el sentimiento parecía ser mutuo.

Era peligrosa, el movimiento de antes se lo había dejado claro, pero, él también lo era.

Sus pensamientos llegaron a su fin al igual que el forcejeo que habían mantenido debido a la fuerza que ambos ejercieron por un breve momento. Con el agua adornando el ambiente y cubriendolos por completo, estos no perdiendo tiempo y volvieron a la carga de manera frontal, como debía ser.

Corte por corte, estos se pararon uno frente al otro con la sola intensión de cortar al otro sin usar ningún truco, solo ganaría quien fuese más rápido y preciso con la espada.

Las chispas por las espadas colisionando no llegaban de debido al agua, y el sonido se veía distorsionado por la misma, un escenario perfecto para un duelo de ese calibre.

Pero, en dicho duelo, Ichigo iba perdiendo con cada vez más claridad, pequeños cortes en sus brazos y torso se fueron dejando ver a medida de que los tajos iban y venían de cada lado, desventajas de usar una gigantesca espada difícil de maniobrar, por otro lado, ventajas de portar más de una pequeña y ligera espada.

Se vió obligado a ir reculando poco a poco en dichos cruces, si atacaba quedaba expuesto para un contraataque que la espadachín siempre aprovechaba para hacerselo pagar con un corte o dos.

"Tch, no quería usarlo, pero al parecer tendré que hacerlo" pensó el Shinigami rechazando cada estocada que se le venía, ahora estando completamente a la defensiva. Para él, desde ese momento...

Los juegos, habían terminado.

Su Reiatsu se disparó de un momento a otro, la espadachín sintiendo como el ambiente se volvió pesado de golpe de un salto se alejó del chico.

Ya a una distancia prudente de su rival, la sonrisa en el rostro de Musashi se diluyó, sabiendo que el nivel de la pelea iba a subir exponencialmente debido al cambio que iba a sufrir su oponente.

Ya lo sabía, porque ya lo había visto antes, en su cabeza ya había peleado cientos de veces contra el peli naranja, se vió perdiendo en cada uno de esos enfrentamientos, seguramente porque aún no había experimentado en carne propia la velocidad y el poder al completo de este.

Ahora, estaba por hacerlo.

Guardó las katanas que tenía en sus manos y rápidamente tomó las otras dos que aún no había utilizado. Eran más ligeras, creía que cumplirían mejor con su trabajo. Cruzó estas espadas por delante de ella y cerró los ojos, controló su respiración al máximo, para luego soltar uno, dos, hasta tres largos suspiros que relajaron sus músculos y consciencia.

Aquello era como un ritual para ella, buscando la calma en su cuerpo y espíritu, esa calma que le ha ayudado a afrontar cada batalla en su vida. Su naturaleza era algo revoltosa, ella más que nadie lo tenía en cuenta, no podía estar tranquila nunca; pero, había momentos en los cuales para salir adelante, la ausencia de esa misma tranquilidad de la cual ella carecía, no era permitida.

Para dominar el arte de la espada y llevarlo hasta nuevos límites a los cuales solo ella podría llegar a alcanzar y superar, necesitaba estar en total paz consigo misma, para ella es fué la parte más difícil, incluso más que el largo camino que tuvo que recorrer en busca de los más difíciles rivales que alguna vez haya podido imaginar.

Al culminar su pequeño ritual para sí misma, abrió los ojos con lentitud, ya estaba lista, al igual que su rival, el cuál la había estado esperando.

"Sep, definitivamente es más increíble verlo de cerca" susurró para sí misma sobre la nueva apariencia del peli naranja, el cuál la miraba con una sonrisa confiada y algo agresiva en el rostro.

"Estoy listo, ¿Tú lo estás?" preguntó sosteniendo fuertemente su espada negra a mediana altura, apuntandola a la chica.

La espadachín estaba a punto de contestar positivamente a aquél reto, pero algo la detuvo, alguien se haría sentir en el lugar.

"Es suficiente, Saber. Ya no hace falta seguir peleando" se escuchó una voz en el ambiente, oyendose con claridad a pesar de la intensa lluvia que azotaba a los enfrentados.

Ichigo volvió su mirar rápidamente al bosque a su costado izquierdo, debía venir detrás del árbol más cercano al sitio. Era oscuro, la lluvia torrencial hacía que su mirar se nublase en consecuencia, pero podía sentir la débil presencia de una persona. Pero... ¿Cómo fué que no se dió cuenta antes? seguramente era porque estaba muy concentrado en la pelea, eso sumado a que no era el mejor en cuanto de detectar presencias se trataba.

Eso era un punto. El otro era que observó el como Musashi asentía levemente ante las palabras y guardaba sus katanas.

"Lo lamento Ichigo, pero órdenes son órdenes. Puedo querer pelear tanto como quiera, pero no desobedeceré a mi Master, así que nuestro duelo se posterga" se disculpó la espadachín, se inclinó un poco para mostrar aún más su punto.

Sí, era el Master de Saber quien había hablado después de todo. Pero, el tercer y más importante punto para el peli naranja era...

"Yo conozco esa voz..." pensó con una leve gota de sudor que en seguida se perdió con el agua, sus ojos se abrieron un poco ante la incredulidad de sus pensamientos.

Más aún, cuando mientras observaba al lugar de donde provino aquella voz tan reconocible para él, de la envolvente oscuridad del bosque una figura comenzó a caminar con naturalidad.

Esta se dejó ver por completo cubierta por una chaqueta plástica color amarilla. No importandole mojarse un poco, apartó la capucha que ocultaba su rostro, dos coletas cayeron a los lados de su cabeza con un color de cabello negro que brillaba por el rocío que caía sobre el mismo; dos pequeñas esferas azules se dejaron ver en cuanto abrió los ojos que mantenía cerrados. Ichigo sintió como una pierna le fallaba, no estaba equivocado.

"T-Tohsaka" tartamudeó el muchacho al verla por completo, si no fuese por el agua sobre su cuerpo sería evidente que estaba sudando a mares.

"Pero si es el señor Ichigo Kurosaki, no sabes cuán sorprendida estoy de verte por aquí..." soltó con ironía Rin Tohsaka, esta rió por la reacción del peli naranja, al parecer estaba casi tan sorprendida como ella lo había estado cuando lo vió en acción la noche anterior, por supuesto ella nunca le contaría eso a nadie.

Musashi que se había quedado observando la pequeña entrada de su Master y la reacción de su rival hacía la misma, se apresuró en dar hablar.

"¡¿Qué?! ¡¿Ustedes dos se conocen?! ¡Increíble! ¡Master déjame seguir peleando con él por favor!" propuso alegremente mientras se acercaba dando brinquitos de alegría.

Rin se volvió a esta con irritación. "¡Tú Cállate idiota! ¡¿Por qué revelas tu nombre así tan a la ligera?! ¡¿Tienes un tornillo fuera de sitio o qué?!" le regañó. La espadachín río nerviosa por el reclamo.

"Ejem, es un duelo. El me dió su nombre y tenía que darle el mío, por lo que..." trató de defenderse mirando a otro lado.

El peli naranja no había escuchado nada de lo que habían dicho, estaba sumergido en su mundo mientras aún observaba a la pelinegra reanudar la discusión con la Servant. "¿Cómo diablos es que ella me puede ver? ¿En serio es una maldita Master también? p-pero..." vaciló en su pensar.

En ese momento, como en tantos otros, Ichigo Kurosaki quería que se lo tragase la tierra.

Continuará...

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