Capítulo 2
Un flechazo, un rechazo en respuesta ante él. Tan rápido y eficaz, pero no lo suficiente para atravesar la al parecer impenetrable defensa de la mujer de ambas lanzas que lo veía venir todo.
Cada ataque interceptado y rechazado con facilidad en una danza hermosa y a la vez peligrosa con sus dos armas rojas.
Un salto hacía atrás de la mujer para esquivar dos flechas por parte del arquero que iban directo a su rostro fué suficiente para evitarlas, pero estás en vez de seguir su curso y terminar clavadas en la tierra, dieron un giro totalmente anti natural a la lógica misma y fueran nuevamente en busca de su objetivo: conectar en Lancer y acabar con ella.
No se cumpliría lo primero ni por supuesto con lo segundo. Apenas ver el como está cambiaron de dirección con violencia, esta balanceó ambas lanzar en dirección a las flechas, y al contacto los proyectiles explotaron con mucha proximidad a la mujer de ambas lanzas termino sorprendiendo a la misma.
Una explosión de color azul se dejó ver en el lugar la cuál se elevó muchos metros en el cielo acompañada de una onda expansiva que llegó a mover todo a casi un kilómetro a la redonda; los escombros volaron por todas partes, el arquero a unos 25 metros del sitio de la explosión observó aquello de manera analítica mientras era azotado por el viento furioso provocado por su ataque, a la vez que flotaba a metros del suelo sobre una especie de burbuja.
Este mantuvo el mismo rostro sin expresión alguna; solamente se limitó a levantar un poco su arco y apuntarlo al humo, clavó su vista en el mismo y cargó una nueva flecha en el mismo.
Disparó directamente hacía el humo que aún no se había disipado, la flecha mientras más distancia recorría en el aire más velocidad tomaba, siendo al parecer propulsada por una especie de llamarada azúl, Archer disparó al sitio de la explosión, en dónde no se veía nada a simple vista, al parecer un disparo a ciegas, nada más lejos de la realidad.
Justo como creyó, la flecha fué rechazada como si nada trás la cortina de polvo, la cuál se disipó y dejó ver a una Lancer totalmente ilesa y sin un mísero rasguño. Parada en medio de llamas azules.
El ceño de Archer se movió de manera casi imperceptible por ello. ¿No le había hecho nada? si lo había hecho no lo parecía, Lancer ni siquiera parecía estar sucia por el polvo de recién, era como si nada hubiera pasado.
"Eres fuerte, Lancer" reconoció abiertamente Archer sin dejar de apuntar con su arco a la mujer, esta con un leve gesto en el rostro le restó importancia al comentario.
Esta antes de responder se colocó una de sus lanzas en el hombro mientras que con la otra apuntaba a su oponente.
"Por otro lado, tu eres débil" contestó sin reparos la lancera.
"¿Cómo?" preguntó Archer ante esas palabras fuera de lugar para él. Esta vez su ceño de Archer se había movido de manera visible para Lancer que lo notó.
Se le grabó una minúscula sonrisa porque su provocación había funcionado, esta se diluyó al momento en que continúo.
"Ahora lo tengo claro. Allá atrás me costó un poco desviar tu flecha sola y llanamente porque me tomó por sorpresa. Tus ataque son más débiles de lo que pensé, ¿Tienes idea de porqué?" preguntó sin esperar ninguna respuesta por parte de Archer, ya que proseguiría.
"No pones el corazón en tus ataques, no siento nada viniendo de tus flechas; no hay odio, rencor, diversión, ira o tristeza, no hay absolutamente nada tras ellas, y eso me molesta" Lancer se deshizo de su posición contemplativa para adoptar una de batalla, ahora apuntando sus dos lanzas al frente.
"¡Alguien que no siente nada en el campo de batalla, no podrá vencerme jamás!" declaró con fuerza justo antes de lanzarse a toda velocidad hacía su rival, la tierra se desquebrajó por la fuerza de empuje de la mujer que ahora tenía planeado enseñarle a ese arquero, que es lo que se hace cuando se estaba en el campo de batalla.
Una mirada filosa por parte del arquero que ni se molestó en contestar aquellas acusaciones, solamente calló y se preparó para pelear, un hombre que no desperdiciaba palabras y mostraba con hechos, como debía ser. Lancer no tardó en estar a solo unos metros de su posición.
Archer al ver como en cuestión de milésimas de segundo Lancer estaría sobre él, pensó que un arco no le sería muy útil a corta distancia; el arma de media y larga distancia en sus manos, estalló por los extremos en energía azúl, y el moreno tomó el arco con dos manos, como si ahora fuese una espada; sorprendió un poco a Lancer con aquella acción, la cuál no tardó en blandir sus lanzas hacía este.
Un par de lanzas y espada chocaron en el aire con violencia, Archer por el impacto se vió obligado a dejarse caer de la burbuja flotante en la estaba. En un movimiento rápido Lancer movió bruscamente la lanza en su mano derecha e hizo un corte en descenso, obligando a Archer a defenderse y recibir el ataque con su ahora espada llameante.
Justamente eso fué lo que pasó, al momento de cubrir dicho ataque de la lanza demoníaca, fue enviado a volar directo a tierra firme por una fuerza superior. El suelo bajo los pies de Archer se hundió apenas hacer contacto, no hubo tiempo de pensar cuando Lancer se abalanzó nuevamente hacía él en un ataque empicada desde el cielo, cuando las armas hicieron contacto se agravó aún más el cráter bajo los pies de el héroe arquero.
Archer interpuso su espada frente a él para defender las dos lanzas entrantes de manera más efectiva posible, aunque la fuerza del golpe seguía siendo muy alta. Lancer entre cerró su mirada hacía este mientras estaban a pocos centímetros de distancia uno del otro.
"¿Piensas que un arquero como tú puede seguirme el ritmo en un combate de corto alcance? que arrogante" dijo severa, aplicando cada vez más fuerza de empuje a medida de que los segundos pasaban. "Puedes saber usar una espada hasta cierto punto, pero no eres un verdadero espadachín. Sabes cómo acabará esto si seguimos de esta manera" culminó clavando sus amenazantes ojos rojos en los profundos ojos negros del arquero.
Archer sabía que tenía razón en sus palabras, si seguía de esa manera no duraría demasiado, usar su arco como una espada a tan corta distancia, a pesar de poder y saber hacerlo, era inútil y un suicidio ante un oponente tan diestro en el arte de la lanza.
Su rostro no se vió perturbado aún cuando su mente era lo contrario, ya que pensaba en las posibilidades que tenía; aprovechando tal cosa, Lancer vió una apertura en la defensa de este y actuaría para explotarla en milésimas de segundo.
De manera sorpresiva para Archer, Lancer soltó una de sus lanzas repentinamente, la misma desapareció en un destello rojizo de las manos de la mujer; la fuerza que el hombre antes aplicaba en su espada para mantener ambas lanzas a raya de manera pareja, ahora que una no estaba, le hizo perder el equilibrio por un segundo, tiempo más que suficiente para que Lancer saliera del camino y se preparase para darle una patada plena abdomen, la cuál le hizo salir despedido un par de docenas de metros hacía atrás.
A pesar de residir el golpe de lleno, el arquero se recompuso con rapidez y volvió a ocupar su arco como lo era uno, apuntó y disparó a uno velocidad divina una cantidad de veces incalculable en cuestión de un parpadeo.
Se sorprendió en cuento observó el como Lancer con un movimiento circular sobre su cabeza, muchas lanzas rojas como las que portaba aparecían de la nada y salían disparadas con la intención de interceptar a las flechas; lo consiguieron y se produjo una nueva explosión entre los rivales.
Todo pasó tan rápido que Archer aún estaba retrocediendo por la patada de Lancer, por lo que debía detenerse de una vez.
Ocupando sus pies como si fuesen anclas, Archer los fijó en la tierra y detuvo el retroceso forzoso lo más rápido que pudo, no sin dejar una zanja en la tierra que marcaba la distancia entre él y su oponente que se dejaba ver tras el humo.
Sintió el sabor metálico emerger de su boca, escupió un poco de sangre por ello, ese golpe había sido realmente fuerte, más de lo que esperó. El hombre suspiró un poco pasando el dolor y volvió a sostener su arco con decisión, se necesitaba más que eso para reducirlo. Lancer suspiró un poco ante la acción, e iba a dejar salir lo que pensaba.
"Creo que deberías dejar de jugar e intentar zanjar esto de una buena vez, no llegaremos a nada si seguimos así" aconsejó la mujer clavando sus ordes rojos como la sangre en este como si fuesen dagas. Ella lo sabía, ese hombre aún no estaba llendo a fondo, podía dar mucho, muchísimo más de lo que estaba mostrando.
Era cierto que le molestaban los ataques carentes de ese algo que era tan importante para ella en un campo de batalla, sentimiento; pero, eso no quitaba el hecho de que era alguien realmente formidable, otro ya estaría muerto a las primeras de cambio con ella, y él a pesar de ser un arquero, se defendió con exito de su ataque a corta distancia, ella no se contuvo del todo en esa ráfaga de ataques. Ahora ella quería ver ese poder que sabía que aún no mostraba, y quería verlo justo en ese momento.
"Como gustes" afirmó seriamente el héroe de la mitología hindú. Si quería que fuera en serio, entonces así sería, pero lo iba a lamentar.
Lancer se mantuvo imperturbable observando el como este hacía desaparecer su arco en partículas azules y púrpuras, a la vez que ascendía al cielo lentamente, hasta posicionarse justo debajo de la luna.
Archer alzó su mano derecha hacía el frente, como si estuviera sosteniendo algo invisible, momento justo dónde Lancer sintió como el Maná alrededor de este aumentaba de manera exponencial muy rápidamente, incluso se dejaba ver a simple vista como esa energía azúl concentrada bailaba de manera calma pero a la vez algo furiosa, como el torrente de un río sobre el ser de Archer.
Lancer hizo una serie de movimientos con su lanza maldita antes de colocarla tras de su cabeza, como si fuera a lanzarla. "Noble Phantasm, ¿Eh?" pensó seriamente, tenía que ser eso. El ataque especial que solo un verdadero Espíritu Heroico podía usar.
Si ese era el caso, lo recibiría de frente y con su propio Noble Phantasm.
La lanza en su mano vibró y se tiñó de rojo en su totalidad en un aura furiosa de energía, el aire mismo parecía verse perturbado a su alrededor, como si estuviera siendo comprimido por una fuerza superior que provenía sola y exclusivamente del arma que Lancer portaba con firmeza.
"Gáe Bolg" Lancer pronunció por lo bajo. Apenas salir dichas palabras la energía desbordante de la lanza se disparó hasta el límite, al parecer estando más que ansiosa por ser usada; su portadora se aseguraría de que así fuese. Lancer clavó sus pies en la tierra y se preparó para contraatacar el ataque de su enemigo cuando fuera lanzado.
Esperando a eso mismo, se mantuvo en la misma posición, observando el como en la palma en alto de Archer comenzaba a formarse una especie de esfera azul; era como si se estuviera formando un pequeño universo comprimido, ya que estrellas bailaban alrededor de la misma, dándole un aspecto casi místico. En ese momento, uno de los dos héroes más famosos de mitología hindú empezó la entonación de lo que era su mayor y más peligrosa arma, cerró sus ojos.
"Expandiendo dominio sagrado. Dominio asegurado. Estableciendo límites para la ejecución del castigo divino. Calculando la cantidad de tiempo necesario para la conversión y la aceleración de la energía mágica. Cuenta regresiva. Por la irá de Shiva, tu vida termina aquí" entonó de manera serena, aún cuando alrededor de él era una tormenta de poder puro. Lentamente los ojos antes cerrados fueron abiertos, señal de que era el momento.
"Noble Phantasm: Pashupa-"
Scáthach observó el como Archer detenía en seco sus palabras a la vez que también lo hacía su Maná y todo lo que tenía que ver con ese Noble Phantasm a punto de ser lanzado. Leve confusión la golpeó cuando este hizo retroceder la esfera y su energía por completo y daba un leve suspiro antes de hablar.
"Tienes suerte, Lancer. Lamentablemente mi Master no me deja pasar de este punto por esta noche. Lo nuestro quedará inconcluso por ahora" le habló con indiferencia, pero dejando un sentimiento prácticamente indetectable de decepción.
La usuaria de la lanza maldita suspiró en decepción ante aquello y deshizo su propio Noble Phantasm, enderezandose en su sitio. "Qué así sea. No insistiré en pelear por esta vez. Sin embargo, recuerda esto" alzó su Gáe Bolg hacía este.
"El que ha tenido suerte esta noche, has sido tú, Archer" aclaró la mujer, el rojo en sus ojos se intensificó, haciendo ver que no era una broma.
Archer desestimó aquellas palabras con un nuevo suspiro, momento en el que por primera vez, Lancer divisó una minúscula sonrisa se le grabó en el rostro de este antes de que comenzase a desaparecer en partículas azules y algo moradas del sitio, era como sin decir una palabra, él le dijera, ‘Ya veremos’.
Y así pensaba que fuera, Archer ahora estaba decidido a mostrarle lo destructivo que podía llegar a ser su Noble Phantasm en otra ocasión, después de todo, su Master le hizo contenerse en esa noche que debía ser de mero reconocimiento; trataría de que la próxima vez su Master le dejara ir a pleno rendimiento.
Una vez este se deshizo como arena en el desierto en dichas partículas de Maná, Lancer clavó su arma en el suelo. Ahora tenía un rival a vencer en esa guerra; Archer... la próxima vez no habría interrupciones, no sería fácil lidiar con él.
Scáthach se colocó ambas manos en las caderas y cerró los ojos por un momento, dando con algo realmente obvio, pero ante la batalla anterior había llegado a olvidar. "Es cierto, el Master aún no ha llegad-"
Sus palabras se vieron interrumpidas cuando algo cayó violentamente a metros de su posición. Rápidamente tomó su lanza maldita y dió un salto hacía atrás, preparándose para pelear nuevamente.
Velozmente se dió cuenta de que era lo que había pasado. Se trataba de Berserker quién había sido obligado a realizar un aterrizaje forzoso con la espalda en la tierra, haciendo un cráter de unos 8 metros de diámetro. ¿La razón de ello? esta iba aterrizando con calma en el lado opuesto al de ella trás el desnivel, a unos pocos metros del cráter siendo cubierto por el polvo.
"¿Qué sucede? ¿Ya terminaste por aquí?" Lancer escuchó la voz de su Master dirigiéndose a ella trás la cortina de polvo. Esta se deshizo de su guardia antes de contestar calma.
"Lo hice. Tardaste un poco en llegar, y..." el polvo se fue por la fría brisa de la noche, y Lancer dió con algo que no le hizo mucha gracia.
"¿Se puede saber que hace cargando a esa niña otra vez?" preguntó observando el como el peli naranja llevaba a la pequeña albina en contra de su voluntad como si fuera un saco de papas en miniatura. Ichigo alzó su hombro libre para restarle importancia.
"Para poder hacerle eso a Berserker" señaló el cráter antes de continuar. "Tenía que apartar a este renacuajo. Se la arrebaté al grandote en el aire antes de mandarlo a volar hacía aquí, si la dejaba con él iba a terminar hecha polvo" argumentó sus acciones el Kurosaki, dejándose ver al momento de que el polvo se disipó; como él mismo dijo, no se dejó volver a dañar, aparte de las heridas que había recibido antes de que un refuerzo llegara de manera inesperada como lo era Lancer, de ahí en adelante no recibió ni un solo rasguño.
"¡A quién le dices renacuajo, zanahoria parlante! ¡Déjame ir!" fué golpeado en la nuca por Illya, cosa que le sacó una vena en la frente, no por el golpe que fué tan inofensivo como la pluma de una almohada, si no por el insulto.
"Mira que soy considerado, enana. Mmm, creo que tendré que enseñarte algo de modales" dijo Ichigo con una sonrisa maligna en su rostro, haciendo sudar a la albina. Lancer asintió ante las palabras del peli naranja, estando de acuerdo con ellas.
"Creo que demasiado considerado. Master, si quiere enseñarle modales, entreguemela, tengo experiencia adiestrando perros" intervino Lancer observando a la albina, la expresión de la pequeña fué a peor en ese momento.
Una pequeña risa involuntaria por parte de Ichigo se dejó escuchar por esas palabras, y eso que se contuvo. ¿A qué mierda vino eso de adiestrar perros? demasiado extraño para la situación y el momento, lo peor es que la mujer al parecer lo había dicho en serio.
Master y Servant dejaron el tema en cuanto Berserker se movió un poco, Ichigo tomó distancia al igual que Lancer para con el cráter dónde este se encontraba.
"Con que aún puede seguir. Que así sea, vuelve todas las veces que quieras, ya lo dije, te derribaré las veces que hagan falta" dijo el Shinigami apuntando su Zanpakūto al frente sin soltar a Illya ni un momento, todo mientras observaba el como Berserker comenzaba a caminar fuera del cráter en dirección a él.
Lancer estaba dispuesta a intervenir, haciendo aparecer otra lanza en su mano libre; sin embargo, una seña por parte de Ichigo hizo que se detuviera. "¿Master?" preguntó al verlo.
"No te metas, esto es entre ese grandote y yo" avisó Ichigo delante de un Berserker que iba caminando poco a poco hacía él, a la espera de explotar en locura en tan solo un parpadeo.
La mujer alzó una ceja ante la petición de este, un Master interesante, le estaba sorprendiendo por decir poco; enfrentarse a un Servant él solo incluso estando herido, pero a pesar de eso ella no dudada que fuera a perder, todo lo contrario, vencería. Una sonrisa se le grabó en el rostro ante eso, hizo desaparecer la lanza que hace poco tenía en sus manos y la otra la clavó en la tierra.
"Como gustes, Master. Solo trata de que sea rápido, todo este alboroto solo puede llegar a traer más problemas" afirmó hacía este mientras daba un leve vistazo alrededor de la oscura zona; era mínima, pero podía llegar a sentir la presencia de otro Servant en los límites del descampado, oculto en el bosque, al parecer no iba a intervenir pasase lo que pasase en el lugar.
"Además, ¿Si quieres proteger a esa pequeña no crees que deberías hacerla a un lado?" preguntó. Ichigo le dió la razón con un asentimiento, pero tampoco podía dejarla con Berserker si es que iba a pelear con él, por lo que solo le quedaba...
Le confiaría eso. Ichigo desapareció de su sitio, le entregó a Illya a Lancer, no sin antes decirle nuevamente que no le hiciera nada.
Momento en que Berserker se lanzó hacía los tres con la intención de recuperar a su Master, Ichigo no se apartó el lugar y colocándose justo en frente de su Servant y la niña, recibió el arma de este con su propia Zanpakūto.
Los pies del Shimigami se clavaron en la tierra por la fuerza del impacto, pero él se mantuvo tranquilo. En respuesta, aplicó toda su fuerza para alejar a Berserker unos cuantos metros del sitio.
"Te la encargo" fue la última palabra que pronunció este hacía Lancer antes de salir despedido al encuentro del enloquecido Servant.
Scáthach de ahí en adelante se limitó a observar el espectáculo de destrucción que estaba sucediendo en aquella batalla, suspiró levemente ante las ganas de unirse a la contienda, pero sabía que no podía hacerlo por órdenes de su Master, no pensaba desobedecerlo.
Quizá debía disfrutar un poco de ver batallas también, y la que tenía enfrente era más que interesante.
Un combatiente tenía como su mayor virtud la fuerza bruta, fuerza que se veía reforzada con locura; y el otro, velocidad, mucha velocidad, tanta que le hacía tener la ventaja por mucho en aquella pelea, siendo no solo intocable, si no prácticamente invisible a los ojos de un Berserker que nunca veía de dónde provenía el corte, y cuando se volteaba en esa dirección, ya tenía otro corte en otra parte del cuerpo.
Además de que el peli naranja no solo era velocidad, esos cortes llegaban inmensa fuerza detrás de los mismos; Scáthach pudo notarlo con solo verlo, pero le faltaba técnica, su esgrima era buena pero tenía mucho que mejorar para ser perfecta.
Ella como maestra que fué podía notar cosas como esas, debía tener buen ojo para dar con imperfecciones y corregirlas. En su análisis, recordó que tenía a la chiquilla Master de Berserker en su hombro, se aseguraría dejar las cosas claras.
"Niña, tu batalla en esta Guerra del Santo Grial está por terminar, te equivocaste de objetivo. Aunque puedes estar tranquila, el Master parece ser buena persona y no te matará, yo tampoco lo haré si él no cambia de opinión" Lancer le dijo lo que pensaba mientras mantenía su mirada sobre la batalla.
Berserker rugió furiosamente mientras se recuperaba una vez más después de haber perdido un brazo producto de un furioso corte por parte del Shimigami, recogió la espada que había caído y volvió a intentarlo, con una perseverancia más allá de lo humano y lo espiritual, le daría eso al Servant.
"No..." susurró Illya con desgana en el hombro de Lancer, esta se dió cuenta de ello.
"A estas alturas es inevitable. No importa que tantas veces sea capaz de volver a la vida y recuperarse Berserker, todo tiene un límite; de seguir así solo hay un posibles desenlace" Lancer se aseguró de dejarselo aún más claro, ni siquiera debía intervenir para acabar con el Servant enemigo ya que su Master estaba trabajando seriamente en ello, por lo que el resultado era más que evidente.
Pero la niña aún tenía una carta que solo un Master podía usar.
Con ello en mente, no se resignó a que todo terminase para ellos en esa noche y haría uso del último recurso. Puso su mano derecho en su pecho y se preparó para gritar con todas sus fuerzas.
"¡Por el poder que me otorga este Sello de Comando! ¡Berserker, te ordeno que vuelvas a casa en este instante!" gritó alzando su mano hacía este que estaba a punto de perder otra de sus vidas, la marca en la parte posterior de su mano brilló en respuesta a la demanda.
Ichigo dió un corte al aire, el corte que debía ir directo a la cabeza de Berserker llegó a parar en el suelo. La incredulidad se le grabó en el rostro al ver su espada clavada en la fría tierra, ¿Qué diablos había pasado? ¿Hace nada lo tenía justo ahí y solo un parpadeo después no estaba? ridículo.
Dirigió su mirada hacía dónde estaban Lancer e Illya, la segunda tenía una sonrisa en el rostro por lo que había hecho.
"¿Qué haces con esa sonrisa en el rostro?" preguntó Scáthach a la niña, en cuanto está volvió tembló por la mirada que esta le daba.
"Lo único que hiciste fue alargar un poco tu participación en esta guerra, pude haberte detenido, pero no lo hice, ya que no hace falta. Solo piensa un poco, solo mi Master es capaz de lidiar con tu Servant, ¿Qué pasaría si la próxima vez fuésemos él y yo contra tu Berserker?" preguntó nuevamente, y sabía que la niña sabía cuál era la respuesta correcta. "No tienes oportunidad" culminó.
Mientras ello sucedía, Ichigo se acercó a ambas sin saber muy bien qué era lo que había pasado.
"Con que no sabes. Master, ella simplemente usó un Sello de Comando e hizo que Berserker se retirara" explicó la mujer. Al peli naranja le salió un signo de interrogación encima de su cabeza por ello. Scáthach notó como claramente no había entendido.
"Me refiero a eso que tienes en la mano" señaló esta vez, Ichigo miró su mano y ahí lo vió, con que se llamaba Sello de Comando, interesante, luego preguntaría para qué servía exactamente, ahora la prioridad era otra.
"Ahora, niñita. No sé que hacer contigo, así que simplemente te dejaré ir" la expresión en el rostro de Lancer alzó una ceja por ello, mientras que el de la albina fué pura incredulidad, ¿En serio haría eso?
"Pero, la próxima vez que intentes algo no seré tan suave, esto no es una advertencia, sino una promesa y yo acostumbro a mantener mis promesas, ¿Está claro?" preguntó Ichigo, ante el inmediato asentimiento por parte de la niña, Lancer simplemente decidió no decir nada y soltarla.
Ambos observaron como esta comenzó a correr hasta perderse en el denso y oscuro bosque.
"¿Sabes que esa advertencia no servirá de nada, no? ambos son Masters y si ambos avanzan en esta guerra nos terminaremos viendo las caras una vez más de manera inevitable" aclaró la inutilidad de la acción que su Master acabada de hacer, este no reaccionó ni positiva ni negativamente a esas palabras.
"Es así, ¿No?" preguntó Ichigo observando el lugar por dónde se había ido la chica.
"Lo es" confirmó Lancer a su lado también mirando al mismo sitio. "No importa, esa próxima vez será la última"
"Ya veo..." dijo Ichigo para nada seguro de... de todo en verdad, y así lo mostraba en su rostro. No sabía para nada que era todo lo que había pasado y de lo que se supone estaba por pasar según la mujer a su lado. La lancera se dió cuenta de ello.
"Tienes preguntas, ¿No es así? no pareces saber mucho dónde estás parado. Master, dígame sus dudas y trataré de aclararlas lo mejor que pueda, claro, siempre que esté a mi alcance" Ichigo la observó un momento ante dichas palabras, sin embargo algo le molestaba.
"Ichigo, Ichigo Kurosaki es mi nombre. Me gustaría que no me dijeras Master, suena extraño" le contestó este con sinceridad. La mujer se quedó callada un momento al escuchar el nombre, Ichigo pensó en lo peor, solo hasta que esta tomó la palabra.
"¿Aquél que protege? mmm, un muy buen e interesante nombre, si así lo quieres, así será entonces, Ichigo" dijo Lancer asintiendo con una pequeña sonrisa. El peli naranja abrió los ojos con estupefacción.
"Imposible, ¿Alguien que no se burla de mi nombre ni me dice fresa?" pensó sorprendido, para luego sonreír levemente. "¿Scáthach dijiste que te llamabas no? muchas gracias por eso, otro se hubiera burlado" preguntó primero para asegurarse y luego agradeció mirando a otro lado. Lancer ladeó la cabeza.
"¿Burlado? es cierto que puede mal interpretarse, pero con un poco de perspectiva se llega fácilmente a esa conclusión, quién te lo puso jugó con ello, puedes estar orgulloso. Y sí, mi nombre es Scáthach, pero mejor llámeme Lancer, si nadie da con mi nombre es lo mejor para ambos" la seriedad volvió a ella con lo último, solo para que se volviera a suavizar.
"Entonces, espero tus preguntas con respecto a todo, Ichigo" le motivó haciendo desparecer su lanza en un destello rojo, ya no la necesitaría por el momento.
Ichigo asintió y luego pensó por unos momentos, seguro ella sabía mucho más de aquello que él; siguió un poco con su pensar en las preguntas que haría y se apresuró en comenzar.
"¿Qué es esta guerra? ¿Quién demonios eran todos esos sujetos? ¿Esta marca? ¿Quién eres tú?" disparó sus preguntas sin piedad alguna hacía la mujer, la cuál abrió sus ojos levemente.
"En serio no tienes idea de absolutamente nada, ¿Verdad?" Scáthach le miró algo cansada.
"Por algo pregunto" este alzó los hombros como si fuese obvio. Ese día simplemente peleó para defenderse, el porqué hasta ese punto no importaba, pero ahora sí lo hacía.
"Eso es un problema que hay que resolver cuanto antes. Vamos al lugar dónde estábamos antes, hablaremos sobre ello" comentó Lancer comenzando a caminar, al parecer tendría que recurrir a lo que ella mejor sabía, la enseñanza. Ichigo la miró con un tic en el ojo.
"Se refiere a mi casa, o bueno, lo que queda de ella. Maldita sea, me van a matar" pensó en derrota el chico recordando como su hogar ahora era una pila de escombros, realmente no tenía muchas ganas de volver.
Suspiro mientras hacía retroceder su Bankai y volvía a su Shikai, para luego elevarse en el aire, momento en que comenzó a flotar con lentitud hasta dónde estaba la portadora de las lanzas malditas.
"Oh, cierto, él vuela. Qué práctico" pensó la mujer viendo como este estaba levitando a lado de ella y le tendía la mano.
"Vamos, así es más rápido" le invitó el peli naranja desde arriba. Ella no se negó en tomar la mano que este le estaba extendiendo y la tomó con suavidad.
La verdad se preguntaba como lo hacía. Alzó una ceja al ver que ya no tenía el mismo aspecto que antes, pero se ahorraría las preguntas para cuando estuviesen cómodos. Por ahora, la batalla en esa primera noche, había llegado a su fin.
Continuará...
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