Capítulo 1
"¿Mas...Ter?" dijo Ichigo sin entender a qué se refería realmente la mujer. Mediante la palabra podía ser más que obvio, pero su mente estaba algo shockeada por todo lo que había pasado en tan solo minutos.
Un extraño sujeto y un mounstro peleando en la ciudad, su sueño hecho trizas junto con su propia casa por esa misma bestia sin control; de manera posterior su encuentro con la misma bestia loca en el cual pensó que lo había resuelto todo rápido. Su casi muerte ese llamado Berserker, junto con la aparición de la mujer frente a él, que lo miraba por encima del hombre con tranquilidad.
Un gran cúmulo de cosas en un corto periodo de tiempo, simplemente ridículo. Se lo decían tan solo unos 10 minutos antes que todo eso iba a pasar y se hubiera reído a carcajadas.
"¿Qué sucede?" volvió a hablar la mujer con solemne calma, volviéndose poco a poco hacía el chico. "Creo que fui clara en mis palabras y pregunta. Servant Clase Lancer, ¿Tú eres mi Master?"
"¿Cómo qué Master? ¿De qué demonios habl-" en su hablar, Ichigo paró secamente sus palabras ante un gran ardor.
Lo había sentido antes, pero ahora el dolor en la parte posterior de su mano derecha volvió a él luego de pasar aquella situación tan crítica. Por un momento se sostuvo dicha mano y abrió sus ojos en sorpresa al darse cuenta con el diseño marcado en esta.
"Creo que mi pregunta ha sido respondida. No hay dudas, eres mi Master" confirmó asintiendo un poco y apartando la mirada del chico peli naranja, observando al frente, dónde el enemigo esperaba.
"Entonces la situación es clara. Acabar con el Servant enemigo" Lancer dijo segura, sosteniendo con un poco más de fuerza ambas lanzas malditas en sus manos a la vez que comenzaba a caminar lentamente hacía el campo de batalla, dónde su rival esperaba.
Sin embargo, algo no la dejó. Una mano en su hombro le impidió caminar al lugar, ni siquiera se molestó en mirar hacia atrás, ya sabiendo quien era el que la retenía.
Sintió como este poco a poco se paraba a su lado, observando también al frente. "Le recomiendo que no lo haga. Un Servant defiende a su Master, y planeo hacer eso mismo, así que quedese atrás y déjeme manejar esto a mí, no tardaré" advirtió la mujer observando por el rabillo del ojo a Ichigo.
Parecía tomarse la parte izquierda de sus costillas con dolor, eso junto con la sangre que le caía por la frente, no se veía del todo bien.
"¿Quedarme atrás y dejarte pelear sola? eso nunca, tú me salvaste, devolveré el favor. Al parecer también eres como ese grandote, la misma sensación que siento emerger de él la siento contigo, pero, eso no importa" le restó importancia por le momento, ahora dirigiendo su mirar a lo verdaderamente importante en ese instante.
"Si tu vas a pelear, entonces yo también voy a pelear" dijo Ichigo recuperándose poco a poco del golpe. Suspiró varias veces en busca de alivio corporal que encontró rápidamente y no tardó en apuntar la Tensa Zangetsu hacía Berserker, espada la cuál brotó energía negra y roja de su hoja, como ansiosa por hacer cumplir las palabras de su portador.
"Ese maldito acabó con mi casa y quiso matarme, tengo cuentas que arreglar con él" culminó seriamente, con los ojos fijos sobre Berserker, observando el cómo este al parecer revivía una vez más luego de que Lancer lo matara en dos movimientos hace poco, cuando se supone que está totalmente sin vida al igual que cuándo él le conectó su Getsuga Tensho de lleno, volviendo de entre los muertos para seguir peleando. Tch, en verdad tenía esa clase de habilidad tan ridícula.
"Oh, interesante. ¿Un Master que puede pelear de igual a igual contra un Servant? ¿Quién es este chico? definitivamente no es un Mago" pensó la Servant analizando al peli naranja.
Su calma ante la situación, la espada en su mano le decía que no estaba jugando, y mucho menos sus palabras; incluso el aura que emitía era realmente fuerte, definitivamente no era alguien normal, espera...
"¿Qué es esto?" pensó con extrañes, en ese momento volteó su cabeza totalmente para verlo con algo de incrédulidad, teniendo que alzar su mirada para poder ver su rostro por la diferencia de altura. ¿Acaso era divinidad lo que sentía emerger de él?
"¡Berserker, acaba con ellos!"
"¡Ahí viene! ¡Seas quién seas apartarte!" gritó Ichigo sacándola de su mundo.
El Shimigami la empujó a un lado y él salió despedido en la dirección contraria; en cuanto Lancer volvió en sí, ambos no tardaron un parpadeo en desaparecer del lugar en un destello de pura velocidad, saliendo por completo de la rugosa espada gigante de Berserker, que había vuelto a sacudir lo poco que quedaba de la edificación que antes era el depósito.
"Muy lento" pensó la mujer portadora de las lanzas malditas apareciendo en el lugar dónde antes estaba el enloquecido oponente, prácticamente a lado de la chiquilla que parecía ser su Master, y sí ese era el caso...
"Podría matar a ese Berserker, pero haré algo mucho más fácil que eso" divagó en sus pensamientos, y lo que pretendía fué claro como el agua cuando se giró velozmente hacía la albina con sus dos armas de medio alcance en mano.
"Te voy a matar a tí, Master de Berserker" dijo claramente con una frialdad de ultra tumba, sus ojos rojos brillaron en cuanto se posaron sobre su pequeño e indefenso objetivo.
Objetivo que sudó con terror al ver a aquella mujer volverse hacía ella con sus lanzas y una clara sed de sangre, más aún cuando escuchó esas frías palabras salir de la boca de Lancer.
Quiso gritar, el grito fué ahogado por completo cuando una espada negra se interpuso en la trayectoria de las lanzas hacía la niña. Lancer hizo una mueca de total fastidio en cuánto dió con que claramente era su Master el que evitaba acabar con esa chiquilla problemática.
"Master, ¿Qué cree que hace?" preguntó Lancer apartando su lanza de la fina espada del chico.
"¿Qué crees que haces tú?" contestó la pregunta con otra, chasqueando la lengua. Antes de que Lancer le contestase, su fornido oponente los atacó a ambos, Ichigo y Lancer volvieron a desaparecer del sitio con su velocidad, el primero tomó a Illya al momento de dejar el lugar y se la llevó con él, tomando distancia nuevamente.
Master y Servant se pararon uno a lado del otro, el peli naranja con la niña en su hombro, la cuál peleaba por zafarse, un intento totalmente inútil.
"Master, le sugiero que la suelte y deje que la mate. Es una Master enemiga y puede causar problemas" señaló con claridad la Servant. Ichigo torsió el ceño con negatividad.
"Ni loco. Te aseguro que ni tú ni yo vamos a matar a una niña que no debe pasar de los 12 años" afirmó con seguridad.
"¡Oye, maldito! ¡Tengo 18 años!" le gritó la chiquilla a su espalda, a la vez que le golpeaba la parte posterior de la cabeza. A este le salió una vena en la frente por ello.
"Cállate maldita sea. ¡¿Te pregunté cuál era tu estúpida edad?! ¡La respuesta es no! ¡No me interesa! ¡Así que no lo hagas más difícil y solo mantén el pico cerrad-"
Por puro instinto, el siguiente segundo levantó su espada ante un proyectil desconocido entrante que iba directo al medio de su frente, proyectil que nunca llegó a impactar con Zangetsu, ya que fue la misma Lancer que colocó la lanza en su mano derecha para interceptar el ataque. Se trataba de... ¿Una flecha? de ser así era una muy extraña, la punta parecía ser estar bañada en oro con un diseño cilíndrico, y era propulsada por una extraña llama de color azul.
Al momento del impacto, la sorpresa llegó a Lancer cuando el proyectil por poco hace que cediera en su empuje para contrarrestarla.
¿Era realmente tan fuerte esa cosa que salió volando hacía su Master o simplemente la había tomado por sorpresa? preguntas como esa debían ser respondidas poco más adelante, por el momento, solo colocó un poco más de fuerza para contrarrestarla y desvío la flecha hacia el cielo estrellado para perderse en alguna parte a las afueras de la ciudad Fuyuki.
La seriedad se grabó en los rostros de Master y Servant, que no tardaron en buscar al culpable de aquél ataque sorpresa. No tardaron mucho en hacerlo, ya que este estaba parado con serenidad en el póster más cercano a la residencia. Un arco en la mano fué el claro indicativo de ello. Este, con una expresión fría como el hielo, decidió tomar la palabra.
"Lo hiciste bien al desviar mi flecha, Lancer" felicitó tal acto, palabras que no parecían ser mentira, pero la falta de sentimientos en ellas daba a entender lo contrario, así fuese de manera errónea.
Un traje traje blanco con detalles morados que parecía celestial, con una seriedad innata grabada en su rostro. Alto, pero no tanto, no debía superar el 1.80 de estatura; de piel bronceada, cabello negro y ojos de igual color. No parecía ser especialmente peligroso, eso pensó Ichigo al momento de verlo, pensamiento del cuál rápidamente se arrepentiría.
Una explosión estalló en la lejanía del lugar, muy pero muy lejos del sitio en donde estaban. Ichigo abrió los ojos con desconcierto al notar la dirección de la que venía aquella tempestad.
¿Acaso venía del lugar de dónde la mujer a su lado había desviado aquella flecha? ¿Ese era el resultado del ataque de ese sujeto?
Una jodida locura, tuvo que levantar su brazo libre para cubrise del polvo alzado por tan furioso impacto. La noche se iluminó como si se tratase de un rayo en medio de una tormenta ante el lejano impacto, por ende, también dejó aún más claro el elegante aspecto del peligroso Servant frente a ellos.
Fué sacado de su shock por su Servant, el cuál rápidamente le dejaría clara la situación apartir de ese punto.
"Master, suelte a esa niña. Berserker no le hará nada y si la cargas contigo, en verdad podría morir. Si de verdad vas a pelear, entonces debemos ocuparnos de Berserker y Archer en simultáneo" explicó Lancer observándolo a los ojos a la vez que ella misma se preparaba para la contienda en un rápido aleteo de ambas feroces lanzas en dirección al arquero, que miraba todo con calma a la vez que con lentitud cargaba nuevamente su arco con una nueva flecha.
Ichigo pensó rápidamente en ello, ella tenía razón en sus palabras. Por lo que soltó a Illya, al momento en que lo hizo Berserker se abalanzó nuevamente hacía ambos, por lo que de un salto, Master y Servant se alejaron del lugar, ahora Ichigo apareciendo en el cielo sobrevolando la residencia desde las alturas, tomando de la mano a su Servant y así manteniéndose ambos en el aire.
"¿También puede volar?" se preguntó la mujer lancera en sus adentros con sorpresa aún cuando la respuesta era más que clara.
Observó analíticamente a su Master desde abajo, mientras este miraba seriamente hacía abajo, viendo como Berserker tomaba a Illya y no tardaba en colocarla en su hombro; era claro que ese loco quería seguir peleando.
"¿Ahora, qué vamos a hacer?" comenzó Ichigo con una pregunta hacía la mujer de las sombras. "Toda esta mierda empezó de la nada y cada vez se sale más de control. Si esto sigue así mi casa no será la única en terminar en ruinas, hay que cambiar el campo de batalla y hay que hacerlo ahora" culminó llegando a dicha conclusión.
Ahora su mirada se posaba en el sujeto del arco a la derecha de ellos, con una flecha lista para ser disparada. Scáthach también dirigió su mirada hacía el sitio dónde estaba ubicado Archer. "Llevas razón en tus palabras Master, llevemos esto a otro lado. ¿Estás de acuerdo con ello, Archer?" preguntó al chico del arco, que al parecer aflojaba un poco la tensión en la cuerda de su arma.
"No me opongo a un cambio de escenario" declaró con sensatez el arquero.
Ciertamente, aparte de pelear como Servant's que eran, debían mantener lo más en secreto posible Guerra del Santo Grial, punto que por un momento llegó a olvidar al tener su objetivo a su total merced hace poco; si Lancer no desviaba ese ataque como pasó, entonces todo habría volado en pedazos. No cometería ese error dos veces.
"Al parecer es razonable, aunque dudo mucho que tengamos la misma suerte con Berserker" suspiró Ichigo volviendo a mirar bajo sus pies, este saltó al cielo con gran fuerza con la intención de cortarlo, pero Ichigo solo subió aún más en el aire, haciendo que la bestia quedase a medio camino de hacer contacto con él y la mujer que sostenía.
"Tch, maldito loco. Creo que tendré que ponerle la correa y llevarlo personalmente lejos de aquí" culminó Ichigo. "Oye tú" habló refiriéndose a Lancer, la cuál le miró directamente.
En ese punto ya sabía que en esa situación todos eran enemigos menos la mujer que colgaba de su mano, razón más que suficiente para plantear lo que iba a plantear.
"Bajaré y haré que Berserker me siga, tú mientras tanto sigue adelante y dirígete a las fueras de la ciudad junto con ese Archer" Ichigo explicó lo que tenía en mente.
"¿Creés poder hacerlo?" preguntó, dándose cuenta de que este trataba de ocultar el dolor que al parecer provenía de su abdomen. Este sonrió con rudeza ante la pregunta.
"No me subestimes. Esto no es nada" dijo poniéndose erguido mientras tomaba a su Tensa Zangetsu con fuerza.
"Sigue recto a mí izquierda hasta que llegues a un bosque, más allá de ese bosque está una pradera alejada de la ciudad, un buen lugar para zanjar cualquier asunto. Yo iré en breve y llevaré a ese Berserker conmigo" culminó su línea el joven Shinigami.
Scáthach percibió seguridad en esas palabras, por lo que estaría de acuerdo con su Master, ya en poco tiempo le había dejado claro con acciones que podía cuidarse solo. Ella asintió ante la propuesta, sabiendo que en ese momento era lo mejor.
Ichigo dejó caer a Lancer encima un poste cercano al del Servant con el arco en mano, y esta con un simple gesto con la cabeza le invitó a seguirla.
Desde arriba el ahora Master peli naranja observó el como ambos comenzaron a saltar de tejado en tejado alejándose con gran rapidez del lugar. Momento en que decidió que iba a bajar de una vez.
"Si ella se ocupará de él, entonces yo haré mi parte y me ocuparé de tí" pensó seriamente a la vez que se dejaba caer en su totalidad, sin dejar de observar en ningún momento de su descenso a la bestia que desde hace unos segundos había dejado de insistir en intentar cortarlo en el aire, ahora teniendo a la niña nuevamente en su hombro izquierdo.
Sus pies tocaron con suavidad el suelo y dejó caer su peso en el mismo, alzó su espada hacía su gran oponente y se puso en guardia, listo para reiniciar su encuentro dónde lo habían dejado antes.
Sin embargo, algo era extraño para Ichigo. ¿Por qué no atacaba? siendo el loco que era ya debía estar sobre él intentando cortarlo con esa mismo locura de antes, pero ahí estaba, parado sin hacer un movimiento. Una observación a la niña le hizo ver algo de duda en sus facciones. Acaso...
"¿Qué sucede? ¿Están pensando en huir?" Ichigo no tardó en decir lo que pensó en voz alta. La albina sudó levemente ante ello, se había dado cuenta.
Había pensado que era un chico como cualquier otro, un simple testigo al cuál debía eliminar, pero no fué así; no solo no era normal, era tan fuerte como cualquier Servant, y no solo eso, también era Master de un Servant muy peligroso que sin aparente esfuerzo le había arrebatado a su Berserker una de sus doce vidas.
Su Servant ya había perdido tres de sus preciadas vidas en solo esa primera noche, no, en minutos, algo impensable ese mismo día por la tarde. Pensando mejor en la situación, lo mejor era retirarse y replantear la imágen de la guerra con la que había empezado, ya que en cuestión de minutos había cambiado.
Sí, en verdad lo mejor era retirarse. Sin embargo...
"Vamos a otro lado grandote, te espero. ¿Qué? ¿Vas a huir? ¿Acaso tienes miedo?" Illya escuchó como el peli naranja comenzaba a provocar a Berserker, provocaciones estaban haciendo algo de efecto, Berserker comenzaba a gruñir con rabia y a hiperventilar. Eso no era para nada bueno.
"¿A qué esperas? vamos, sígueme. Cambiemos de lugar y arreglemos cuentas por lo de antes" Ichigo decidió seguir con su juego al ver que estaba funcionando. Se puso casualmente su pequeña espada en el hombro antes de volver a tomar la palabra.
"Vaya, no pensé que luego de destruir mi casa y querer asesinarme te fueras a acobardar tan rápido. Ajustate un poco esa falda tuya y pelea de una vez grandote, que no tengo toda la noche" culminó con una sonrisa burlona en su rostro.
Berserker gruñó con mucha más fuerza que antes, al parecer estando dispuesto a lanzarse contra Ichigo, el cuál se deshizo de su sonrisa y se preparó para hacer que lo siguiera, habiendo cumplido con su objetivo.
"¡Cálmate, Berserker! ¡No hagas caso a lo que dice! ¡No vamos a seguir peleando!" Ichigo escucho como Illya le gritó al Servant con toda su fuerza, grito que al parecer surgió efecto, ya que Berserker desistió en su locura y volvió a su anterior posición.
"Sí, vamos a retirarnos ahora mismo. Plantear una nueva estrategia y volver más fuertes que antes, esto debe servir de lección" pensó Illya con severidad.
Había pensado que podría ganar esa guerra fácilmente, y ahora no estaba para nada segura de ello, esa confianza que tenía fue desecha desde el mismo momento en que el peli naranja le quitó dos vidas a su Servant de un solo ataque.
Esa era su idea, pero su oponente, tenía una idea totalmente diferente.
"Bueno, si no me vas seguir, no me dejas más opciones que obligarte a hacerlo; no dejaré que un descuido como el de hace rato vuelva a pasar, acabaré contigo las veces que hagan falta hasta que no puedas volver nunca más, pero no será aquí" advirtió seriamente el peli naranja a la vez que con tranquilidad quitaba su espada del hombro y volvía a colocarse en posición de batalla, listo para hacer cumplir sus palabras con el filo de Zangetsu.
Illya no tuvo reaccionó cuando en ese mismo momento luego de culminar con esas amenazantes palabras, Ichigo desapareció y apareció a una velocidad fuera de ese mundo a espaldas de Berserker, el cuál pudo ver de ver el movimiento, pero para nada tener la capacidad de reacción de seguirlo; ahora estaban a total merced del Shimigami.
Este a esa misma velocidad le dió un corte en la espalda a su gran oponente con su Zanpakūto, y sin darle tregua alguna, tomó impulso y le pateó con fuerza, haciéndolo volar por los cielos en un ángulo de 90° grados. Berserker priorizó la seguridad de su Master antes que la suya, por lo que la cubrió con sus brazos en aquél vuelo descontrolado por los aires y evitar que cayera.
Ichigo luego de hacer que Berserker tuviera un despegue apropiado, se apresuró en seguirlo, por lo que rápidamente voló detrás de él.
Una vez cerca, tomó su Zanpakūto y golpeó a Servant con esta como si fuese una bate de béisbol, para usarla como uno hizo uso de la parte plana de la espada; al golpear con esta hizo que Berserker tomase aún más altura que antes.
Desde esa altura, podía ver la ciudad en su totalidad, el como las luces de casas y edificios se dejaban ver en todo su esplendor; debían ser unos casi 200 metros por encima del suelo.
En su pequeña excursión aérea, visualizó a lo lejos luces rojas y azules, junto con explosiones como si fueran fuegos artificiales en aquella noche de poca luna.
Era justo en la dirección que le había dicho a la mujer de las lanzas, ese debía ser el lugar sin dudas, así que en seguida estaría ahí junto con sus visitantes no deseados.
Continuará...
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