capítulo 1

Aviso
Hubo algunas correcciones en contexto sobre la apariencia de EMIYA. no es necesario volver a leer pues aquí se aclara sobre el cambio de apariencia.

Comenten si les gusto alguna parte o si hay dudas y me aseguraré de responder lo mejor que pueda.

Gracias por leer.

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Cálido, era el sentimiento perfecto para describir lo que sentía Emiya en este momento.

Sus ojos estaban cerrados, su percepción parecía que le fallaba y no podía moverse, pero ese no era el problema para el.

El problema era que no estaba muerto.

Lo único que pudo sentir su tacto fue pasto, lo que significaba que estaba acostado en el suelo, en un reconfortante y suave pastoral. Aún así, no pudo abrir los ojos, como si una fuerza evitará que los abriera. El viento fresco siguió pasando tranquilamente por el cuerpo de emiya y lo que parecía, el terreno en dónde se encontraba.

De un momento a otro, pudo mover su brazo derecho, algo curioso pues fue una parte de su anatomía que vivió las arduas batallas en su vida y aguanto el dolor y el peso de la noble espada que la acompañaría por siempre.

Su brazo se dirigió a su rostro, con tranquilidad trato de tocar su rostro, pero algo lo desubicó, sintió una mano tocando sus ojos, estaba obstruyendo su vista, aún así, decidió dejar puesto su mano sobre la otra.

Su piel lo sintió suave, gentil, tranquilo, y cálido. Tuvo una corazonada con eso, quizá ya sabía que género era la persona que estaba obstruyendo su vista.

Sin embargo, no se quejo, solo calló y como si un reflejo de tratara, sonrió.

"¿Mhh~?" Escucho un gemido de confusión. "¿Que es lo gracioso rojito?" Una voz pregunto, lo cual respondió su corazonada. Era una mujer la persona que tapaba su vista.

Esa voz, era la de una mujer, pero se le hacía extrañamente familiar, una voz que había escuchado hace años, pero al mismo tiempo era diferente, el tono autoritario digno de un rey no existía en su habla, si no el de una voz chillona y juguetona, como si a una niña le hubiesen comprado una muñeca nueva estuviesen hablando.

La mujer estaba feliz y contenta por su presencia.

Emiya solo sonrió gentilmente ante esto, sintió como sus fuerzas regresaban a su ser, pero no sé movió del lugar, solo se quedó acostado sintiendo el viento tranquilo que rebosaba en el lugar.

"¡Oye! ¿No sabes que es de mala educación dejar a una mujer con la duda?" Quejo y pareció hacer un puchero la mujer.

Emiya siguió dejándola en duda. Unos cuantos segundos pasaron pero cedió a responder a la mujer con toda la confianza del mundo.

"bueno, no tengo ni la menor idea de dónde me encuentro, no sé ni quién eres y no puedo decir con certeza que quieres de mi" respondió como si fuera lo más obvio. "Y al parecer me estás tapando los ojos, por lo que estoy totalmente ciego en este momento"

"Aún no veo lo gracioso en lo que dijiste arquerito" se quejo la mujer.

"Bueno, no me siento divertido o capaz de reírme por algo vago, solo sonreí por inercia, así que interpreta mi sonrisa como a ti te guste" fue lo único que Emiya se limito a decir.

Aunque no la vió, sabía que la mujer estaba sonriendo ante ella. Pero un pequeño escalofrío recorrió su cuerpo, como si esa sonrisa significará algo más que diversión estable.

"Que atrevido~" Su tono chillón cambió a una voz sensual. "Osea que ¿estás feliz porque estás frente a una hermosa mujer apoyado sobre su regazo?" El tono sensual no cambio, solo se fijó en seguir en esa voz.

Hasta ahora que lo menciono, se dió cuenta que ella estaba en lo correcto, Emiya estaba en su regazo, pues la suavidad que sentia su cabeza apoyada parecía la almohada más suave que probó alguna vez en su vida.

"Bueno, quizá estés en lo correcto, quizá no lo estés, pero agradecería que me dejaras ver de nuevo, la oscuridad es muy solitaria aveces. ¿Sabes?" Respondió a la mujer.

"Te dejare ir si me respondes una sola pregunta" comentó la mujer joven a Emiya.

Lo pensó un poco, solo unos segundos, pero accedió a la petición de la mujer.

"Adelante"

"Mhmh~" rio entre dientes. "Dime, Shirou Emiya, ¿te gustaría ayudar a la humanidad una última vez?" Preguntó alegremente.

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Shirou abrió los ojos exaltado, era lógico, acababa de ser invocado en una clase muy rara en si. Pero eso no le tomo importancia.

La vista que estaba teniendo actualmente solo dictaba que tan jodido es el destino con el. O bueno, quizá debería culpar a su suerte por la situación actual.

Frente a Shirou solo estaba su maestro, una chica de cabello rosado con presencia de un sirviente. Una mujer de ropas extravagantes y por último y menos importante.

Aquella persona que alguna vez lo quiso matar en guerra.

Esas fueron las personas que pudo ver, la forma en la que actuaron no aligeró la situación.

El estaba dejando a su máster detrás de su espalda, como si lo estuviera protegiendo de Shirou, mientras que la chica de pelo rosado al ver las acciones del sirviente a su lado se puso en guardia e invoco un gran escudo con forma de cruz negra con inscripciones que el reconoció al instante.

A si mismo la mujer de pelo castaño se quedó con los ojos totalmente abiertos, impresionada fueron las palabras correctas, y por último, a su maestro. Una pequeña joven de no más de 17 años que estaba igual de impresionada que la sirviente a su lado, pero en realidad, su mirada ante el fue de total felicidad, como si hubiese ganado la lotería o algo similar.

Aún así, Shirou estaba algo estupefacto, ¿La razón? Pues bueno, aparentemente todos habían gritado al unisono su apellido, lo cual lo dejo confundido totalmente, ¿Cómo sabían si apellido? O es más ¿Chaldea sabía quién era el? Bueno al parecer todas sus dudas fueron respondidas cuando su mirada se postró ante el último servant que estaba en la sala.

Ahora sí que el destino lo jodió horriblemente.

Frente a Shirou estaba una persona que reconocería sus facciones dondequiera que fuese, piel bronceada, cabello blanco peinado hacia atrás, pantalón militar al igual que sus botas, pechera negra con franjas grises y el icónico sudario rojo que sería irreconocible ante sus ojos.

Era el Espíritu heroico EMIYA... sirviente de clase Archer...

"Creo que estoy en un mal momento..." Shirou habló, pero no con la icónica voz juvenil de sus veintitantos años o de su época de 17. Su voz era varonil, lo que también recordaba a cierto arquero rojo que estaba frente suyo.

Archer sin titubear, invoco un arco totalmente negro una flecha con punta de hierro y madera de la más resistente posible, pero con furia aparente, reforzó la flecha y tenso la cuerda lo más que pudo resistir el arco. Todo eso en fracciones de segundos. Sin dudas ni nada, Disparo la flecha en dirección al nuevo sirviente que habían convocado.

Gudako que estaba detrás de Emiya, no pudo hacer nada, todo paso muy rápido, solo vio lo que pareció el disparo de una bala que se dirigió hacia el nuevo sirviente. Directo a su cabeza, ya nadie podía hacer nada, ni ella misma con un sello de comando. El error estaba hecho y probablemente el Archer rojo tendría que pagar las consecuencias de sus acciones.

Solo quedó esperar a que la flecha acierte a su objetivo y no habría más opción que estar triste.

O eso creía...

"Si... Debí haber visto que me recibirás de esta forma, Archer" la voz, la misma voz de Emiya resonó al otro lado del cuarto, Gudako abrió los ojos sorprendida, pero se quedó así por más tiempo al ver la escena que pasaba. Todo esto lo recibió shirou con un pequeño ceño fruncido, signo de molestia departe del peliblanco.

Frente a la máquina de invocación estaba el nuevo sirviente, pero estaba ileso lo cual la alivio, pero la sorprendió más al ver lo que estaba haciendo Shirou.

Estaba ahí, parado, sosteniendo con su mano derecha la flecha que amenazó con darle un tiro en la cabeza.

Archer gruñó ante las palabras de Shirou, frente su mano volvió a proyectar más flechas del mismo calibre y con la misma velocidad se preparó para disparar, apunto y...

Nada sucedió. Solo escucharon un grito y Archer se quedó congelado.

Shirou supo la razón por la que Archer se detuvo. Su maestro había usado un sello de comando para detener a Archer de cometer un asesinato contra un aliado.

"Archer..." El disgusto en su voz no se escondió. "Por este sello de comando, Te ordeno que te vayas de la sala de invocación y regreses por dónde viniste" fue la única orden que le dió a Emiya.

Y como si fuese la máxima prioridad del mundo, Emiya se esfumó en motas de Luz, como si se hubiese teletransportado, desapareció completamente de la vista de todos los presentes.

Mash y Da Vinci se quedaron analizando la situación que acababa de pasar. Emiya activo la máquina de invocación para que saliera un sirviente muy similar a Archer, pero al mismo tiempo parecían diferentes, aún así, el nombre del arquero rojo salió de la boca de Gudako y Archer atacó sin dudar un poco en sus acciones para que su maestro usará un sello de comando contra el y lo regresará por dónde vino.

Las cosas pasaron muy rápido. Aún así, todo el ambiente tenso se tranquilizó ante la ausencia de Archer, lo cual calmo a todos y Gudako decidió tomar la palabra al mismo tiempo que Da Vinci iba a buscar algo en que ocuparse y Mash regresaba a su apariencia normal.

"Haa~ bueno parece que se calmo todo al fin" respondió con algo de cansancio aparente. "Demonios... Creo que nos debes una explicación ehh, ¿Cómo te llamas?" El tono na sonrisa tonta se formó al preguntar al sirviente nuevo.

Shirou solo se quedó parado, analizando lo que acababan de ver sus ojos, si de casualidad le ofrecieron salvar a la humanidad para tener su descanso eterno por fin, el aceptaría con gusto, pero nunca pensó en que pasaría este tipo de cosas con su llegada, su mente estaba en blanco completamente ante lo que estaba pasando.

El peliblanco volvió a tomar conciencia después de que su maestro tratara de nombrarlo.

"Oh, con respecto a eso... Si te digo que no recuerdo mi nombre o hubo algún error en mi invocación que haya dado como resultado que mi memoria fuera afectada gravemente a tal punto de que no recuerdo mi nombre e identidad... ¿Lo creerías?" Habló con tono sarcástico disfrazado de seriedad, hasta terminar con una sonrisa forzada cuando expreso su pregunta.

Esto solo confundió un poco a Ritsuka, pero cerrando los ojos y dándole una sonrisa alegre le dió una pequeña respuesta que respondió todas sus dudas.

"¡Haha! No" una respuesta simple, pero dicho como la palabra de la chica más inocente que alguien podría escuchar si no conociera al remitente. Por desgracia, Emiya ya conocía ese tipo de actitud. La respuesta alegre de una niña inocente, que no escondía nada más que el veneno que te haría sufrir hasta tu muerte.

Shirou sintió un dejavu.

"Al menos intento convencerla con alguna mentira Señor Emiya" Mash trato de consolarlo, lo cual no funcionó de ninguna manera, ya que desde un principio no le había afectado la declaración de su Master.

Solo ladeó la cabeza con una cara cansada pero con la sonrisa puesta en su rostro, sabía que convencer a su Master sobre su "perdida de memoria" ya no iba a funcionar, pero al mismo tiempo, podía aceptar que solo fue un malentendido lo que sucedió con Archer. No tenía resentimientos sobre el, después de lo que habia aguantado hace años y las veces que el advirtió que no tomara ese camino, nunca dudo sobre su destino.

Aunque el destino fuera una perra aveces, también era una bendición el que alguien desafíe ese destino.

"Bueno, basta de charlas" llegó Da Vinci, lo que sacó de su trance a Shirou "Como saben este es un nuevo sirviente y parece que para ser un recién llegado ya tiene muchos problemas que atender, así que propongo que le hagamos primero un análisis de sus habilidades y al terminar, ¿que tal si Mash y Fujimaru le dan un recorrido por las instalaciones de Chaldea y le muestran su dormitorio?" Caminó en dirección a Ritsuka y sus servants con algún tipo de tableta inteligente en mano. Gudako solo asintió ante la sugerencia y Da Vinci le dijo que se fuera hacia lo que parecía ser un podio pequeño con un aro tecnológico a su alrededor siendo sostenido por varas metálicas puestos en vertical.

Shirou no dudó y obedeció ante la sugerencia. Da Vinci activo el dispositivo y algunos láseres se conectaron entre si en el aro, se movió desde arriba hacia abajo lentamente hasta terminar en su posición inicial indicio de que el escaneo había terminado. La información y los datos sobre Shirou no tardaron en llegar a la tablet de Da Vinci y sin vacilar decidio ver la lista en su dispositivo al mismo tiempo que Ritsuka y sus servants se iban. Solo tomo una taza de café y empezó a leer los parámetros de Shirou.

La taza de café cayó y el líquido se derramó por la mesa vacía en la que se había apoyado Da Vinci.

"Santa mierda..." Fue lo único que pudo decir mientras quedaba atónita ante la información, pero solo una duda invadió su mente. "¿Quien es este sujeto?"

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P

asaron un par de horas desde la llegada de Shirou a Chaldea, el recorrido había Sido... Interesante hasta cierto punto, se dió cuenta que habían algunos servants conocidos por Shirou que habían Sido invocados para esta guerra, al mismo tiempo que habían sirvientes completamente nuevos a su vista, pero supo instantáneamente quien era por su pequeña habilidad especial que estaba impregnado en su alma.

Al mismo tiempo que pasaba el recorrido, Gudako le contó sobre todas las singularidades que había pasado en Chaldea y como lo habían resuelto, así mismo, le contó sobre como fue su llegada a Chaldea y porque es el Último Master que ayuda a salvar a la humanidad. Una pequeña historia de tragedia que compartió con él, aunque no sabía porque lo comento, pero la acción ya estaba hecha.

Y así paso el tiempo hasta llegar a la cafetería, el último lugar al que llegaron, a petición de Shirou que al ver el extenso lugar lleno de Espíritus heroicos fue solo una mirada grande hacia el lugar. Al parecer estaban en la hora del almuerzo, las conversaciones que lograba escuchar con su oído tenían un tono alegre y algunos con semblante serio, pero aparentemente todos los espíritus se llevaban bien, aunque si que pudo ver de todo un poco con respecto a los héroes que veía ahí.

Pero aún cuando quedó fascinado por la cantidad de héroes que encontraba, al entrar en la cafetería, todos se detuvieron ante lo que estaban haciendo, sus conversaciones, sus risas, sus quejas. Todo eso se detuvo y dirigieron su mirada hacia el hombre peliblanco que estaba ahí parado. El silencio incómodo no se hizo esperar. Parecía que estaban impresionados ante lo que estaban viendo. El se parecía a...

"¡¿EMIYA/ARCHER?!" Todos los servants gritaron al unisono, algunos mencionando su apellido y otros mencionando la clase por la que conocían a su homólogo Arquero, lo cual lo dejo con los ojos en blanco mientras una gota de sudor caía por su cien. Su suerte si que era una mierda si ya le pasó está confusión dos veces.

Su Master junto a la Kohai de la misma caminaron en dirección a una mesa vacía que casualmente estaba cerca de la cocina. Todas las miradas que se pasaron en shirou se convirtieron en murmullos, esto si puso incómodo a Emiya, aunque supo esconder el sentimiento con una cara monótona.

Llegando a la mesa, todos se sentaron, todos exepto Shirou que se quedó fuera de las bancas de la mesa, decidido a todo menos a sentarse. Vio a su máster y luego a la cocina en dónde se estaban cocinando los platillos pedidos por los servants que habían estado susurrando algunas cosas a sus espaldas. Volvió a ver a su maestro y le dirigió a la palabra.

"Maestro, ¿cree que me pueda dejar cocinarle algo?" Preguntó  a Ritsuka. Cosa que la dejo confundida ante tal petición, pero al cruzar miradas no pudo evitar la determinación que escondían sus ojos y acepto ante la pregunta de Shirou.

Una sonrisa se formó en la cara de Gudako y como si del mayor critico de comida se tratara le dió unas últimas palabras a Shirou.

"Claro, ¡Sorprendeme!" Fue lo último que le dijo a Shirou antes de dirigirse a la cocina. Una sonrisa se postró en la cara del peliblanco mientras veía como un delantal se proyectaba delante de su cuerpo. No tardó en ponerse al otro lado de la cafetería para dirigirse a la cocina. Hasta que se detuvo en frío al ver una cara conocida.

"Oh... Que bueno verte de nuevo..." El ambiente se puso tenso ante el cruce de miradas entre los dos hombres peliblancos. Archer estaba frente a Shirou, cruzando su mirada contra la de Emiya. Su mirada reflejaba Odio y una ira brutal que hacía más tenso el ambiente. El ceño fruncido de Archer no tardó en ponerse en su rostro al igual que Shirou. Parecía un concurso de miradas en dónde la mirada más determinada en cumplir su objetivo sería la victoria más aclamada entre lls participantes.

Pero esto no afectó a Shirou ni un poco, solo le pidió amablemente que se apartara pues iba a usar la cocina en este momento. Un gruñido de disgusto apareció departe de Archer pero aún así,  se alejo de la cocina chocando su brazo con la de Shirou cómo acto de hostilidad pero no sin antes susurrarle una cosa lejos de el. Si un oído cualquiera hasta el más mejorado o reforzado trata de decifrar lo que dijo, tardaría más de 30 minutos en analizar lo que dijo dependiendo del rango auditivo del servant. Pero eso no aplicó en Shirou, el sabía perfectamente cuáles fueron las palabras que trato de articular. Era lógico, pues Archer era Shirou y Shirou era Archer.

Archer lo iba a esperar para darle una batalla que resolverían su pequeña disputa armada en hace tan solo un par de horas.

En pocas palabras, Archer quería pelea y Shirou le iba a dar pelea.

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Bueno, aquí les traigo el segundo capítulo de esta historia con un crossover raro que le beneficia más al papu misterioso y deja con ganas de leer más sobre esto.

Bueno si me fume algo para hacer este capítulo y terminarlo pero yo digo que si me quedo épico para ir empezando poco a poco.

Por si preguntan, está historia empezará con la singularidad de Camelot si es que no lo había aclarado en el prólogo, pero en fin si hay alguna duda sobre las aventuras del papu del hierro forjado o algo relacionado a esto no se abstenga de preguntar.

Una cosa más, le cambié la apariencia de Shirou, para que contraste con su clase para ser exactos y por más factores que voy a mostrar en los próximos capítulos.


-apariencia de Shirou Emiya Foreigner-

Mamalon no? Bueno eso es todo por hoy, espero y hayan disfrutado este pequeño interludio (creo que se le llamaba así xdd) y ya el siguiente cap veo si ya empiezo con la singularidad o veremos qué Chucha pasa.

Sin nada más que decir.

Chauuuuuuuuuuuuu.

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