Prólogo - Hecho de Blades

Trace on.

Dos palabras. Una pérdida de aliento sin sentido para cualquiera excepto para el chico pelirrojo.
Dos palabras, que abarcaban toda su existencia. Un disparador para su resolución. Un elegante Abracadabra. Nada más que un engaño autoimpuesto.

Irónicamente, él era todo sobre delirios. Se engañó a sí mismo pensando que podía ser un héroe. Se engañó a sí mismo pensando que podía salvar a todos. La realidad, sin embargo, no era algo tan ilusorio. La realidad triunfó sobre los sueños y los héroes cada minuto de cada día. Él lo sabía muy bien. Él lo sabía y no le importaba un carajo.

Empujó su cuerpo sangrante y se enderezó una vez más. Le dolían los músculos por la tensión a la que habían sido sometidos. Sus heridas sangraron con renovado vigor. Avalon trabajó rápido, pero ni siquiera la vaina de Excalibur pudo seguir el ritmo de la embestida causada por innumerables Noble Phantasms.

Trace On .

Dos palabras.
El mayor engaño.
Un sueño irrealizable.
Una utopía siempre distante.

Una sonrisa se dibujó en su rostro a pesar del dolor.
Después de todo, la espada y la vaina no podrían ser muy diferentes, ¿verdad? No, de hecho tenían que reflejarse perfectamente para poder encajar. Diferentes herramientas con diferentes propósitos pero muy parecidas. ¿Fue ironía o fue el destino que se conocieron? No importa. No importaba. Independientemente de las circunstancias, solo había un camino por delante para él.

No necesitaba nada más que esas dos palabras para seguir moviéndose. Todo lo que necesitaba para desafiar a su verdadero oponente. El único al que no podía esperar derrotar y, al mismo tiempo, el único contra el que no podía perder.

No el Rey de los Héroes de cabello rubio frente a él.
No el semidiós inmortal que luchó por la chica de pelo blanco.
No el sacerdote que había orquestado este escenario enfermizo.
No el jefe lleno de gusanos de una antigua familia de magos.
No los muchos fenómenos que se habían evocado para esa guerra sin sentido.
Nadie más que él mismo.

Una lucha eterna cuyo resultado final sólo podía ser la derrota. Afortunadamente, alguien tan distorsionado como él no querría nada más que una batalla sin esperanza.

No era una guerra contra la realidad. Fue una lucha contra sí mismo. Contra la tentación de rendirse, de desechar sus sueños, de vivir contentándose con lo poco que lograba ahorrar sin sacrificar nada de verdad.

Nunca. Ni por un solo momento habría reconocido tal cosa.

Esa convicción resuelta, esa terquedad ingenua, esa determinación fue el punto de apoyo de su existencia defectuosa.

Apretó los dientes, sus músculos se tensaron y su Od fluyó a través de sus circuitos. El dolor había sido desechado, el miedo aplastado, las dudas destruidas. Como humano, no podía esperar ganar. Ningún humano podría realmente luchar contra un Servant. Pero ya no era solo un hombre.

' Soy el hueso de mi espada...'

Los Fantasmas Nobles dentro de la Puerta de Babilonia disparan hacia él tan rápido como balas. Con el sonido del acero chocando, su asalto fue detenido en el aire por una cantidad igual de cuchillas idénticas que venían de la dirección del chico.

' Hierro es mi sangre y Vidrio es mi Corazón...'

Otro bálsamo de armas salió volando en su dirección como flechas de gran tamaño. La arrogancia de Gilgamesh era su máxima debilidad. La victoria se lograría en sus términos o no se lograría en absoluto. Ni siquiera consideró usar Ea , la Espada de la Ruptura, para lidiar con el chico. En respuesta, Rho Aias saltó a la existencia, arrancado de la Colina de las Espadas por un empujón de la mente del niño, aplastando irremediablemente las espadas lanzadas.

' He soportado dolores incalculables para crear innumerables armas...'

La realidad a su alrededor comenzó a resquebrajarse mientras el chico seguía cantando, empujando su propio Origen contra el Mundo. El Rey ni siquiera se molestó en darse cuenta, ya que estaba por debajo de él reconocer a alguien tan bajo como Faker como una amenaza real.

' He caminado muchos campos de batalla invicto...'

Como de costumbre, el cambio comenzó desde su interior. Las heridas se cerraron casi instantáneamente con un ruido metálico. Si alguien se hubiera molestado en comprobarlo, habría sido obvio que en realidad no se había curado, sino que se había entretejido a sí mismo a través de minúsculas hojas superpuestas.

' No una vez que me he retirado. Ni una vez que me he desviado...

Sus circuitos estaban encendidos con poder. Mana fluyó en su cuerpo a través de sus contratos. Su cuerpo era un recipiente para el poder, aunque no en la liga del Servant. No es que importara. La taumaturgia se trataba de voluntad en lugar de fuerza bruta y él tenía eso en abundancia.

' No me arrepiento. Este es el único camino…'

El mundo se formó en las creencias y convicciones del niño. Hechicería que bordeaba la Hechicería. Lo más parecido a un milagro, que podía esperar lograr con sus propias habilidades limitadas. La razón de sus debilidades y la fuente de su fuerza.

' Ciertamente este cuerpo... está hecho de cuchillas...'

' Toda mi vida es... ¡Obras ilimitadas de cuchillas!

Las llamas los envolvieron, dibujando los límites de su Reality Marble, cortando el mundo que no aceptaba sus creencias.
Llamas. Como los que lo mataron tantos años antes.
Llamas. Como aquellos de los que había sido rescatado.
Llamas que lo moldearon como el Blade que había elegido ser.

La Colina de las Espadas se abrió ante él. En sus manos, Kanshou y Byakuya, las cuchillas que eran el receptáculo de su experiencia acumulada, brillaban a la luz del atardecer, esculpiendo la confrontación entrante entre los luchadores.

"Aquí voy, Rey de los Héroes. ¿Tienes suficientes armas a tu disposición?"

Cargó hacia adelante, ignorando los insultos del Sirviente de la Clase Archer. Sus hojas se encontraron con un estruendoso choque de acero y en ese único momento de chispas cegadoras su mente retrocedió al momento en que había comenzado a caminar por este camino.

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Notas del autor:

Así que aquí voy de nuevo con un nuevo fic. ¿No tenía demasiado en mi plato ya? Aparentemente no. Así que aquí está mi fic de Fate/Stay Night. Déjame saber lo que piensas.

Nota: Esta historia es parte de mi "Universo del Rey" como mi fic HP "Rise of the Forgotten" y mi fic KP "Identities". Estos fics no se cruzarán en absoluto , así que no te preocupes por la aparición de ningún personaje extraño de esas historias.

PD: Sé que el canto de UBW es diferente, pero este Shirou no es el mismo que el representado canónicamente. Si quieres saber más, asegúrate de quedarte.

No sé cuándo actualizaré esto. Mis otros fics son mi principal prioridad a partir de ahora, pero cuando vuelva a este una vez que llegue al bloqueo del escritor con esas historias (lo que sucede la mayoría de las veces).

Eso es todo por el momento. Adiós.