XXXV - Por Él
Finalmente lo tenía de frente, él desde hace tiempo adivirtio que había un traidor dentro de los 5, pero ninguno quiso escucharlo y probablemente ahora todos estuvieran muertos.
Lo obligó a levantar las manos y le advirtió que aprovecharía cualquier movimiento en falso para dispararle.
—Siempre supe que eras tú. Ahora quiero saber una cosa ¿Por qué te enseñaste más con mí hijo que con Gabriel? Perforaste su cuerpo de balas y en cambio al hijo de Damián no.
—Por que Damián esta muerto, ya no puedo hacerle daño, lo único que me alegra es que haya muerto como murió. Pero sabía que en cambio podía dañarte a ti ¿Salvarás al hijo de Damián? Sus heridas son superficiales estará bien, al final del día tú mismo acabarás con él.
Fernando siempre haz sido tan simple, te dejas llevar por tus sentimientos tal y como hiciste con Lombardi, voy a darte un último regalo ¿Quieres escucharlo?
—No me interesa nada que venga de ti.
—Me odias por matar a tu hijo, pero no odias a Gabriel por matar a Bruno.
Si vas a matarme también mátalo a él, acaba con el hijo de tu gran amor.
Al final siempre serás igual de miserable que Damián ¿Quieres saber cuántas veces no vino a rogarnos qué le diéramos tu paradero?
Estaba dispuesto a entregar el poder de su familia con tal de saber en dónde estabas y nunca logramos encontrarte, en cambio apareces ahora cuando ya no eres de utilidad.
Si hubiera sabido que aparecerías de nuevo los otros aún seguirían con vida, pero solo quedamos tú y yo.
—¡No sabes de lo que estas hablando! La familia y el honor siempre son primero, es algo que al parecer tú no conoces. Arruinaste mi vida, no dejaré que arruines la de alguien más.
—Nada cambiará las cosas Fernando, aunque acabes conmigo Damián y tu hijo seguirán muertos. Podemos empezar de 0 y olvidar todo este melodrama, la muerte de Adrián iba a pasar tarde o temprano, por que Gabriel también pensaba en acabar con él ¿Acaso no sabías de la guerra entre ambos?
Rizzo comenzó a disparar, cada bala era por las que había recibido su hijo, las demás eran en honor a Damián.
A pesar de haber acabado con él traidor, la lluvia de balas continuaba allá afuera, querían tomar su territorio pero eso no lo permitiría.
Por lo que salió hacía el balcón, lanzo varios disparos al aire, lo suficiente para llamar la atención de todos. Después del silencio que se hizo comenzó a hablar.
—Soy Fernando Rizzo Grimaldi, él actual Capo di tutti capi, miembro original de los 5, los demás Jefes han muerto. Por ende todo el territorio correspondiente me pertenece, todos pueden elegir entre continuar matándose unos a otros. O en cambio ganar dinero y posición a base de la Familia Rizzo, la cual hoy renace con su Jefe original.
—¿Qué hay de los Lombardi?
—Averiguenlo ustedes mismos, pero estan en el territorio de la Familia Rizzo.
Si es que su Jefe sobrevive entonces tendremos una conversación sobre el futuro de la organización. Pueden irse con tranquilidad mientras tanto.
La lluvia de balas cesó, pero aún faltaba separar a los miembros de la familia Miller, quería averiguarlo todo. Si no había respuesta entonces los mataría a todos.
Ahora quería sacar el cuerpo de su hijo, no era correcto que Daniel viera el cuerpo de su Padre de ese modo.
Solamente se puso de rodillas ante Adrián, sus lágrimas descendían por su rostro, se estaba muriendo por dentro.
«Perdoname por no protegerte, todo esto es mi culpa»
Cuando Rizzo terminó sus asuntos y dejo su territorio en paz sacó a su nieto del escondite. Ya se habían llevado el cuerpo de su hijo a la funeraria, podía salir con libertad.
Ahora estaría seguro, haría lo posible por mantener a salvo a su nieto.
Mientras tanto Raffael luchaba por mantener despierto a Gabriel, necesitaba hacer lo posible para salvarlo. No faltaba mucho para llegar al hospital, Bianchi había movido los contactos de los Lombardi.
—Nunca te dejaré ir amor, mantente despierto por favor.
—Te amo.
—Y yo a ti mi vida, solo quédate conmigo.
Estaba haciendo lo posible por no desmayarse y notaba como su prometido seguía poniendo paños para que no muriera desangrado.
Lo cuidaba a cada segundo, lo único que lo rompía era verlo llorar.
Él capo lamentaba profundamente que su protegido se viera involucrado en esto, nunca se perdonaría si Miller le hubiera hecho algo a Raffael, pero al parecer desconocía su mayor debilidad.
Al momento de llegar al hospital, el profesor solamente le dió la información a los médicos sobre la hora de que puso los torniquetes y el tiempo que estuvo poniendo paños para evitar que se desangrara, fuera de ello no hicieron más preguntas al respecto. Sabía que en esto tenía que ver Bianchi, él estuvo haciendo un par de llamadas por la seguridad de Gabriel Lombardi, ahora solo le preocupaba Sergio.
No era fácil la mirada interrogante de su progenitor, Martín Fabrizio estaba algo decepcionado de todo el asunto.
Esos no eran los valores que le habían inculcado, no comprendía nada de lo que sucedía.
—Raffael De la Vega Moretti ¿Qué significa todo este desastre y cómo es qué estas involucrado?
—Papá por favor no, ahora no necesito nada de esto.
El joven de ojos grises estaba a punto de entrar en crisis, solo quería que Gabriel estuviera bien, ahora no le importaba nada más.
Fabrizio lo abrazó, cuando estuviera más tranquilo esperaba que le contará todo lo que había sucedido en su ausencia. Pensó en que cometió un error al haberse ido de viaje.
Pero por el otro lado comprendía que su hijo merecía hacer su vida.
No podía ser su hijo pequeño por siempre, solo que había elegido a la persona incorrecta.
¿Y si era al revés? Tal vez él fue la persona que puso en riesgo a su hijo, no averiguo realmente para la persona que trabajaría.
«Comprensión... eso era todo lo que necesitaba»
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