XXIV - Lamentaciones
Sergio se calmó, tal vez había exagerado un poco. Era bastante estúpido declararle una guerra a un capo y más si ese era Gabriel Lombardi. No solo eso, era demasiado arriesgado hacerlo en su territorio.
—Lo lamento, es solo que quiero entenderte ¿Por qué quieres casarte con él?
—Seguridad, tarde o temprano escuchará cosas que no debe. Necesito algo más que su palabra para confiar en él, a parte queda el otro asunto.
Raffael no tarda en enterarse que hay debajo del Instituto.
Por favor ¿Me crees tan estúpido para dar un paso en falso?
Será solo algo simbólico como siempre, las personas necesitan algo en que creer, desde ahí se rompe una determinación. Para eso son los ritos que ha hecho la Mafia durante años.
Él sabe lo que le pasará si me traiciona, soy capaz de todo para salvaguardar esta familia.
—Aún recuerdo cuando mataste a tu prometida. De verdad lo olvidé, no recordaba ese asunto en lo más mínimo. Es solo que a veces olvidó con quién estoy hablando.
—¿El acuerdo con la Familia Palmieri? ¿Cómo olvidarlo? Obtuve mucha ventaja al matarla.
Es solo que hay una diferencia entre ella y él, es algo totalmente distinto.
Y no cabe duda que Rizzo es un maldito imbécil, no sabe aprovechar las oportunidades que le otorga la vida.
«La única diferencia es que amo a Raffael»
Reencuentro de los hechos / Pasado
Un Jefe De Closet
El único motivo por el que había decidido desposar a la hija de la Familia Cramer era solo para unificar ambas familias y obtener más poder.
No la amaba, tampoco sentía ninguna atracción por ella.
Solo se casaba para complacer a su Padre, él cual estaba muriendo.
Mentiría si expresaba que estaba afligido por la traición de ella.
Casey no significaba nada en su vida, la había raptado de la fortaleza de su Familia y nadie sospecharía que él era él único culpable.
Aquellos ojos verdes lo miraban con miedo, pero eso lo tenía sin cuidado.
Ella tenía un gran golpe en el labio, la sangre seguía cayendo de su rostro mezcladose con sus lágrimas.
Gabriel Lombardi no sería el hazmerreír de nadie, no importaba que no quisiera a su prometida.
Lo ideal siempre sería que fueran 5 Familias en Italia, jamás 6 y los Cramer eran un gran problema.
Nunca supo por que su Padre intervino para que incluyeran un sexta Familia, entre más poder... menos territorio quedaría.
Damián Lombardi era un hombre anticuado y su época de gloria había terminado.
El capo dudaba sobre que algún día encontrará el amor, había salido con tantas mujeres pero ninguna despertaba en él absolutamente nada.
No dudaba que fueran hermosas, pero no le despertaban más allá de lo físico.
—¡Éstas cometiendo un grave error! Mi Padre acabará contigo.
—¿Quién? ¿La familia pequeña qué hace algunos años inició en el negocio? Si esas palabras vinieran de un Rizzo las creería.
Necesitaron de nuestra familia para ingresar a la Mafia y esta es la manera en la que me pagaron. Lamentable.
Agradezco no estar casado contigo, por que soy un hombre muy joven para ser viudo. Solo seré un prometido afligido ¿Qué parte de ti quieres qué reciba tú Padre?
—Solo serías un cobarde.
—El capo más famoso fue en busca de su esposa y la mató, ella estaba bajo protección de testigos. La historia que conocen sus hijos es que su Madre los abandonó para irse con un hombre.
Y la Policía dio a conocer esa versión, todo gracias a la política, pero más se debe a la corrupción. Estamos rodeados de países que son impunes ante el crimen de cualquier ser vivo.
¿Quieres qué sea rápido o lento?
—¡Pudrete! Jamás me quisiste y ahora te muestras como un prometido afligido ¿Por qué me haces esto?
—Lo siento querida, tal vez esto es un error. Pero no olvidaré tan fácil esta traición, los traidores no merecen vivir.
El capo le dio la razón, entonces la desató y salió de la habitación.
Después se dirigió a los hombres que custodiaban la zona abandonada.
—Dejenla salir y después de 10 minutos atrapenla, él que la encuentre primero y la deje a punto de morir deja de ser antonegra (los que hacen el trabajo sucio, como matar gente) y pasa a ser capodecina (un rango mayor dónde pueden dirigir a un grupo), buena suerte señores.
Pero guardenme el último tiro por favor, después de todo es mi prometida.
Sobre todo no la dejen huir lejos, ustedes me responden si algo sale mal, no quiero errores.
Hay plata en juego, no desperdicien esta excelente oportunidad.
El capo se quedó esperando en la habitación conjunta, después de 30 minutos escucho al grupo de antonegra regresar, luego observó los últimos intentos de su prometida por arrastrarse, por lo que lanzo el primer tiro. Tal vez había perdido la oportunidad de conocer a una gran mujer, pero ya era tarde, ella sabía demasiado y no iba a arriesgarse.
—¿Quién gano? —Cuestionó con curiosidad y después vio a Ryan Baker dar un paso adelante—. Felicidades el siguiente tiro va en tu honor, además de tu ascenso me acompañarás a las reuniones futuras.
Unos últimos dos tiros y el cuerpo de su prometida dejo de luchar, ahora debía prepararse para lo que venía.
La zona había quedado en un gran desastre, la sangre de la prometida de Lombardi estaba regada por todos lados, los antonegra tenían un gran trabajo por hacer.
Lo mejor era quemar el lugar y desaparecer evidencias.
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