ELLA ERA UNA persona diferente a hace un par de meses frente a aquel bar donde Justin rompió mi corazón. Sólo su manera de estar de pie era un cambio drástico. Ella era extrovertida y hacía gestos con las manos; ahora se quedaba en pie con ellos alrededor de su pecho, su cuerpo rígido como una piedra. Sus ojos estaban bien abiertos, y en la tenue luz de la habitación, podría haberlo confundido con el miedo a la oscuridad.

Estaba un poco confusa como para empezar una conversación, todavía intentaba procesar por qué habría venido aquí en primer lugar. Su postura de estatua me ponía nerviosa, como si necesitara sentir lo que fuera que ella estuviera sintiendo. El miedo o el dolor o las heridas o quizás los tres. Si alguien me preguntara cómo describir cómo era una persona desesperada, diría como ella.

"Hola," suspiró dócilmente, sin mirarme a los ojos pero tampoco mirando a la nada. "Sé..." titubeó con las manos, pareciendo nerviosa. "Sé que probablemente no quieras verme. Yo sólo... no sé. ¿Puedo sentarme?"

Frunciendo los labios, dudé antes de asentir. Agradecida, se sentó en una silla al lado de la cama, pareciendo aliviada de que pudiera meter sus manos bajo su regazo. Se encogió en la silla, como si estuviera intentando hacerse más pequeña. Uno de sus pies golpeaba el suelo.

Inquiriendo que probablemente debería decir algo, intenté pensar en algo. La tensión en la habitación era notable. Cualquiera que entrara podría haberla percibido.

"Lacy, ¿verdad?" pregunté, incluso aunque sabía quién era.

Parecía sorprendida de que me acordara. "Sí. ¿Delilah?"

Asentí. Entonces una oleada de náuseas me golpeo. "No dijiste, ya sabes... No le dijiste a Justin que estaba aquí, ¿verdad?"

"Oh, no, no. No." Sacudió su cabeza. "Él es el por qué he venido a hablar contigo, aunque..."

Jugué con las sábanas sobre mis piernas, principalmente intentando encontrar una distracción justo como ella. Era difícil tomar contacto visual con la gente en general para mí, así que con ella era cien veces más difícil. No quería ser grosera, pero tampoco tenía nada que decirle.

"No habría venido a verte porque sé que empezamos con mal pie. Dios, Delilah, siento haber sido tan maleducada contigo. No debería haberlo hecho. Acababa de audicionar para una pasarela en un local y estaba muy emocionada, ¿sabes? Pensando que iba a ser famosa y ahora que obtuve la oportunidad... No es excusa para actuar de la manera en que hice contigo. Así que lo siento mucho. Incluso aunque encuentres una manera de perdonarme, nunca dejaré de sentirme culpable... La segunda y principal razón por la que estoy aquí..." cogió aire, no podía dejar de moverse en la silla. "Odio esto, lo siento." Exhaló agitada y yo finalmente reuní el coraje suficiente para mirarla. Estaba llorando, pero no lo habría sabido si no la hubiera mirado porque no había hecho ni un sonido. "¿Él... ya sabes, Justin... él...?" ni siquiera pudo soltar las palabras antes de estallar en llantos, dejando a su cabeza caer sobre sus manos.

"¿Que si me pegó?" terminé por ella, encontrando de alguna manera la fuerza para decir las palabras de las que siempre me ocultaba.

Asintió violentamente, aún incapaz de hablar.

"Sí," susurré. "Lo hizo."

Lacy siguió llorando por un rato, entonces se recompuso y secó su cara con la manga del uniforme de enfermera. Dejó salir un suspiro tembloroso, pasando ambas de sus manos a través de su pelo. Cuando se lo echó hacia atrás, vi una marca roja ir desde su sien hasta su oreja. Se dio cuenta de que la estaba mirando y dejó caer su pelo rápidamente, pero no evitó el tema por completo.

"Eso ocurrió la otra noche," murmuró. "Tengo que llevar el pelo recogido todo el día, así que le digo a todo el que pregunta que lo hizo mi gato." Rió sin humor, resoplando. "Ni siquiera tengo gato."

Agarré los bordes de la sábana. "Lo siento."

"Era tan amable al principio," dijo, ignorando mis disculpas probablemente porque me estaba disculpando por algo sobre lo que no tenía control, y que ambas sabíamos. "Yo... Yo no sé qué pasó. Teníamos nuestras peleas, por supuesto, pero empeoraron el día de Acción de Gracias." Dejó sus manos bajo su regazo de nuevo.

"Sigo una dieta estricta, por el modelaje y todo eso, pero en vacaciones me olvidé de ella. ¿Cómo no podría? Bueno, gané un poco de peso. No creo que se notara siquiera, a decir verdad, pero... él se dio cuenta." Lloró otra vez. "Esa fue la primera vez que me pegó, y le dije que podía perderlo tan fácilmente como lo gané, pero no me escuchó. No debería haberle gritado. No debería haberle provocado. Me dije a mí misma que tenía que salir de ahí antes de que empeorase, pero entonces se disculpó y dijo que me amaba y que lo sentía, que no volvería a pasar y..." Se trabó, mordiendo su labio.

"A mí me dijo lo mismo," le dije. "Él lloró casi tanto como yo, así que parecía muy creíble que no quería hacerme daño, ¿sabes?"

"Sí." Sus ojos aguados se abrieron cuando me miró. "Exactamente la misma excusa que usó conmigo."

Rodé los ojos. "¿Te compró tus flores favoritas a la mañana siguiente?"

Parpadeó. "No puedo creer que jugara con nosotras de esa manera. Y pensar que he estado con él durante dos años y creí que le conocía mejor que nadie."

Mi corazón se hundió hasta el fondo de mi estómago con eso, mis ojos casi se salieron de su lugar. "Disculpa, ¿qué?"

Lacy ladeó su cara, tan confusa como yo ahora. "¿Qué he dicho?"

"¿Habéis estado juntos dos años?"

Asintió lentamente, aún intentando encajar las piezas. Entonces su mandíbula se abrió y dejó entrever un destello de furia en su mirada. "Déjame adivinar: vosotros dos no erais buenos amigos después de haber roto hace tres años, y no erais sólo compañeros de piso."

"¿Te dijo que éramos compañeros de piso? ¿Y que rompimos hace tres años?"

"Sí." se encogió. "Dios, ¿cómo diablos me tragué eso?"

Tragué el nudo de mi garganta. "Así que... ha estado dos años engañándome."

"Delilah, te prometo que no tenía ni idea. No salgo con ese tipo de hombres porque sé lo que se siente al ser engañada." Rascó su frente, pareciendo un poco espantada cuando preguntó, "Entonces, ¿cuánto tiempo habéis estado juntos?"

"Rompió conmigo en nuestro octavo aniversario."

Pude haber jurado que se quedó tiesa del shock porque estuvo en silencio demasiado tiempo, simplemente con la boca abierta y parpadeando lentamente, procesando.

"Me encuentro mal," murmuró en voz baja después de un rato, agarrando su estómago. "Oh Dios mío, soy peor persona de lo que pensaba. ¡E incrédula! ¿Cómo puedo ser tan incrédula?"

"No lo sabías," dije, intentando calmar mis nervios. No podía negar que se sentía engañada porque yo también lo sentía. "Supongo que ambas somos muy incrédulas."

Lacy se puso en pie tan rápido que casi se cae. "Ahora estoy más cabreada que molesta, a decir verdad. ¿Cuánto tiempo te estuvo tratando mal?" Su mirada cortante me sorprendió, haciéndome hundirme más en la almohada instintivamente.

"Cuando terminamos el instituto," dije. "Así que... cuatro años, quizás."

"Delilah..." sacudió su cabeza, entonces se sentó en el borde de la cama. "¿Por qué narices le dejaste hacerte eso tanto tiempo?" parecía captarlo después de decirlo y soltar una pequeña risa. "No importa. No puedo siquiera preguntarlo, ¿verdad? Estoy pasando por eso también."

"No has llegado tan lejos como yo," remarqué. "Probablemente sería más fácil para ti dejarle."

"Esa es la principal razón por la que estoy aquí. Quiero alejarme de él, de verdad. Quiero encerrarle en la cárcel y no tener que preocuparme por él más, por un par de años al menos. Pero si voy sola a la policía, no me creerán. Él no deja marcas. Sin embargo, si dos personas le denunciaran, quizás podríamos meterle entre rejas y--"

"No puedo," la corté inintencionadamente, mi corazón latía con fuerza. Me miró desconcertada, así que añadí, "Quiero decir, no sé si puedo hacerlo... Involucrar a la policía y todo eso. ¿Qué pasa si escapa y, no sé, quiere volver en busca de venganza o algo? No podría hacerlo, honestamente."

"Eso es si logra escapar," dijo. "Lo único que podría hacer es pudrirse entre rejas y atacar a alguien, y eso sólo le añadiría más años a su sentencia. Podríamos estar en otra parte para entonces. Planeo mudarme a Nueva York para seguir con mi carrera de modelo, y tú podrías... Bueno, no sé, viajar por el mundo. Ir donde quieras y vivir. ¿No suena eso a algo que quieres?"

Estaba inmersa en mis pensamientos. "Por supuesto, pero eso no significa que pueda suceder. Los traficantes de drogas pasan más años en prisión que los abusadores, por Dios, no hay manera de que se quede tanto tiempo ahí dentro. Podría ser una pérdida de tiempo o empeoraría las cosas o--"

Lacy puso su mano sobre la mía, sorprendiéndome lo suficiente como para dejar de hablar. "Sea cual sea el tiempo que pase tras las rejas es el suficiente," susurró, sus ojos se aguaron una vez más. "Delilah, yo... yo necesito salir, y necesito tu ayuda. Sé cómo funciona el sistema. Una chica llorando es una simple falsa alarma, pero dos podrían marcar la diferencia. Prométeme." Tomó aire. "Prométeme que al menos lo pensarás. No tiene que ser ahora, obviamente, pero cuando tengas tiempo. Tu novio podría ser un testigo, también. Eso haría tres personas, y le mandaríamos a prisión."

Suspiré, entonces mordí mi labio inferior. Miré a Lacy, sus ojos estaban llenos de miedo e ira y lágrimas y un nuevo y profundo sentimiento de esperanza. No podía quitarle eso. No podía forzarla a quedarse con él cuando sabía lo malo que podría ser. ¿Qué clase de persona sería si prolongara su sufrimiento?

"Sea el tiempo que sea será suficiente, ¿verdad?" dije finalmente después de un momento contemplando la idea.

Su rostro cambió a una gran sonrisa, y una risa de felicidad escapó de sus labios. Tiró de mi mano, abrazándome con sus brazos alrededor de mi cuello. El abrazo me pilló por sorpresa, pero reí un poco y palmé su hombro incómodamente. Cuando se echó atrás, aún estaba emocionaba y repetidamente expresaba su gratitud.

De pronto recordé lo que Nathan me dijo, cómo una persona podía cambiar totalmente a alguien. Me di cuenta de que ese cambio podía ser a mejor o a peor. Para mí, Justin había cambiado a peor. Para Lacy, quizás él había ido a mejor. Era difícil creer que ella era la misma persona que me dejó por los suelos meses atrás, y ahora ella estaba en mi habitación del hospital llorando de felicidad porque accedí a ayudarla. No tenía mucha fe en el plan, pero no me arrepentía de ayudar, no después de ver lo feliz que le hizo.

Quizás la amabilidad de Harry se me estaba pegando. Era agradable ver a otras personas sonreír por algo que yo había hecho. Eso no ocurría a menudo.

Supongo que él fue mi cambio a mejor.

Un pensamiento me golpeó cuando Lacy estaba a punto de marcharse. "Hey, ¿tienes algún lugar donde ir en vez de su casa?"

Su sonrisa se tornó triste, pero permaneció en su rostro. "No, pero está bien. Puedo controlarlo. No te preocupes por mí, sólo céntrate en recuperarte, ¿vale?"

Intenté devolverle la sonrisa. "Sí, lo haré."

"Y, ¿Delilah?"

"¿Hmm?"

"Gracias. No puedo decirte lo mucho que significa para mí saber que hay una mínima posibilidad de escapar. Sólo han sido meses para mí, así que no puedo imaginar lo atrapada que has debido sentirte durante todos esos años."

"La vida sigue, ¿no?" Mi sonrisa era ahora sincera. "Ya no sigo atrapada."

☆☆☆☆

Novela original escrita en inglés por  juliaxwrites

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