Capítulo 27
LAS LUCES DE Navidad brillaban enroscadas en los árboles y cubriendo los arbustos. Los globos gigantes de personajes Disney y Santa Claus estaban dispersos por el recinto, los niños jugaban a su alrededor con caras emocionadas. El aire nocturno no era frío, aunque cada vez que venía una ráfaga sí lo hacía. Familias, parejas y amigos charlaban y reían, se refugiaban en sus abrigos y se calentaban al estar en compañías benignas.
La mano de Harry calentaba la mía, aunque nuestras narices estaban ligeramente rojas por el viento. Mamá y Papá caminaban frente a nosotros, el brazo de Papá a su alrededor y la cabeza de Mamá apoyada en su hombro. No creo que hayan perdido ni una gota de amor con el paso de los años. Si acaso había crecido. Claro que peleaban como todas las parejas hacen, pero eran cortas e insignificantes. La peor que recuerdo fue cuando yo era adolescente y Papá durmió en el sofá toda la noche. Aunque sólo ocurrió una noche.
Nathan estaba hablando con Zac detrás nuestra, mientras Gemma intentaba alcanzar a Des. Harry había preguntado si podían venir desde que a Desiree le gustaba lo brillante, pero obviamente a nadie le importó. Gemma y Mamá habían hablado mucho desde que se conocieron, parecía que se llevaron bien rápidamente, al igual que Nathan y Zac.
"Tengo un juego de palabras que me olvidé decir el otro día," dije, mirando a Harry quien estaba sonriendo.
"Oh, ¿en serio? ¿Una guerra de juegos de palabras no fue suficiente?"
"No hubo un claro ganador."
"Supongo que no... Adelante."
"El otro día fui al supermercado. El cajero debería haberme devuelto un dólar, pero me dio 50 centavos. Me mintió."
Harry frunció el ceño un minuto, parecía confuso. Entonces se dio cuenta y dijo, "¡Oh, te mintió! Estoy sorprendido Delilah, esa ha sido buena."
Hice una pequeña reverencia. "Gracias. Estaré aquí toda la noche."
"Por favor, dime que no acabo de escuchar un juego de palabras," Nathan gruño sobre mi hombro.
Le miré, entonces miré a Harry. "¿Cómo le llamaste cuando empezó la guerra de juegos de palabras?"
Sonrió. "Intolerante a la laughtosa."
"Necesitáis caminar más rápido o yo tengo que frenar porque me estoy poniendo malo," gruñó, medio bromeando medio serio.
Zac se reía. "¿Qué? ¿No te gustan los chistes, Nathan?"
"No aprecia el arte del juego de palabras," le dije.
"Por dios..."
"Tú también no, Zac, joder. Y pensar que nos estábamos llevando tan bien."
Zac señaló a Gemma, quien estaba intentando evitar que Desiree robara un globo de Minnie Mouse dos veces de su tamaño. "Te olvidas que Gemma y Harry son hermanos. Los juegos de palabras no los ha heredado sólo uno."
Harry movió sus cejas. "Aunque los míos son mejores."
"Ambos son horribles."
"¿Eso significa que gano la guerra?" pregunté.
"No te adelantes, Delilah," contestó Harry. "Aún no hay ganador."
Fruncí el ceño. "¿No puedes dejarme ganar por cuestión de ego?"
Besó mi nariz. "Nope. Hay que ser justo en la guerra y en el juego, bebé."
Mamá había parado frente a un árbol grande, de dos veces la altura de una casa. Tenía regalos de mentira a los pies, aun así estaba decorado con adornos de verdad y luces y un espumillón rojo brillante. Estaba señalándolo y diciéndonos que nos quedáramos frente a él para una foto.
"No me gustan las fotos," murmuré.
"Mala suerte," dijo, palmando mi espalda. "Piensa en los recuerdos, cariño."
"Puedo pensar en ellos sin necesidad de una foto," sugerí.
"Ponte frente al árbol, Delilah."
Solté un gruñido exagerado, pero me puse en mi lugar. Tomó una de Nathan y yo primero, entonces Gemma tomó una de mis padres, mi hermano y yo, después Mamá preguntó si Harry, Gemma, Des y Zac querían una foto. Me pregunté por qué ellos tenían opción y yo no, y Mamá dijo que era porque yo era de su sangre y ellos no. Tenía que ser amable con los invitados, pero torturaba a su hija.
Después de, lo que a mi parecer fueron cientos de fotos, continuamos caminando a través del parque. Desiree siguió intentando convencer a Gemma de que el globo de Minnie viviría mucho mejor con ella, y que había sido buena todo el año así que se lo merecía. Gemma hizo el gesto de taladrar su cabeza, pero Desiree lo llamó "avance" desde que estaría mejor en una casa mejor. Había aprendido la palabra el otro día y estaba orgullosa.
Rodeando un gran roble por el camino, el aire se esfumó de mí cuando vi la cara demasiado familiar de Justin a un par de metros de distancia. No podía apartar la mirada de el, no importaba cuánto lo intentara; ni cuando estuve en el hospital, y ahora estaba arruinando una tradición Navideña. Sin embargo siempre había estado alejado de estas cosas cuando estaba conmigo, se quejaba la mitad del tiempo. No disfrutaba viendo las mismas luces cada año, no importa cuán nuevas fueran cada año. Nunca podía estar satisfecho.
A su lado estaba su nueva novia, su mano en la suya mientras se apoyaba en él. Aunque su cuerpo estaba tenso y sus ojos no brillaban como las luces de su alrededor. Había una falsa sonrisa en sus labios, una que conocía bien. Pensé que yo había inventado esa sonrisa que una vez creí convincente. Verla en otro te hacía darte cuenta de lo verdaderamente falsa que era. Un dolor golpeó mi cabeza al resurgir el recuerdo de cuando por primera vez usé esa sonrisa.
Había sido después de que Justin me pegara por primera vez.
Nunca pude olvidar por lo que discutimos, algo tan inútil que llevó a algo tan violento. Fue cuando terminamos el instituto. Él y su padre estaban discutiendo, ignorándose entre ellos. El padre de Justin solía pegarle o a su madre, así que quizás Justin lo heredó de él.
Bueno, Justin no tenía dinero para mudarse -- es decir, tenía, simplemente no quería usarlo. Su padre quería echarlo de casa, y cuando terminó el instituto, fue definitivo. Vino a mí quejándose, e intenté resolverlo. Sabía que Justin quería ahorrar su dinero, pero tenía una gran beca para la universidad para el fútbol. No debería haber comparado nuestras situaciones, pero le dije que debería estar agradecido. Podía ir cuatro años a la universidad básicamente gratis, y aún así yo estaría luchando por superar uno (motivo por el cuál no terminé y desafortunadamente lo dejé). Tenía buenas notas, pero mi GPA estaba unos pocos puntos por debajo para una beca.
Justin me llamó egoísta cuando todo lo que hice fue sugerir que usara su dinero para encontrar un lugar cerca del campus. Podías conseguir uno por buen precio, o podrías encontrar un apartamento más pequeño aunque más lejos. Aunque dijo que todo lo que me importaba eran mis propios problemas. Que no había escuchado nada o que me había dicho, y que nunca lo hacía.
Esa fue realmente la primera vez que me enfrenté a él. Nuestras peleas fueron malas, pero nunca le enfrenté hasta entonces. Le llamé mimado, y era cierto. Su padre siempre le había dado de todo. Tuvo un coche nuevo a los 16 años, y era muy bueno. Estaba constantemente recibiendo cosas caras, como grandes televisiones o nuevas consolas u ordenadores, pero nunca le bastaba.
Recibí por enfrentarle. Un golpe en la cara y fue muy evidente que debería haberme quedado callada. Al principio, ninguno reaccionó, estábamos en shock. Justin se paró con sus puños cerrados, visiblemente temblando por rabia, y yo tenía lágrimas rodando por mis mejillas con mi mano en el sitio donde recibí el golpe. Entonces la culpabilidad le llegó, y sinceramente se disculpó cuando puso mi cara entre sus manos y dejó besos por ella. Estaba arrepentido; no pretendía hacerlo; no pudo controlar la rabia; nunca más lo haría.
Al día siguiente, y el día después de ese, sonreía y asentía y actuaba como si todo estuviera bien.
Lacy, creo que era su nombre, estaba haciendo lo mismo. Justin la hablaría, y ella fingiría una sonrisa y besaría su mejilla. Pero parecía cansada.
"Hey," Nat tocó mi hombro. "Se parece a ese gilipollas con el que salías."
Esperando que pudiera solucionar esto desde que Nathan no había visto a Justin por años, dije, "Sí, se parece... Aunque no creo que sea él." Pues claro que lo era. No podía confundir su rostro.
Harry, sin embargo, aparentemente no había escuchado nuestra pequeña conversación o no le importó. "Delilah, ahí está Justin."
Le miré mal, y frunció el ceño antes de mirar a Nathan, entonces me volvió a mirar diculpándose.
"Así que es él," dijo Nat, empezando a caminar hacia él.
"¡Nathan!"
"Sólo quiero hablar con él."
Afortunadamente, Harry puso una mano en su pecho. "Deberíamos dejarlo, amigo. No quieres empezar un drama innecesario, ¿verdad?"
Nat mordió el interior de su mejilla, miró a Harry, pero él no dudó. Finalmente, gruñó. "Vale. Pero sólo porque es Navidad."
Mamá y Papá se habían girado hacia nosotros. "¿Todo bien?" preguntó Papá.
Gemma se acercó con Desiree en su cintura. "¿Por qué paramos?"
"Pensé que vi a alguien," mentí, sacudiendo mi cabeza. "Sigamos."
Me miraron divertidos. Nat, sin embargo, me miró descontento. Mis ojos le suplicaban, y suspiró antes de pasar su brazo por mis hombros. "¿Un puñetazo?" susurró.
"Nope."
"¿Una hostia?"
"Nat."
"Vale, vale, vale. Pero no sé por qué le proteges."
"No lo hago," dije. "Nos protejo a nosotros al dejar el tema en paz. No quiero tratar con él otra vez, ¿vale? Sólo... quiero estar con mi familia y amigos--"
Harry aclaró su garganta.
"--y mi novio."
"Lo pillo," dijo Nat, y entonces asintió. "Aunque como ya sé cómo es, no puedes protegerle si le encuentro otro día."
Le miré mal.
"Es broma, es broma... en parte."
Por curiosidad, miré hacia atrás a Justin y Lacy, esperando que no nos hubieran visto. Desafortunadamente, ambos miraban hacia nuestra dirección. Lacy tenía una extraña mirada en su cara, pero Justin parecía consternado. Sus ojos se encontraron con los míos y nos miramos un momento. Entonces vio a Nathan, y pude haber jurado que el color se esfumó de su piel. Si tenía algún pensamiento de acercarse, se esfumó al ver a mi hermano. Agarró la mano de Lacy, se quedó mirando un rato más, entonces se fueron en dirección contraria.
Solté un suspiro que no me había dado cuenta estaba reteniendo.
***
"Hey, Gemma, ¿puedo preguntarte algo?"
Los chicos hablaban frente a nosotras, Des, Gem y yo estábamos atrás.
"Claro."
Un suspiro exagerado salió de mis labios. "¿Puedes por favor decirme qué puedo comprar a Harry por Navidad?"
Rió. "No te lo va a decir, ¿verdad?"
"Dice que no quiere nada, pero no puedo comprarle nada, ¿sabes?"
Frunció los labios, pensando.
Desiree alzó la mano emocionada. "¡Oh! ¡Oh! ¡Ya sé! ¡Puedes comprarle un unicornio brillante! Vi uno en la tienda de ayer, pero Mamá me dijo que Santa vendría pronto y que no podía comprarlo." Puso un puchero.
Sonreí. "Gracias, Des. Pero no creo que a Harry le gusten los unicornios."
Abrió la boca y los ojos. "¿No?"
"Puedes comprarle calcetines," sugirió Gemma. "Conociéndole, no se quejaría."
"Le amenacé con comprarle calcetines y se rió," le dije. "Pero me ha comprado algo, así que no quiero darle sólo calcetines..."
"¡Pintura brillante!" dijo Des. "Así podrá hacer dibujos bonitos."
"Es un friki total," dijo Gemma. "Cualquier cosa de Star Wars o El Señor de los Anillos o algo así."
Pensé por un momento, intentando decidir. Quizás iría al centro comercial y paseara en busca de alguna idea. ¿Por qué era tan difícil escoger? Justin era tan sencillo -- cualquier cosa relacionada con los deportes le encantaba. Pero Harry... no me daba pistas, no tenía una pasión concreta. Seguro que le encantaba el gimnasio, pero, ¿qué iba a hacer? ¿Comprarle una tarjeta de miembro del gimnasio? Es entrenador, así que no necesita uno. Y no podía permitirme nada de equipamiento deportivo. Quizás podía conseguirle un suministro de por vida de zumo de col y hacerle un pastel...
Des agarró mi camiseta. "¿Quién era ese hombre que te miraba antes?"
Sentí que Gemma me miraba. "Sólo un viejo amigo," le dije.
"¿Por qué Nathan parecía enfadado?"
"No se llevaban bien."
Frunció el ceño. "¿Era malo contigo?"
Gemma dijo, "Desiree, suficiente."
Se giró hacia su madre, parecía triste. "Si era malo con mi princesa, necesito hablar con él como Nathan iba a hacer."
Mi corazón probablemente iba a explotar.
"Ya no es malo conmigo," le aseguré, poniendo una sonrisa sincera a la pequeña niña. "No conmigo, al menos..." Seguí pensando sobre Lacy y en cómo su expresión me recordaba a mi pasado.
"¿Lo prometes?" me extendió su dedo meñique.
Lo entrelacé con el mío. "Lo prometo."
"Bien, porque eres mi princesa, y nadie puede ser malo con las princesas. Desde que soy la reina, pensé que quizás tenía que decírselo."
Antes de que pudiera contestar, Harry nos estaba llamando. "Tu madre quiere una foto con el Olaf real."
Desiree casi se cae de los brazos de Gemma. "¿El Olaf real?" gritó. "¿Dónde, dónde, dónde, dónde?" Hablaba rápido, yendo hacia Harry.
Él agarró su mano, y nos sonrió. "Vamos, señoritas. Olaf está esperando."
Gemma rodó los ojos. "Eres muy siniestro, Harry. Haces que Disney suene como un pedófilo."
Cubrió las orejas de Desiree, como si ella supiera lo que significaba la palabra. "Por Dios, Gemma. Ahórrate tus pensamientos delante de los niños."
Reí ante la pelea de los hermanos, pero mi risa hizo eco con otras. Mi corazón cayó hacia mi estómago, los pelos de mi nuca se erizaron. Conocía esas risas y ojalá no lo hiciera. Tomó todo de mí girarme para confirmar mis pensamientos sobre quiénes eran, y cuando lo hice, me sentí mareada.
Tres chicas y dos chicos reunidos en grupo estaban señalándome, se mofaban.
☆☆☆☆
(Pregunta de la autora: ¿qué creéis que Delilah va a regalar a Harry por Navidad?)
Novela original escrita en inglés por juliaxwrites
Comentad, votad, difundid.♡
All the love, A.
EXPLICACIÓN:
-"El otro día fui al supermercado. El cajero debería haberme devuelto un dólar, pero me dio 50 centavos. Me mintió." Una forma de decir mentir en inglés es con el verbo cheat. La autora ha puesto "Egypt me", por lo tanto para entenderlo hay que pronunciarlo de esta forma "He cheat me."
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