Capítulo 19
"HARRY, TU VIDA no tiene sentido hasta que hayas probado el pavo al horno de mi abuela," declaré mientras echaba un vistazo a la lista en mi mano que Mamá me había dado.
"¿Acaso no es como cualquier pavo al horno?" preguntó, con el ceño fruncido.
Le miré por encima de mi hombro para enmudecerle. "¿'Cualquier' pavo al horno? Malas palabras, Harold. Nunca más las digas en voz alta."
Sonrió satisfecho. "¿Sabes?, Harry no es mi nombre de verdad."
"Bueno, para la mayoría de la gente Harry es la forma corta de decir Harold, por lo tanto podré llamarte Harold en tiempos de crisis."
"¿Esto es una crisis?"
Finalmente, me giré del todo para mirarle, posando una mano sobre mi cadera. "Sí, es una crisis. No pareces creer que el pavo de mi abuela causará un charco de babas a tus pies."
Alzó sus manos en rendición. "Nunca dije tal cosa. Pero lo dudaré hasta que lo haya probado."
Asentí en aprobación, empezando a caminar de nuevo. "Vale, estamos buscando cebolletas. ¿Alguna vez has echado gambas a una ensalada?"
"La verdad es que no."
Chasqué la lengua en desaprobación. "Tienes muchas cosas que hacer, Harold."
Él empujaba el carrito de la compra, siguiéndome mientras andaba por los pasillos con cara de concentración. Habíamos ido en círculos alrededor de un par de pasillos porque había pasado por alto lo que Mamá había escrito. Aunque a Harry no parecía importarle. Ocasionalmente había parado para mirar en la sección de pastelería, y yo había tenido que agarrar la parte delantera del carrito para centrarle de nuevo.
"¿Me harás otro de tus deliciosos pasteles?" preguntó.
"¿Es necesario?"
"Es decir, me lo comería si lo hicieras..."
Me reí. "Tendremos que ir al otro lado del supermercado para coger los ingredientes."
Harry ya estaba girando el carro. "Ahora eres tú la que tiene que seguirme, Delilah. ¡Rápido!"
"Te lo aseguro, no se van a ir a ninguna parte. Además, ya hemos vuelto. Déjame acabar de coger todo."
Puso pucheros, su labio inferior sobresalía.
Le miré mal. "¿De verdad? ¿La cara de 'cachorrito'? ¿En serio esperas que me rinda sólo porque has agrandado los ojos y tienes una mirada triste?"
Su cara de cachorrito ni se inmutó cuando dijo, "¿Está funcionando?"
"No."
"Joder."
"¿Ves? Nos has hecho perder tiempo. Ya podría haber cogido las patatas si no me hubieras entretenido."
Harry soltó un suspiro dramático, echando la cabeza hacia atrás. "Sólo quiero un poco de pastel."
Llevar a Harry por la tienda fue como estar cuidando de un crío. Cada vez que me paraba a coger algo, empujaba el carrito contra mi culo como señal para que me diera prisa. Cuando le dije que habíamos comprado chuches para Acción de Gracias y que no necesitaba el pastel, puso otro puchero y tuve que ignorarle inmediatamente para que parase.
El pasillo de juguetes fue incluso peor. La única razón por la que pasamos por allí fue porque tenían cosas de aseo y yo necesitaba más champú. Había encontrado una pistola de Nerf que estaba fuera de su caja, y al instante sentí unas balas de espuma golpear mi brazo. Le miré mal; se rió para sí mismo y se acercó a recogerlas para recargar la pistola y dispararme otra vez.
Una vez que cogí mi champú (y tras recibir otra ráfaga de balas de espuma en mi frente), bufé. "Harry, ¿cuántos años tienes?"
Ladeó su cabeza. "Veintidos."
"Estás actuando como si tuvieras cinco."
"Estaba intentando animarte."
Fruncí el ceño, mi cabeza se ladeó esta vez. "No estoy mal."
Bajó el arma de juguete, entonces se acercó a mí, sus manos en mis hombros. "No, pero estás estresada. Has pasado diez minutos intentando decidir si deberías coger las zanahorias grandes o las pequeñas."
"Era una gran decisión."
Harry sonrió ligeramente. "¿Siempre te estresas tanto en vacaciones? Quiero decir... es sólo una cena."
Me moví nerviosa, mirando a mis pies mientras lo hacía. La verdad era que, Harry iba a pasar el día de Acción de Gracias con mi familia. Y eso me estresaba hasta lo más mínimo. Supongo que cogí esa cualidad de mi madre, que nunca podría haberme acompañado por haberse preocupado de tener la mesa puesta o no. Entraba en pánico con facilidad, y yo también, aparentemente. No estoy segura de por qué me molestaba tanto considerando que ya había conocido a mi familia. Bueno, a mis familiares más cercanos.
"Dijiste que nunca habías celebrado Acción de Gracias hasta ahora," le recordé. "Es importante para mí que experimentes uno bueno."
Parecía desconcertado al principio, un pequeño brillo pasó por sus verdes ojos. Entonces se rió entre dientes y puso sus brazos alrededor de mis hombros, empujándome hacia su pecho. "¿Crees que la comida va a determinar si lo paso bien o no?"
"A mí me pasa," murmuré. "Tienes que tener comida decente para poder disfrutar de la cena."
"Bueno, principalmente necesito compañía decente, y creo que eso lo tengo."
"¿Nat? Sí, él es decente, supongo," bromeé.
Harry se apartó, besando mi frente. "Tienes razón. Él es mucho más interesante que tú."
"A ver, lo entiendo. Nat está loco."
Rió, apartando el pelo de mi hombro. "Aunque honestamente, me siento honrado de que me hayas invitado. La comida podría ser una basura, pero no me importaría mucho."
"Eres demasiado bueno. Si alguien me diera una basura--" imité su acento "--de comida, me arrepentiría de ir a esa casa."
Se encogió de hombros. "Al menos eres honesta."
Sonreí, rodando mis ojos. Al darme cuenta de que todavía seguíamos en mitad del pasillo, agarré el carrito empujándolo. "Vamos, chico-empuja-carros. No tenemos todo el día."
***
Harry y yo estábamos en mitad de la colocación de la compra en el maletero de mi coche cuando otro vehículo, uno que parecía muy caro, aparcó justo a nuestro lado. No había pensado mucho sobre eso al principio. ¿Por qué iba hacerlo? Sólo era cualquier persona viniendo al supermercado para hacer las compras de última hora.
Pero entonces escuché que Harry tomó aire y murmuró, "No puede ser verdad."
Antes de que pudiera preguntarle, una chica de cabello oscuro y piel morena salió del vehículo y se puso de pie a nuestro lado. Era delgada, aunque tenía las curvas definidas que su top estrecho felizmente lucía. Su pelo caía sobre su espalda baja, creando perfectas ondas. Sus labios eran carnosos, sus ojos eran de un azul brillante, y era sobre todo el vivo ejemplo de cómo una chica querría ser.
Ni un solo defecto a simple vista.
Prácticamente intimidada, me eché hacia atrás por su deslumbrante apariencia. Pareció darse cuenta, una gran sonrisa se formó en sus labios rojos que la hizo imposiblemente más guapa.
Casi ni escuché a Harry gruñir por la tensión. "Nicole, esto se está volviendo ridículo."
Batió sus largas, negras pestañas inocentemente. "Estoy aquí para comprar, Harry. Menuda coincidencia que estés aquí también..." Sus ojos se centraron en mí, se estrecharon. "Con tu... ella."
Harry visiblemente se irguió, su mandíbula se tensó. "Ella tiene un nombre, uno que me temo no tendrás el placer de conocer, porque nos vamos."
Me agarró de de mi camiseta para apartarme del camino y así poder cerrar el maletero. Entonces, gentilmente me empujó por la cintura hacia la puerta del conductor. La abrió, pero Nicole había ido por el otro lado y la cerró.
"Oh, no seas grosero. He estado esperando ansiosa para conocerla." Frunció sus labios, inclinándose como si estuviera hablando a un niño. "¿Cuál es tu nombre?"
"No tienes que contestarla," murmuró Harry.
"Es sólo su nombre. ¿Qué daño podría hacer eso?"
"Delilah," titubeé, de alguna manera mi voz salió.
"Supongo que tiene algo de encanto," dijo, apartando el pelo de su hombro con su manicura impecable. "Estoy segura de que Harry te ha hablado sobre mí. Estuvimos juntos un tiempo, ya sabes, hasta que un día se fue sin decir nada. Me imaginé que había encontrado otros juguetes que arreglar..." Sus ojos me escanearon de arriba a abajo, sus labios se curvaron en desagrado. "Sin embargo, esto no me lo esperaba."
"Está bien, suficiente." Harry puso su mano en el hombro de Nicole, haciéndola recular. "Tu inmadurez es por lo que te dejé, y te escribí una nota ya que te negaste a siquiera hablar conmigo. Pero estoy cansado de discutir contigo, Nicole. Por favor, déjame en paz."
Ella le miró mal, tanto odio y desagrado en sus ojos me hizo apartar la mirada. "No puedo hacer eso, Harry. No hasta que te des cuenta del estúpido error que cometiste cuando me arrojaste como si fuera basura. ¿Y para qué?" se burló, apuntando su dedo en mi dirección. "¿Ella?"
"Ni siquiera conocía a Delilah cuando rompimos," señaló.
"¿La preferirías a ella antes que a mí ahora?" Se apoyó sobre una pierna moviendo su cadera, su mano apoyada sobre ella.
Harry tomó aire, como si tuviera que contenerse para no gritar. "Sí, de hecho, lo haría."
Abrió otra vez la puerta, metiéndome dentro. La cerró rápidamente, pasando al lado de Nicole para poder ir a la puerta del copiloto. Ella dijo algo, sus labios de contorno en forma de corazón se movían a la velocidad de la luz, pero no pude averiguar las palabras. Pegó un pisotón en el suelo, Harry sólo se giró por un momento para responder, y entonces se metió al coche, bloqueando las puertas.
Lo arranqué, recobrando el sentido lo suficiente como para salir del parking. Nicole aún seguía pululando, alzando su dedo corazón. Harry se desanimó en su asiento, una de sus manos pasó por su cara mientras la otra la usaba para ponerse el cinturón. Ninguno de los dos habló mientras conduje, hasta que me paré en un semáforo.
No pude contenerme. "Es guapa."
Se burlo. "Sólo por fuera."
Mordí mi labio para evitar decir algo estúpido. Sabía que no debería estar preocupándome por "competir." Harry había expresado muchas veces lo enfadado que ella le hacía estar, y si él la quisiera entonces ya habría vuelto con ella. Pero todavía había un pensamiento persistente en el fondo de mi mente, el saber que yo nunca la superaría. No en apariencia, al menos.
Y la apariencia era importante. Mucho, aunque la gente intentase decir "el interior es lo que cuenta," nadie se molestaba en ver a alguien por lo que realmente es. Las apariencias bastan a las personas y las satisface. La personalidad apenas les hace disfrutar estar contigo. Sin embargo, hay mucha gente en el mundo que escogería a una modelo antes que a su mejor amiga simplemente por su reputación, o por cómo se vería en público.
Yo podría tener la mejor personalidad del mundo, pero seguro que Harry escogería enseguida a una chica guapa. Así es como la vida funciona.
Yo era más obvia de lo que pensaba, o Harry había conseguido conocerme demasiado bien, porque tan pronto como volvimos a estar en movimiento, puso mis pensamientos en voz alta. "Delilah, sé lo que estás pensando y te equivocas."
"No sabes lo que estoy pensando."
Suspiró, sabiendo que trataba evitar el tema. "No hay suficiente dinero en el mundo que me hiciera volver con Nicole. E incluso si lo hubiera, aún te escogería a ti."
"Lo sé," mentí, fingiendo mi mejor sonrisa.
Ni siquiera parecía creerme, así que su respuesta fue inclinarse sobre el asiento y besarme en vez de usar las palabras, su mano alcanzó mi mejilla y la acarició. Sentí que me derretía bajo sus labios, su tacto. Me pregunté si tal sentimiento siempre ocurriría cada vez que me besara. Como si un partido hubiera sido interrumpido sólo para enviar un millón de estallidos en cada dirección de mi cuerpo, haciendo a mi estómago revolotear por la calidez.
Cuando nos paramos, mi corazón estaba latiendo fuerte y mis mejillas se sonrojaron. Inconscientemente mi mano se alzó para apartar el pelo de su frente, parándome un momento en sus suaves rizos. Sus ojos miraban los míos y pude verlo --sus sentimientos sinceros hacia mí-- y darme cuenta de que finalmente ser tratada con cariño hacía que mi corazón latiera incluso más rápido.
"¿Me crees ahora?" susurró.
Le besé esta vez, brevemente. "Sí, lo hago," susurré en respuesta, y quizás si lo hacía.
☆☆☆☆
Novela original escrita en ingles por juliaxwrites
Comentad, votad, difundid.♡
All the love, A.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top