Capítulo 15

"Detente y disfruta de la vida. No sólo te pierdes el paisaje por ir tan rápido, también estás perdiendo el sentido de a dónde vas y por qué."

☆☆☆☆☆☆  

LAS ROSAS MARCHITAS que descansaban en el alféizar me mantuvieron en un doloroso trance. Enredé mis dedos alrededor de los tallos, llevando las flores hasta mi nariz. Aún tenían un poco de aroma, lo que me hizo sonreír. Acaricié un pétalo que aún estaba suave, pensando lo que quería hacer con ellas. Nunca las puse en agua fresca, ni en ningún tipo de agua. No tendría sentido cuidar las flores de una relación marchita.

Inhalando profundamente, presioné con mi pie la palanca de la papelera, la tapa se abrió. Tiré las rosas sin pensarlo dos veces, dejando el cubo abierto después de hacerlo. No hay necesidad de seguir siendo ñoña y sentimental. Sólo eran flores de la persona equivocada.

Me puse mis vaqueros y un jersey. Era mediados de Octubre y sorprendentemente hacía frío fuera. O al menos eso es lo que dijo el canal del tiempo. Había poco entretenimiento en las televisiones del hospital. También estaba lloviendo, lo que conllevaba a que hiciera más frío y eso me resultaba más y más agradable.

La puerta crujió al abrirse y me giré para ver a Mamá, con una pequeña sonrisa en su cara mientras agarró sus manos frente a ella. Casi se sentía como si fuera mi cumpleaños. Cuando era pequeña, Mamá siempre solía levantarme con un desayuno en la cama y me hacía un pastel de galletas de chocolate por la tarde. Su sonrisa siempre había sido tan gentil y acogedora. Si me deleitara en la nostalgia mucho tiempo, definitivamente acabaría llorando.

"Los documentos del alta están todos rellenos," dijo en voz baja.

Enrosqué mis brazos alrededor suyo porque podía, inhalando su aroma a lavanda y absorbiendo su calidez. ¿Por qué alguien alguna vez se sentiría como si fuese demasiado viejo como para recibir un abrazo de su madre? Ella es prácticamente un ángel abrazándome, y me sentí como una niña otra vez. No quería separarme. Tener a mi madre agarrándome era demasiado confortante y demasiado tranquilizador como para arriesgarme a perderlo.

Acarició mis hombros y se separó, besando mi frente. "Vamos a casa," dijo, y pasó su brazo por mi cintura para guiarme fuera.

***

"Estás mintiendo."

"Te digo la verdad, Harry."

"No es verdad."

"¡Que sí!"

"Delilah, soy muy sensible cuando se trata de mentiras."

"No estoy mintiendo, Harry."

"Así que, ¿me estás diciendo que de verdad abrazaste a un pingüino?" Podía visualizar sus verdes ojos llenos de sorpresa a la vez que de temor, y podía prácticamente sentir su desconcierto a través del teléfono.

"Sip."

"¿Cómo? ¿Y por qué narices no fui invitado?"

Reí. "En mi viaje de estudios de noveno grado fuimos al zoo y resulta que tenían una nueva exhibición de pingüinos abierta. Podías entrar y alimentarles, y uno de ellos no dejó de seguirme. Pregunté a la señora si podía abrazarle y me dijo que sí. Si te soy honesta, creo que el pingüino lo disfrutó más que yo."

Harry se quedó callado por un momento antes de decir. "Lo preguntaré otra vez: ¿por qué narices no fui invitado?"

"¡No te conocía en noveno grado!" Argumenté.

"Bueno, maldita sea, Delilah, ¿por qué no?"

"Así no es como Dios quería que nos conociéramos, supongo."

"Le maldigo por no haberme dejado conocerte--o a los pingüinos--antes. Bueno, no le maldigo. Eso está mal. Lo retiro. ¿Me perdonará?"

Llevamos hablando casi hora y media. Llegué a casa del hospital anoche a la hora de cenar y me fui directa a la cama. Me desperté por su mensaje preguntándome si llegué bien, y si me sentía mejor. En vez de escribir un párrafo o algo, simplemente le llamé porque era más fácil. Y si soy honesta, quería escuchar su voz. Incluso aunque me sentía bien, el sonido de su voz me hacía sentir mucho mejor.

No puedo recordar como habíamos llegado al tema de abrazar animales salvajes, o de lo que hablamos incluso antes. Apenas había silencio entre nosotros, como si hubiéramos estado sin hablar por meses. Si él no estaba hablando, yo encontraba algo que decir y viceversa. Daba gusto tener una conversación sin apenas ningún esfuerzo.

"¿Sabes de lo que me acabo de dar cuenta?" dijo, después de asegurarle que Dios casi seguro le perdonaba.

"¿De qué?"

"Que no te he hablado de la fiesta de cumpleaños de Desiree. Me lo pidió antes de que fueras al hospital. ¿Crees que ella me perdonará?"

Reí. "Es una decisión difícil. Estás en la cuerda floja, Styles*."

"No se lo digas."

"Tengo que hacerlo," bromeé. "¿Cuándo es?"

"En Halloween."

"¿Su cumpleaños o la fiesta?"

"Ambos."

"Es bastante chulo."

Harry rió entre dientes. "No para Des. Me dijo que era una maldición, y que cuando creciera, no tendría nada más que mala suerte."

"¿No le gusta Halloween? ¿Ni siquiera el truco-o-trato?"

"Oh no, eso sí. Sólo que no le gusta que sea su cumpleaños." Se calló por un momento, entonces dijo, "No tienes que ir, obviamente. Sólo me dijo que te preguntara, y pensé que quizás sería guay porque el vecindario de Gem se pone muy festivo en Halloween. Hay una familia que hace una casa encantada y cosas así, y quizás podríamos entrar. Si quieres. Quiero decir, si vienes. Que no tienes por qué hacerlo si no quieres."

"No puedo responder si no dejas de divagar."

Pude imaginar sus mejillas enrojeciéndose pero su sonrisa ampliándose. "Cierto. Lo siento."

Zumbé*, como si lo estuviera deliberando, pero en verdad no tenía que pensarlo. Conocería a Gemma, quien parecía ser muy similar a mí. Sería genial tener una amiga. Perdí contacto con todas las del instituto, y seguro que fue por mi peso. Pero Gemma ha pasado por lo mismo que yo. No podía imaginarme no poder conseguir conocerla.

Ver a la pequeña descarada de cinco años--o pronto seis, supongo--otra vez era también un pensamiento atractivo. Había sido tan adorable al darme un regalo por mi cumpleaños, que sería justo darle uno a ella. Me llamó princesa. La llamaría reina.

Y, admitiré, que pasar tiempo con Harry no sonaba tan mal, tampoco.

"¿Qué debería comprarle?" pregunté.

"Cualquier cosa brillante. Puedes comprarle un rollo de cinta y cubrirla en purpurina, que ella estaría contenta."

Mordí mi labio inferior, zumbando otra vez como si ideas para el regalo pasaran por mi cabeza. Los niños son típicamente fáciles de apaciguar con cualquier tipo de juguete, pero no podía comprarle cualquier juguete. Como dije, mi regalo debe ser igual que el que ella me dio.

"Espera, ¿qué día es hoy?"

Harry dijo, "¿Domingo?"

"No, la fecha."

"Halloween es el sábado, si eso es lo que te estás preguntando, Delilah. ¿Has perdido la noción del tiempo? ¿No tienes calendario?" bromeó.

"En mi defensa, he perdido la noción del tiempo porque básicamente no me importa. No me di cuenta de que Halloween estaba tan cerca."

"¿También vas a olvidarte de Navidad?"

"Cuidado, Harry, o quizás no tengas regalo."

Hizo una pausa. "Bueno, ¿qué tipo de regalo me arriesgo a no tener?"

Iba a responder, pero cerré mi boca vacilante. "Me has pillado."

Rió.

"Bueno, ¿nos vemos mañana en el parque?"

"¿Qué?" Harry entonces soltó un gran '¡oh!' de entendimiento. "Pues claro que no. Acabas de llegar a casa. Por lo tanto, deberías descansar. Perderte un par de sesiones no hará daño, Delilah. Especialmente en tu situación. Será mejor que te pierdas algunas."

Fruncí el ceño. "Ya he perdido una semana. Esta sería nuestra última semana juntos."

"Nuestra última semana entrenando juntos. Recuerda lo que te dije: no te vas a deshacer de mí tan fácilmente. Y si quieres, podemos ir al parque a hacer footing o lo que sea. Todo lo que tienes que hacer es decirme el día y la hora y allí estaré."

Me eché atrás en mi cama, con la cabeza colgando en el borde y las puntas de mi pelo rozando la alfombra. "¿Puedes ser desconsiderado?"

Estaba perplejo otra vez. "¿Quieres que lo sea?"

"No quiero que lo seas. Sólo te pregunto si puedes," aclaré. "Siempre eres tan amable con los demás. Quiero decir, cuando Justin vino al hospital el otro día, Nat se habría abalanzado sobre él y probablemente hubiera venido la seguridad o algo. Pero estuviste muy calmado, y yo nunca te he escuchado o visto ser grosero con nadie."

"Supongo que tengo más paciencia que otros," dijo, un poco indiferente. "Aunque puedo ser desconsiderado."

Me mofé. "¿Quién está mintiendo ahora?"

"¡Lo digo de verdad!"

"Dame una razón para creerte."

"Em, ¿he estado en una pelea antes?"

"¿Fue una pelea verbalmente agresiva? Porque eso no cuenta."

"No lo fue. Vi al ex de Gemma hace un par de años en un bar intentando presionar a una chica. Yo estaba con mis amigos, así que le dejé en paz hasta que ella empezó a chillarle y él la pegó. Me enfrenté a él, me reconoció y dijo cosas asquerosas sobre Gemma, así que le pegué un puñetazo. Él estaba borracho, así que se quedó K.O. enseguida. El barman llamó a un taxi, la chica me agradeció, y me he sentido horrible desde entonces." 

Hubo un golpe en mi puerta, entonces Nat mostró su cabeza, mirándome extrañado cuando vio mi postura. Le dije que se fuera con la mano y él gesticuló "película" antes de cerrar la puerta.

"¿Por qué te sientes mal? Él se lo buscó," le dije.

"Quizás, pero no soy de los que combaten la violencia con más violencia, ¿sabes? Cuando él dijo todos esos insultos, sólo intentaba provocarme y le dejé. ¿Pegar un puñetazo a un borracho me hace una mala persona?"

Me reí incrédula. "¿En serio? Ni que él fuera un borracho inocente. Y, ¿sabes?, si quieres sentirte mejor sobre eso, sólo piensa en el daño que Nat le habría hecho."

"Cierto," rió entre dientes.

"Aunque, hablando de Nat, le prometí que veríamos una película. ¿Seguro que no quieres que vaya al parque mañana?"

"Delilah, el parque no existe para ti ahora, ¿vale? Quédate en casa con tu familia. Te veré el sábado..."

"Trato hecho, Styles."

☆☆☆☆

*Estar en la cuerda floja: la expresión que utiliza la autora es "running on thin ice", que significa "correr sobre hielo fino". Me supongo que la expresión es parecida a estar en la cuerda floja, por eso la he cambiado. No me sonaba bien decir "estás corriendo sobre hielo fino".

*Zumbar: se refiere al sonido que hacemos, que normalmente es un "mmmmmm", cuando estamos pensando. No he encontrado otra palabra para expresarlo. Espero que sepáis a lo que me refiero, porque sí, en el texto queda muy raro decir "estaba zumbando".

Novela original escrita en inglés por juliaxwrites

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All the love, A.





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