Capítulo 11

"YO TE ACERCO."

"Absolutamente no"

"Podemos seguir con la charla durante el viaje."

"No me apetece que me interrogues, Nat."

"Simplemente quiero evitar las futuras presentaciones incómodas. ¿Acaso es eso un crimen?" Me miró mal, girando el llavero alrededor de su dedo. Estaba de pie frente a la puerta de casa, así que si seguía discutiendo con él, sería una perdida de aire.

"Vale, da igual. Simplemente no seas...demasiado inoportuno," murmuré mientras él abría la puerta, llevándome hasta su camioneta.

Me acomodé en el asiento del copiloto mientras sacaba mi móvil. Por lo menos Harry merecía ser advertido. Ya podía ver su cara cuando yo saliera del coche acompañada por un hombre impecable, mirándole de arriba a abajo. Dios, qué humillante. Amaba a mi hermano, pero, ¿alguna vez dejaría de ser tan protector? Me ha ido bien estando sola por un par de años. Bueno, casi bien.

De Delilah:
Aviso, mi hermano me está llevando. Lo siento, pero quizás tengas que prepararte para algunas preguntas incómodas.

"¡Hey, no le adviertas! ¡Eso es una ventaja para él" Nat iba a coger mi móvil, pero lo aparté de su alcance.

"Mantén los ojos en la carretera," dije. "Lo menos que podrías hacer es llevarme de una pieza."

Nat rodó sus ojos. "Soy un conductor experto."

Carcajeé justo cuando mi móvil vibró por la contestación de Harry.

De Harry:
O_O... ¿Debería asustarme?

De Delilah:
Nahh, es un amor... en el fondo.

De Harry:
No estoy seguro de que eso sea un alivio para mí, amor.

"¿Amor? ¿Qué es, Británico?"

Alcé la vista justo cuando Nat estaba decarrilándose. "¡Nathan!"

Dio un volantazo regresando a su carril.

Entrecerré los ojos. "¿Qué tal si dejas de ser un cotilla, 'conductor experto'?"

Resopló, claramente tembló un poco por lo que acababa de pasar. Gracias a Dios, sólo había un coche, aunque a poca distancia. "Sí, creo que lo haré por ti."

El resto del trayecto fue en silencio. Apoyé mi cabeza en la ventanilla, un dolor sordo empezó a formarse en mi cabeza. ¿Por qué me seguían dando? Cerré mis ojos para intentar quitarlo, y funcionó, incluso aunque sólo fuera por un momento.

Nat prestó atención a la carretera y le dije a Harry que estábamos cerca. Cuando Nat entró al parking del teatro, busqué el coche de Harry. Guié a Nat en esa dirección, y ya estaba juzgándo a Harry. Simplemente por el coche que tenía. No lo había dicho en voz alta, pero estaba frunciendo el ceño y mirándolo con suficiencia.

Le pegué en el hombro."Relájate, ¿vale?"

"Sólo estoy actuando como hermano mayor que soy."

Harry salió a la vez que yo, Nat me seguía de cerca. Harry me ofreció una sonrisa, aunque casi me reí de lo nervioso que parecía. No cabía duda que a Nat no le gustaría. Aunque era difícil que a alguien no le gustara Harry. Él daba buena impresión a primera vista, y lo que importa es lo que vives con él. Tranquilo, dulce, y sobre todo un gran amigo. Era aliviante admitir todas estas cosas finalmente. Por mucho tiempo me convencí de que era un mentiroso. No podía creer que estuviera tan ciega.

Apoyé mi mano en su brazo, intentando calmarle. "Simplemente sé tu mismo."

Nat habló antes de que Harry pudiera contestarme. "Harry, ¿verdad?"

Harry sonrió y asintió débilmente, extendió su mano hacia Nat para saludarle. "Encantado de conocerte..."

"Nathan." Estrecharon manos, y yo podía haber jurado que vi los labios de Nat curvarse hacia arriba lo más mínimo. Ladeó su cabeza y preguntó, "¿Estuviste con D cuando pasó lo de aque chaval?"

Harry pareció confuso por un momento, entonces volvió a asentir. "Desafortunadamente, estuve."

Nat intentó presionar a Harry un poco más, pero le escuché susurrar, "¿Cómo lo hizo ese hijo de puta?"

Me metí en la conversación. "Vale, vale. El encuentro ha finalizado, ha estado bien, adiós Nathan."

Alzó las manos en rendición. "Ni que fuera a matarle ni nada, Delilah, ts."

Le miré mal. "¿Ah, no?"

Se rascó la nuca. "Lo consideré."

Harry se rió. "No puedo culparle, Delilah."

"¡Gracias!"

Moví mi mirada de uno a otro. "Whoa, no se permiten alianzas aquí."

Harry se encogió de hombros inocentemente y Nat sonrió.  "Bueno, bueno, me voy. Envíame un mensaje cuando acabe la película y vendré a recogerte."

"Oh, no, está bien. Yo puedo llevarla a casa," dijo Harry.

Nat le miró por un rato, entonces asintió. "Si tú lo dices. Disfrutad de la peli, chicos."

Nat se rió por la cara que puse, entonces se marchó a su camioneta. Harry y yo le vimos irse del parking antes de que empezáramos a caminar. El sol brillaba sobre nosotros, no hacía viento para compensar el calor. A penas había árboles haciendo sombra a los coches, y de pronto, mi dolor de cabeza volvió.

No me ha agradado el calor nunca, así que supongo que será por eso. No me había dado cuenta. Me había mareado, pero Harry agarró mi codo para mantenerme en pie. Intenté asegurarle que estaba bien, que solo era un dolor de cabeza. Entrecerré los ojos por el sol, presioné mi mano sobre mi frente. Me sentía indescriptiblemente mal, mis rodillas temblaban.

Una mujer que pasaba por allí se acercó,  al principio parecía preocupada, sin embargo cuanto más cerca estaba, más veía la verdad. Estaba sonriendo, intentando contener la risa. No podía dejar de mirar su cara, lo engañosamente dulce que parecía al principio. La odiaba. Ni siquiera la conocía, pero la odiaba. Era como el grupo del parque de ayer.

"Delilah," Harry me hablaba, intentando mantenerme en pie. "Delilah, ¿has comido hoy?"

Lo hice, pero la grasa del bacon me dio náuseas. Vomité poco después, y extrañamente me sentí bien conmigo misma. No había querido comer, simplemente lo hice por complacer a mi madre.

Mis ojos encontraron a la mujer otra vez, pero no estaba sola. Había dos chicos y dos chicas a su lado. Desesperadamente intenté mirar más cerca, la revelación me chocó. Era la misma chica de ayer del parque. ¿Me estaban siguiendo, ella y sus amigos? ¿Qué había hecho tan mal para molestarles?

"Hazles desaparecer," le dije a Harry, pero mi voz salió en un susurro débil.

Harry parecía en pánico, pero no le pude ver más. Mis ojos se cerraron, mi cuerpo se relajó, y me desmayé.

***

Mis ojos se abrieron por el sonido de un pitido monótono a mi derecha. Increíblemente fatigada, los dejé cerrados por un momento y me dormí. Lo siguiente que me despertó fue el sonido de la puerta abriéndose y cerrándose, entonces sentí la mano de alguien en la mía. Forcé a mis ojos para que se abrieran de nuevo, usando la poca fuerza que me quedaba, y vi la mirada preocupada de mi madre.

No dijo nada, simpkemente besó la palma de mi mano y la agarró con fuerza. Quería decirle que lo sentía. Quería decirle que la quería. Pero el cansancio pudo conmigo y me dormí por tercera vez.

Cuando al fin pude estar consciente, la habitación estaba vacía, y el pitido era lo único que escuchaba. Lamí mis labios, intenté sentarme, pero mis brazos apenas tenían la fuerza suficiente para apoyarse. ¿Había engordado tanto? Mi mente no era lo único que se había rendido; era mi cuerpo entero.

Sentí un pinchazo en mi brazo cuando lo moví. Mi corazón se aceleró cuando vi una vía en mi piel, una sustancia de color claro fluía a través de ella hasta desaparecer bajo mi piel. Inmediatamente la saqué. No me fiaba de esto. No me gustaban los hospitales. Los doctores te hacen verte peor de lo que estás para conseguir dinero. No necesitaba lo que quiera que fuera eso. Estaba bien. Total y completamente bien.

Justo cuando lo saqué de mi piel y me quité las sábanas de encima, la puerta se abrió. Me puse en pie, aunque a pesar de estar débil y sentirme mareada, me preparé para empujar a quien se pusiera en mi camino. No podía quedarmr aquí. No lo haría. Primero, no tenía dinero para hospitales. Segundo, estaba bien. Esto era innecesario, una pérdida de tiempo.

Alcé la mirada justo cuando Harry me alcanzó. "¿Qué crees que estás haciendo?"

"Irme," gruñí, intentando soltarme de su agarre, pero estaba demadiado débil.

"Delilah, vuelve a la cama. Por favor."

"No lo necesito. Estoy bien."

Harry giró mi cara para poder establecer contacto visual. "No estás bien, Delilah. Te desmayaste en el parking del teatro."

Mantuve la mirada. "Estoy bien."

"Entonces demuestra que me equivoco."

Le miré por un rato, mordiéndome el interior de la mejilla. Al final, me di por vencida y me volví a sentar en la cama. Harry pulsó el botón para llamar a la enfermera para que pudiera volver a meterme la vía. Abrí la boca para discutir, pero algo en los ojos de Harry me lo impidió. Se veía tan... asustado. No quería asustarle más. Quería demostrarle que estaba bien, y quizás entonces me creería.

Se sentó en la silla que había al lado de la cama, mirándome por un segundo o dos. Cuando me las apañé para estar cómoda, suspiró. "Me asustaste mucho, ¿sabes?"

"Lo siento."

"He estado intentando conseguir quedarme aquí contigo para cuidarte, pero obviamente tu familia va primero. Entonces es mi turno de verte e intentas escapar, como si estuvieras en una película de acción."

Le miré de reojo. "No necesito un hospital."

Inhaló, debatiendo sobrelo que quería decir. Se aclaró, "Ya veremos."

Nos quedamos callados un momento, pero no era incómodo. Estaba encanfada con la presencia de Harry. Me daba sensación de seguridad. Sabía que no les dejaría dañarme de ninguna manera. Aun así no confiaba en toda esta situación, pero Harry estaba a mi lado, ¿verdad? No les dejaría herirme. Sin ninguna duda.

"Me debes una," murmuró, rompiendo el silencio.

Fruncí el ceño. "¿Qué?"

"No conseguimos ver la peli. Me debes otra cita."

"¿Cita?"

Las mejillas de Harry se enrojecieron, como si no se hubiera dado cuenta de lo que acababa de decir. Bajó la mirada, aclarando su garganta. "Quiero decir, podría ser una. O podríamos simplemente ver la peli. Si quieres... o podríamos hacer algo más. O nada..."

Conseguí reír un poco. "Te pones nervioso enseguida."

"No."

"Sí."

"Sólo cuando estoy contigo."

Me atreví a mirarle. Sin embargo, él ya me estaba mirando. Era mi turno de enrojecerme y apartar la mirada. "Bueno, no sé por qué."

"Creo que sí lo sabes."

Sacudí mi cabeza. "No hay necesidad de ponerse nervioso conmigo."

Harry dejó salir un gruñido divertido de sus labios, pero aun así parecía tener vergüenza a mirarme a los ojos. "¿De verdad me vas a hacer decirlo?"

"¿Decir qué?"

"Claro que sí." Rascó su nuca, entonces apoyó sus codos en sus rodillas. Le miré intrigada, y me dirigió una sonrisa vergonzosa. "Me gustas, Delilah. Y cuando a alguien le gusta una persona, se pone nervioso."

Antes de que pudiera responder o incluso procesar las palabras de Harry, el doctor entró. Harry apartó la mirada, pero yo no podía apartar la mía de él. Mi corazón latía muy rápido, y no por mi disgusto hacia los hospitales.

El doctor sonrió. "Hola, Delilah. ¿Cómo te sientes?"

Y con profunda honestidad, respondí. "Mejor. Me siento mejor."

☆☆☆☆

Novela original escrita en inglés por juliaxwrites

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