Sixth.
Dentro del cuarto perteneciente al humano, ninguno de los dos decía palabra alguna, Bang quería preguntar sobre lo ocurrido a Felix más no se atrevía cuestionar. Lee estaba distante, no hablaba y su mirada estaba enfocada en nada especifico, como si no estuviera dentro de sí.
Después de lo ocurrido Lee dejo que Seo lo consolara por largos minutos hasta que logró dejar de llorar, se despidió del mayor y no hizo nada más que caminar, no prestaba atención a su alrededor y eso a Chan le frustraba y preocupaba, ¿Era normal esa actitud?
Estaba preocupado al máximo por su creador que sus dedos picaban por tocarlo, sus labios por cuestionarlo, solo quería hablar con él, buscar la manera de ayudarlo, le dolía verlo en ese estado.
- ¿Estás bien? - Bang quiso desaparecer al percatarse de lo tonto que sonó aquello.
Lee no contesto, incluso parecía que no lo escucho.
- Por favor Lix, háblame - suplico, no pudiendo contenerse más lo abrazo con fuerza -. Dime cualquier cosa, insúltame si eso te hace sentir mejor, solo... Di algo, por favor - rogó.
Desde que Bang apareció al lado de Lee, lo que más lo había acompañado era la armoniosa voz de Felix. Incluso su primer recuerdo es la tierna voz de un pequeño bebé haciendo que prometiera que iba a quedarse ahí, sin importar lo que fuera en un futuro. Una promesa que parecía rota al punto de vista de Bang.
El llanto de Lee resonó en la habitación. Su cuerpo estaba en posición fetal sobre la cama, mientras soltaba los sollozos más desgarradores que había escuchado desde su existencia. Sin pensarlo mucho acunó el cuerpo del chico mientras lo arrullaba. No sabia que hacer exactamente, pero solo quería hacerle saber al menor que él estaba ahí. Y que nunca lo dejaría.
- Está bien, estoy contigo - sus palabras eran susurradas contra el cabello del chico, ligeras y reconfortantes.
El cuerpo de Felix se apartó con rápidez y brusquedad.
- ¡No está bien, nada está bien! ¿No lo entiendes? - sus ojos estaba bañados en lágrimas - ¡Todos dicen que está bien! Pero no es así, estoy harto, harto de que todos tengan que verme como si fuera un algo de otro mundo, ¡No lo soy! Soy un ser humano... - sus gritos se detuvieron, Felix apartó la mirada, sorbiendo su nariz -. Quiero que me quieran, deseo que detengan su comentarios que me lastiman, he hecho todo para obtener su aprobación pero tal parece que no funciona. ¿Por qué? ¿Qué más debo hacer para que me acepten?
Esa fue la primera vez que Lee decía cómo se sentía en realidad, era la primera vez que experimentaba la sensación de decir lo que realmente sentía, sin miedo a ser juzgado. Bang no se atrevió a decir algo por lo que Lee continuó.
- Desde que entre en la escuela básica mi cuerpo cambio, no sé porqué pero de pronto era más relleno que los demás haciendo que las personas encontraran que molestarme era divertido, que burlarse de mi aspecto los hacia más interesantes - su mano limpió sus lágrimas - Todo este tiempo traté de soportarlo, me decía a mi mismo que no era muy importante, pero ya estoy cansado. Todo ese tiempo me sentía muy solo, como si nadie pudiera escucharme, parecía que a ninguna persona le interesara mi existencia, nadie lograba notar cuan lastimado y solo me siento. Te lo dije antes, he hecho de todo para que noten que estoy aquí, para ser querido pero nada cambia, Querían que bajara de peso, ya lo hice, querían que fuera más masculino, lo intento, ¿Entonces porqué sigo sin gustarles? Creo que es mejor si me muero a nadie le importaría. - susurró o lo ultimo.
Lee se sentó en la orilla de la cama, cubriendo su rostro con ambas manos. Chan lo miraba fijamente, siento el dolor de las palabras de su chico.
- Ese es tu error, es la razón por las que ellos no pueden quererte Felix - Lee lo miraba incrédulo, Chan lo ignoró y siguió hablando-. Jamás vas a gustarles y menos te aceptarán porque no eres tú. Fuiste creado para quererte a ti, no estás aquí para darles gusto a nadie, eres a ti mismo a quien debes de amar y buscar aceptar, si tú no eres capaz de quererte como eres, ¿Crees que alguien va a quererte? la respuesta es no, si buscas entrar a su mundo, ¿Lo soportarías? ¿Has pensado que tal vez eres de esta manera para demostrarte a ti mismo que puedes hacerlo, que no necesitas ninguna aprobación?
- ¿Qué estás diciendo? - su voz sonó rota. Chan quiso abrazarlo.
- Te estoy diciendo que dejes esa pelea inútil en la que estás, que no necesitas a nadie más en este mundo mas que a ti mismo. Yo estoy aquí para ti y siempre lo estaré, pero ten en cuenta que yo no puedo resolver tus problemas. ¿Crees que la vida solo por ser delgado es perfecta? Si lo piensas estoy muy decepcionado de ti. Créeme Felix que todos debemos de enfrentar situaciones difíciles y justo ahí es cuando ven lo fuertes que pueden ser.
- Yo no puedo, ya no podría con nada más.
- Ese es tu gran error, dices que no puedes pero no te das cuenta de lo fuerte que estas siendo justo ahora. No todos siguen de pie con este tipo de situaciones, sí, has cometido tus equivocaciones pero eso es parte de crecer, pero aun estas aquí, después de todo estas aquí aferrándote a seguir en pie, y por eso no voy a dejar caerte. Nunca.
Felix no dijo nada, permaneció en silencio de nuevo. Bang sabia lo duro que era con él, pero no podía decirlo de manera dulce cuando necesitaba darse cuenta de su realidad.
- Te amo - confesó -. Te amo Felix y lo hago desde hace mucho.
Lee abrió la boca para volverla a cerrar, se sentía demasiado irreal. Aunque, en realidad todo era irreal.
Bang tomó las manos de Lee, aprontándolas ligeramente.
- Quiero que seas capaz de ver que si yo puedo amarte, tú también puedes amarte a ti mismo - los oscuros orbes de Bang estaba enfocados en Lee - No se trata sobre ser perfecto, si no de ver su defectos y tomarlos como tus cualidades - una ligera sonrisa apareció en sus labios -. ¿Sabes por qué los deseos no son reales? - Felix negó -, eso es porque el mundo quiere que aprendas a luchar por lo que quieres, serian todos unos inútiles si obtuvieran todo sin ganarlo.
Oficialmente Bang había roto la regla más importante de su mundo, y las consecuencias de eso pasaban a segundo plano.
Las manos de Chan acunaron el rostro de Felix y unió sus labios. Era un toque ligero, apenas un choque de labios justo lo que necesitaban.
- Gracias Chan.
- Vamos Lix, tú puedes.
El cuerpo del menor estaba lleno de sudor y muy, demasiado, cansado.
- No, olvídalo, no sirvo para esto - dijo tirándose al suelo.
El cuerpo de Bang se posicionó sobre el cuerpo de Lee, sus manos a cada lado de su cabeza, mirándolo fijamente, Felix se sintió pequeño.
- Sirves para incluso algo mejor. Ahora levántate e intentémoslo otra vez. Primera lección, rendirse jamás es una opción.
Con mucha pereza Felix se levantó y se puso en posición de combate.
Desde hace varios días, Bang y Lee habían estado practicando defensa personal, Bang atacaba y Felix se defendía, o al menos lo intentaba.
Después de aquella conversación todo cambio, Chan le dijo que nunca dependería de nadie y que no volvería a recibir un golpe, así que insistió para que él aprendiera a defenderse.
- Levanta la pierna, atrás, abajo, derecha - Chan avanzaba atacando a Lee -. Vamos Lix, debes de concentrarte, neutraliza todos esos sentimientos negativos, y golp-
Su frase no pudo ser terminada pues en un rápido y certero movimiento, Felix dejó de retroceder para atacar a Bang, dejándolo sobre la colcha.
- ¿Se siente bien, no?
Felix asintió.
- ¡De nuevo! - exclamó alegre.
Como todas las noches, Chan cuidaba de Felix mientras este dormía, observaba con detalle cada movimiento que el chico realizaba, trataba de conservarlo en su memoria. Simplemente él pensaba que no había ser humano más perfecto que el suyo.
- Bang.
- Shin.
- Sabes lo que hiciste, y conoces las consecuencias - advirtió.
- Sé mi error, pero necesito más tiempo - la contraria iba a replicar, pero él fue más rápido -. Me lo debes, por favor.
La chica lo miro unos segundos antes de decidirse.
- No prometo nada, aunque intentaré darte más tiempo.
No dijo más, solo se fue.
Chan suspiró, su mirada viajó del lugar donde había estado la chica al chico que dormía plácidamente.
- Aún hay tiempo, puedes hacerlo, creo en ti y sé que podrás - retiro unos cabellos de su frente -. No voy abandonarte ahora JiSung.
Prometió, dejando un beso en la frente de Lee, quien aún dormido sonrió entre sueños.
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