11

Capítulo bastante largo que ha surgido en mi cabeza des de mucho antes de que empezara a escribir el primero. Espero que os esté gustando y votad, que no sabéis lo feliz que me hace. haha

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Hace ya un rato que he llegado a casa después de que Ayden condujera hasta aquí en un viaje que se ha compuesto básicamente por risas y también en conocernos un poco más. Él parece la clase de chico que haría amigos hasta estando en el desierto, con esa labia y su facilidad para encontrar siempre algo que decir. Me sorprende porque me ha sido extrañamente fácil conectar con él de una manera en la que sólo lo hago con Louis o Juliet.

He querido preguntarle más de una vez sobre Justin durante el trayecto pero sé que por muy guay que sea, no va a decirme nada sobre él: es su amigo antes que el mío, si es que somos amigos.

Mi mente aún intenta procesar muchas cosas y algo en mí me dice que esto no es ni una mera introducción a todo lo que está por venir, pero intento no pensar en ello cuando siento una leve sensación de pesadez. Cómo cuando te subes a un taxi en la India y sabes que hay un setenta por ciento de posibilidades de que acabes chocando.

Ayden me ha dado su número de teléfono para que pueda irme informando de como van los arreglos de mi coche. Y es justo cuando estoy mirando mi móvil que recibo un mensaje de Juliet en el grupo que tenemos Louis, yo y ella.

"aaaalguien quiere salir a correr????"

Juliet está empezando a entrar en un extraño círculo en el que sólo quiere verse bien y está empezando a comer cosas verdes, cosas que yo prefiero dejar para los conejos. En realidad Louis y yo estamos un poco preocupados de que se le esté yendo levemente de las manos, pero confiamos que es una simple etapa más de las muchas que ella ha tenido.

Louis es el primero en contestar y dice exactamente lo que sabría que diría.

"HAHAHAHAHAHAHHAHAHAHAHAHAno"

No puedo evitar reírme de lo que escribe porque Louis es malditamente vago y apostaría lo que sea que sólo se mueve detrás de un pene. O delante. Aparto la imagen de mi cabeza y vuelvo a reírme.

"Venga va, yo voy..."

Sé que necesito salir de aquí y que la ausencia de mis padres sólo hará que la casa se sienta más grande, y ya lo es lo suficiente.

Seguro que a Jayden no le importa que vaya un rato por ahí, y si lo hace tampoco es que vaya a dejar de ir por eso.

"Seeeeeeee, tuuuu si que molas! Louis si sigues así de fofo Harry no va a fijarse en ti jamás"

Ops, Juliet acaba de tocar un tema delicado y siento pena por él en cuanto leo su frase.

"Gracias, Juliet. Ya estaba lo suficientemente rayado con el tema. Buena suerte con tu culo gordo."

Niego con la cabeza y no puedo evitar sentirme mal por ambos porque los dos son exasperantes y lo son aún más cuando se juntan. Suspiro y miro el reloj, pensando a qué hora exactamente piensa salir a correr si ya son las ocho de la tarde.

"Louisssss te amo, lo sabes!" Responde ella.

"A qué hora piensas salir a correr, genia? Es bastante tarde!"

"queeee mas da! A las diez y media paso por ti, aún estoy en esta mierda de psicólogo al que mi madre me obliga a ir. Le he dicho que le doblo lo que mi madre le paga si me deja ignorarle todo el tiempo y el tío ha accedido. El muy cochino sabe ganar dinero."

Rio y vuelvo a negar con la cabeza. Juliet es Juliet.

"Vaya horitas... está bien. Nos vemos."

Dejo el móvil a un lado y aprovecho para adelantar trabajos del colegio para evitar atrasarme con las entregas.

Una hora y media más tarde, guardo todos los libros y me preparo, poniéndome unos legins ajustados de deporte negros, un top del mismo color y unas zapatillas para correr de varios colores.

Hace mucho que no corro por lo que tengo ganas. El Voley en sí me quita bastante tiempo y a mi entrenador no le gusta que nos expongamos a lesionarnos más que el tiempo que pasamos en el polideportivo. Es un poco drástico, pero tengo la leve sospecha de que él quiere hacernos vivir lo que él no pudo: ganar el campeonato interestatal.

Voy al baño y me miro al espejo, quitándome el escaso maquillaje que he estado usando hasta ahora y haciéndome una trenza para poder correr más cómoda. Jamás entenderé ni seré esa clase de chicas que van a hacer deporte perfectamente maquilladas y peinadas; no va a pasar.

Un mensaje me avisa de que Juliet está fuera y decido no hacerla esperar, agarrando el móvil y una funda deportiva para poder escuchar música mientras corro. No sé salir a correr sin música pero sé que yendo con Juliet va a ser imposible escuchar más de una canción sin tener que pausarla unas diez veces.

Mientras bajo las escaleras la duda de quién habla más, si ella o Ayden, llega a mí cabeza y no puedo evitar pensar que harían una extraña pareja.

Nos saludamos y compartimos varias palabras mientras nos encaminamos hasta el exterior de mi casa.

–¿Y bien? ¿Dónde vamos a ir? –Pregunto mientras caliento un poco antes de empezar.–

Aún puedo escuchar las palabras de mi entrenador retumbar en mi cabeza: calentar es la vacuna de las lesiones, CALENTAD! Maldito bestia, apostaría que desciende de algún lugar de Rusia. Nada en contra de los rusos, por eso; sólo son un poco... rusos.

–Lo tengo todo planeado, tú simplemente intenta seguirme el ritmo. –Golpea levemente mi hombro con su mano y no puedo evitar reír.–

Se pone a correr y le doy al play a mi lista de canciones para entrar, para luego seguirla calle arriba.

Efectivamente he tenido que quitar la música porque no ha dejado de intentar hablarme durante el trayecto y he acabado desistiendo.

Sé que debemos estar en alguna parte de la zona alta de Calabasas pero no sé exactamente dónde y aunque mi forma física es buena, en el polideportivo no tengo que lidiar con el calor que parece que hace aquí.

Juliet bajó el ritmo apenas pasamos la primera calle y la voy dejando levemente atrás en intervalos ya que va haciendo esfuerzos para ponerse a mí lado cuando tiene que indicarme.

Sigo corriendo y de repente escucho música que sé que no proviene de mi dispositivo ya bloqueado. Hemos llegado a una zona del bosque en la que se abre un claro que nos permite ver más allá de dónde estamos.

Mis ojos recorren el perímetro y a lo lejos se puede apreciar un tramo asfaltado; es algo así como un circuito de coches abandonado pero de dimensiones bastante más pequeñas.

Debemos estar a 100 metros por lo que se puede apreciar la gran cantidad de gente que hay. Varias decenas de coches se encuentran repartidos aleatoriamente por el pavimento y hay uno en concreto que se encuentra iluminado, siendo de ahí de dónde proviene la música también.

¿Qué es esto?

Juliet parece igual o más sorprendida que yo y se acerca a mí como un acto reflejo.

Estoy segura de que va a pedir que nos marchemos, pero entonces empieza a andar en dirección a la aglomeración y la maldigo mentalmente cuando la veo decidida.

–¡ESPERA, JULIET! –Grito.– ¿Dónde vas?

–Creo que he visto a mi primo. –Y sigue andando hacia la multitud.–

Suspiro frustrada y la sigo. De ninguna manera voy a dejar que se adentre ella sola en este caos.

No tardamos en llegar a la multitud y serpenteo entre la gente intentando no chocar pero me es casi imposible porque todo el mundo baila, ríe y es ajeno a mi presencia.

Juliet parece haber encontrado a su primo por fin y ambos están hablando de la de tiempo que hace que no se ven justo cuando llego a su lado.

–Hey, Juliet. –Frunce el ceño cuando me ve.– ¿Quién es esta chica?

–Eh, hola. –Digo incómoda.– Soy Jayne.

Algo en él me resulta extrañamente familiar y sé que él está pensando lo mismo porque parece absorto en algún lugar de su mente, bastante lejos de aquí.

Juliet se ríe de algo que me he perdido y golpea a su primo en el hombro.

–Fuera de tu rango, Ethan.

De repente, caigo en la cuenta de que es uno de los amigos de Justin que estaba en su casa el día que vi a Caleb robando el deportivo. Doy un paso hacia atrás inconscientemente y es entonces cuando él parece entender quién soy también.

–Vaya, vaya. –Dice Ethan pasando una mano por su barbilla.– El destino es una puta. –Ríe él.–

Juliet no parece entender lo que está pasando y quiero golpear a Ethan porque sólo va a provocar que Juliet acabe sabiendo qué es lo que hace él cuando no aparenta ser sólo un niño rico.

–¿Os conocéis?

–"Sí", "no". –Decimos su primo y yo a la vez, respectivamente.–

–No, Juliet. –Busco sus ojos, intentando hacerle ver que no es nada.– Probablemente se esté equivocando de persona.

Ella asiente no muy convencida y vuelve a entablar conversación con Ethan, cosa que agradezco porque no quiero tener que explicarle todo a Juliet. Ella está mejor sin saberlo y yo también, ponerla en peligro me parece innecesario y sé que me lo agradecería si se enterara del por qué.

Entonces es cuando caigo en la cuenta de que si Ethan está aquí, es probable que Justin también; y la mera existencia de una posibilidad me hace tener que secar el sudor de mis manos debido a los nervios.

Inhalo y exhalo varias veces, bajando el top corto un poco para intentar cubrir un poco más mi piel pero es imposible porque esto es malditamente corto y yo soy malditamente imbécil por no haber salido pitando de aquí aún.

Mis ojos escudriñan el lugar, intentando autoconvencerme de que sólo estoy observando mi entorno y que en realidad no le estoy buscando. Mentira y más mentira, porque cuando mis ojos dan con los suyos un sentimiento entre alegría y frustración me hacen darme la vuelta y abandonar mi posición aún sabiendo que estoy dejando a Juliet atrás. A la mierda ella, a la mierda todo; quiero irme de aquí.

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