•Unica parte:"Fascinante Atracción"
I
Al principio sientes pesadez, tu cuerpo pesa y se hunde más y más hasta parecer llegar a un fondo que no alcanzas a tocar. Luego, tus pulmones parecen llenarse del agua que te rodea sin compasión alguna y empiezas a perder el conocimiento, el sentir del todo y como lo único que si logras percibir en su totalidad es como te ahogas. Pero justo antes de perder la conciencia por completo y llenarte de agua, logras divisar a unos metros de ti a alguien que nada hacia ti para salvarte.
Desesperadamente buscas respirar, desesperadamente esa persona quiere salvarte y en su mirada sólo te observa a ti, mirándote con suma preocupación y alerta. Lleno de un total terror como si fuese a perder un tesoro o algo muy valioso, preciado en su vida. Con el objetivo de salvarte, enmedio de todo el agua dulce e inmensa que los rodea a los dos. Incluso antes de caer en la total inconsciencia, como el filo de la muerte está rozando tu cuello amenazante, puedes lograr recordar detalladamente el rostro asustado, aterrado y preocupado de aquel hombre de cabellos oscuros que va a tu rescate mientras tú sigues hundiendo te, cada vez más pesado.
No es que no sepas nadar. En realidad todo paso muy rápido, tu pie se acalambro en el peor momento y el miedo de morir siendo devorado en vez de ahogado te inundó en todo tu ser haciéndote caer. La distracción, confusión y terror te invadieron llevándote a esa situación.
En realidad había claridad. Cuando te metiste al agua aún era temprano, cerca del medio día por lo que los rayos del sol llegaban un poco hasta el fondo del agua, del mar. En realidad no estabas demasiado lejos de la costa. Quizás sólo unos diez, doce metros. Sólo que tus pies dejaron de sentir la arena y todo flotaba. Había lanchas alrededor pertenecientes al dueño, por lo que cualquier accidente podía ser fácilmente solucionado. Pero nadie contó con el escape o la liberación de un animal acuático en esas zonas pacíficas y sin supuesto peligro.
Entonces todo se vuelve un poco más ligero, y es cuando la oscuridad te envuelve hasta que ya no queda más de ti a pesar que logras sentir la sensación de unos brazos tomando te con fuerza y repentinamente, al último momento. Rindiendote ante esa oscuridad que lejos de darte miedo te da protección, ya no escuchas ni ves lo que pasa a tu alrededor, pero si hueles el aroma del agua y la arena con un poco de sangre, después de todo tu salvador tenía una herida grande pero no muy profunda en su cadera la cuál logra mezclarse en demasía con el agua que los abraza. Dicha herida donde los dientes de un tiburón blanco le han logrado rozar de manera significativa pero parece valer le menos, cuando se trata de tu seguridad. De la vida de un ser muy querido y apreciado.
De tu vida, Mo Guan Shan.
—¡Mo! ¡Momo despierta!
Los gritos de tus amigos logras apenas escuchar, pero se oían lejanos en aquel entonces. Tenías agua no sólo en los pulmones, si no también en tus oídos y un poco de arena en tus pantaloncillos. También admites que, por un momento estando en el agua pensaste que no ibas a sobrevivir si no fuera por uno de ellos quién hizo algo tan riesgoso de lo cuál estás profundamente agradecido, sin embargo no puedes darle ni un gracias todavía porque sigues en medio de una recuperación. Sólo hay varios pensamientos confusos porque al creer que ibas a morir hace tan poco, toda tu vida paso enfrente de ti como un rollo de película.
Pensamientos que te llenaron en aquel momento abrazador de oscuridad y agua que parecía infinita. Tan rápido pero tan lento a la vez que parecía increíble. " ¿No volveré a ver mamá? ¿Qué le dirán a mamá ahora? ¿Estuvo bien haber aceptado ir de vacaciones con todos ellos? ¿La mascota de hermano mayor en realidad tuvo la culpa o fueron sus irresponsables cuidadores? ¿Qué hubiera sido peor, morir en los dientes de un enorme tiburón o ahogado? ¿Realmente voy a morir de está manera? Soy aún muy joven para ésto..."
Lo eterno es en realidad efímero. Porque empezaste a toser hasta que el agua te salió hasta por tus fosas nasales y te dolía el pecho por un breve instante en donde, los sonidos comenzaban a recuperarse así como los vivos colores del escenario, tales como lo es el Sol estando en su punto y las gaviotas volando por encima de las palmeras.
Aquello que había sido un instante se volvió a recuperar como algo más duradero.
Escupiste todo el agua que ha logrado filtrar se en su sistema respiratorio, escupes grandes bocanadas así como intentas agarrar oxígeno lo más pronto posible para poder sobrevivir, toses con tanta fuerza que te duele el pecho por un par de segundos. Cuando tus ojos apenas cruzan con los grises del contrario, que se llenan de puro alivio y alegría al verte mucho mejor que hace unos minutos, es cuando el otro se deja caer a lado suyo para así poder descansar un poco, recuperar más aire y quejarse por fin de todo el dolor y pesadez en su cuerpo sin dejar aquel sentimiento de alivio por haberte salvado.
Mo, todavía no puedes levantarte, apenas estás entrando en conciencia y siendo levantado con ayuda de Jian Yi quien llora de felicidad por ver a su amigo pelirrojo con vida y sin rasguño alguno, lo contrario a alguien más a tu lado que aún intenta recuperar aire pero se siente más cansado al estar perdiendo cada vez más sangre. La ayuda aún va a su auxilió. Ayuda profesional.
Todo sigue siendo confuso, aún sigues medio adormilado y no evitas en cuestión de segundos, volver a desmayarte sin importarte por ahora, el estado de tu salvador que está recostado a lado tuyo en la arena. Cerca del agua, tocándole las plantas de los pies la espuma de mar.
Sin notar cuando He Cheng sale del agua acompañado no sólo de sus subordinados, si no del cuerpo del animal que tuvo que matar para salvar a su hermano y a su "amigo" Shan de la complicada o peligrosa situación. Cheng aún está un poco confundido por saber que eres realmente importante para su hermano menor, después de todo las pocas veces que ha topado contigo estando frente a frente, logra oler el aroma de su hermano impregnado en ti. Sus feromonas reconocibles de Alpha en ti. Un tema del cual todavía no ha discutido con él. Y menos ahora en una situación crítica. Sin embargo, la futura cabecera de la familia tampoco evita notar que debes ser el Omega más importante en la vida de su hermano como para haberlo arriesgado todo solo para salvarte a ti. Cómo si fueses tan preciado en su vida.
Nadie se imaginó que tener las pequeñas vacaciones de verano en la Isla privada de los He cerca de Shanghái fuese tan... Emocionante.
II
Fueron quizás dos o cuatro horas que dormiste. Tu cuerpo había pasado por tanto, tanto física como mentalmente. Habías tenido pesadillas de aquel fatigo momento en qué nadabas lejos del depredador del mar que te quería devorar. Volviendo a ese momento exacto en qué te dio un horrible calambre y no podías continuar aunque lo intentarás.
No sólo el agua te inundaba, si no el miedo, la desesperación, el estrés y la horrible sensación de creer que no volverías a ver a nadie más. Que no pudiste despedirte de tus seres amados. Que no pudiste ver una última vez a tu mamá y que sólo habías ganado odio y desconfianza de personas que sólo querían ser tus amigos y que hasta el día de hoy, aún seguían intentándolo sabiendo que no eras tan mala persona como tú aspecto les daba ha entender. Sólo aparentabas ser duro como roca, un rebelde delincuente que parece no importarle nada ni nadie y solo busca por su propio bien. Cuando en realidad lloras de tan sólo pensar que puedes perder a tus cercanos y que un futuro podrías quedarte totalmente solo.
Has oído la frase de, ¿uno no se vuelve frío por casualidad?
Te levantas dando un gran respiro de susto. El tiburón de tus sueños había hecho bien su trabajo de asustarte hasta temblar al despertar. Desorientado al principio, sacudes tu cabeza y buscas ayuda a tu alrededor.
Silencio cuando querías escuchar ruido.
—¿En dónde mierda estoy?— preguntaste en voz alta. Examinando rápidamente el lugar mientras recordabas todo lo que había sucedido. Preguntándote si no habías soñado todo y que jamás hubo un escape de tiburón blanco en las aguas pacíficas donde nadaron tu y tus amigos hace rato.
Nadie te respondió, parecías estar solo. Cansado de haber dormido por un largo rato en una misma posición, te levantas hasta quedar sentado en la orilla de la cama donde habías descansado, con los pies colgando en el aire y rozando la alfombra tibia en el suelo. Aquella cama si es que muy alta y grande. Aunque tampoco te sorprende tanto considerando que el dueño del lugar debe ser muy adinerado para tener una isla privada, varios subordinados, personal para todo y un tiburón blanco. O tenía uno.
Antes de salir de dónde te encontrabas, quisiste recordar todo lo ocurrido para saber que hacer exactamente, para saber fluir tus emociones y razonar bien los acontecimientos que han sucedido.
Vacaciones... Vacaciones de verano. Isla privada. Hermano mayor. Viaje con los idiotas. Parrilla. Calambre. ¡He Tian!
En grande abriste los ojos al darte cuenta de todo. Los recuerdos empiezan a ser más frescos y la angustia invade tu cuerpo poco a poco hasta querer explotar. Te llenas te desesperación y sólo piensas en buscar a He Tian, porque quieres saber su bienestar más que nada en esos momentos.
Sin más tiempo que perder, te levantas logrando que te mareés un poco al principio por el brusco y repentino movimiento, pero de inmediato te recuperas poniéndote unas sandalias que tenías en el camino. Ni siquiera pensaste en cómo llegaron de la playa hasta la habitación, lógicamente alguien del servicio te las puedo haber traído hasta ahí, no te importaba pensar mucho en eso. Sólo querías ir a ver a una persona.
Durante el camino seguías pensando en todo. Desde el viaje en avión privado, tu mamá despidiéndose de ti diciéndote que te la pases bien y te diviertas mucho, el asiento que habías compartido con He Tian quién no desaprovechó en molestarte durante todo el viaje y querer hostigarte con sus mimos cariñosos, la llegada a la gran casa de playa en la Isla, el refrescante aire, la brisa abrazadora con el olor a palmeras, coco y arena, después la parrillada que tú mismo hiciste con "ayuda" del resto de tus amigos, para después de un receso ir a divertirte en el agua con los demás hasta llegar al suceso que puso en riesgo la vida de los demás, especialmente la tuya.
En todo el camino, en puerta y puerta no lograste encontrarlo. Aunque tampoco recorriste todo el lugar. No había tiempo y no tenías mucha paciencia. De todas maneras, tu instinto te decía que no estaba ahí lo cuál te causó más intriga.
—¡Jovencito!— exclamó una mujer, alguien de la servidumbre interrumpiendo tu camino. Habías tardado unos minutos en salir por fin de aquella inmensa casa y pasarte de largo las pocas personas del personal de trabajo. Pero en la puerta, una de ellas te esperaba haciéndote retrasar.—Despertó tarde, ¿Se lo ofrece algo? ¿Comida? ¿Le duele algo?
Mo chasqueo la lengua bastante absorto de sus pensamientos e indignado por la interrupción. Aunque ella solo hiciera su trabajo, tu sólo querías llegar a una persona pero ella te ponía un poco nervioso e impaciente.
—Necesito ver a He Tian. — te abstenisite a llamarlo acompañado de un insulto como acostumbras a usar. Tú y tu Omega querían verlo, necesitaban asegurarse que estaba bien para después, respirar con más calma. No tenías ánimo de insultarlo después de lo que hizo por ti o al menos no en presencia de alguien más. — ¿Dónde está?— preguntaste con apuro, tu expresión delataba lo desesperado que estás por verle la cara. La trabajadora lo notó y te sonrió amable y enternecida por tu notoria preocupación facial y en el aire.
—Ahora lo acompaño.
Agradeciste en silencio, suspirando un poco más tranquilo y siguiendo a la mujer de mediana edad.
Transportaste tu mente a otro lado durante el recorrido.
—¡Vamos pequeño Mo! Ven a divertirte en el agua~ tu hermano Tian te protegerá si es que no sabes nadar. — te guiñó con un tono seductor mientras se adentraba al agua, con el torso completamente desnudo y solo unos pantaloncillos cubriéndole.
Enojado y avergonzado, le gritaste:
—¡Sé nadar estúpido de mierda! ¡No le tengo miedo a nada maldito y no necesito de tu protección!
El azabache sólo rió enternecido mientras te esperaba en el agua, tú querías entrar pero no acercarte al joven Alpha que sin duda aprovecharía la ocasión para frotar su cuerpo contra el tuyo en el agua. Sin vergüenza alguna apenas te profundizaras un poco más.
Jian Yi y Zheng Xi estaban en lo suyo, pero mirando desde la distancia lo sospechoso de la situación y provocación de He Tian así como la supuesta tensión sexual que ellos juraban ver entre los dos.
Hermano mayor estaba en una lancha no muy lejos de esa zona del agua acompañado, mirando sin alguna emoción la situación dada. Aunque por dentro quizás guardaba varios pensamientos con respecto la relación entre tú y su hermano menor.
—¡Vamos Mo~! Deja que te cargue en el agua. — añadió divertido mientras se acercaba peligrosamente a ti y tú no sabías si hundirlo en el agua o patearle por lo molesto de su comentario. Querías que dejará de arruinar tu pacífico momento en el agua. En un hermoso lugar que ni en tus sueños pensabas visitar o viajar gratis en compañía de quienes fueron convirtiéndose en tus amigos estos últimos meses.
—¡Juro que si te acercas te morderé maldito pervertido de mierda! — le respondiste amenazante, no te importó mucho que su hermano mayor te escuchará.
Alejándote de él, ¿Quién diría que al final terminarías queriendo estar a su lado en busca de su calor y seguridad?
—Señorito.— te llamó la atención despertando te de tu ensoñación.
Parpadeaste un par de veces antes de caer en cuenta que habían llegado al parecer al lugar donde está He Tian. Al parecer seguía afuera, en una camilla debajo de la sombra de unas palmeras rodeado de guardaespaldas. Te pareció un poco extraño que no lo alojarán dentro de la lujosa casa en la playa que tenían. Quizás él prefería estar afuera, a varios metros del agua donde sucedió el accidente pero con un hermoso paisaje como el atardecer. Un arrebol en el cielo y el sonido de los pájaros más fuerte. Lo cuál te llevo a tu siguiente pregunta.
—¿Qué hora es? ¿Cuánto tiempo estuve dormido?— preguntaste a la del personal que no tardó en responder aún con su ensamble amable y respetuoso.
—Durmio alrededor de cinco horas. Son las seis inmedia de la tarde.
Sólo asentiste un poco sorprendido, intentando recuperar el aire por la emoción de verlo bien, sólo con unas vendas alrededor de su cintura pero una expresión serena y pensativa, ajena a lo demás. No sé supone que pasaría a si su cumpleaños.
Por lo que notaste tus otros amigos estaban en sus propias habitaciones, quizás todavía no se enteraban de tu recuperación y no querían molestar más a He Tian con su presencia. Al menos ellos sabían que el azabache estaba fuera de peligro y quizás a la única persona que tendría ganas de ver en esos momentos, es a ti.
Te acercaste más y más, los guardias que lo rodeaban te miraron y no permitieron acercarte aún más hasta que He Tian se dio cuenta de tu presencia con el aroma en el ambiente que ligeramente cambió. Dejó que te dejarán acercarte y sin pensarlo dos veces, te lanzaste a él para envolverlo en brazos dejándolo bastante sorprendido, ni siquiera le dejaste saludar bien. Ni siquiera te importó que soltara un pequeño quejido de dolor debido a que todavía le duele ciertos movimientos que están ligados a su espalda baja y cintura.
Tu sólo seguías abrazándolo con fuerza moderada e, inhalando con fuerza su aroma, como si quisieras jamás olvidarlo y poder reconocerlo hasta con los ojos cerrados y enmedio de tanta gente. No quisiste separarte de él por un largo tiempo.
Nadie más miró de más esa escena, los del personal no les convenía la vida personal del menor de los He quién no te negó al abrazo a pesar de que le doliera un poco, jamás te lo negaría a ti. Por lo que atinó a acariciarte tus cabellos rojizos rozando el cuello. No lo podías ver pero, asegurabas que te sonreía.
—Tambien estoy feliz de verte, Guan Shan.
III
Habían pasado al menos cinco minutos en que ninguno de los dos se movió o cambio de posición, empezando a ser algo molesto debido a que comienza a ser cansado. No es que no disfrutarán del contacto físico del otro o su aroma mezclándose como nunca antes, tan sólo es cosa de que pueden a llegar a tener un entumecimiento lo cuál suele ser molestoso.
He Tian se permitió continuar acariciarte tus cortos cabellos, las llemas de sus dedos enredándose poco en los rebeldes cabellos rojizos le es agradable. Más aún el poder percibir las fuertes emociones que tu transmites en esos momentos. Tu alivio de verle bien, tu tristeza por casi perderle combinado con un fuerte miedo, y el significativo agradecimiento que siempre tendrás hacia él.
—No deberías llorar. Yo soy el que casi te pierde. — te murmuró al oído soltando un poco de aire. Podía escuchar tus pequeños y poco audibles lloriqueos que hacías, intentando ocultarlo en su cuello. —Hey, mírame. Estoy bien, ¿Si? Lo que quiero saber es si tu estás bien.— tomó tu rostro entre sus manos, acariciando con lentitud y cariño tus mejillas, perdiéndose en tus ojos que se habían vuelto rojos y cristalinos. No pudo evitar sentir un gran huelco en su corazón ante tal imagen.
Una combinación de angustia y asombró cuando se dio cuenta de lo preocupado que estás por él.
—¿Qué crees idiota?— soltas te a la defensiva y con obviedad. Dejaste de abrazarlo para limpiarte rudamente la nariz pues empezaste a moquear. Tu nariz ardía como si fueras a estornudar y esa sensación se quedará ahí un largo rato. Empieza a ser dolorosa.
—Oh vamos, te acabo de salvar la vida. ¿No puedes ser más lindo conmigo?— intentó bromear contigo en un intento de aligerar el ambiente. Resultando todo lo contrario en realidad.
—...
Tu silencio le fue suficiente para ser más prudente. Había sonado como si te estuviera reprochando algo, y no quería sonar así. Se sintió bastante culpable de repente, sólo tenía ganas de descansar y asegurarse que tú estuvieras bien.
He Tian miró a los lados antes de hacer nada, sin pensarlo demasiado le indicó a los guardaespaldas y otras personas del servicio que les dieran más espacio. Quería hablar contigo en privado, o lo más que se pudiera sin la presencia tan cercana de otros.
—Perdón, no quise sonar como un patán. — se disculpó, alejando sus grandes manos de tus mejillas y enrededarlas hasta tu cintura. Te sentaste junto a él, quién te hizo un pequeño espacio en la camilla-sofa donde estaba. —Sólo estaba bromeando. — sonrió un poco incómodo. Tu seguías sin decir nada. —La verdad es que estaba preocupado por ti, y que te hayas aventado a mis brazos, realmente me conmovió. Mi corazón latió fuerte, me sentí muy feliz pero, sigo preocupado por ti aunque ya estés fuera de peligro. ¿De acuerdo?— te explicó sin soltarte.
—¿Por qué no te llevaron adentro? ¿Por qué sigues aquí?— preguntaste interesado sosteniendo le la mirada. La expresión en tu rostro era menos tensa. No fruncias tanto el ceño como sueles acostumbrar.
—Me hubiera gustado acompañarte pero, quedaba más cerca que me atendieran aquí por mi herida. Después de ésto mi hermano quiso hablar conmigo y prefería que fuese afuera. También necesitaba pensar, procesar todo lo ocurrido y, el tiempo se me fue volando. Por lo que veo, dormiste mucho, ¿No?
—¿Tú hermano está bien?— preguntó, recordando que si no fuera por la gran ayuda e intervención de He Cheng, probablemente He Tian tampoco hubiera salido entero de ahí. Por lo tanto ambos podrían estarían muertos.
—Él se llevó toda la gloria al matar al tiburón, supongo. — se rascó la nunca ante su comentario. Los recuerdos de los acontecimientos anteriores aún seguían sintiéndose vivos en su memoria. Incluso podía jurar sentirse aún dentro del mar. —Apenas logré recuperarme, me quiere entrenar para pelear contra estos. Se lo teórico para vencer a uno, sólo me faltaba la práctica. Pero cuando vi que te ahogabas, lo único que pensé fue en salvarte. El tiburón apenas paso a segundo plano. — te sonrió apenado. Cómo si pelear contra un tiburón hubiera sido algo que debió haber tenido en práctica desde antes. Cómo si fuese solo un sencillo entrenamiento que él se saltó.
Cómo si pelear contra un tiburón no fuese gran cosa cuando se trataba de salvarte.
—Eres un imbécil. ¿Cómo puedes sonreír después de que casi mueres? ¡Pudiste haber muerto y resultado peor luego de ese ataque de tiburón!— le gritaste tan alto casi dejándolo sordo. Ahora estás furioso, indignado. Porque tú realmente te preocupaste tanto por él que, el hecho de que se tome el asunto a la ligera te hace rabiar.
Tenías consideración de al menos no golpearlo por su estado pero las ganas no te faltaron. También abstenias un poco de no llorar más. No te agradaba esa sensación; no tanto por verte "débil" ante alguien más a quien le tienes mucha confianza, si no por que luego te duele horriblemente la cabeza, moqueas demasiado y tú ojos también duelen, sin duda no quieres soportar eso.
Llorar no te hace más débil. Sólo demuestras que eres una persona con verdaderos sentimientos. Te había dicho alguna vez en una ocasión no tan lejana He Tian.
—¿Y crees que realmente me importa?— ahora él parecía el ofendido y molesto.— Momo, tu pudiste haber muerto por el tiburón o ahogado. ¿Cómo crees que me sentí yo al ver cómo perdías la conciencia? Me aterraba pensar que podía perderte. Que no pude protegerte como prometí. Yo sé lo que hago, y no me arrepiento de haber ido por ti.
He Tian te acercó hacia él, las manos que tenía sujetadas a tu cintura fueron acariciandote alrededor de está. Su ensamble se puso más blando porque no podía estar molesto contigo por mucho tiempo. Sólo te demostró lo preocupado que estuvo todo esté tiempo mientras dormías.
—No deberías sentirte así, yo me siento culpable por-
—No seas tonto Omega. — te interrumpió, estirándose un poco hasta enterrar su nariz en tu cuello, causando por lo tanto que guardarás silencio debido al repentino acto que te dejó sin aliento. El azabache presionó sus labios contra tu piel color melocotón y poco más clara, en esa zona del cuello, causando te un terrible estremecimiento que fue desde tu cuello hasta espalda baja. Sus palabras sonaban en tu oído como un deleite o el olor de una vela aromática. Y aunque querías quejarte, sólo pudiste escucharlo primero. —No empezaremos a echarnos la culpa. Ya suficiente tengo con mi hermano.— bufó bastante irritado sin moverse de su posición, trayendo te a ti bastante nervioso.— Sobreviví, ¿Si? Lo único que quiero ahora es tenerte entre mis brazos y nunca soltarte. Eres mi montañita, mi pimiento gritón. El Omega con el que deseó pasar el resto de mis días.
No respondiste debido a que te encontrabas hecho un lío. Su confesión te tomó por sospresa y tus mejillas hablaron por ti. No sabías que más sentir aparte de nervios y conmoción. He Tian no dejaba de besarte el cuello y tú sólo te estremecias ante el contacto cálido que hacía que te ardiera el pecho.
—Sabes, reuní valor para confesarme. — agregó con una risa al final que sonó nerviosa. Porque tenía miedo a un rechazó directo, pero aún así no dejaba de tenerte tan cerca de él. Aunque no lo pareciera, él igual se encontraba un poco avergonzado por sus cursis palabras en un momento así. Pero tampoco se arrepentía de habertelas dicho.
—Lo dices en un momento como este, idiota. — te quejaste por fin, aún con el rojo en tus mejillas que tanto le encanta a He Tian.
—No llores más Momo, estoy aquí contigo, y es lo que importa ahora. Prometo no volver a preocuparte así.— te pidió para bajar sus evidentes nervios y que confiaras en él.
A pesar de la cercanía de ambos, a pesar de que te dejabas acariciar y besar en el cuello por el Alpha, aún tenías oportunidad de rechazarlo. Pero tú no querías pensar en algo romántico en esos momentos.
—Lo único que quiero es que no mueras, Alpha imbécil.
—Tambien te quiero Mo. — te sonrió enternecido por tu respuesta.— Supongo que ya es hora de regresar a la casa.
Tu sólo asentiste para separarte y ayudarlo a levantarse con ayuda de alguien más. No podías hacer mucho por él, pero al menos querías ver que llegara a salvo hasta su cuarto que quedaba a unas habitaciones del tuyo.
No podías evitar ser más atento con él. Aún sentías esa fuerte necesidad de agradecerle por todo lo que hizo. No sólo el hecho de salvarte, si no que ya habías meditado bastantes de las cosas que He Tian ha hecho por ti en todo este tiempo desde que lo conociste. Cómo invitarte junto a sus amigos cercanos a unas vacaciones totalmente pagadas, no dejar preocupada a tu madre, ayudarte en tus estudios y conseguir trabajos de pocas horas donde pudieras cobrar rápido debido a los contactos que él tiene, salvarte de una expulsión en la escuela con ayuda de Jian Yi, amenazar a She Li para que dejará de acosarte o la vez que te pagó el hospital donde te internaron por un día después de la pelea en la que estuviste y en la que él también te ayudó.
Él había hecho y sigue haciendo tantas cosas por ti que tú solo quieres demostrarle lo agradecido que estás, ya sea como buen amigo o compañero. Sin meter sus sentimientos de por medio.
No podías dejar de pensar en él más que nunca. Especialmente cuando mañana sería su cumpleaños. Siendo el más mayor de ustedes cuatro.
IV
Todavía seguías sin poder creer lo que ibas hacer. Tu mente estaba en una cosa, pero tus manos estaban trabajando en terminar lo que comenzaste. Lo hiciste lo más pronto posibles antes de que alguien del servicio se te adelantará. Tu corazón latía entre emocionado y nervioso. ¿Realmente era "normal" lo que estabas haciendo? En el sentido de que si se podía mal interpretar la situación, pues una que otra persona de la cocina se te quedó mirando curiosa y extrañada. Tu sólo la maldecias en la mente.
Jian Yi y Zheng Xi habían pasado sólo una vez a la cocina para tomar agua y agarrar unas manzanas caramelizadas que habían en el refrigerador, te vieron, saludaron y te molestaron —especialmente Yi,— con algunas preguntas incómodas y vergonzosas. Tú preferiste ignorar la mayoría de ellas y continuar con tu pequeño trabajo personal. Ellos se marcharon a su habitación que compartían y te dijeron que le dijeras a He Tian que ellos decían que esperaban que pronto se recuperará.
Al terminar tu trabajo te sentiste satisfecho con el resultado. Te habías esforzado demasiado dejando tu mayor dedicación. Acomodaste todo en una bandeja de plata que te permitiste encontrar en la gran cocina. Las chicas y chicos del servicio no te dijeron nada más que halagos por el asombroso resultado y qué les parecía increíble que no trabajaras para la familia He y fueras en realidad un amigo de Tian. Te dejaron pasar y retirarte de la cocina con la bandeja. Tu sólo agradeciste que te permitieran usar su cocina e ingredientes y no estorbaran demasiado en tu trabajo.
Apenas saliste de la cocina y te dedicaste a llevar todo hasta su cuarto, para tu sorpresa alguien se interpuso en tu camino causandote un impacto de asombro e intimidación. La mirada del Alpha mayor te causó un ligero escalofrío, pero no lo suficiente como para hacerte tirar la charola. Tenías un agarre firme, más no evitaste sentir curiosidad por su acto de presencia repentino.
Aunque sabías que se trataba de su casa, te seguía siendo una gran sorpresa su presencia y autoridad. Si He Tian te parecía muy alto, Cheng lo superaba.
—¿Es para mí hermano?
Su mirada helada te hacía dudar si de verdad aquel sujeto se preocupaba por Tian. No hiciste una mala cara al recordar que él los había salvado prácticamente a ambos de la muerte, y sin embargo tú sientes que le debes más la vida a He Tian. Apenas pudiste reaccionar ante su pregunta.
—Hum, si.
—Dejame acompañarte. — te dijo con cierto interés que te causo intriga.
—No hace falta, en serio. No quiero molestarlo. — le dijiste en un intento de no sonar nervioso, no tanto.
—No podrías abrir la puerta tu solo. No discutas conmigo. — se adelantó a decirte antes de que algún pero saliera por tu boca.
Te quedaste en silencio, habías pensando en todas las formas de responderle para hacerle saber que sí podías conseguir abrir la puerta sin su ayuda. Pero realmente, tampoco querías darle mucha vuelta al problema y la voz no te salía para llevarle la contraria a un sujeto tan intimidante y serio. Lo único que hiciste fue asentir mientras él te guiaba a la habitación de su hermanito. Durante el camino, te sacó platica.
—¿Te puedo preguntar algo un tanto privado?
—¿Claro? — respondiste como pregunta al no estar seguro que tan privado podía ser su pregunta y si podías dar una buena respuesta.
—¿Eres el Omega de mi hermano? ¿Están saliendo?
La avergüenza se apoderó de tus mejillas. Pensaste si realmente dabas esa impresión como para que el mismo hermano mayor creyera tal cosa. Cheng sabía que Tian se pegaba más con él a comparación de Yi o Zheng Xi, e incluso puede que un poco por accidente esté dejará su aroma en ti por mucho tiempo, ¿Pero parecer algo más que amigos cercanos...? Claramente tuviste que negarselo, teniendo mucha fuerza para que no se te cayera la comida de las manos ante la impresión que sentiste.
—¿¡Qué dices!? ¡Sólo somos amigos!
—Mi hermano no saltaría al agua, a arriesgar su vida por un simple amigo de la escuela.— dijo abruptamente, casi dejándote sin aire ante su rápido análisis. Ni siquiera pudiste responder, no sabías que decirle y el continuó aprovechando tu silencio.— Sin mencionar que no pego el ojo en todo el día sólo por pensar y saber si estarías bien al despertar. ¿Realmente creen que no me doy cuenta la forma en cómo te mira o te protege?
—...
—Escucha, no tengo nada encontra de con quién salga mi hermano, ni de quien guste. — suspiró cansado pero aliviado por aclararte dicho detalle. Sabía que los amigos de su hermano menor lo veían como si fuese el villano de una historia dramática. Quién siempre debía oponerse a algo. —Su vida privada me da, hasta cierto punto totalmente igual. Eso no significa que no me preocupe por él.
—¿Pero...?
Cheng bufó en medio de una pequeña sonrisa casi invisible. Porque efectivamente, si había un pero que mencionar seriamente. El mayor de los He no es ningún tonto en esos temas del romance joven, claramente podía notar que el posible cariño y afecto que siente su hermano puede no ser precisamente...
—No pareces corresponderle totalmente. — te dijo directamente sin titubear, casi querías escupir algo.
—¿Ése es un problema?
—No te estoy obligando a nada. No sé puede controlar los sentimientos de la gente. Pero, si te presionó para que le des una respuesta. A nadie le gustaría esperar por tanto tiempo. Ya hay mucho sufrimiento en alguien como él. — la postura que tomó fue sincera, directa pero amenazante. Sus manos a los costados y la mirada en el frente, hasta que se detuvo enfrente de una puerta. La cuál tu supones se trata de donde está He Tian. — Quiero saber si le estoy dando su seguridad a alguien confiable. ¿Eres de confianza, Mo Guan Shan?
Tu tragaste duro. No podías no sentirte nervioso y presionado. No te consideraba la persona más fiel y confiable de todo el mundo, pero cuando pensabas en He Tian... Las cosas podrían cambiar significativamente. Es como si la atracción que sientes por él va creciendo con cada minuto de manera increíble y fascinante.
—No quiero que sufra más. No sé todo por lo que ha pasado. Pero no quiero apartarme de su lado. — añadiste decidido e increíblemente sosteniendo le la mirada la cuál se mostró ligeramente sorprendida por tu respuesta.
—Entonces no lo abandones. — te respondió más calmado, abriendo te la puerta donde el aroma del Alpha que descansa adentro llegó hasta ti como una ola de calor.
¿Por qué te sientes diferente?
—No tengo pensando eso. — respondiste apenas para adentrarte el lugar.
La puerta detrás de ti fue cerrada. Te preguntaste que iba a ser He Cheng ahora y si tenía alguna buena impresión de ti.
V
Ahora quizás ya no era tanto una forma de agradecerle, porque lo único que querías es pasar más tiempo a su lado. Estás vacaciones quizás se hicieron con ese propósito, este viaje en especial fue para descubrirte y aceptar aquello que por tanto tiempo has intentado rechazar por alguna clase de miedo escondido.
No lo pienso abandonar.
—Esto si es una sorpresa. ¿Pequeño Mo me trajo la cena? — te dijo con una sonrisa medio burlesca pero alegre por tu visita. Claramente Tian estaba de igual de sorprendido por tu visita.
Tu lo miraste mal y acomodaste con sumo cuidado la charola encima de su regazo. Eran aproximadamente las siete inmedia, hora de cenar.
—Callate He Tian.
—¿La hiciste tú?— preguntó con interés y exclamando con hambre al ver la comida que le trajiste.
Sopa Wonton con rollitos de primavera. Acompañado de una manzana caramelizada que sacaste del refrigerador y jugo de manzana. Aparte de té de manzanilla para el final, para ayudarle a dormir.
—... ¿La herida está mejor?— le preguntaste seriamente, sentándote en un sofá a lado de un gran ventanal. Observando la habitación desde tu punto de descanso.
—Tampoco fue tan profunda. Admito que arranco un pequeño pedazo de piel apenas, trozo de carne pero nada grave. Además la perdida de sangre fue recuperada. Estoy bien Mo. — te respondió luego de un par de masticadas. No había comido nada desde antes del accidente y claramente tenía mucha hambre, sólo que en todo este tiempo había estado sumido en otros asuntos que no tuvo tantas ganas de comer. —¿Tú ya comiste?
—Si, no te preocupes por mí. — respondiste encogido de hombros.
Paso un largo rato hasta que He Tian terminará de cenar y comer su manzana dulce. Y tuvo que esperar un poco para poder tomar su té de manzanilla.
—¿Dormirás conmigo está noche? La noche me será muy fría y solitaria~
—... No tendría problema. — contestaste, desviando la mirada hacia la ventana que da al cielo nocturno y luego de un pequeño silencio pensándolo.
Tu respuesta fue por demás impactante para el azabache que se emocionó y su aroma lo delató fácilmente. Te levantaste para juntar las cortinas y tapar la ventana, después de aquello te acercaste hasta la cama matrimonial de tipo King Size —tamaño rey— quedando a un costado.
—¡D-Duerme conmigo en este lado!— te señaló acomodándose el mismo para darte más espacio. Ni siquiera le preocupaba el dolor en su cintura.
—No te emociones d-demasiado tampoco, idiota. — suspiraste un poco nervioso a la ves que te acomodabas por debajo de las colchas de la gran cama.
—Mi Omega cuidando de mi, me llena el corazón~
—¡Tampoco exageres! Además no soy nada tuyo, maldito perro. — recalcaste, apuntando hacia su pecho. Tian sólo te estaba jodiendo con sus bromas.
—Me hieres mi sensible corazón. Después de todo lo que hice por...
—Sólo duérmete.
He Tian seguía sin poder creer los hechos que estaban sucediendo en ese mismo instante y la verdad, no pensaba quejarse por eso. Sólo podía disfrutar del bonito e increíble momento dado y alegrarse por ello.
Sólo podía desear que el mañana no llegará y, visualmente deleitarse con la vista que sus ojos solo pueden presenciar, apreciar.
Quizás el Omega todavía no lo admitiera pero, sin duda alguna existía una clase de atracción de su parte hacia el Alpha.
Las luces fueron apagadas, ambos estaban chocandose los hombros y con la mirada en el techo. Ninguno tenía sueño aún. Solo el sonido de sus respiraciones son las que se oían.
—Pequeño Mo. — te llamó escuchándose poco exhausto.
—¿Ahora que? ¿No ves que casi estaba por dormirme profundamente?— le dijiste bruscamente, aunque fuese mentira.
—... Solo quería decirte algo.
—Dilo ya.
—Te quiero. — te dijo. Agradecias que estuvieran a oscuras, así el Alpha no puede ver tu expresión en esos momentos. —¿Tú me quieres?
—...
—¿Momo?— volteó hacia ti aún sin poder verte bien. Temiendo un poco por tu silencio.
—Quiero que te duermas y dejes de molestarme mientras intento dormir.
—Dulces sueños pequeño Mo.
—Duerme bien cara de polla.
—¿Eso fue una declaración de amor?— preguntó con gracia ante tu comentario.
—¿Cómo mierdas haces para tomar un insulto como una declaración de ese tipo? Realmente eres un estúpido.
—Tu estúpido.
Al dormir sólo pasaba por tu cabeza como sería el resto de las vacaciones de verano y si aún las ganas de disfrutar del mar estarían presentes después de todo el incidente.
—Feliz cumpleaños, He Tian.
Los diecinueve años del Alpha se debían celebrar. Ahora más que nunca que podrías darle el mejor regalo que él pudiera desear.
Pero, ¿Estás realmente enamorado o sólo sigues profundamente agradecido?
VI
—¿Ya terminaste con tu narración extraña?
—Cocodrilo arruinas mi momento. — se quejó el escritor mientras lo miraba reprochante.
En una cueva oculta en esa misma isla se encontraban estos dos seres conversando de sus asuntos que nada tiene que ver con la historia principal.
—¿Qué momento? ¿A quien más le da si te conocen o no ellos? — dijo el azabache de mirada reptil. — Además ya te dije que no me digas cocodrilo. Si no por mi nombre real. — bufó bastante irritado. — Por cierto, ¿No el tiburón iba a acabar con la vida del tal He Tian?— preguntó curioso hacia el contrario que apenas le prestaba atención. — ¿Y por qué mierda le narravas todo al pelirrojo? No entiendo tus formas de escribir.
—No cuestiones mis métodos. — suspiró un poco cansado y cruzado de brazos.— Y si, el tiburón lo iba a matar. Pero hubo un ligero cambió de planes. — sonrió con malicia el ser de heterocromía.
—¿A qué costo, Rumpelstiltskin?— preguntó su confidente.
Pero nunca llegó una respuesta por parte del otro. Por lo que significaba que, podría haber una continuación.
Palabras: 6552
Fecha de publicación: viernes 31 de julio del 2020
Escritor: JaquiiAleWorld
Fandom: 19 Days
Historia: "Fascinante Atracción"
Nota del escritor:
Tarde dos horas en editar está parte que ya la tenía terminada desde hace días. When, dentro de una hora o menos subire la parte de curiosidades. Esta historia la escribí desde hace días. Me explicaré mejor en la siguiente parte.
Aún así espero hayan disfrutado de estás seis mil y cacho de palabras. Nos vemos pronto!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top