✧ FAR AWAY
Mis manos rodean su cintura y mi mentón se apoya en su hombro; sonrio, él sonríe por igual y no pasan más de dos segundos antes de ver su precioso rostro y sentir sus labios muy cerca a los míos, casi rozándose, reconociéndose, sintiéndose, pero por sobre todo, disfrutando el contacto. El sonido del mar está de fondo y el viento se siente tan puro en ese momento que no tengo ningún tipo de incomodidad.
- Despierta... - me susurra al alejarnos. No entiendo sus palabras hasta que comienza a alejarse. - Despierta ya, Ho Seok.
Sigo sin entender, incluso rio, pues estaba claro que mis ojos estaban abiertos... o eso pensaba. Nuevamente me susurra que despierte y le hago caso, cierro mis ojos y los abro al instante, encontrándome en el auto de Jung Kook, con Tae golpeando la ventana en donde me encontraba apoyado. Apenas sonrio, él en cambio, agranda su sonrisa rectangular y después de hacer unas muecas raras, veo como es apresado por los fuertes brazos de su novio... mi mejor amigo.
- Has despertado a Ho Seok, mi amor. - le dice él mientras me mira y alza una de sus manos para saludarme.
- No del todo. - se defiende aquel chico de cabellos castaños que tanto me atrae.
- ¡Vámonos! - grita mi mejor amigo antes de darle una palmada en el trasero a su novio y correr hacia el lugar del piloto.
Me hago a un lado y espero a que ellos suban, Tae Hyung es el primero y luego le sigue Jung Kook, ambos se dan un beso antes de continuar con nuestro viaje.
- Esto es tuyo. - Tae me extiende un capuchino y no tardo en aceptarlo y dejarlo a un lado. - Debes tomarlo ahora, se va a enfriar. - El puchero que hace me convence totalmente y después de remover sus cabellos comienzo a tomar de sorbos la bebida caliente.
Tae Hyung sonríe y sin importarle mucho mi presencia o el hecho de que tal vez podría sentirme mal, se apega a Jung Kook y le presta toda la atención que hace unos segundos atrás era dedicada a mí.
Mi mirada baja por instinto y a pesar de estar ahí prefiero fingir no estarlo, pues sus conversaciones melosas me duelen, los apodos de parejas por igual y las ganas de lanzarme del auto en movimiento van en aumento cuando escucho cómo Jung Kook disfruta contestándole en un tono tierno, aniñado, propio de una pareja.
Decido continuar tomando el capuchino mientras escucho los chasquidos de sus besos.
No sé desde cuándo me pudo haber comenzando a gustar Tae Hyung, él y yo éramos amigos desde que entré a la clase de baile, luego se sumo Jung Kook, él era mi mejor amigo de infancia, creando de esa forma un grupo de amigos. Pero todo aquello cambió en una tarde, cuando Jung Kook me dijo que estaba comenzando a sentir algo por Tae Hyung, que su corazón latía cada vez que lo veía sonreír, cada que lo veía bailar y a cada minuto que se encontraba a su lado. Lo animé a que lo hiciera, a que se lo dijera, porque luchar con Jung Kook para obtener algo no era lo mío.
Fue en ese entonces que le cedí el lugar a mi mejor amigo sin saber que ese chico que se encuentra a mi lado en estos momentos no era más que el chico a quien yo amaba.
Jung Kook fue correspondido, Tae también sentía lo mismo, logré felicitarlo cuando una vez los encontré en la calle agarrados de la mano y tomando un helado; ellos nunca se comportaron melosos estando conmigo, pero al descubrirlos, todo se puso raro. Su relación se fortaleció y ahora llevan más de dos años juntos.
Mis sentimientos siempre estuvieron escondidos con el pretexto que me impuse y el cual consistía en una confesión, un rechazo, un distanciamiento y posiblemente, una amistad rota, sin embargo, con Jung Kook fue diferente... tal vez porque siempre gustó de mi amigo y nunca de mí.
El auto se detuvo y Tae comienza a gritar que bajemos todo, Jung Kook le sigue mientras yo solo me quedo observando el mar tan puro y hermoso que tengo delante de mis ojos.
- ¡Ya es tiempo de bajar, Hobi! - grita él.
Jung Kook lo toma de la cintura y me dice que los alcance mientras ellos van directamente hacia la orilla del mar. Aquello me recuerda al sueño que tuve, pero con la diferencia que ahora no soy yo el que toca los labios de Tae Hyung, ni tampoco el que rodea su cintura.
Camino lentamente hasta estar a su lado, ellos me miran y Tae no tarda en rodear con uno de sus brazos mi hombro y con el otro a Jungkook, acercándonos lo suficiente y alegrándome por el simple hecho de no excluirme de este momento.
- ¡Son los mejores amigos que puedo tener! - grita él mientras se apoya en nuestros hombros para levantarse del suelo. Jung Kook se aparta y Tae Hyung casi cae, pero lo agarro a tiempo de la cintura y nos quedamos mirando por un momento.
- ¡Hey! ¡Eso dolió, amor! - grita mi mejor amigo mientras acaricia su hombro y se acerca a nosotros.
Tae sigue mirándome y yo sigo soteniendo su cintura, pero cuando pienso que aún puedo cumplir mi sueño, él sonríe y Jung Kook lo aparta de mi lado, no sin antes regalarme una sonrisa, para así alejarse tomados de la mano. Yo ando detrás, tal como el perro que sigue a su dueño; ellos ríen, Tae más que Jung Kook y a pesar de que creo ser ignorado y excluido nuevamente, el chico de mis ojos voltea solo por un segundo y me sonríe, demostrándome con ese simple gesto que sí me estaba tomando en cuenta. Sin embargo, prefiero desviar la mirada hacia el mar y ver el atardecer en paz.
Para la noche, ellos han terminado de dar su paseo y regresan hacia la fogata que he hecho minutos atrás al sentir frío.
Tae Hyung se sienta al lado de Jung Kook y comienza a reír mientras que hablan de un futuro, de traer a sus hijos a pasear a estas playas y demás cosas que cualquier pareja hablaría.
Para este momento odio sus conversaciones, odio ver que prácticamente presumen su felicidad delante mío y sin poder soportarlo más, me levantó y tiro el papel que había escrito al estar solo.
Tae me mira, Jung Kook ni se preocupa y poco me importa.
El día llega y la luz se asoma por las ventanas del auto, mis ojos se acostumbran recién a la luz del día y al percatarme, tengo a Tae Hyung a mi lado, mientras que Jung Kook se apoya en la ventana del otro extremo del auto.
Sonrio por inercia y evito a toda costa moverme para despertarlo, pero todo lo bueno no dura para siempre, él se separa al levantarse, y se acuesta en el hombro de Jung Kook, ignorándome como siempre lo ha hecho.
Maldigo en voz baja mientras veo como la pareja duerme tranquilamente.
El resturante al que llegamos después de unas dos horas más de viaje me da a entender que desayunaremos muy bien, sin embargo, al entrar a este me doy cuenta que hay una chica sentada sola en una mesa para cuatro.
Tae Hyung corre hacia ella y la abraza, ella sonríe al verme y Jung Kook me golpea en el hombro.
- Ella es Hyerin, es una amiga mía que quiere conocerte. - me dice con clara alegría y por sobre todo, con una inocencia incomparable.
Jung Kook me obliga a sentarme y pronto ya no los veo, ellos se han marchado; la chica parece incómoda y sonríe para aliviar la tensión, pero yo sigo estando mal al lado de ella.
Yo no quiero a nadie, solo a Tae Hyung.
- ¿Entonces...? ¿La pareja de Tae Hyung era ese chico?
Asiento un poco más calmado y me levanto del asiento, dando una reverencia, que para mí representa unas disculpas, antes de salir corriendo del lugar.
No me importa quién sea, si no es Tae, no llegaré a sentir nada, me digo, maldiciéndome al instante por pensar de esa forma.
Corro por toda la plaza hasta cansarme y terminar caminando. Llego a un parque para el mediodía y decido sentarme al ya no tener la voluntad de continuar mi rumbo. Las parejas que dan un paseo por ese lugar parecen disfrutar de la compañía del otro y solo en ese momento me doy cuenta de lo que en verdad soy en la vida de mis amigos: un estorbo.
▶♥◀
- Me mudaré a esta ciudad, es muy bella y me encanta. - es lo primero que digo al estar frente a ellos.
Tae Hyung abre su boca ligeramente y Jung Kook sonríe, al parecer le hace feliz la idea.
- ¡Ya era hora, Jung! Tenías que independizarte en algún momento - sus palabras me suenan más a sarcasmo que a una felicitaciones, sin embargo, prefiero sonreír a tener que contestarle.
- Te voy a extrañar mucho, Hobi... Tú eres mi mejor amigo, casi un hermano, no puedes dejarnos. - suplica Tae.
Pero ya todo está decidido, yo no quiero una vida a su lado, no soy un violín en su relación, soy una persona, una persona que está cansada, llevo más de dos años enamorado de Tae Hyung y solo podía olvidarlo al alejarme de él y de la relación que lleva con Jung Kook.
- En mi departamento siempre serán bienvenidos. - es lo último que digo antes de ponerme de pie y salir de la heladería en cual nos encontramos.
Camino sin rumbo alguno hasta mi auto y me retiro de aquel lugar, no tengo muchas cosas qué hacer, pero prefiero estar encerrado en el cuarto de un hotel mientras espero a que todo el dolor emocional pase.
▶♥◀
Ha pasado ya un mes, Tae me habla por teléfono siempre y no puedo impedir que mi mano se mueva por sí sola y conteste las llamadas. Jung Kook sólo viene en algunas ocasiones y es para contarme de su relación con mi mejor amigo castaño.
Mis pasos son débiles a comparación de un mes atrás, ya no tengo ganas de vivir, me siento vacío... extraño.
La plaza está llena de personas, todas ríen y son felices en su propio mundo, mientras que yo solo estoy sumido en mi desgracia, en la desgracia que conservo desde que no estoy con Tae Hyung, y no hablo de una manera sentimental, sino de una manera amigable. Porque yo estaba tan enamorado de él que no me importaba sufrir al ser su amigo. Solo me importaba estar siempre a su lado.
Dejo de mirar el contar mis pasos y levanto la mirada, no sé porqué fue que quise hacerlo en ese preciso momento, pero quiero creer que fue el destino que esperaba que viera como Jung Kook caminaba junto a Hyerin, él la abraza y reía, mientras que ella se veía cómoda entre sus brazos.
El mismo tono de voz, la misma sonrisa e incluso, los mismos gestos que fueron empleados para conquistar a Tae Hyung ahora eran empleados con Hyerin.
Él me miró y la chica también, ambos se detuvieron, pero apenas Jung Kook se acercó mi puño fue a parar directamente a su mejilla.
Y hubiera sido algo justo golpearlo, pero en vez de concretar mi sueño tan anhelado, solo asentí cuando me dijo que no le hablara nada de esto a Tae Hyung, pues lo dañaría y de paso, rompería con una amistad verdadera.
Una pequeña risa salió de sus labios antes de retomar su camino y claro, después de asegurarse de que no diría nada.
Tal vez mi labios estarían sellados, pero mis puños daban a entender que no lo quería ver y que lo golpearía si tuviera la oportunidad de hacerlo.
Para esa misma tarde, recibí otra llamada de Tae Hyung, esta vez me pedía que lo viera en la casa que compartía con Jung Kook, ellos también habían decidido quedarse en Busan y aquello me alegraba por ahora.
No dudé en correr hacia mi auto e ir hacia donde él me dijera, pues incluso el fin del mundo era nada a comparación de lo que significaba verlo.
Llegué y lo vi, su sonrisa reflejaba la felicidad completa mientras sus manos se encargaban de dar algunos arreglos a la nueva chaqueta de cuero que al parecer había confeccionado recientemente. Taehyung se dedicaba mayormente a crear, diseñar y confeccionar sus propias prendas; para él, convertirse en un diseñador reconocido era un sueño que quería cumplir.
- ¡Ya llegaste! - festejó al verme, acercándose lo suficiente como para tomar mi mano y guiarme. Realmente Tae era una persona que no se merecía nada de lo que Jung Kook le estaba haciendo.
Por un momento me los imagine discutiendo, Tae Hyung golpeando a mi mejor amigo y este marchándose del lugar que juntos habían convertido en su hogar, dejando en el proceso un corazón roto y a un desdichado chico, que se había convertido en mi todo... Definitivamente no quería eso, no quería acabar con el brillo en los ojos de Tae, de mi Tae Hyung
- Quiero que te pruebes esto - dijo mientras me dejaba en el centro de la sala de estar y comenzaba a colocar la chaqueta encima de mis hombros.- Tú y Jung Kook son de la misma talla, así que creo que...
Y lo deje de oír, nunca dejaría de pensar en Jung Kook, jamás dejaría de meterlo en todo lo que tuvieramos que hablar, pues hasta por las llamadas escucho su voz y algún tema relacionado a él.
Estaba cansado.
Aparté sus manos de mis hombros y me quité la chaqueta, arrojándola al suelo antes de salir corriendo.
Pude escuchar a lo lejos como pronunció mi nombre, pero no me importó nada y solo corrí fuera de ahí, comenzando a llorar al estar con la cabeza apoyada en el volante de mi auto.
La gasolina estaba por acabarse, pero eso no me importó cuando comencé a conducir hacia la playa en la cual por primera vez Tae Hyung decidió preocuparse por mí y reconfortarme con una sonrisa.
Todo estaba oscuro y las olas del mar hacían un sonido muy estruendoso. Mi celular estaba arrojado en el asiento del copiloto y mi cabeza estaba apoyada en mis rodillas, seguía llorando, mientras pensaba en todo lo sucedido.
Quería ahogarme en el profundo sentimiento del desamor, pero eso no sucedió, pues mi móvil comenzó a sonar y cuando observé que se trataba de Tae Hyung, comencé a pensar en sí contestar o simplemente ignorar todo lo que tuviera que ver con esa pareja y con mi amigo castaño. Estaba seguro de que él estaba feliz con Jung Kook y tal vez solo iba a preguntar el porqué de mi huída.
Sin embargo, algo dentro mío me dijo que contestara... y así lo hice.
- Hola... - susurré.
- Ho Seok. - su voz me colocó en alerta, parecía que quería llorar, que estaba a punto de hacerlo, pero... - C-creo que... que J-Jung Kook me engaña. - y mi mundo se cayó. Comenzó a llorar y a susurrar que me necesitaba. - ¿P-podemos ve-vernos... vernos en la cafetería d-de siempre?
- Tae Hyung... Tae... Yo... - iba a decirle que no quería, que no podía, que si lo hacía, sufriría más, pero él colgó y solo me quedó salir corriendo al ver que no contaba con gasolina para regresar a la ciudad.
Corrí con el celular en mano, mientras pensaba en cada sonrisa que Tae Hyung me entregó, en cada mirada que compartíamos cuando yo hacía del mal tercio en sus citas, con cada abrazo que me entregó al ver que me sentía mal, por cada prenda que me confeccionó con sus propias manos para darme de regalo en mis cumpleaños, corrí porque lo amaba y porque podía asegurar que él me quería más que a cualquier otra cosa en este mundo, incluso más que a Jung Kook.
Llegué sumamente agitado a la ciudad, mi corazón latía con mucha rapidez y ya no tenía más fuerzas para seguir corriendo, solo me quedó recuperar el aire mientras lo veía detrás de la vitrina. Él lloraba con una foto entre sus manos y yo quería consolarlo, o eso quise hacer, porque cuando pensaba entrar, Jung Kook apareció, tomándolo de los hombros y diciendo algo inaudible para mí.
Él se levantó, lo enfrentó, Jung Kook lo tomó de los hombros y trató de abrazarlo, Tae Hyung se oponía o así fue hasta que se rindió.
Pensé que me quería, que no lo haría, que era más importante que esa estúpida relación y que el estúpido de Jung Kook, pero aquello solo fue una mentira que me dije para cubrir el dolor que sentía, pues cuando sus manos comenzaron a abrazarlo, supe que... que yo nunca sería como Jung Kook, que yo no era él y que Tae Hyung siempre lo querría a pesar de todo, importándole muy poco si yo estaba enamorado de él o si daría todo por tenerlo a mi lado.
Di la vuelta, rindiéndome por completo, y continúe con mi camino.
En caso de que te vayas muy lejos, estoy asustado
¿Qué con si nuestra relación se pone realmente incómoda y terminamos creciendo lejos?
Espero que haya sido de su agrado. Muchas gracias, en verdad, por seguir aquí. ♥
Lxs amo y espero vernos en pro O.S
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