El día anterior pasó tan rápido que no me enteraba de nada. Ya eran las 7, casi 8 de la noche. Papyrus y Sans estaban atrás, hablando. Y.. por hablando me refiero a Sans haciendo chistes y Papyrus sufriendo. Yo estaba hablando con la encargada, recogiendo los boletos y pasando las maletas pesadas. Una vez que ya tenía los tres boletos, tome mi mochila, hice una seña a los dos, y me adelante. Pronto, íbamos los tres camino a la sala de espera. La gente nos veían. Había alguno que otro monstruo, ya sea trabajando o como clientes o recogiendo amigos y familia. Había humanos. Personas que nos miraban mal. A todos los monstruos y a mi. Y personas que pasaban de nosotros. Que actuaban como si toda la vida hubiesen visto monstruos.
Pasamos la sala de revisión sin un solo problema, y llegamos a la sala de espera. Una vez ahí, nos sentamos. Faltaban quince minutos para salir, así que solo me dediqué a escuchar a los esqueletos discutir, y a hablar con mis amigos y familia sobre el vuelo que iba a hacer. Me dio un pequeño escalofrío. Como si algo no estuviese bien. Pero supuse que solo era el frío, por lo que lo deje pasar.

Entonces sonó el altavoz, llamando a todos en mi vuelo.

-Venga, vamos-.

-Heh. ¿Emocionada?-.

-Nerviosa-.

-Siempre respondes eso-.

-Siempre estoy nerviosa-.

-Eso no es sano, Humana Andy-.

-Lo se, Paps. Nada que pueda evitar-.

El más bajo de los tres negó con la cabeza.

Pronto subimos al avión. Dejamos a Papyrus en el asiento al lado de la ventana, por qué si se aburría con las máquinas, se entretendría viendo las nubes. Sans decidió quedarse en el centro, por qué así quedaba en la posición más cómoda para dormir. Y como lo último que quedaba, yo me quede en el tercer asiento.
Había un bebé llorando a lo lejos, y había alguien que ya estaba dormido, cerca de nosotros. Entonces, el avión comenzó a andar.

-Kid..-.

Voltee a ver a Sans, pero el estaba dormido. Papyrus estaba escuchando música con.. audífonos.. eh, no voy.. no voy a preguntar la legitimidad de esto.
Nuevamente, me volví a mi posición. Saque audífonos, y los conecte a la pantalla que había enfrente.

-Kid..-.

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   Please remain still until the airplane it's completely---

Bostecé, y me talle los ojos. El avión se detuvo por completo. Los demás pasajeros empezaron a bajar. Yo desperté a Sans. Papyrus, quien también estaba medio dormido, solo agitó la cabeza y se despertó por completo. Una vez que ya solo quedaban unos cuantos pasajeros, me levante, bajen las cosas de los dos esqueletos, se las entregue, y bajamos del avión. Pasamos por nuestras maletas, saludamos a uno que otro monstruo, y salimos de esa sala, para ir a donde nos estaban esperando.

Toriel nos vio primero. Mi mama se acercó a mi y yo corrí a ella, soltando mis cosas en el camino. La abrace con fuerza. Asgore nos ayudó a llevar las cosas.

Hablamos un poco de camino a casa del rey y la reina del Underground. Mama nos dejó. Se despidió de mí, y dijo que vendría mañana por mi para pasear.

-K i d..-.

-¿Y como ha estado todo por aquí?-.

-¡Oh! De maravilla, mi niña. Ale debe estar ocupada, pero llegará en un rato-.

-¿Saben algo de Chikis?-.

-Dijo que vendría de vacaciones con nosotros este año. Ya sabes, a visitar-.

Yo sonreí y asentí.
Nos quedamos hablando un rato más. Era casi de mañana, así que decidimos ir a dormir.

-Niña. Te estoy esperando, maldición-.

Pero yo no podía. Suspiré. Estuve rodando en la cama en la que me quede, la cama de invitados.
Necesitaba ir al monte. Necesitaba ver que Flowey estuviese bien, necesitaba hablar con mis amigos. Me levante casi de un salto, y aún con todo el cansancio, decidí salir de casa a caminar.
Paseé por el alrededor. No había mucho. A estas horas, cuatro, cinco de la mañana no había casi nada, y menos nadie.

-ve allá-.

-¡Okey!- levante la voz. -¡no sé quién seas, pero déjame en paz! ¡No es gracioso!-.

Y todo quedó en silencio. Voltee a los lados. Gruñí, me envolví en la chaqueta que traía. No hacía frío, en absoluto. Casi verano. Me estaba muriendo de calor, incluso a la hora que era. Pero es que simplemente me sentía mejor protegida de lo que sea que me estuviese siguiendo. Camine por toda el área, y cuando recibí una llamada de Toriel, preocupada, me devolví. Ya eran las 7 de la mañana.

Regresé a la casa, para encontrarme con Toriel y Papyrus cocinando.

-no vas a escapar esta vez, kid..-.

Gruñí, eh ignore la voz.
"Si eres tú, Chara," pensé. "No es nada gracioso. No voy a darte mi alma".

Todo se detuvo cuando tocaron la puerta. Toriel abrió, y saludo con un abrazo a quien sea que estuviese ahí.

-¡ANDY!-.

Sonreí, emocionada, y fui a abrazarlas.

-¡CHIKIS! ¡ALE!-.

Y Sans apareció entre los gritos de Fangirl.

Guardando...
Partida guardada.