[ ♡ Día 08: ′′¡Mierda! ¡Tío! Hermano, ¡felicidades!...′′ ♡ ]

NARRA; SAMUEL WASHINGTON.

EXTERIOR – YATE DE JOSH, NUEVA YORK – ATARDECER.

No sé por qué me siento tan mal.
Solo estaba tratando de mostrarles a estos pescadores que no les teníamos miedo. Solo
estaba tratando de mostrarles quién manda. Todo estará bien.
Hablaré con Sam y luego ella estará feliz de nuevo y entonces todo estará bien. No sirve de nada estar deprimido ahora.

Las indicaciones de Josh me devuelven a la realidad.

— Necesitamos encender la parrilla — dice Josh.

— ¡Oh, oh! ¡Elígeme! ¡Elígeme! — dije mientras agarraba el líquido del encendedor — Puedes llamarme ′Capitan del Grill′ —.

Josh se burla, sacudiendo la cabeza mientras camina hacia el volante del Yate.

— Puede que te guste la parrilla, pero nadie te llamará así — dice Josh y yo me coloqué una mano en el pecho, fingiendo estar ofendido.

Me río, girándome hacia la parrilla y echando un poco de líquido para encenderlo antes de vertir el resto de lo que quedaba en el envase.

Ahí es cuando la parrilla se enciende en llamas. Me tambaleó hacia atrás, gritando:

— ¡Oh, mierda! —.

Entonces Josh llega corriendo a la parrilla con un extintor de incendios, apagando las llamas de inmediato.

Yo niego con la cabeza, suspirando de decepción conmigo mismo.

— Joder, Josh. Lo siento — le digo a mi gemelo.

— Mierda. Esto es culpa mía — comienza a decir Josh — Mi Yate. Mi culpa —.

Estoy a punto de discutir con Josh y decirle que realmente no fue su culpa, pero luego Hannah y Alexander vuelven. Los ojos de Hannah están muy abierto y mira a su alrededor, exclamando:

— ¡Oye! ¿¡Qué diablos está pasando!? —.

— Ah... hey, Han, no te preocupes
por eso — le aseguro rápidamente.

— Hubo un pequeño, eh... percance, se podría decir — comienza Josh a explicar — Con la barbacoa — entonces Josh hace un gesto hacia la parrilla, que todavía emite humo.

— ¡Por Dios! ¡Parecía que se estaba quemando todo el Yate! Entonces... ¿por qué le pagas al océano? — me pregunta Hannah al notar todo el dinero que había lanzado al océano.

— Un bote de pesca pasó y se estrelló contra la línea de buceo — le explicó a Hannah.

— ¡Oh! ¡Así que fue eso lo que sucedió! — me dice Hannah ahora entendiendo.

Josh asiente con la cabeza antes de decir:

— Sí. Estaban un poco malhumorados al respecto, así que Samuel hizo que el dinero lloviera y se fueron — termina de explicar Josh.

— Lo que sea — dije mientras me encogia de hombros — ¿A quién le importa, verdad? Lo que quiero saber es, ¿que encontraron ustedes? — les pregunto a ellos.

— Bueno, encontramos un avión — nos dice Alexander — ¡Y es enorme! ¡Lleno de cosas interesantes! Desafortunadamente, no lo dejamos tan impecable como pudimos —.

Los ojos de Josh se abren como platos por la sorpresa.

— ¿¡Qué!? ¿¡Por qué!? — les pregunta Josh.

— Por la línea de buceo, en realidad — le responde Hannah.

Josh suspira, dándose la vuelta por un minuto antes de decir:

— Oh mierda. ¿Qué tan mal? — les pregunta Josh a Hannah y Alexander.

— Uh... ya no hay cabina para empezar — responde Alexander.

— Oh, Dios mío, bueno, eso es perfecto, ¿no es así? — les pregunto a todos.

— Chicos, ¿pueden callarse todos por un segundo? — dice Hannah antes de levantar su mano, dejándola a la vista, revelando un anillo de matrimonio en su dedo — ¡Voy a casarme! — exclama ahora emocionada.

Mis ojos se agrandan por la sorpresa y también se agrandan los de Josh.

— ¡Mierda! ¡Tío! Hermano, ¡felicidades! — les digo a Hannah y Alexander.

— Bien hecho. ¡Suban y celebremos! — dice Josh con una sonrisa en su rostro — ¡Iré a buscar las cervezas! —.

Y eso es exactamente lo que hacen. Alexander y Hannah regresan al Yate y van debajo de la cubierta para cambiar su equipo y ver cómo está Beth. Luego cenamos y bebimos un par de tragos, pero Sam todavía no ha subido. Los demás decidieron bajar para ver las fotografías de buceo.

No sé por qué pero tengo el presentimiento de que esto todavía no ha terminado.

C O N T I N U A R A...