Capitulo 13: ❛❛Coqueteos❛❛ || PARTE SIETE
[ ♡ Día 08: ′′Eres muy atrevido, ¿no?′′ ♡ ]
NARRA; SAMANTHA ′′SAM′′ EVANS.
INTERIOR – YATE DE JOSH, NUEVA YORK – TARDE.
Entonces ahí es cuando ví a Samuel sentado en el sofá, mirando el panel de la cámara. Me encogí de hombros, decidiendo que no haría daño ver lo que estaba haciendo. Así que me acerco a él.
— ¡Hey! — dije mientras me sentaba a su lado en el sofá.
Samuel levanta la vista, parpadeando un par de veces, luciendo sorprendido de que yo
estuviera allí con él.
— Oh, oye, tú... — me saluda de vuelta Samuel haciéndome reír levemente.
— Gracias por habernos defendido antes — le dije, sonriendo tímidamente.
Samuel asiente con la cabeza, dándome una sonrisa tranquilizadora.
— ¡No hay de que! Siento lo de mi hermana. Ella puede ser un poco... intensa a veces — me dice Samuel.
Me reí.
— Sí. Puedo ver eso — le digo.
— Por cierto, felicidades por tú embarazo — me comenta Samuel.
— Gracias — le respondo.
— Además no tienes por qué preocuparte por mi hermana. Ella lo superará. Si no lo hace, hablaré con ella — dijo Samuel.
— Gracias — dije mientras le sonreía antes de moverme para mirar por encima de su hombro y mirar la cámara — ¿Que es lo que estás viendo? — le pregunté sintiendo curiosidad por saber lo que estaban buscando.
Samuel se pone rígido ante mi cercanía antes de relajarse. Supongo que solo demuestra que hasta los chicos demasiado confiados pueden ponerse nerviosos.
— Solo intento ayudar a mi hermana — Samuel finalmente responde — Ver si hay una manera de entrar —.
Entonces yo señalo el panel de la cámara y la foto que Samuel estaba mirando cuando llegué aquí.
— Parece que ya encontrastes uno — le dije a Samuel.
— Quizás — me responde Samuel.
Samuel sigue revisando las fotos, pero mi cabello parece estorbar porque Samuel levanta la vista de la cámara y coloca un mechón de mi cabello detrás de mi oreja. Pero cuando termina, no quita la mano, sino que enreda un poco de mi cabello entre sus dedos. Yo le doy una mirada divertida mientras que intento no sonrojarme al mismo tiempo.
— Eres muy atrevido, ¿no? — le pregunto a Samuel.
Samuel me mira, su sonrisa arrogante regresa cuando su mano deja mi cabello.
— Oye, simplemente no creo en guardar secretos. Soy un libro abierto — me responde Samuel.
Yo ruedo los ojos con una sonrisa.
— Uh huh. Bien. Todo el mundo tiene secretos — le dije.
Samuel simplemente se encoge de hombros.
— Quizás. Pero eso no significa que no pueda besarme y decirlo — me dijo mientras me guiñaba un ojo.
— Oh, Dios mío — dije mientras me echaba a reír, tanto que tuve que sujetarme el estómago o sé que empezaré a llorar. Ahora que me estoy calmado niego con la cabeza con incredulidad — Tengo que admitir que eres bastante gracioso, pero no creo que eso es lo que estabas buscando — le dije.
Samuel se encoge de hombros una vez más antes de decir.
— Oye, lo que sea que funcione. Si te gustan los chicos graciosos, puedo ser muy gracioso. Si te gustan los chicos serios... — dijo Samuel y luego me frunció el ceno falso — Puedo ser muy serio. Pero, si te gustan los chicos calientes, yo soy extremadamente sexy — dice Samuel y se desabrocha los dos botones superiores de su camisa como si estuviera a punto de quitársela.
Entonces yo levanto las manos en señal de rendición, agarro sus manos y las saco de su camisa antes de que pudiera proseguir.
— ¡Okey, okey! Lo entiendo — dije mientras me ponía a reír de nuevo — Mantén tu ropa puesta. Oh, y creo que olvidaste un rasgo muy importante tuyo — le dije.
Samuel levanta una ceja con una sonrisa divertida en su rostro.
— ¿Oh? ¿Y qué es eso? — me pregunta Samuel.
— Eres muy humilde — le dije mientras le ponía los dos dedos en forma de pistola.
Ahora Samuel es el que se ríe.
— Has descubierto mi secreto — me dice Samuel controlando su risa.
— Ciertamente lo hice. Y ni siquiera tuve que besarte. Esta es una victoria para todos — le dije mientras me ponía de pie y le sacaba la lengua.
Samuel rueda los ojos, con una sonrisa floreciendo en su rostro. Él se sigue riendo incluso después de que me haya ido.
— ¡Oigan chicos!, los tanques están listos — escuché a Hannah decir en la distancia.
— Tanques muchos — dice Samuel haciéndome reír.
Entonces Hannah y Alexander se ponen sus tanques de oxígeno y saltan al agua, desapareciendo de nuestra vista.
No sé por qué, pero tengo la sensación de que este viaje no acabaría bien. Tengo la sensación de que algo malo sucederá y no será para nada bueno...
C O N T I N U A R A...
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