✒ Fase III ✐
Título: Enredo animal.
Personajes: Keigo Takami (Hawks), Enji Todoroki (Endeavor), Rumi Usagiyama (Mirko), Krista Litzer (Oc).
Shipps: Krista x Keigo (leve).
Anime: Boku no Hero Academia.
Advertencia: Línea temporal del manga.
Equipo: Ninguno.
Cantidad de Palabras: 1211.
Esa mañana de viernes, una llamada de parte del segundo mejor héroe había interrumpido su ronda de patrullaje. Éste se encontraba en una misión junto a Endeavor y solicitaba su ayuda, la cual ella no dudó en brindar a ambos, sumándose unos cuantos héroes más en el proceso. Y lo que debió ser una sencilla aprehensión de villanos, terminó por convertirse en una persecución por las calles de la ciudad, logrando que los defensores de la justicia obligatoriamente se separaran.
Una vez todos pudieron reunirse con la policía para entregar a los delincuentes, faltaban los héroes top. Algo que sin dudar llamó la atención de los presentes, pues estos habían ido por el líder de la banda. Pasados unos minutos, los desesperados gritos de un hombre acercándose a donde el grupo se encontraba los alertó, pudiendo observar que éste era perseguido por un perro de gran tamaño y un ave.
—Pero ¿qué es eso? —cuestionó Rumi al notar como el criminal pasaba junto a ella y le rogaba a uno de los policías esposarlo.
—¡¡Aléjenlos de mí!! —exclamó con desespero mientras señalaba a aquellos animales—. ¡Me harán daño! ¡Me harán daño!
Todos se giraron a verlos, teniendo cada vez menos idea de lo que sucedía, pues la histeria del hombre era bastante desesperante. No fue sino hasta que el halcón se acercó para posarse en el hombro de Krista, que los demás se fijaron en los rasgos con los que contaban aquellas criaturas.
—¿Hawks? —cuestionó la albina, insegura.
—¡¿QUÉ?! —vociferaron al unísono los presentes, ocasionando que la pequeña ave se apartara momentáneamente.
—¿Cómo fue que sucedió esto? —soltó la chica al tiempo que notaba al halcón revolotear a su alrededor.
—Fue parte de mi quirk —contestó el villano—. Por lo general, las personas se asustan y no reaccionan, pero ellos...
Unos gruñidos y estruendosos ladridos interrumpieron al hombre, quien se hizo bolita en la parte trasera de la patrullera, suplicando que aquel perro no volviera a morderle. En ese instante, se percataron que unas marcas de dientes eran visibles en el brazo derecho del villano. Los oficiales se despidieron, dejando a los héroes desconcertados por la situación.
—¿Cuánto durará el efecto? —cuestionó Miruko sin apartarle la vista a quien se suponía era Endeavor.
—Quién sabe, pero por mientras necesitaran que los cuid... —, ni siquiera había terminado su frase cuando ya sus colegas se estaban apartando—. ¡Vaya héroes! —soltó molesta la alemana.
—Kris, tú los cuidas y nosotros te cubrimos —dijo la coneja regresando a su lado—. Ya sabes que los demás tenemos obligaciones... Y sé que tú también, chica. ¡No me pongas mala cara! Pero hey, creemos que serás la mejor opción para esto.
Observó a los demás, quienes asintiendo raudamente se fueron alejando hasta dejarla sola por completo. Un pesado suspiro escapó de los labios de la fémina, quien observando a ambos "héroes", se resignó a llevarlos a su hogar.
En principio, le costó mucho que Endeavor cooperara, pues éste parecía no querer ser cargado para así surcar por el aire la ciudad. Duró veinte minutos tratando de convencer al pobre can de que confiara en ella, mientras que el halconcito le revoloteaba de lado a lado al perro, generando que éste ladrara con molestia.
Cuando por fin lo consiguió, tomó rumbo a su morada, donde dejando a ambos animales en la sala de la misma, fue a cambiarse a su habitación. Estaba por quitarse las prendas inferiores cuando notó que Keigo se encontraba en la cama, observándola con atención. Hubiera seguido con sus acciones de no ser porque en aquel momento, el can ingresó hasta donde se encontraba para luego de observarla un segundo, echarse a correr fuera de la habitación.
—No puede ser... ¡¡Endeavor me acaba de ver en ropa interior!! —gritó, cubriendo su rostro mientras oía el gañido de la pequeña ave—. Es tu culpa —apuntó hacia ésta quien en ese momento volvía a revolotear a su alrededor.
Valiéndose de su quirk, logró "escapar" de aquella ave rapaz para así encerrarse en el baño y terminar de cambiarse. Una vez lista, salió del sitio para dirigirse a la sala, encontrando al gran perro escondido tras el sofá. Se acercó hasta el mismo, pero cuando iba siquiera a acariciarle la cabeza, el halcón se lanzó contra su mano, clavando sus garras para luego apartar la misma.
—¿Pero qué...?
Aquella acción por parte de quien se suponía era Keigo, le había causado una serie de rasguños profundos, por lo que el brote de sangre proveniente de la herida no se hizo esperar. Fue a buscar su botiquín para vendar su mano, mientras que oía los gañidos y gruñidos provenientes de los "héroes", simbolizando una discusión.
—Oigan... Ya —expresó sin verlos—. Supongo que pueden entenderme. Sólo... Contribuyan conmigo, ¿sí?. De verdad que ha de ser horrible estar en su situación y tanto como ustedes, deseo que vuelvan a la normalidad.
Tras esas palabras, el silencio reinó en el sitio, por lo que con la preocupación recorriendo su interior se giró a ver en donde se encontraba aquel par, notando que ambos la estaban viendo fijamente. Suspiró y una vez terminó de tratar su herida, se dirigió a la cocina.
Ingeniándose un poco logró preparar dos platillos distintos, la comida de Hawks era sencilla por lo que simplemente pidió pollo frito, para Endeavor cocinó kuzumochi y mientras que para ella, una sopa de papas. Luego de la comida, el can le dio una reverencia a la chica, alejándose con rumbo a la sala, donde se acomodó sobre la alfombra.
Keigo por su parte y luego del incidente, no se separaba de Krista, por lo que si no revoloteaba a su lado, se posaba en su hombro, frotándose contra su cuello y mejillas, como si aquello representara una especie de disculpa hacia ella.
La tarde se había pasado rápido gracias a un par de series y películas, las cuales ambas criaturas observaron junto a la chica. Endeavor se había quedado dormido en la alfombra mientras que la azabache se dejó llevar por Morfeo en el sofá y Hawks se había colocado entre sus brazos.
Cerca de la siete de la tarde, el rubio abrió los ojos, sintiendo la respiración pesada de la chica sobre su melena. Dirigió su vista hacia ella, detallando sus facciones y extendiendo su mano para acariciar su rostro, percatándose de que regresó a la normalidad.
—¡Soy normal de nuevo! —gritó emocionado, despertando a los presentes.
—¿Qué sucede? —cuestionó Krista con pesadez.
—Ya pasó el efecto de ese raro quirk. ¡Somos normales! —vociferó Keigo.
—Eso es...
La azabache no había podido completar su frase, cuando llevó sus manos a uno de los cojines del sofá para cubrir su rostro con el mismo. Hasta el momento y gracias a su felicidad, el rubio no se había dado cuenta de que estaba desnudo, lo cual implicaba que el mayor de ellos también se encontraría en dicho predicamento.
—¡¡Hawks, ve a cubrirte!! —ordenó Enji avergonzado luego de percatarse de la situación, habiendo ido tras una de las puertas.
—Pero, si tú también estás...
—¡¡Ni te atrevas a decirlo!!
—Pero, Endeavor....
—Pero nada, ve a cubrirte y luego me ayudas a buscar algo de ropa.
—Una dama como Kris, no tendría tela para cubrir semejante...
—¡¡HAWKS!!
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