Al día siguiente, hicieron sus maletas, se despidieron de la directora puesto que no tenían amigos, eran los "extraños".

Bajaron los escalones y vieron a sus nuevos "padrastros", subieron al auto y dijeron adiós.

Iban en el auto muy atemorizados, se tomaron de las manos y se vieron mutuamente unos a los otros a los ojos, se apretaron muy fuerte pues tenían mucho miedo.
Después de unas horas, llegaron a la casa,  era algo extraña. Dentro de un bosque frío, y ellos pensaron que tal vez sea así sólo por fuera...
Pero no era así.
Cargaron sus maletas y se metieron, comenzaron a explorar.
Tenían un dormitorio pequeño cada quien pero, Walker dijo que no quería estar lejos de sus hermanas, entonces en el cuarto más grande de la casa pusieron las tres camas, se establecieron ahí, Ashely sin tomarle importancia a nada se puso sus audífonos y comenzó a escuchar su música.
Anny y Walker sólo querían andar de "pillos" fisgoneando.
Pasaron unos días, se podría decir semanas.
Ellos ya conocían la casa, al menos eso pensaban.

Algunos cuartos estaban con llave, por ejemplo el sótano, el ático y una habitación arriba que por alguna razón tenía el nombre de Kim.
Un día Ashley escuchaba su música a todo volumen, no tenía nada más que hacer pues todavía no los podían inscribir en alguna escuela secundaria o preparatoria.

Así que tenían tiempo de sobra.
Walker jugaba fútbol afuera.
Anny por curiosidad quiso ver que había en el ático.

Vió que su padrastro guardaba las llaves en su recámara, ella echó una mentira de que había algo en el bosque para que fueran a revisar, mientras ellos estaban afuera ella se fugó a su habitación y buscó como loca, hasta que las encontró, su madrastra tenía que salir a unos "asuntos" así que su padrastro la llevó y ellos se quedaron solos en casa, al salir de la puerta sólo se escuchó un:

—¡Ashley estás a cargo! —de su padrastro.

Anny quiso ver que había ahí así que subió las escaleras y trato de abrir los candados.
Cuándo de repente...