Parte sin título 16
-Por última vez ¡Yo no secuestre a Albafica!
-no te creo mocoso, eres el principal sospechoso. Los vecinos te vieron merodeando su casa, antes y después de su desaparición ¿Por qué le acosabas?
Manigoldo bufo molesto, no podía negarlo, varias veces fue a la casa de Albafica con la intención de invitarle a salir...pero siempre se acobardaba y salía corriendo. Las veces posteriores al secuestro era acompañado por el peli celeste, el chico quería disculparse con su padre por lo ocurrido, por lo que ya no era uno, sino dos los que salían corriendo de ahí, pero la gente solo veía a Manigoldo.
-¡escucha! Español de Mierda ¡Jamás lastimaría a Albafica! ¿Entiendes? Yo solo quiero protegerlo
-¿lo quieres proteger?...así que aún está vivo ¿Dónde lo tienes? ¿Es al único que secuestraste? ¿Acaso tienes que ver con la desaparición de los demás estudiantes? ¡Responde!
Manigoldo le vio con odio y desvió la mirada, esto enfureció al Español que no tardo en rodea la mesa que les separaba y sujetar al chico de su camisa, elevándole hasta su altura.
-¿Qué diablos paso en el metro? ¿Por qué atacaste a los trabajadores? ¡Habla mocoso!
El Cid lo zangoloteaba, pero él solo apretaba los labios, manteniendo la mirada, de que le serviría contar la verdad, lo tacharían de loco.
-¡Cid!
Sísifo no tardo en ingresar y detener a su compañero, con trabajo logro sacar a su pareja de la habitación.
-Déjalo.
-fue él Sísifo, estoy seguro.
-te creo, pero. Entiende, estas actuando mal. El chico es menor de edad y lo estas interrogando sin un adulto presente, tienes que calmarte. Ya envía el arma a laboratorio, en cuanto se descubra a quien pertenece la sangre lo acusaremos de asesinato, mientras tanto debes controlarte...por el momento mándalo a la celda junto a su abuelo, tranquilízate y vamos a preparar el caso.
El hombre acepto, un oficial fue por el joven y le llevo a una celda, mientras los detectives se marchaban a su oficina.
-¡esto es un atropello! ¡Exijo hablar con un abogado!
-¡sáquenme de aquí, están cometiendo un error!
-¡puedo explicar lo de la sangre!...OK ,tal vez no ¡pero juro que no lastime a nadie!...casi, aparte ¡ese auto ya estaba abollado!
-viejo, mejor no hables ¬¬.
-soy muy joven y guapo para estar en prisión T-T.
***...***...***...
-¿Qué te dijo ese anciano?
-¡ah! una serie de tonterías, no cabe duda de que está loco.
-¿enserio?
-sí, de acuerdo con el viejo, ellos no secuestraron a Albafica, fue el exnovio de este, Minos, el cual piensa sacrificarle durante el eclipse, pero eso no es todo, el viejo dice que Minos y sus amigos se transforman en terribles monstruos, que el espíritu de Albafica ha estado viviendo con ellos y ellos solo desean ayudarle ¿lo puedes creer?
-de verdad está loco.
-te lo digo.
***...***...***...
El heleno se encontraba preocupado, ese motociclista le había dicho que Manigoldo se encontraba en problemas, por lo que fue en su ayuda. Pero ya había a recorrido gran parte de las cloacas y nada, ni rastros del cangrejo, viejo y joven.
-¿estás seguro de que lo dejaste aquí?
-¡que sí! Te digo que esas cosas nos perseguían, él me ordeno ir a buscarte y se quedó aquí...tal vez ese viejo vaquero le ayudo.
-mmm, no lo creo, tampoco veo rastros de Sage.
Reaparecieron en la superficie, ya era tarde y la calle estaba desierta, los únicos que se encontraban ahí era un grupo de cinco animas, las cuales charlaban de lo sucedido.
-les digo que era un ave enorme, la vi sobrevolando mientras espantaba a unos ebrios.
-¿de verdad?
-sí, era aterradora.
-pues yo escuche mucho ruido pero...no sé, el ambiente era raro, por lo que preferí no asomarme.
-sí, a mí también me pareció algo raro...luego ese par de locos que se llevó la policía, cada día los vivos se ponen peor.
¿Par de Locos? Kardia se acercó a la mujer que hablaba en ese momento.
-oye, vieja ¿Cómo era ese par?
La anciana le miro molesta, pero no dudo en contestar. Kardia solo bufo...tenía que ser.
***...***...***...
-¡Maldita sea, déjeme salir, tengo que buscar a Alba-chan!
-¡Esto es un atropello, exijo un abogado!
-¡sáquenos de aquí!
-¡ya cállense!
-guarden silencio ¡Quiero dormir!
-¡Silencio!
-¡cállenme si pueden!
Los gritos de abuelo y nieto resonaban por todo el lugar, los demás presos estaban hartos, al igual que el carcelero en turno. El oficial se acercaba furioso, sus pasos resonaban en el amplio pasillo, desde que llevaron a ese par se la pasaron gritando, ya le dolía la cabeza. Desenfundo su macana y puso su mejor cara de malo, mientras se acercaba golpeaba los barrotes de las celdas contiguas, al llegar frente a los cangrejos golpeo con fuerza, pero estos no se inmutaron.
-¡quieren callarse de una vez, me tienen harto!
-¡como si me importara!
-¡no puede callarnos, tenemos derecho a gritar!
-¡cierto, cierto!
-Es derecho a guardar silencio, idiota.
-pues no quiero usar ese derecho ¡déjeme salir!
El chico pego un grito frente a la cara del oficial, el cual se vio en la necesidad de cubrir sus oídos y soltar la macana, molesto arrojo un puñetazo contra el menor, pero Sage le alcanzo a quitar, por desgracia Manigoldo estaba eufórico, por lo que mordió el brazo del hombre antes de que este lo retirara.
-¡Manigoldo, suéltalo!
¡aghhhh!
-grrrrr!
Sage jalaba a su nieto para que soltara al oficial, pero este parecía perrito de pelea y entre más lo jalaba, más mordía. Estaban tan enfrascados en su riña que ninguno de los tres noto como la macana se elevaba del suelo, ante la mirada asustada de algunos presos. Un golpe seco y el pobre uniformado termino en el piso.
-¡Kardia!
El heleno sonreía divertido, tomo las llaves y libero a sus amigos, Sage salió cargando a su Manigoldo de pelea, que continuaba gruñendo al inconsciente oficial.
-ja,ja, no puedo creer que terminaran en la cárcel.
-ya cállate, salgamos de aquí.
Salieron caminando y llegaron a la recepción, donde se encontraron con otros tres guardias noqueados.
-... ¿Qué? Si no los dejaba ko alertarían a los demás
-hay, esto no podría ser mejor.
Continuaron hasta le recepción, el lugar estaba repleto de policías, presuntos delincuentes y demás, comenzaron a andar, directo a la salida.
-¿ya llegaron los resultados?
-aun no, esas cosas tardan un poco, lo sabes.
-sí, pero solo podemos retenerles por ocho horas y...
-cálmate, llegaran.
Sísifo y Cid bajaban las escaleras, el español estaba ansioso por encerrar a esos dos...y descubrir donde ocultaban a ese chico. Estaban a tres escalones cuando su vista se topó con un par conocido. Todo pareció congelarse, las miradas se encontraron y quedaron en silencio, al final fue Manigoldo quien reacciono.
-¡corran!
El chico hecho a correr directo a la salida, seguido por su abuelo.
-¡deténganlos!
Manigoldo empujo a unos chicos, mientras esquivaba a un policía, por su parte Sage brinco a un escritorio evitando a un azul. El español estaba por alcanzar a Manigoldo cuando las luces se apagaron, las lámparas explotaron y la temperatura se elevó un poco, aparte alguien le metió el pie. Todo se volvió un caos, gritos, maldiciones y uno que otro golpe volaron por el lugar, un punto rojo brillo al final y Sage y Manigoldo supieron que ahí estaba la salida.
Pero los detectives conocían muy bien su estación, por lo que no les costó trabajo abrirse paso entre la gente hasta la salida. Las puertas se abrieron y los cangrejos bajaron corriendo las escaleras, seguidos por los detectives.
-¡Aldebarán, detenles!
A media escalera se toparon con un enorme oficial, Sage logró esquivarle pero Manigoldo no.
-¡Alto ahí niño!
-¡Ahhh, suéltame!
El toro levanto a Manigoldo como si fuese un muñeco de trapo, su abuelo intento ayudarle pero fue interceptado por Teneo, compañero de Aldebarán. El Cid se acercaba, amenazante, estaba por sujetar al joven cuando algo extraño paso.
Aldebarán logro sentir como "alguien" doblaba su muñeca, obligándole a soltar el muchacho, después un golpe en su pantorrilla le mando al suelo, seguido por un piquete en la nuca que lo dejo inconsciente. Por su parte Sage logro soltarse de Teneo, golpeo el estómago del chico, lo tomo de la playera y le arrojo contra Sísifo, mandando a los dos al suelo. Manigoldo se echó a correr escaleras abajo, Cid intento seguirle pero Kardia le propino un codazo en la cara que lo sentó en las escaleras.
Pese al aturdimiento el español logro ver como esos dos bajaban hasta la acera, mientras un viejo Sedan verde, estacionado frente a la estación, se encendía solo y les ayudaba en el escape.
-¡Christine!
Gritaron los cangrejos mientras se trepaban al automóvil, Kardia piso el acelerador y escaparon.
El pelinegro no podía creerlo, bajo, tambaleándose, hasta la calle y miro el camino... ¿Qué diablos estaba pasando?
***...***...***...
Ya pasaban de las cuatro cuando esos tres se reunieron con sus amigos, tuvieron que dar todo un tour para deshacerse del auto y regresar. En cuanto entraron Degel, que era el único despierto, corrió a abrazar a su bicho. Se había asustado cuando ese fantasma llamado Arni apareció frente a ellos y conto lo ocurrido, su primer impulso fue ir a buscarles, pero Kardia había dejado un claro mensaje de no ir, que él se encargaría de todo, por alguna extraña razón acepto.
-¿están bien? ¿Qué fue lo que paso?
-¡ah, solo un problemita con la ley!
Sage camino despacio hasta el refri, ya que Shion, Def y Alba estaban dormidos en el sillón, tomo unas cosas y se encamino a la salida, seguido por los demás, comieron en el pasillo, para no despertar a esos tres.
-¡Francesito tenemos que huir! Kardia le abrazo con llanto fingido- La poli nos busca, debemos salir, nos refugiaremos en las montañas, sobreviviremos criando cabras, yo seré Pedro y tu Heidi
-¡que!
-ah, yo quiero ser pedro.
-ni hablar cangrejo, yo lo pedí primero, tu puedes ser el abuelo.
-no, me niego, no estoy tan viejo como él...
-hey chamaco, no seas irrespetuoso.
Esos tres se pusieron a discutir, mientras devoraban la comida. Degel suspiro más relajado, almenos aún tenían sentido de humor. Después de un rato le narraron lo ocurrido, desde el problema con Aiakos hasta su estadía en prisión.
-entonces...¿esa chica también es un monstro?
-eso parece.
-valla, eso es increíble, Kardia ¿acaso había más de tres jueces?
-no, solo eran ellos tres...mmm...podría ser, no sé, tal vez una especia de lacayo, digo, después de todo Aiakos y sus hermanos eran reyes, no dudo que en el inframundo su potestad es igual...
-entones, tal vez Lune sea el lacayo de Minos...
-podría ser...y ese tal Valentine de Radamanthis...o Pandora.
-sí, es posible, como también es posible que ellos se transformen también en bestias.
-ah, esto se complica cada vez más...
-ni que lo digas.
-pues ni hablar...no podemos rendirnos, tendremos que seguir investigando...aunque con esta ropa, no será fácil.
-ni lo menciones abuelo, ya conocen nuestra identidad.
-cierto, adiós a este disfraz de vaquero... ¡ahora seré un monje!
-¡que! por Dios, está bromeando verdad señor.
-claro que no Degel, con la cantidad de padres que recorren las calles, pasare inadvertido.
-de que habla, aquí no pasa eso, solo en el Vaticano, en Roma, los padre aquí visten de forma casual y...
-ya me veo, con una túnica café...no mejor purpura, grande y holgada, aunque mejor me disfrazo de obispó, ante todo el nivel...que bien podría ser Papa, pero ese gorro no me gusta, porque mejor no lo cambia por un casco con alitas, se vería más cool...
-¡no puede ser!
-pues yo seré una estrella de Rock, quiero unas botas de plataforma y una chamarra con picos, me veré genial...
-¡tú también Manigoldo!
-no es justo ¡yo también quiero un disfraz!
-¡claro que no! Kardia no les alientes, aparte... ¡estas muerto! nadie te ve, para que quieres un disfraz.
-pero yo quiero uno.
-¡Que no!
-T-T...Malo
***...***...***...
El café estaba frio, igual que su desayuno, el reloj en la pared marcaba las siete. Aun no podía creer lo que escucho, Aiakos apareció en su casa, herido y muy, muy, molesto. En cuanto cerró la puerta comenzó a reclamarlo por ser tan estúpido y permitir que alguien le viese mientras secuestraba a Albafica.
Minos no lo podía creer, podía jura que sus amigos no sabían nada del incidente con el vagabundo. Cuando el pelinegro menciono a Manigoldo, casi se atraganta con su saliva ¿Manigoldo? pero si él no estaba ahí cuando ocurrió. Pero las sorpresas no terminaban, escucho el enfrentamiento de su amigo contra el italiano y su abuelo, y se sorprendió aún más al saber que estos no les temían y parecían ser acompañados por un ente. El moreno le ordeno resolver el problema, antes de que la policía o Radamanthys se enterasen.
La taza termino estrellándose contra la pared ¡ese Maldito!
Tomo el teléfono y comenzó a marcar, no tardaron ni dos timbrazos para que una calmada voz respondiera al otro lado
-¿diga?
-Lune...tenemos que moverlo.
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Y se terminó, espero que el capítulo les gustara.
Perdón por tardan en actualizar, pero mi temporada de exámenes comenzó y tengo que estudiar, por lo que tardare un poquito para el siguiente.
les mando muchos besos y cuídense mucho.
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