"Querido Chanyeol:

Dejé enrollados de jamón en la nevera, llegaré a las 9, otra reunión.

Te ama, Baekhyun."

Chanyeol suspira y obedece al que es el amor de su vida, calienta los enrollados en el microondas y mientras tanto guarda su filmadora en el estuche al lado del sofá. Cuando el minuto ya ha pasado, Chanyeol disfruta de la comida que su esposo-según-Las-Vegas ha hecho para él, Baekhyun sigue siendo malo en la cocina, pero sus enrollados de jamón siempre han sido su plato estrella,  cada vez que preguntaba este le respondía que era el secreto Byun la razón por la que sabían mucho mejor que los de la tienda y él se carcajeaba mientras seguía comiendo de tanto en tanto.

Encendió la televisión y el DVD, escogió uno de los CDs titulados Park-Byun y colocó el número 4 en la televisión, se recostó en el sillón y esperó a que la imágenes se reproduzcan en la pantalla mientras otro pedazo de comida entraba a su boca.

– ¡Park Chanyeol! Deja de grabarme y vete a perseguir al de los helados que me dio de chispas en lugar de vainilla. – decía Baekhyun mientras cubría su rostro con el helado en cuestión.

Se escuchó una risa del otro lado de la cámara y Chanyeol habló – Pero te ves muy lindo cuando te molestas~ sería una pena no capturar tan bonito momento.

Baekhyun lo empujó en broma y se sonrojó – ¡Yah! Te he dicho miles de veces que no me gusta que me hagas avergonzar, gigante estúpido.

– Me amas y los sabes. – dijo presumido.

– Mi imis y li sibis – remeró – Mejor vamos a casa, me quedé con las ganas de ver Mujeres desesperadas.

La cinta se cortó ahí y empezó otra, Chanyeol agradeció el haber estudiado un curso de edición para no tener que sacar y meter de vuelta el CD, era mejor documentar los momentos cuando podías encontrarlos fácilmente.

– ¡Chanyeol! ¡Encontré otro! – Baekhyun sonreía en medio del prado, levantando en sus manos lo que era un diente de león.

Chanyeol corriendo se acercó a él – Pide un deseo.

El pelinegro (nueva situación romántica, nuevo tinte, chingus) rió – ¿Aún crees en esas cosas?

– No esta de más intentar.

El otro suspiró pero asintió de todas formas – Entonces, deseo que-

Chanyeol puso una mano en sus labios – No se dice, Baekhyunee, sino no sirve la magia.

Baekhyun rodó los ojos y refutó – ¡Eso es ridículo!

– Solo hazlo, princesa~

El otro pisoteó en desacuerdo pero cerró sus ojos de todas formas, estuvo así un rato hasta que los abrió y soplo el diente de león. – Ya está.

– ¿Qué pediste? – preguntó.

– Chanyeol, la curiosidad mató al gato.

– Pero yo no soy un gato.

Baekhyun rió.

– Bésame – ordenó y Chanyeol obedeció – Deseo cumplido.

Se cortó por un momento el video en tanto cambiaba el espacio, los enrollados ya habían desaparecido y Chanyeol tenía migajas en los pantalones. Baekhyun probablemente lo reprendería porque era él a quien le tocaba la lavandería esa semana, pero Chanyeol sabia tranquilizar a Baekhyun perfectamente.

Diez segundo de cosquillas, cinco minutos de besos y dos horas de minos en el sillón y Baekhyun estaba ronroneando -metafóricamente- sobre su pecho.

– ¡Digan Feliz navidad!

– ¡Feliz navidad! –gritaron todos mientras brindaban y bebían del champán burbujeante en sus copas.

Era 24 de diciembre, habían pasado noche buena en casa de los padres de Chanyeol, compartieron una deliciosa cena e intercambiaron regalos (El que Yoora le regalara a Baekhyun un pijama muy revelador, fue en cierto punto incómodo y divertido en una bizarra combinación)

Su madre y Baekhyun bromeaban entre sí, se empezaron a llevar bien desde que Baekhyun iba a conversar todos los miércoles a Viva Polo con la madre de Chanyeol, hablar acerca de él y lo bonito de su relación de dos años y medio en ese entonces.

Chanyeol amaba ver a su madre reír junto a Baekhyun.

Estaban por dar las doce, todos fueron a la parte delantera de la casa a ver los fuegos artificiales, pero Chanyeol y Baekhyun subieron a la habitación del alto.

Baekhyun se echó en su cama, suspiró y se sentó. – Chanyeol ya te dije que me siento incomodo haciéndolo en casa de tus padres, que este sea un fetiche tuyo no significa que yo deba seguirte el paso.

El gigante rió y se sentó junto a él. – No es un fetiche y no vamos a hacer nada.

– ¿A no? – le miró extrañado y él solo entrelazó sus dedos.

– Nop. – a continuación, Chanyeol sacó una cajita de uno de sus bolsillos, era de terciopelo rojo y con una cinta blanca. – Yo en realidad quería darte esto.

Baekhyun abrió desmesuradamente los ojos – N-No es m-muy pronto, Yeolee.

– Nunca es pronto cuando se trata de ti.

Chanyeol sacó un collar con un dije y una llave, Baekhyun sin pensarlo suspiró. – ¿Y esto?

El alto se lo colocó en el cuello antes de mirarlo y empezar a explicar – El dije es un corazón con nuestras iniciales y el día que nos conocimos, que tuvimos nuestra primera cita y el día que aceptaste ser mi novio. – Baekhyun se sonrojó. – y esto – levantó la otra pieza – es la llave de un pequeño departamento en el centro, que podremos compartir para estar solos como pareja, podemos ir y venir cuando queramos, y en tres años será completamente nuestro, para cuando decidamos vivir juntos.

Baekhyun sostuvo el collar con fuerza antes de abrazarlo fuertemente – Me siento avergonzado, no tengo nada para darte.

Chanyeol lo aparto antes de decir – All I want for Christmas is you.

Empezaron los fuegos artificiales cuando se besaron.

Y sí, Chanyeol grababa todo.

El gigante sigue sintiéndose un genio al instalar una cámara pequeña en su abrigo cuando pasó esto, nadie nunca lo supo, pero Chanyeol tenía todo documentado en su laptop y todos esos CDs que con tanta paciencia se dedicó a coleccionar. Su primera cita con Baekhyun estaba en el 01 y las vacaciones en Jeju en el 08. Chanyeol tiene tantos recuerdos con Baekhyun como reportajes exitosos, es un brillante periodista después de todo.

Chanyeol llegaba apurado a casa, su mochila colgaba débilmente de su hombro y con rapidez abrió la puerta, sobresaltando a su pequeño novio.

– ¿Y? – preguntó.

Chanyeol suspiró mientras negaba y su cara se transformaba en una mueca de decepción, Baekhyun corrió a abrazarlo – Es una pena...

– Tranquilo, Yeol, habrán más oportunidades, yo sé que-

– Yo quería pasar mucho más tiempo contigo, pero con mi nuevo empleo como periodista no podremos acurrucarnos cada tarde a ver Buscando a Nemo, lástima. – dijo con falsa tristeza, era un mentiroso, estafador de lo peor, ¿ah qué no?

Baekhyun lo golpeó cuando empezó a reír. – ¡Yah con eso no se juega, Chan!

Este solo lo abrazó y recargó su mejilla contra su cabello – Pero es divertido.

– De todos modos, – Baekhyun se paró de puntitas y lo besó castamente – felicidades, gigante.

De todos ese era su favorito, porque luego de eso pasaron la tarde entera besándose sin fin en la cama, Baekhyun le hizo sentir su orgullo y Chanyeol no pudo ser más feliz cuando Baekhyun cantó para él y le dijo que lo amaba una vez más.

Pero el que le seguía siempre le sacaba carcajadas -y escalofríos- a Chanyeol.

Estaban rodeados por muchas personas, las luces plateadas brillaban por doquier y Chanyeol no dejó la mano de Baekhyun ni un solo instante. Las fans a sus lados le asustaban, había unas con cámaras tan grandes como las que usaba en su trabajo y algunas traían consigo cartones con fotos súper derps de los integrantes del grupo al que habían ido a ver.

Chanyeol seguía sin poder creer que S.O.S. tuviera tantos fans.

A su lado, su novio agitaba su lighstick y se le notaba emocionado, muy, muy emocionado.

Chanyeol se sabía algunas canciones pero no todas como el resto de fanáticas presentes que si, se sintió fuera de lugar cuando en medio del silencio, las fans empezaron a cantar Heaven, como le dijo Baekhyun y se incomodó cuando vio a su buen amigo JongDae follarse –prácticamente– un bastón en su cara.

– Es solo Artificial Love, Chan, no hagas tanto drama.

Luego de eso siguieron más gritos (Baekhyun casi le rompe los tímpanos cuando Jongdae pasó delante suyo), más canciones y bailes extraños.

Pero lo verdaderamente extraño vino cuando un tipo moreno abrazó a otro más blanco por la espalda -justo delante de ellos- y el estadio se llenó de gritos y Baekhyun terminó por destrozarle los oídos.

– ¡Kaisoo! ¡Kaisoo, joder! – gritaba su noviecito mientras él seguía grabando todo.

Cuando hubo terminado todo, Baekhyun se le colgó en la espalda como koala y lo obligó a salir del estadio con él a cuestas.

– No sabes cuánto te agradezco esto. – besó su mejilla.

– Todo por amor, Baek, todo por amor.

Escuchó su puerta siendo abierta y pasos perezosos en la entrada, una silueta delgada atravesando la estancia y Baekhyun lanzándose al sillón, descansando la cabeza sobre sus piernas.

– Buenas noches, señorito. – le besó la frente – ¿cómo estuvo el día de mi precioso terroncito de azúcar?

Baekhyun suspiró y él empezó a acariciar su cabello – Eres asquerosamente cursi, Yeolee~

Él rió – Así me amas.

Baekhyun solo siguió viendo la pantalla.

Chanyeol corría por todo el hospital, su pulso a mil y los jadeos cada vez más constantes y erráticos, ¡podría sufrir un infarto ahora mismo!

Esto no podía estar pasando, cuando recibió la llamada fue corriendo al hospital donde le dijeron estaba su novio luego de un accidente de auto. Estaba grave según le dijeron.

Tal vez no sobreviva, le repitió el policía.

– ¿Byun Baekhyun? – preguntó en recepción.

– Habitación 614, sexto piso, pasillo 1. – dijo con una voz casi mecánica la señorita cuya insignia decía que se llamaba Hwang Stephanie – Eres muy fuerte, yo no soportaría ver a mi novio en coma.

¡¿En coma?!

Chanyeol subió corriendo las escaleras, sin poder esperar el ascensor, esquivó a varias enfermeras y a los de seguridad que gritaban que no corriera. Pero a él no le importaba.

Su. Novio. Estaba. En. Estado. De. Coma.

Las lágrimas empezaron a bajar una vez ingresó a la habitación, Baekhyun estaba dormido, había manchas rojas por doquier y tenía raspones en toda la cara y brazos.

Su pequeño bebé, tan herido.

Sollozó sin saberlo, se lamentó el no haberlo acompañado cuando salió, a pesar que Baekhyun dijera que quería ir solo, él debió insistir.

Chanyeol se siente la peor escoria en el universo.

Su cara estaba bañada en lágrimas y sostenía con fuerza la mano de Baekhyun, esta aún le proporcionaba calor a pesar de lo inerte de su estado.

Se levantó y besó su rostro muchas veces, la nariz, los párpados y labios, Baek no se movía.

Y Chanyeol lloró más fuerte.

– ¿En serio te la creíste? – Chanyeol se sobresalto cuando vio a Baekhyun abrir los ojos y hablarle con toda la naturalidad del mundo.

¡¿Qué diablos está pasando?!

– P-Pero t-tú...

– Chanyeol, definitivamente no sabes diferenciar entre maquillaje y heridas de verdad, ¡me decepcionas!

Chanyeol parpadeó repetidas veces antes de abrazarlo desesperadamente – Estas bien.

– Sí, lo estoy. – Baekhyun acarició su cabeza. – No podría morir o volverme un vegetal el día de tu cumpleaños.

De la nada, Sehun, Minseok y Luhan aparecieron por la puerta, cargando un pastel de chocolate con su nombre en glaseado blanco. Con globos y un cartel que decía #HappyChanyeolDay

– ¡Feliz cumpleaños, mi gigante!

Resultó que Baekhyun nunca tuvo un accidente, que solo fue un maquiavélico plan suyo para darle una sorpresa de cumpleaños algo despiadada. Muy cruel, sí, muy cruel.

– Sigo preguntándome por qué sigo contigo después de eso.

– Me amas, no hay mayor explicación. – dijo presumido–.

– Tienes tanta razón.

Habían ido a inspeccionar el primer proyecto de Baekhyun, la construcción de un complejo habitacional. El más bajo estaba emocionado y no dejaba de llevarlo por donde sea que se le ocurriera.

– Y allá habrá un gran patio de juegos para los niños que vivan aquí – lo jaló a otra parte – y por ahí empezarán a colocar las columnas del primer piso, ese es mi favorito, tendrá un lovi y una bodega para los inquilinos.

A Chanyeol le gustaba ver a Baekhyun tan entusiasmado con su trabajo, había luchado mucho por eso y ya empezaba a rendir frutos.

– Baekhyunee todo suena maravilloso~

– Lo es, ¿no es así?

Baekhyun lo abrazó antes de susurrar – ¿Lo estoy haciendo bien?

Chanyeol lo abrazó de vuelta – Lo haces excelente.

– Me siento feliz, Chanyeol.

El alto rió antes de agregar – Yo también, Baekhyunee.

Baekhyun se había sentado entre sus piernas, su espalda contra su pecho y sus dedos jugueteaban con la mano de Chanyeol.

– ¿Comiste?

– Los enrollados de mi princesa no se iban a echar a perder, obviamente lo hice, Baek – le besó la coronilla.

– Sigues diciéndome princesa, Yeol. – tarareó.

– ¿Te molesta?

Negó antes de sonreír – Me encanta.

Estaban haciendo la mudanza, al fin habían decidido vivir juntos y terminaban de pagar el departamento en un mes, todo estaba regado por ahí y Chanyeol no veía la hora de dejar la ultima caja.

– ¡Terminamos!

– Las más agotadoras horas de mi vida – suspiró su novio.

– Pero tú no cargaste nada, Baek.

– Estuve animándote el día entero, suficiente ejercicio para toda la vida.

Ambos se recostaron en el sillón antes que Baekhyun se acercara a una de las cajas y la abriera.

– Empecemos a acomodar, sino viviremos en un basural antes de siquiera habitar decentemente la casa.

Baekhyun empezó a sacar las fotografías, las veía detenidamente y sonreía cuando los recuerdos invadían su cabeza, en una de esas un viejo papel cayó, el más bajo lo recogió.

– ¿Qué hay aquí?

Cuando Chanyeol vio el papel en su mano, sonrió antes de contestar.

– ¿Por qué no lo averiguas tú?

Se acercó a Baekhyun y apoyó la mejilla en su hombro, Chanyeol empezó a leer en voz alta lo que Baekhyun leía mentalmente.

– " Se su realidad. Atte. Byun Myungsoo "

Baekhyun permaneció en estado de shock unos segundos antes de hablar – ¿C-cómo t-tú... conseguiste esto?

Chanyeol suspiró y se dedicó a limpiar las lágrimas que descendían por sus mejillas. – Baekboom me lo dio cuando conocí a tu familia, en ese entonces estaba confundido sobre nuestro futuro, pero ahora siento que debería agradecerle a tu padre por el consejo.

Baekhyun se sentó en su regazo y lo abrazó – No pudiste decírmelo antes, ¿no?

– Supuse que sería mejor si te enterarás por ti mismo.

Baekhyun lo golpeó y escondió la cabeza en su cuello – Te amo, Chanyeol.

Él rió – Yo te amo más, Baek.

– Myungsoo puede ser el peor padre de la historia, – dijo Chanyeol, su cabeza al lado de la de Baekhyun como esa vez – pero daba buenos consejos.

– Lo sé – suspiró – Créeme que lo sé.

Un silencio cómodo se instaló en la habitación, roto únicamente por Baekhyun en un comentario improvisado – Gracias, Chanyeol.

– ¿Por qué?

– Por ser mi realidad.

Luego de eso se besaron y se perdieron la mejor parte del vídeo.

– Baekhyunee, di hola a la cámara, Baekhyunee. – el bajito lo miró y le sonrió haciendo un corazón con sus manos – Hola, novio mío. ¿Me extrañaste?

Baekhyun rió pero regresó a su labor de lavar los platos de la cocina aún con Chanyeol grabando por detrás – Tú sabes que sí.

La cámara se mueve un poco antes de que Chanyeol los esté grabando a ambos, Baekhyun con espuma en la mano y él sosteniendo una tablita de madera – Me gusta tu honestidad, Baek.

– Solo me ahorró la molestia de tener que soportar tus quejidos por mentirte a ti, precisamente a ti. – le picó el pecho ensuciándolo con la espuma.

– Yo sé que me amas. – dijo petulante.

– Ajá, sigue creyendo lo que quieras, Chanyeol. – se secó las manos y se encaminó a la sala para echarse sobre el sofá.

– Eso no fue lo que dijiste cuando hicimos el am...

– ¡Mucha información para todos, Chanyeol, gracias! – se cubrió la cara con un cojín y le lanzó otro. – Sigue con tus asuntos, acosador.

– Pero ya no soy un acosador.

– Me acosas a mí, eso te convierte en un acosador.

– ¡No es verdad!

Chanyeol hizo un puchero y Baekhyun se rió de él, el gigante seguía siendo muy infantil.

– De todas formas, ¿qué haces?

– Te grabo a ti y tu escultural cuerpo una bella mañana de domingo.

– No, tonto, me refiero a la tablita.

– ¡Oh, ¿esto?! – Baekhyun asintió – pues, tendrías que acompañarme para verlo, así que apúrate, Baekhyunnie.

La escena se corta ahí, durante solo unos segundos, pero Chanyeol y Baekhyun están tan ocupados demostrándose su amor en el sofá que ni siquiera pudieron notarlo.

– ¡Baekhyun apúrate! – Chanyeol está sobre una gran colina, mientras Baekhyun intenta subir sin morir en el intento.

– Sería más fácil si me ayudaras, no crees. –dijo con molestia, Chanyeol bajó hasta llegar a su pequeño y lo cargó en su espalda, subiendo con él lo que quedaba del tramo.

– Es aquí.

Baekhyun ve frente a él un gran roble, las hojas verdes dejan pasar el sol a través de ellas y la suave brisa mueve su cabello.

Es una bonita sensación, la paz hasta se puede respirar y un sentimiento de tranquilidad lo abraza, al mismo tiempo Chanyeol ha colocado la tablita con una inscripción escrita en uno de los laterales del gran árbol.

– Cuando era adolescente, mi abuela antes de fallecer me trajo a este lugar, me dijo que ella encontró su amor en un vendedor de helados que la consoló cuando su cita la había dejado plantada en este mismo árbol, me dijo que el destino siempre tuvo preparado algo para ella, que el que mi abuelo haya aparecido justo cuando sus primeras lágrimas empezaron a salir no fue casualidad. – suspiró y entrelazó sus dedos – El destino existe, Baekhyun, es tan impredecible y certero que no sabes de qué es capaz, pienso que tal vez tu destino fue encontrar a la realidad de tu fantasía y el mío encontrar la cura a mis corazones rotos.

Un último suspiro y Chanyeol siguió hablando – Y ahora que te tengo a ti, es hora de cumplir con la promesa que le hice a mi abuela antes de morir.

Chanyeol empezó a clavar la tablita en el árbol, Baekhyun a su lado solo veía lo que hacía cuando una lágrima traicionera recorrió su mejilla.

Definitivamente amaba a Park Chanyeol.

– Le dije que una vez encontrara mi destino yo regresaría a este lugar y dejaría mi marca en él, como símbolo del nuevo empezar que tomaba este Chanyeol y no podría ser mas feliz de iniciar una nueva vida contigo, Baekhyun. Te amo y prometo hacerte feliz, devolverte mil veces más las sonrisas que me regales, regalarte los besos que necesites, acurrucarte en mi pecho cuantas veces lo desees, seré tuyo así como tú eres mío.

Baekhyun asintió, su sonrisa era inmensa y las lágrimas de alegría se intensificaron en un torrente de placenteras emociones. Baekhyun se sentía feliz, completo, real. – Solo si prometes no dejarme.

Chanyeol lo abrazó y juntos bajaron la colina con los dedos entrelazados – ¿Crees que sería tan estúpido para hacerlo?

Aún tres años después de eso, la tablita de madera sigue clavada en aquel roble, cada persona que pasa por ahí no puede evitar quedarse mirando lo escrito en ella y aunque tal vez nunca lo sepan, esas cuatro palabras son el resumen de una gran historia.

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NOTA: Pos a llorar (?)
Muchísimas gracias a todos -nunca me cansaré de agradecer xD- los que leyeron, votaron, comentaron y compartieron esta pequeña y amorfa historia ❤

El epílogo está dedicado a @justmaryfer la primera lectora que comentó y aunque tal vez ya no lo lea XD espero le agrade alguito ^^
Va a mostrarse como concluida, pero tranquilas los extras los subiré pronto (?) o lo intentaré xD

Psdta: En el último capitulo, Baekboom le entra un sobre a Chanyeol, esa es la carta a la que se refieren, por si no entendieron (?) bye~