Nos besábamos en el sillón mientras "veíamos" una película pero la verdad es que moría por llevarte a mi habitación y hacerte mía una vez más. En cuanto mis compañeros de piso se fueron y quedáramos solas, te susurre al oído.

-Es mejor que subamos.- No espere tu respuesta, tus ojos me decían que tenías las mismas ganas que yo. Te levanté sujetandote por las piernas, enredaste tus piernas en mi cintura y seguimos besándonos mientras yo caminaba lo más rápido que podía hacía mi habitación.

Cerré la puerta sin soltarte y te acosté en la cama, nos volteaste de posición haciendo que me sentara y tu quedaras sobre mí. Quite tu camisa y la mía a una velocidad que no me esperaba, tu sostén voló a algún lugar de la habitación, saboree tus pezones de una forma muy lenta y proseguí a deshacerme de tu pantalón, estorbaba mucho, y sentí tu humedad a través de tu ropa interior. Mordí el lóbulo de tu oreja y mi mano se coló dentro mientras que con la otra se ocupaba de tus senos.