Alexa observa en silencio a Chris mientras él hace el intento de comenzar a hablar, pero siempre se detiene.

—La llamada no fue lo que pensaste —dice primeramente el actor —. No fue lo que tu imaginación te hizo creer.

—¿Qué fue lo que creí, según tú? —cuestiona la chica.

—Yo nunca estuve con Ana. En esa ocasión estábamos celebrando que se terminó la gira de promoción y por unos minutos dejé mi teléfono en la mesa, entraron tus insistentes llamadas y se le hizo fácil responderte —explica.

—Demasiada confianza, ¿no crees?

—Alexa...

—¿Sabes cómo me he sentido la última semana? Me tachaste de loca y controladora, ignoraste mis miedos e inseguridades...

—No lo hice, simplemente estabas muy paranoica...

—¡Ya ves! De nuevo soy yo la que piensa e imagina todo —dice Alexa y se levanta del piso para luego dar un profundo suspiro —. Mira, tengo muy clara tu personalidad, que hasta cierto punto eres muy galante y adorable con las personas, en especial con las mujeres. Pero tu actitud durante esa gira me hizo pensar demasiado, o sea, no era algo cariñoso de amistad o hermandad como con Scarlett y Elizabeth, fue muy diferente tu actitud con ella.

Chris no dice nada y sólo baja la mirada.

Alexa lo observa de nuevo, en un intento de descifrar sus emociones, pero no logra algo.

—Pero yo te amo a ti —murmura el actor.

—Pero no me puedes negar que aquella mujer te pareció hermosa y no pudiste desaprovechar la ocasión para coquetear con ella, juguetear y darle señales raras, a pesar de que yo soy tu novia.

—Eso no debería importarte.

—¿Y qué? Me quedo como tonta mientras mi novio coquetea con otras mujeres de forma descarada y yo lo espero con una sonrisa hipócrita, ¿eso quieres?

Dice por último y sin más, sale de la habitación.

Chris tarda un par de minutos meditando las palabras de su novia, tal vez tenga razón; pero de igual forma, sabe que los sentimientos que tiene por Alexa son puros y que nunca ha amado a alguien como lo hace por ella.

De inmediato sale de la habitación y comienza a marcarle a su teléfono, pero el sonido lo escucha dentro del cuarto y se da cuenta que ella ha dejado el teléfono en la mesa en donde se había golpeado anteriormente. El elevador está ocupado, así que tiene que bajar algunos pisos por la escalera. La busca por varios lugares, la piscina, el restaurante y el bar, pero no la encuentra por ningún lado.

Invierte más de una hora en su búsqueda, pero resulta no tener éxito. Pide apoyo a algunos empleados del hotel, pero no la encuentran por ningún lado.

Chris opta por salir del hotel y buscarla en los lugares cercanos, y la encuentra, está sentada en la barra de una heladería mientras come. El actor les avisa a los empleados que ya ha hallado a su novia y se dirige al establecimiento. La chica se encuentra sentada en una silla alta y mueve sus pies que no logran tocar el piso, tiene una gran copa de helado a la mitad y juguetea haciendo bolitas con una servilleta.

—¿Por qué te fuiste? —cuestiona él sentándose a su lado.

—Quería helado, y Sebby y Mackie no me lo van a comprar, estoy segura.

—Estábamos hablando.

—Nope, yo estaba hablando y tú respondías cosas tontas, eso no cuenta, pero espero que eso sea suficiente para los helados que me prometió ese par —afirma ella.

Chris suspira y de pronto siente que algo golpea su rostro: Alexa le está arrojando a la cara las bolitas de papel que ha hecho.

—Si ya no me quieres deberías decírmelo, en serio, puedo pedir más helado para calmar la tristeza, es delicioso —afirma.

—¿Quieres terminar? —cuestiona él.

—Yo no, pero tú pareces inseguro. Con confianza, ya terminó el año de prueba, pero puedes devolverme a mi departamento sin problema —sugiere la chica.

—No quiero eso, créeme. Te amo y no te quiero lejos.

Una nueva bolita de papel se estampa con su rostro, aunque esta se nota húmeda y pegajosa.

—Lo siento, mi helado se derrite —dice la chica y le arroja una nueva bolita de papel remojada en helado derretido.

—Te amo, ¿sí? Amo esto de ti. Amo que puedas hacer cosas tan infantiles mientras hablas como una persona madura o nos encontramos en un momento tenso. Amo que hables la mayoría del tiempo con referencias de series o películas, es divertido. Amo lo madura que puedes ser en varias ocasiones, y lo infantil que puedes ser en otras. Eres perfecta para mí.

Alexa observa que Chris lleva la mano a su bolsillo del pantalón y lo detiene.

—Ni se te vaya a ocurrir pedirme matrimonio ahora porque no es el momento —murmura ella de forma apresurada, pero Chris sólo saca su teléfono.

—No lo haría, al menos no ahora —responde el actor y ella asiente aliviada —. Quiero que esto funcione, Alexa, déjame hacerte olvidar tus inseguridades y demostrarte lo mucho que te amo.

—¿Sexo de reconciliación? —cuestiona ella jugueteando con sus cejas.

—¿Eso significa que me perdonas?

—Estoy confiando en ti. No tienes idea de lo mal que me sentí en estos últimos días, te amo, Dorito, pero a veces eres un imbécil y a eso súmale mi dramatismo, se hace una bomba.

—Nunca habíamos tenido una discusión así.

—No habías trabajado con una actriz muy bonita con la que coquetearas tan descaradamente.

—Alexa...

—Chris, lo entiendo, créeme que lo hago, eres un actor y con cada compañera que trabajes te relacionarán, y hasta en ocasiones me advertías los chismes que vendrían, pero ahora fue otra cosa.

—Lo lamento, cielo —murmura él y la abraza.

—Prometo no alterarme tanto —afirma la chica pegada al pecho de su novio.

—Y yo prometo contarte todo y escucharte —dice él.

Ambos se levantan de las sillas, pero Alexa no camina y detiene a Chris jalando la manga de su camisa.

—¿Puedes pagar? Olvidé mi bolso en el hotel y esperaba a que vinieras por mí para que tú pagaras —afirma la chica.

—¿En serio me esperaste aquí por más de una hora? —pregunta y ella asiente con la cabeza —. ¿Y si no te hubiera encontrado?

—Siempre lo haces, dorito, siempre llegas a mí. Confiaba en que me buscarías y vendrías aquí a pagar mi cuenta por el consumo excesivo de helado—dice la chica con una sonrisa.

—Te amo, cielo —dice Chris y la besa.

Luego de pagar, la pareja camina hacia el hotel tomados de la mano.

—Nunca había pagado una cuenta tan larga por helado de una sola persona —comenta él.

—Estaba triste, necesitaba helado —se defiende la chica —. Además, tendrás tu pago con cuerpo, ¿qué más quieres?

—¡Alexa! —exclama Chris sonrojado, pues unas personas que pasaban a su lado escucharon lo que la chica dijo y los han observado de manera rara.

—¿Qué? Es la verdad —dice ella con simpleza —. Te aprovecharás de que la carne es débil y me darás duro contra el muro, macizo contra el...

La chica no puede continuar hablando porque el actor le tapa la boca, pues más gente los observa.

—Amor, por favor —le pide él aún más sonrojado.

Alexa estalla en una carcajada.

—Bien, pero igual espero mi fondue —dice la chica y se cuelga de su cuello —. No calientas el agua para luego no meterte a bañar.

Chris es ahora quien ríe a carcajadas.

—Ve a tu habitación, daré de baja la mía para irme a la tuya. Voy por mis cosas y te alcanzo allá —dice el acariciando la espalda de su novia.

—Bien, pero si llegas y estoy dormida, es porque te tardaste demasiado y que anoche me desvelé viendo películas dolidas.

—Te despierto, no hay problema.

Alexa le sonríe y antes de irse le propina una fuerte nalgada al actor, que sólo la observa sorprendido y ella le guiña un ojo antes de tomar el camino hacia su cuarto.

Chris por su parte, hace los trámites pertinentes y luego sube a su habitación para tomar su pequeña maleta y trasladarse con su novia.

Pero antes de salir, saca del bolsillo de su pantalón, un bonito anillo de oro con un diamante en el centro, rodeado por pequeños zafiros. Lo observa un poco y luego lo mete en una cajita de terciopelo, para luego esconderlo entre sus cosas.

—Supongo que aún no era el momento, pero pronto lo será —dice para sí mismo y sale de la habitación. 

¡Chan, chan, chaaaaaan!

¿Acaso no lo vieron venir? :D

¡Gracias por leer! 

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¿Qué opinan de lo que Chris estuvo a punto de hacer? ¿cómo creen que se lo proponga o cuándo? 

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