Yacías en lo que parecían ser las rendijas de una caja metálica la cual iba a mucha velocidad hacia arriba.

Te incorporaste, estabas un poco asustada por esa velocidad pero te adaptaste a ella. Y cuando al fin pudiste empezar a enfocar la vista en ese lugar tan oscuro te fijaste en que había cajas con las iniciales C.R.U.E.L. Al leerlas un recuerdo fugaz invadió tu mente pero se desvaneció. Segundos más tarde intentaste pensar en algo que recordar pero no encontrabas nada, ni tu propio nombre.

Estabas confusa y por si no fuera poco no sabías donde irías a parar cuando esa máquina se detuviese. Minutos después empezó a sonar una alarma y la caja paró en seco haciendo que pegases un bote aunque estuvieras sentada. Las compuertas superiores se abrieron dejando paso a una cegadora luz. Sin levantarte te pusiste una mano en forma de visera en la frente para poder vislumbrar mejor. De pronto alguien entró dentro de la caja. Poniéndote más nerviosa de lo que estabas.

Cuando te adaptaste a la luz viste que había entrado un chico, alto y larguirucho, de facciones cuadradas y melena rubia. Después de haber sacado todas las cajas sin prestarte la más mínima atención pareció reparar en ti.
- Oye Newt quien es el nuevo verducho? - oíste que le gritaba un chico al rubio que estaba dentro de la caja.
- Si no te callas Gally no creo que lo averigüemos!- gritó el chico de melena rubia. Éste te ofreció su mano, pero tú te sabías levantar solita, sin ayuda de nadie; no eras una princesita que se tenía que rescatar. Después de levantarte y ver que hacías caso omiso de su ofrecimiento apartó la mano bruscamente.

-Hola, soy Newt, bienvenida al claro verducho.- dijo él mostrándote una amplia sonrisa.

- Que significa eso de verducho?- preguntaste mirándolo rescaradamente.

- Es el nombre que ponemos a todos los nuevos, ya que seguramente no recordarás tu nombre hasta dentro de tres días.-dijo él tranquilamente, cosa que te sorprendió que supiera que no recordabas tu nombre. Y sin darte cuenta habíais salido de la caja, te habías quedado embobada mirándole.

-Que es todo esto?- preguntaste después, asombrada, por el sitio al que acababas de llegar.
Era una grandiosa zona verde con árboles, plantas, huertos, instalaciones; como duchas, hasta literas... Como una pequeña civilización rodeada por cuatro grandes muros que se abrian dejando un gran hueco.

- Esto, verducho, como he dicho antes es el claro. Si me permites te enseñaré todas las instalaciones.- dijo él con un tono muy perezoso, como si estuviera harto de repetir eso cada día.

Te enseñó todas y cada una de las instalaciones, explicándote su uso. Después de la gran recorrida y de su incesante tono neutro ya te habías concienciado de lo principal que era que una organización llamada C.R.U.E.L. os había borrado la memoria y os había metido ahí dentro. Los muros que os rodeaban eran un laberinto del cual tenían que encontrar la salida y que de eso se encargaban unos chicos, los corredores, que se pasaban el día ahí dentro buscando caminos para poder salir, para salvar a los demás, esa idea te encantó. Y por la noche los muros se cerraban impidiendo que los monstruos que habitaban dentro (grandes criaturas de metal), los laceradores, pudieran acceder al claro. Si algún corredor se quedaba atrapado dentro de los muros por la noche, moriría, por el ataque de esos monstruos.

- Me gustaría ser corredora, me veo muy capaz, encontraría la salida y os sacaría a todos de este pozo - dijiste pensando en voz alta, mientras os preparábais para cenar.

- Y eso a que viene verducho?- preguntó Newt con tono sarcástico.

-No me llames así, seguro que tengo un nombre más bonito que lo de "verducho". A demás no podría quedarme aquí mirando cuando puedo ayudar. Te juro que si pudiera ser corredora haría lo que fuera para encontrar la salida - contestaste tu mirándolo fijamente. Y viste como por un instante algo parecido a una sonrisa en el rostro del chico.

- Aquí también puedes colaborar, con la convivencia, el huerto, con la construcción... a demás, el laberinto es muy peligroso, no te recomendaría que fueras, verducho.- dijo él danjando la conversación. Te enfurruñaste, pues claro que te veías capaz.

- Eso ya lo veremos.- replicaste. Después de coger los bols de comida os separasteis y os sentasteis con los demás chicos (tu eras la única chica) al rededor de la hoguera que habían montado. Hablaste sin cesar con todo el mundo toda la noche excepto con Newt, el cual parecía tener cosas más importantes que hacer que hablar contigo como por ejemplo tener una conversación con uno de los corredores que había vuelto hacía muy poco, Thomas, que tuvo la decencia y se presentó cuando dejó de hablar con Newt.

- Oye no le hagas caso. - dijo Thomas cuando ya habíais hablado un rato y te había tranquilizado- me refiero a Newt, siempre tiene que tener esa apariencia de chico duro, pero en realidad no es así. Lo hace para imponer.- dijo Thomas haciendo una mueca intentando inflar sus bíceps para hacerlos más musculados.