Al día siguiente ya tienes planeado todo lo que vas a hacer, solo hace falta ejecutarlo.

Te diriges a la cabaña donde está la chica nueva. Al llegar, llamas a la puerta y entras sin que nadie te mande pasar. Ves que hay una chica reposando en una de las camillas y te diriges hacia ella y te sientas a los pies de su cama.

- Hola verducho.-dices con voz suave y tranquila para que no se altere.- estás despierta?- vuelves a preguntar al no obtener respuesta.

- Si...-dice antes de dar un gran bostezo- si estoy despierta- termina después de bostezar y estirar un poco los brazos.- Espera un momento, tu eres la chica no? Bueno, obviamente eres la única que hay- se ríe ella por su estupidez.-Encantada soy...- piensa ella incorporándose y sentándose apoyando la espalda en la pared.- quien soy?-pregunta ésta finalmente.

-Eres verducho por el momento, hasta que recuerdes tu nombre.- dices sonriendo para tranquilizar su confusión.

-Tengo muchas preguntas que hacerte (TN)- dice ella con un atisbo de confianza.

- Co... Como sabes que me llamo (TN)?-preguntas sorprendida a la chica de preciosos ojos azules.

- Ayer estuve hablando con un chico muy simpático que tenía la melena rubia, que se llamaba... Se llamaba... Newt, si me parece que si.-dice la chica echándose detrás de  la oreja un mechón marrón que le impedía ver con claridad.- Y me contó maravillas de ti; supuse que debía recordar bien tu nombre.-dice la chica mientras de levanta de la cama para estirar las piernas.

- Entonces te ha hablado bien de mi? Newt?-te extrañas tu, siguiendo los movimientos de la chica mientras da vueltas.

-Bien no, super bien. Yo no hablaría tan bien ni de la persona a la que más quiero.- reconoce ella sentándose a tu lado al acabar sus estiramientos.

- Bueno, quiero dejar que descanses, así que dentro de un rato vuelvo. Come algo y hidrátate. Necesito arreglar unos asuntos- sueltas un bufido, ruedas lo ojos (de manera burlona) y sales de la estancia. Pensando en una única cosa. Ahora toca Newt.

Te diriges hasta la casita donde hay los mapas. Antes de de llamar sueltas un bufido, sabes que estarán, seguramente, Alby y Newt como mínimo.

Al llamar la puerta, momentáneamente la abre Newt, que no puede evitar una sonrisa cuando te ve, aunque tú no te hayas fijado.

- H-Hola - dices, intentando forzar una sonrisa.

- Que quieres (TN)? Estoy ocupado.- dice éste señalando hacia dentro de la sala.

-He venido ha hablar contigo. No es obvio?- dices tú con su misma incredulidad.

-Venga, pasa.- accede él. Y te abre más la puerta para que puedas entrar.
Entras con un poco de miedo, no porque Newt sea más alto, que lo es, sino porque estais solos (que es más de lo que podías pedir) pero también porque solo hay una única luz que brilla con una débil intensidad y parece que os vais a quedar a oscuras de un momento a otro.

-De acuerdo, no sé que estará pensando esa brillante cabezita tuya para venir a verme así que porque no me lo cuentas?- pregunta Newt cerrando la puerta después de que entres y sentándose al rededor de la mesa de mapas enfocada por la débil luz.

- Quiero hablarte sobre mi, sobre lo mínimo que recuerdo de mi.- rectificas sentándote también en una de las sillas- Quiero que sepas que me veo preparada para ser corredora, que me estoy esforzando al máximo. Soy o creo ser una persona trabajadora y perspicaz.- continuas tu con voz firme pero no estricta- No sé que te he hecho para que pienses que no soy lo suficientemente fuerte para salir al laberinto y volver con un mapa con la salida y una pata de lacerador en la mano. Dime que quieres que haga para demostrartelo?-terminas tu mirando fijamente a Newt que no a mostrado ningún tipo de reacción. Una vez te has calmado y el silencio inunda la sala Newt se incorpora y se sienta correctamente en su asiento de manera que parece que está meditando en tu sugerencia.

- Quiero que hagas una cosa. Ganar en una carrera al corredor más rápido. Minho. -dice él en un tono de voz suave y lento como si pensara que no podías comprender lo que te decía- Si lo haces haré que el consejo te haga corredora, pero si pierdes no volverás a hablar de entrar en el laberinto hasta que encontremos la salida. Trato hecho?- pregunta Newt extendiendo la mano. Tu actitud firme y constante le da la mano sellando así un pacto, que podría ser de victoria o derrota.