Capítulo 28.

- Así que ya han llegado los invitados. Tiempo sin vernos. -

- Igualmente. - Respondía Xingqiu.

- Al parecer estáis teniendo más problemas de los que pensábais. No me extraña, esa persona puede ser demasiado problemática si la dejamos sola. Quizás lo mejor será que te escondas una temporada. -

- Quizás, pero hay mucho trabajo por hacer, me temo que será imposible, además, para estos casos precisamente tengo a... -

- No, no me has entendido. En lugar de esperar, deberías atacar. -

- ¿ Estás seguro de que será una buena idea ? - Decía Childe.

- Ya he hablado con Qi, está de acuerdo conmigo en que lo mejor será que él mantenga un perfil bajo. En cuanto se ponga nerviosa moverá pieza y podremos saber a quien atrapar. Además necesitamos que esas personas estén fuera de juego. - Xingqiu no decía nada, parecía que lo tenían bajo control, así que simplemente accedió sin oponer resistencia. Sería enviado a algún lugar alejado, apartado de todos los intentos de asesinato por parte de aquellas personas. Eso estaba bien. Tiempo después volvían a casa y hablaban largo y tendido sobre los detalles con Qi. Al final, Chongyung se quedaría atrás para mantener las apariencias mientras que Kazuha acompañaba a Xingqiu hasta un lugar seguro. Ninguno de los dos estaba de acuerdo, pero no lo expresaron en palabras. Sabían que era lo mejor.

Tras la partida del joven a no se sabía donde, Kukki se presentaba en la mansión del viejo Qi, el cual le tenía un encargo. Debido a su estatura y su delgado cuerpo, podía hacerse pasar por su nieto al menos durante unos días. Tiempo suficiente para que cierta rubia se pusiera nerviosa.

El plan era simple, llevar a cabo una encerrona en varios puntos, y atrapar a los involucrados con Rosalyne, los cuales se habían vuelto demasiado molestos, lo que desembocaría en que la mencionada terminaría sacando las garras y apareciendo en persona en busca del escurridizo joven que le daba esquinazo una y otra vez.

Con el paso de los días, un ocioso joven de cabello oscuro perdía los nervios debido al aburrimiento y la frustración de no tener a quien quería a su lado. Por otro lado las cosas parecían marchar a las mil maravillas. Pasos en falso por parte de incompetentes debido a la falta de templanza de la rubia se daban, y esta se quedaba sin piezas. Se maldecía a si misma debido a aquellos fallos que los demás cometían, no se paraba a examinar el panorama, ya no. Tan solo pensaba en deshacerse de aquel incordio.

- Como dicen, si quieres hacerlo bien, - se levantaba y continuaba. - tienes que hacerlo tú misma. -

- Señora... -

- Reserva algunos billetes para dentro de una semana. - El sirviente tan solo asentía. - Por fin. Ellos mismos me lo pondran en bandeja. - Mientras la escena se alejaba, un correo con la información de cierto evento se mostraba en la pantalla. En la cabeza de Rosalyne solo una frase se podía escuchar, "Esa boda se convertirá en un funeral". Reía, llevaba razón, si las cosas se desarrollaban tal y como estaban planeadas, alguien moriría.

- Parece que cazamos a otro. -

- Inspectora Beidou, bienvenida. -

- Gracias, qué tenemos aquí. -

- Otros dos más y caen como moscas. -

- Ya veo. Supongo que aquellos dos son los involucrados. - Con un gesto positivo le daba a entender que estaba en lo correcto, de esta forma se acercaba a los jóvenes que allí se encontraban. Estos la miraban y ella se presentaba. - Mi nombre es Beidou... - Les explicaba la situación y pedía colaboración por parte de los mismos, pero antes de que pudieran abrir la boca, Ninguang entraba en escena.

- Inspectora. - saludaba.- Tiempo sin vernos. - ahora se dirigía a los otros.

- ¿ Qué haces aquí ? -

- No te preocupes, es parte del plan. - Cruzaba sus brazos y le explicaba algunos detalles a la otra. - Es por ello que simplemente rellena ese informe sin mucha historia. Despídete de ellos y me los llevaré. - Decía Ninguang en tono bajo para que nadie más que esa persona escuchara la conversación. Beidou no estaba muy contenta, pero así lo hizo.

- Gracias Ninguang. Nos salvaste. -

- No os preocupeis. Ahora es cuando la cosa se pondrá peor. Al parecer empezará a mover ficha antes de lo previsto, o al menos eso me han informado. Pronto tendremos noticias. - Tanto Kukki como Chongyung asentían. Si no hubiera sido por la rubia, hubieran estado en problemas.

Un par de días pasaban y la organización del evento avanzaba. De nuevo aquel hotel donde su reencuentro tuvo lugar. Chongyung al ver la fachada sonreía recordando lo ocurrido. Aquel primer contacto del que no fue muy consciente, las pocas palabras que consiguió decir y el pequeño desprecio por parte del otro al principio.

- Tierra llamando a Shengyung. - Decía Kukki en voz baja. - Tenemos que entrar. - El nombrado asentía y por fin accedían al lugar. Decoraciones hermosas comenzaba a colgar del techo y rodear las columnas gracias a unas enredaderas adornadas con unos arreglos florales en blanco. Cuando Chongyung lo vio, se imaginó la escena. Xingqiu estaría vistiendo un traje de lo más elegante junto a alguien más, tragaba saliva y cerraba uno de sus puños en señal de ira. El único pensamiento en su cabeza era que cuando llegara el momento, él... tan solo quedaba eso, no podría ni haría nada. Tendría que dejar que el evento continuara, tan solo se consolaba con el pensamiento de tenerlo entre sus brazos en ocasiones a pesar de que no fuera su esposo. Suspiraba y continuaban comprobando los preparativos.

La fecha se acercaba y la cuenta atrás era cada vez más corta. Por un lado Signora tenía todo listo para viajar en unos días, mientras que los demás se preparaban para la guerra que se avecinaba contra la misma.

- Mi señora, los preparativos ya están listos. - decía un hombre de encantadora voz y cabello celeste.

- Perfecto. ¿ Y Miko ? -

- Preparada y esperando nuestra señal. -

- Bien. Ya es hora de ponernos en marcha. - Decía mientras sonreía. Por fin había llegado el momento de la venganza...

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