4|| Cena en KBS World TV.
Me miré en el espejo por última vez y me rocié un poco de perfume, asegurándome de que mi apariencia fuera impecable. La invitación de KBS World TV a una cena en sus instalaciones era un evento importante, y quería causar una buena impresión.
Joshua estaba sentado en el sofá de mi habitación, me observaba con una sonrisa astuta.
—Hoy estás especialmente interesado en verte bien—, comentó. Me encogí de hombros, ajustándome el saco.
—Siempre quiero verme bien—, respondí con una sonrisa. Aproveché para preguntarle lo que quería saber con detalle —¿Cómo fue que conociste a la entrevistadora de hoy, Aria Wang?— Me senté a su lado en el sofá, intrigado por la respuesta.
—Ya te lo dije, fue en una cafetería—, respondió Joshua. Pero yo quería saber más.
—Sí, pero no me contaste todos los detalles—, insistí.
Joshua sonrió y comenzó a explicar.
—Entré completamente cubierto, esperando que nadie me reconociera. Me senté en una mesa al fondo y, frente a mí, había una chica con la cabeza entre las manos y algunas lágrimas en sus ojos. Me dio pena verla así, por eso decidí acercarme.— Su empatía era algo que siempre había admirado en él.
—¿Y qué le dijiste?—, pregunté, ansioso por saber más.
—Primero le ofrecí un pañuelo para secar sus lágrimas y, después, le pedí permiso para sentarme con ella. Accedió, pero al principio no quería hablar. Así que pensé que debía presentarme antes de seguir la conversación. Al decirle mi nombre, me reconoció y supo quién era yo—, explicó Joshua. Escuché atentamente cada palabra, imaginando la escena.
—¿No pensaste que era arriesgado?
—Ella me inspiró confianza.— Se encogió de hombros.
Justo en ese momento, Cheol entró a la habitación.
—¿Están listos?, es hora de irnos.— nos dijo. Me puse de pie, ajustándome el saco.
—Vámonos.— Caminé saliendo de la habitación.
En menos de un minuto, estábamos siendo transportados en las camionetas hacia la televisora. Al llegar, fuimos recibidos por los anfitriones, que nos dieron la bienvenida con una sonrisa cálida.
—Bienvenidos, es un gusto recibirlos de nuevo—, dijo el director ejecutivo de la televisora, estrechándonos la mano.
Me sentía inquieto mientras caminaba por el amplio pasillo con los demás miembros de Seventeen, rodeados de un gran número de miembros del equipo de trabajo del programa "K-pop zone". La presencia de algunos actores de la industria también llamó mi atención, y al preguntar, me enteré de que habían sido invitados después de ser entrevistados por algún programa de la televisora.
Después de lo que pareció una eternidad, finalmente nos llevaron a la sala donde se iba a realizar la cena. Mi corazón se aceleró al ver a Aria Wang sentada en una de las mesas, y traté de contener mi entusiasmo para no llamar la atención. Una chica del staff nos informó que podíamos encontrar nuestros respectivos lugares gracias a los letreros con nuestros nombres que se encontraban en cada silla.
Al acercarme, me di cuenta de que la silla que estaba junto a Aria llevaba el nombre de Mingyu, y la mía estaba a dos lugares de distancia. Me sentí desanimado por un momento, pero luego una idea me vino a la cabeza. Tenía que cambiar los letreros de los nombres y colocar el mío al lado de la silla que estaba junto ella.
Me puse a trabajar en secreto, tratando de no llamar la atención de los demás mientras los chicos socializaban. Pero justo cuando estaba a punto de terminar, sentí una mano en mi hombro. Me di la vuelta y vi a Mingyu sonriendo ante mí, con una ceja levantada.
—¿Qué estás haciendo, JeongHan? —me preguntó, con una mirada curiosa.
Me sentí atrapado y no supe qué decir. Mingyu me jaló hacia un lado, alejándome de los demás, y me preguntó de nuevo.
—¿Qué pasa? ¿Por qué estás cambiando los letreros? —su voz era seria, pero había un toque de diversión en sus ojos.
—Porque... ese lugar es más cómodo, me gusta la iluminación —traté de parecer inocente, pero Mingyu no se creyó mi excusa.
—Más vale que me digas la verdad o voy a decirle a Cheol lo que hiciste —me advirtió, cruzando los brazos.
Me vi obligado a confesar la verdad.
—Está bien, está bien, te lo diré —agité las manos—. Quiero sentarme al lado de Aria Wang —le dije en voz baja, tratando de evitar que los demás me escucharan.
Mingyu se rió y me miró con sorpresa.
—¿Aria Wang? ¿La presentadora de "K-pop zone"? —repitió, sin dejar de reírse. Asentí con la cabeza, sintiéndome un poco avergonzado.
—Sí, esa misma —admití.
Mingyu me sonrió y me dio un golpe en la espalda.
—Bueno, amigo mío —me dijo—. Creo que puedo ayudarte con eso.
—¿De verdad? —le pregunté, y Mingyu asintió con la cabeza.
—Sí, de verdad. Pero primero, ¿por qué quieres sentarte al lado de Aria Wang? —me preguntó, con curiosidad. Encogí los hombros, tratando de parecer casual.
—No sé, simplemente me parece una persona interesante —dije y Mingyu se rió de nuevo.
—Interesante, ¿eh? —repitió, con burla en su sonrisa—. Creo que hay algo más que eso, JeongHan.
—No, de verdad, es solo que me parece una persona muy inteligente y divertida —insistí, pero Mingyu no me creyó.
—Esa chica te gusta —dijo, sin dejar lugar a dudas.
Negué con la cabeza, pero simplemente sonrió.
—Bueno, sea lo que sea, te ayudaré a sentarte al lado de ella —dijo, dándome un golpe ligero en el pecho—. Pero tienes que prometerme que no vas a hacer nada que te meta en problemas.
—Lo prometo, Mingyu —dije, sin pensar—. Gracias, amigo.
Mingyu y yo cambiamos los letreros y nos sentamos en nuestros nuevos lugares. Aria estaba a mi lado, inmersa en una conversación con su amiga, sin haber notado mi presencia. La miraba discretamente, sin querer llamar la atención de manera obvia, pero no podía evitar admirar su belleza y su sonrisa radiante.
La cena fue servida, y ella se volteó para mirar a su alrededor. Nuestros ojos se encontraron, y me sonrió amablemente, haciéndome sentir como si hubiera sido el único hombre en la habitación.
—Hola, JeongHan —me dijo, con una voz suave y melodiosa que me hizo sentir un escalofrío en la espalda.
Me sentí entusiasmado de que me hablará y aproveché la oportunidad para entablar una conversación con ella.
—Hola, Aria —le respondí, sonriendo y tratando de parecer lo más relajado posible—. Me alegra verte de nuevo.
Aria sonrió y se inclinó hacia mí, su cabello castaño cayendo sobre su espalda como una cascada de seda. Su sonrisa iluminó toda la habitación, y me sentí atraído por su encanto.
—Me alegra verte a ti también, JeongHan —me dijo—. ¿Cómo estás?
Me encogí de hombros y comencé a comer, tratando de parecer lo más natural posible.
—Estoy bien, gracias. ¿Y tú cómo estás? —pregunté, volviendo a mirar esos ojos brillantes.
—Estoy feliz —respondió—. Mis sueños parecen estar cumpliéndose.
Su sonrisa genuina se me contagió, de verla tan feliz.
—Me alegro mucho —sonreí—. Joshua me contó sobre cómo te conoció en la cafetería.
—Me ayudó mucho en un momento difícil —me explicó—. Estaba pasando por un momento muy duro en mi trabajo y él me dio el valor para seguir adelante.
Me sentí intrigado por la historia y le pedí que me contara más. Aria me explicó cómo Joshua la había ayudado a superar su miedo a renunciar a aquel trabajo en MBC donde no la valoraban, y cómo había cambiado su perspectiva sobre la vida.
—Es increíble cómo las personas pueden cambiar nuestras vidas de manera tan profunda —le dije, reflexionando sobre la historia que me había contado.
—Sí, es verdad — dijo—. Las personas pueden tener un impacto muy grande en nuestras vidas, ya sea de manera positiva o negativa.
La conversación siguió fluyendo, y comenzamos a hablar sobre nuestros trabajos. Aria me contó sobre su experiencia como presentadora de "K-pop zone" y otros programas menores, y yo le hablé sobre mi vida como miembro de Seventeen. Nos halagamos mutuamente, y me sentí emocionado de que Aria fuera tan amable y sincera.
—Eres una presentadora increíble —le dije, sonriendo—. Me encantó la entrevista que nos hiciste. Eres muy profesional y tienes una gran personalidad.
Se sonrojó, y su rostro se iluminó con una sonrisa.
—Gracias, JeongHan —sonrió de vuelta—. Eres un gran artista. Me encanta tu música. "Don't Wanna Cry" es una de mis canciones favoritas.
Me sorprendió que escuchara nuestra música, me agrado saber aquello.
—¿De verdad escuchas nuestra música? —pregunté. Asintió con la cabeza.
—Me preparé muy bien para entrevistarlos — contesto con entusiasmo —. Escuché la mayor parte de su discografía y vi muchas entrevistas y videos de ustedes. Aprendí mucho.
Me sentí halagado de que se hubiera tomado el tiempo para aprender sobre nosotros.
—Quedé fascinada con tu voz —me dijo—. Es preciosa.
Me sonrojé, sintiendo un calor en mis mejillas.
—Oh, te lo agradezco —respondí, tratando de parecer tranquilo.
Me sentí emocionado al descubrir que Aria era una admiradora de mi música y le pedí que me contara más sobre sus gustos. La conversación siguió fluyendo con naturalidad, y me sentí cada vez más cómodo en su presencia. Era como si la conociera desde hacía años, no solo desde la entrevista y la cena. Suena extraño, pero ella me hacía sentir así; era una sensación loca, considerando que la había conocido ese mismo día.
Sentí una mirada intensa sobre mí y, al mirar alrededor, pude notar que provenía de Mingyu, quien observaba atentamente mi interacción con Aria y sonreía con picardía, burlándose de mí. Probablemente se había dado cuenta de mi especial interés por ella y ahora no habría manera de negarlo.
De a poco, los demás se unieron a nuestra conversación, interactuando con ella y quitándome la atención. Miré directamente mi plato y seguí degustando los alimentos que nos habían servido.
—Así que, Aria, ¿qué te gusta hacer en tu tiempo libre? —preguntó Hoshi.
—Me gusta leer, escuchar música, por supuesto, y también aprender diferentes idiomas —respondió Aria, riendo—. También me gusta pasar tiempo con mis amigos y familiares.
—Eso suena genial —dijo S.Coups, asintiendo—. ¿Qué tipo de música te gusta escuchar?
—Me gusta escuchar todo tipo de música, pero especialmente K-pop, rock y música latina —dijo Aria, sonriendo—. Me encanta la energía y la pasión que se puede sentir en la música.
—¡Eso es increíble! —exclamó DK, emocionado—. ¡Nosotros también somos grandes fanáticos del rock!
—Sí, podemos hablar sobre música durante horas —dijo Woozi, sonriendo—. Aria, ¿has escuchado nuestro último álbum?
—Sí, lo he escuchado, es fenomenal —respondió Aria, asintiendo—. Justo estaba contándole a JeongHan que escuché la mayor parte de su discografía.
—Gracias, Aria —dijo Joshua, sonriendo—. Estamos muy orgullosos de ese álbum.
—¿Y qué te parece nuestra coreografía? —preguntó Jun.
—Bueno, creo que es muy impresionante —dijo Aria—. Me encanta la forma en que todos se mueven al unísono. Debe ser muy difícil de practicar.
—Sí, lo es —dijo The8, asintiendo—. Pero vale la pena cuando vemos a los fans disfrutando de nuestras actuaciones.
—Definitivamente —dijo Dino—. Nos esforzamos por darles lo mejor.
La conversación continuó, abordando diversos temas y opiniones. Aria parecía cómoda con todos, y me hacía sentir cómodo que ella llevara la conversación de manera natural, sin forzar nada. Su facilidad para conectarse con los demás era admirable, y me sentí afortunado de estar cerca de ella.
—Me encanta hablar con ustedes —dijo Aria, sonriendo—. Me siento como si estuviera en una conversación con amigos de toda la vida.
—Lo mismo digo —dijo S.Coups—. Espero que podamos verte pronto.
—Definitivamente —dije, asintiendo—. Sería un placer volver a verte—. La miré directamente a los ojos, sintiendo una conexión especial con ella.
—Todos ustedes son tan amables —nos dedicó una cálida sonrisa.
En ese momento, mi atención se desvió hacia la pista de baile, donde algunos invitados se divertían moviéndose al ritmo de la música entre risas. Quería invitarla a bailar, pero me sentía un poco nervioso. Justo entonces, mi celular vibró. Lo saqué de mi bolsillo y lo coloqué debajo de la mesa. Era un mensaje de Mingyu.
Mingyu:
"¡Vamos, JeongHan! ¡Invítala a bailar!"
Me reí por dentro y respondí:
JeongHan:
"No estoy seguro, Mingyu. Me da miedo que me rechace".
Mingyu:
"¡No seas tonto! ¡Ella te gusta! ¡Invítala a bailar y verás que todo saldrá bien!"
Me sentí un poco más animado y pensé que tal vez Mingyu tenía razón. Me estaba preparando para invitarla a bailar cuando la vi sacar su celular y empezar a escribir un mensaje. Mi corazón se detuvo cuando vi que el destinatario era un tal "Jackson". Las dudas entraron en mi ser cuando vi que a su mensaje le agregó un corazón rojo.
<¿Quién es ese?>, pensé para mí mismo.
<¿Su novio?>Mi mente empezó a hacer suposiciones y mi corazón se hundió en mi pecho.
No sabía nada sobre la vida personal de Aria, y de repente me sentí como si estuviera compitiendo con alguien por su atención.
<Probablemente es su novio>, pensé con un suspiro. Me sentí un poco desanimado y decidí no invitarla a bailar después de todo. Me limité a sonreír y a seguir charlando con los demás.
Mingyu me envió otro mensaje:
Mingyu:
"¿Qué pasa, JeongHan? ¿No vas a invitarla a bailar?"
JeongHan:
"No, Mingyu. Creo que ya tiene a alguien en su vida".
Mingyu no insistió más, pero yo sabía que él no entendía por qué me había echado atrás. Y la verdad era que yo mismo no lo sabía. Tal vez era solo miedo al rechazo.
La cena había llegado a su fin y los invitados comenzaban a despedirse y a subir a sus respectivos autos.
Mis amigos y yo salimos del lugar, listos para abordar las camionetas que nos llevarían de regreso a casa. Pero justo cuando estaba a punto de subir a la camioneta, vi un auto detenerse delante de Aria. Me detuve un momento para ver quién era el que la había venido a buscar. Un hombre apuesto bajó del auto y se acercó a Aria, sonriendo. Ella sonrió a su vez y se despidió de los demás. Me sentí un poco... curioso, supongo. ¿Quién era ese hombre?
Subí a la camioneta, tratando de sacar de mi mente la imagen de Aria siendo abrazada por aquel sujeto, pero fue inevitable no sentir un pinchazo de decepción en el pecho. No quería pensar mucho en ello, simplemente me pregunté quién sería. Tal vez un amigo, un familiar o, probablemente, su pareja sentimental.
Mingyu se sentó a mi lado en la camioneta y me miraba con una sonrisa en el rostro.
—¿Qué?, ¿por qué me miras así? —fruncí el entrecejo.
—Te sentaste al lado de la chica que te gusta —sonrió con picardía, hablando bajo para que los demás no escucharan.
—No me gusta —respondí en el mismo tono que él, negando lo evidente. Ella me había gustado desde que la vi esa mañana en la entrevista.
—No puedes negarlo, lo vi en tus ojos —insistió Mingyu, sin dejar de sonreír—. La manera en que le hablabas, como la mirabas mientras conversaban... está muy claro que ella te gusta.
—Solo fui amable —me crucé de brazos y volteé la cara, mirando directamente a la ventana de la camioneta.
—¿Qué pasa, JeongHan? Te ves un poco pensativo —Mingyu ladeó la cabeza, mirándome.
Me encogí de hombros.
—Nada, solo estaba pensando en la cena de esta noche. Fue divertida.
Mingyu asintió con la cabeza.
—Sí, fue genial. Aria es una chica muy agradable.
Sonreí, asintiendo con la cabeza.
—Sí, lo es. Fue agradable la compañía de Aria Wang esta noche.
Suspiré pesado al pensar que ella tenía a alguien más en su vida. No podía negar que me sentí atraído por ella desde que la vi. Pero nada sería posible. No debía intentar nada, o recibiría un rechazo directo, y quería evitarle eso a mi ego. Esta noche regresaba a casa con un sabor agridulce en la boca.
Mon💜
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