—¡Kitty, Kitty ven,ven rápido!.-La Muerte llamó desde la sala con euforia.

—ya voy ya voy.-Kitty replicó, bajando por las escaleras.-¿que ocurre Grandulo-

La felina bicolor se detuvo en seco sin embargo, sus ojos zafiro bien abiertos hacia lo que estaba frente a ella.

Tres gatitos, cubiertos con túnicas hechas de lana negra idénticas a las de su esposo, cada uno sosteniendo una cuchara tenedor pintada de gris brillante.

—¡Son mini yos! ¡Son mini muertes!.-La Muerte los presentó con una sonrisa para que enseguida sus pequeños soltaran un inocente "Rawr".

—bueno...ya veo donde se había ido mi bola favorita de estambre.-Kitty dijo entre risas.