Kitty bostezo, entrando por la puerta de su habitación. Ya era bastante tarde y sus parpados amenazaban con caer sobre sus ojos por el sueño que sentían. Su esposo ya se encontraba acostado sobre la cama, cubierto por las sabanas y hecho una pequeña bola, como si se estuviera aferrando a algo. 

Por su puerta abierta, veía al cuarto pastel y calmado de sus pequeños, justo donde estaba su cuna. Parecía que su linda familia ya permanecía en el mundo de los sueños, esperándola a ella

La ladrona felina subió a la cama y miro su tranquilad al dormir, no pudiendo contenerse a acariciar su hocico y sonreír con afinidad, se inclino para besar su nariz y levanto las sabanas para meterse junto a él...

Claro, no esperaba ver al shinigami dormido junto a sus tres gatitos los tres juntos, dormidos en una acuchón.

-ay...este idiota..-Kitty rodo sus ojos, ya habían hablando de esto antes. 

Pero ¿Cómo podía negarse a dormir junto a sus seres amados?

Ella no hizo mas que besar a los tres pequeños y claro, a la Muerte durmiente, para acurrucarse baso las sabanas junto a su familia y dejar que el sueño le ganara