—¿estás seguro de que quieres hacer esto?.-preguntó la ladrona felina a su esposo, dándole pequeños mimos a la pequeña Luna antes de entregársela a ella.-Ya sabes que nosotros los gatos no somos muy amigos a la hora del baño.

—es solo un pequeño baño, aparte están pequeñitos. no hay nada de qué preocuparse, yo puedo con estos tres diablitos.-La Muerte aseguro con calma.-¿verdad que les gusta que papá lobo los bañe? ¿verdad que si?.

Luna,Dabriah y Eris parpadearon con confusión.

—por supuesto que sí...-dijo él, besando la frente de los tres para enseguida caminar al baño.

—si necesitas ayuda me llamas.-le dijo Kitty, ella aun no estaba del todo segura de esto.

—no la ocupare...-canturreo la Muerte.

(...)

Quince minutos después, tres gatitos salieron limpios, esponjosos y con un hipnótico olor a rosas.

—¡ow, veanlos todos guapetones!.-Kitty exclamó con ternura, llevando sus patitas unidas hacia sus mejillas.-y huelen muy bien, denle gracias a su tía Ricitos por el perfume.-con un pulgar acarició el mentón de Dabriah y al ver que detrás de ellos se encontraban las piernas de su padre, ella levantó su mirada.-creo que al final tenias razón-

Kitty se silencio, abriendo sus ojos con sorpresa al ver lo que tenía frente a él.

—si, no fue tan difícil realmente. por cierto.-el shinigami se quitó su pecho, ahora abierto y destrozado por una cantidad enorme de rasguños, al igual que su rostro y brazos.-¿Puedes llevarlo con tu amiga rubia para que me lo arregle?.