❃IX

En el capítulo anterior...

-¿Vendarme los ojos? ¿Para qué? ¿Por qué no puedo ver a dónde me llevas?

-No puedo dejar que conozcas está ubicación, ¿entiendes eso?

-Si, lo entiendo, pero aún así, ¿por qué me tenías aquí?

-No tengo tiempo de explicar esas cosas, te están buscando y es cuestión de tiempo que vengan aquí, debo sacarte ya.

-¿Me están buscando? ¿Quién me busca? -tenía tantas preguntas en ese momento, pero el hombre parecía estar nervioso, se notaba que quería sacarme de allí pronto, pero yo no iba a quedarme con la curiosidad.

-Cuando salgas de aquí, lo descubrirás por ti misma -dijo y empezó a acercarse a mí, agarró la venda y intento ponermela, pero me resistí y gracias a eso, fui noqueada.

"Espero que nunca te arrepientas de lo que hiciste y esto te atormente hasta que mueras"

Abrí mis ojos y no miento si digo que me dolía hasta lo que no me tenía que doler.

¿Qué había pasado?

Lo último que recuerdo es estar hablando con el hombre de la máscara, me estaba pidiendo que me vendara los ojos, yo me negué y BOOM, me noqueó.

Jajaja, vaya explicación a lo que sucedió.

¿Sigues viva?

Obvio, ¿por qué no lo estaría?

Es que con ese golpe tan fuerte, creí que te habías muerto.

Muy graciosa Alyona, además fue más que un "BOOM".

¿Por qué lo dices?

Porque estuviste dormida por un día entero.

¿Qué? Debes estar bromeando.

No, no bromeo.

El hombre de la máscara golpea muy fuerte.

No es que te golpee fuerte, es que te golpea en puntos clave.

Debe ser muy listo entonces.

¿Hasta ahora lo notas?

-Alyona, por fin despiertas -dice mi hermano Artyom entrando a la habitación- Por Dios, creí que nunca despertarías.

-¡Oye!

-Jajaja, lo siento, voy a buscar a Aleksei -dice saliendo de la habitación a toda velocidad.

¿Por qué tanta prisa en avisarle a Aleksei?

Tus hermanos se preocupan mucho por ti, deberías de apreciar eso.

Claro que aprecio su preocupación y todo el cariño que me dan, pero casi nunca están conmigo, siempre están trabajando.

Tienes que entenderlos.

Claro que los entiendo, no soy una niña de 10 años.

Pues lo pareces.

¡Agh! Cállate.

-¡Alyona! ¿Te encuentras bien? -dice Aleksei entrando a la habitación y sentándose en la cama.

-Si, estoy bien, ¿por cuánto tiempo estuve dormida?

-Por un día.

Así que no mentias.

¿Por qué lo haría?

Por molestarme.

Es cierto que tengo mucho tiempo libre, pero no lo usaría en ti.

Ja, ja, ja, muy graciosa.

-¿Dónde me encontraron?

-La pregunta debería ser, ¿dónde estabas?

-¿Yo? Pues no lo sé, era una especie de apartamento.

-¿Con quién estabas? -pregunta Aleksei con una cara seria.

Huelo rabia y enojo.

-Era un hombre, aunque no pude ver su cara, no creo que fuera alguien muy mayor, su voz... No era su verdadera voz, se notaba que usaba un dispositivo.

-¿Te hizo algo?

-No...

-Alyona, responde con sinceridad, ¿te hizo algo?

-Ya les dije que no.

-Bueno, deberías quedarte descansando por unos días.

-¿Por qué? Yo me encuentro perfectamente bien -dije levantándome y saltando por todos lados.

-Estuviste desaparecida por tres días -cuando escuché eso, dejé de saltar.

-¿Tres días? Deben estar bromeando, solo recuerdo haber pasado un día con ese hombre.

-Pues no, desapareciste por tres días, Nikolai fue quien vino a avisarnos, nos contó todo lo que sucedió ese día, te buscamos por todos lados, pero no pudimos encontrarte.

-Entonces, ¿cómo llegue aquí? -pregunté confundida, pero luego recordé lo que aquel hombre me dijo.

F L A S H B A C K

-¡Oye! -dijo el hombre entrando a la habitación.

-¿Qué? -respondí cortante.

-Fue suficiente, te sacaré de aquí.

-¿Eh?

-Ponte esto en los ojos y vamonos.

-¡Espera! ¿Cómo así?

-¿En serio lo tengo que explicar?

-Pues si.

-Te sacaré de aquí.

-¿Por qué?

-Porque ya fue suficiente.


¿Suficiente? ¿Qué quiso dejar dicho con que ya fue suficiente?

Suficiente en mantenerte oculta.

¿Oculta? ¿Por qué alguien quisiera mantenerme oculta?

No soy un personaje importante.

No lo eres, pero si eres hija de uno y te vas a casar con otro.

Umm, buen punto.

No hay fallas en mi lógica, ¿cierto?

Pues no.

-Jaja, si te lo digo, no te lo vas a creer -dijo Artyom riéndose.

-¿De qué te ríes? ¿Qué paso? -pregunté confundida.

-Te lo explicaré -dice Aleksei bastante serio, y aunque es normal, no quiero verlo serio, mientras Artyom se ríe- No paramos de buscarte desde el día que desapareciste, dos días después recibimos una carta, no te diré lo que contenía la carta, pero fue de la persona que te secuestró. Hoy en la mañana ya habíamos encontrado donde te tenía y fuimos a por ti, pero cuando íbamos llegando te vimos...

-¿Qué pasa? ¡Continúa!

-Pues te vimos amarrada en un poste inconsciente.

-¿Qué?

O sea, ¿amarrada? ¿en un poste?

Jajaja, el chico de la máscara sí que se lució.

No lo apoyes.

No lo apoyo, solo digo que se la lució.

No se la lució, simplemente es un imbécil que no supo como entregarme a mis hermanos.

Tengo que volver a ese edificio y ver si sigue ahí.

¿En serio crees que siga ahí?

Bueno... Debe de haberse ido.

Obviamente.

-¡Alyona! ¿Estás bien? -me pregunta Artyom.

-Si si, estoy bien.

-Te dejaremos descansar, no te preocupes por la universidad, ya hablamos con la directora.

-Ya les dije que me encuentro bien.

-Al menos descansa por hoy.

-Esta bien -les dije, solo para complacerlos, antes de irse cada uno me dio un beso en la frente.

Entonces querida consciencia.

Subconsciente o alma atrapada en tu cuerpo.

¿Crees que eres un alma atrapada en mi cuerpo?

Pues si, no lo dudaría o al menos es una idea.

Pero, ¿por qué mi cuerpo? ¿no encontraste otro?

Muy graciosa, si hubiera podido escoger, estoy segura de que no te hubiera escogido a ti.

Ja, ja, ja.

¿Qué harás?

Por ahora le avisaré a Irina y a los chicos que estoy bien.

¿Con qué teléfono?

¡Agh! No tengo teléfono.

Me pregunto si lo habrás perdido en el restaurante o el chico de la máscara te lo habrá quitado.

Ahora mismo eso es lo de menos, tengo que conseguir un celular nuevo.

Solo tienes que decirle a tus hermanos y con un chasquido lo conseguirán para ti.

Si, si, lo sé, pero eso no es divertido.

Ya me imagino tu plan.

Si es así, prepárate, porque irás conmigo.

No es como si tuviera otra opción.

Me levanté de la cama con mucha emoción, me duché y me vestí con algo cómodo. Salí de la habitación y me puse a buscar a mis hermanos, hasta que los encontré en el patio practicando.

-Aleksei, ¿me prestas tu teléfono?

-¿Qué le pasó al tuyo?

-Lo perdí el día del secuestro.

-Vale, úsalo, está en mi habitación -dijo y yo salí en busca de el, era raro, yo nunca había entrado a la habitación de Aleksei, es un lugar prohibido, incluso para mí padre.

Seguro estaba tan concentrado practicando, que se le olvidó que su habitación es sagrada.

Jaja, ¿te imaginas?

¿Te imaginas que antes de entrar venga y te detenga?

Entonces debo llegar rápido.

Y literalmente empecé a correr como una loca, me había volado la mayoría de los escalones, salté sobre la mesa y casi rompo una vasija, pero ya estaba llegando.

-¡Espera! -gritó Aleksei detrás de mí.

-¿Qué pasa? -pregunté fingiendo no recordar que no podía entrar a su habitación.

-Yo lo buscaré, tú espérame abajo.

-Esta bien.

¡Rayos! Por un micro segundo.

Bueno, no pasa nada, hace mucho que perdí la curiosidad, pero como tenía la oportunidad quise aprovecharla, supongo que es imposible ver lo que tiene Aleksei en su habitación.

Algún día... ¡Ya verás!

Jaja, claro, claro.

-Aqui tienes -dice Aleksei pasándome su celular desbloqueado.

-Gracias -le digo y el vuelve a su entrenamiento.

-¿Hola?

-¿Irina? Soy yo, Alyona.

-¡Alyona! ¡Por Dios! ¿Estás bien? ¿Dónde estás? ¿De quién es este número?

-¡Jajaja! Tranquila, estoy bien, es el número de Aleksei, estoy en casa.

-Que alegría, ese día me quedé muy preocupada por ti, nunca volviste, me quedé dos horas en el baño esperando q que volvieras, luego salí al escuchar a la policía.

-La habrás pasado horrible, lo siento.

-No te disculpes tonta, tú debiste de pasarlo peor.

-En realidad...

-Tenemos que vernos, ¡ya mismo!

-Esta bien, te llamaba porque necesito ir a comprar un teléfono nuevo.

-Iremos al centro comercial, llamaré a los chicos, nos vemos en quince minutos.

-Esta bien, allá te veo.

-Vale.

Genial, veré a mis amigos y comprare un teléfono nuevo.

¡Yupi!

No te ves muy emocionada.

¿Crees que tus hermanos te dejarán salir?

Umm, eso es solo un pequeño contratiempo.

¿Ah sí?

Claro, solo tengo que insistir con mi cara más adorable, me dejaran ir, pero con algún escolta.

Y tú te escaparas del escolta.

¡Correcto!

Pero... No te has preguntado, ¿dónde está tu madre?

¿Mi madre? Normalmente solo la veo en las comidas y aveces en la noche.

Eso ya lo sé, pero, ¿dónde está ahora? ¿por qué no ha ido a verte?

Sabes que yo no le importo tanto, a ella solo le importan mis hermanos y por supuesto mi hermana menor.

Aunque el padre haya muerto, mi madre sigue extrañandolo y no se arrepiento de haberle sido infiel a mí padre con su empleado.

Tú madre si que fue valiente.

Demasiado.

Pero desde ese entonces... Mi madre ya no es la misma conmigo, me suplicaba que no dejara que nada malo le sucediera a mí hermana, por eso tuve que hacer las cosas que hice.

Lamentablemente cuando mi padre me golpeaba ella solo lloraba en una esquina, aveces curaba mis heridas, pero la mayoría de veces eran mis hermanos. Ella no le hacía frente a mí padre, ¿por qué? ¿yo no valía la pena?

Cálmate, tu madre te ama.

¿Cómo sabes?

Lo sé y punto, se nota que tu madre te ama, no la culpes por algunas de sus acciones, trata de calmarte y piensa bien las cosas, ¿en serio crees que ella lo hacía porque no te quería?

¡Agh! Ya lo sé, simplemente estoy de mal humor, ¿bien?

Si si, tú solo cálmate y ya vete.

Claro.

-Artyom.

-¿Si? ¿Qué pasa? -gritó mientras corría hacia mi.

-Saldré un rato.

-¿Con quién?

-Los chicos y Irina -dije y lo pensó por un momento.

-Esta bien, ¿Nikolai estará cierto?

-Si, iremos los cuatro al centro comercial, necesito un teléfono nuevo.

-Cierto, no traías el tuyo cuando te encontramos, creí que tus amigos lo tenían.

-Pues no, no lo tienen, ¿ya me puedo ir?

-Si, le diré a dos de mis chicos que te lleven, además estarán contigo, así que no los alejes.

-Pero, ¿por qué? Estaré bien por mi cuenta.

-Claro que no, si quieres salir debes ir con ellos.

-Esta bien, está bien.

-Bueno, ya vete.

-Todos me dicen "vete" "vete" -murmuré para mí misma.

-¿Dijiste algo? -me pregunta Artyom.

-No nada, adiós -dije y salí corriendo.

Al llegar a la entrada de la casa, había un auto y dos chicos, genial, dos mastodontes.

Jaja, no los llames así, pobrecitos.

Son mastodontes, mirales el tamaño.

Aunque sean tan grandes no son tan fuertes.

Bueno, tienes razón, mis hermanos son más fuertes.

-Señorita, somos Oleg y Samuil -dijo uno de ellos, mientras el otro me abría la puerta del auto.

-Claro, lo único que les diré es que no pueden estar muy cerca de nosotros, asustaran a los demás.

-Esta bien señorita.

-Muy bien entonces, ¡Vamonos! -grité dento del auto y puse música, para mí sorpresa Oleg y Samuil conocían la canción, incluso la letra, así que los tres íbamos cantando.

-Jaja, no creí que los mafiosos escucharán este tipo de música -dije bajando del auto.

-En realidad no la escuchamos, yo tengo una hermana a la cual le gusta este tipo música -dijo Oleg.

-Yo tengo dos hermanas y ambas escuchan esta música -dijo esta vez Samuil.

-Entiendo, bueno al menos escucharemos buena música al salir.

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