Familia soy Gay 🏳️🌈
Este libro ni se por qué decidí escribirlo, había pasado el día contra la homofóbia y surgió la idea, ni yo misma se que rayos hice con la trama ni con mi vida en general mientras escribía esto pero bueno, espero que lo disfruten.
Aclaración:El contenido y referencias es sin fines maliciosos, las referencias hacia ciertas conductas "femeninas" es simplemente para dar a entender un punto en la historia, personalmente estoy en contra de ese tipo de estereotipos.
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Familia soy Gay🏳️🌈
Park Jimin puede definirse como un chico peculiar tanto por su manera de ser como por como se ve, bueno, tal vez como quiere verse...pero antes debemos conocer nosotros a Park Jimin para poder entender.
Jimin es el tipo de chico perteneciente a una numerosa familia, tiene muchos tíos, tías y primos y primas para fastidiarles le existencia y viceversa, su familia es muy grande y ruidosa y teniendo una familia así y ser gay de closet, bueno no es precisamente algo fácil de explicar para él. Jimin ha sido gay toda su vida, lo supo desde niño cuando en vez de suspirar por la niña bonita de su salón lo hacía por quien según las niñas era el niño bonito, no le tomó importancia, era un niño, no sabía nada al respecto, luego un día le dió en beso en la mejilla al niño bonito y sus compañeros hicieron un gran revuelo, ahí recién Jimin comenzó a comprender muchas cosas.
Así que Jimin ha sabido de su gusto por los chicos altos y musculosos toda su vida pero no ha tenido el valor para confesarlo directamente, sobre todo a su numerosa familia, la simple idea de contar algo así a tantas personas le producía ansiedad en secundaria, así que tuvo varias ideas para no tener que decirlo y que ellos mismos lo notaran o asumieran. Comenzó a ser más "afeminado" de lo que le gustaría a él mismo, se tiñó el cabello de varios colores a lo largo de los años, sus uñas siempre estaban pintadas de colores chillones, usaba ropa más ajustada de lo que un chico normalmente la usaría y tan colorida como si lo hubiera vomitado un arcoiris y no exajero, realmente parecía eso: camisa rosa con una bandera del orgullo gay(si,así de osado llegaba a ser), sus uñas rosas en combinación con la camisa, pantalones azules claros de mezclilla, un gorrito sobre su cabeza de color morado con pequeñas líneas rosas, calcetines igualmente púrpura resaltando de sus zapatillas con algo de plataformas blancas con dibujos coloridos de flores que el mismo había hecho y manos y muñecas repletas de anillos y brazaletes de todos los colores.
Bueno, hay que aclarar dos cosas:
1-Jimin verdaderamente amaba el rosa y el morado.
2-Su familia era estúpida porque era imposible no notar todo eso.
Literal.
Pero es que a pesar de todo, incluso cuando comenzó a lanzar indirectas para nada sutiles a los actores de las novelas que veía su madre, resaltando exageradamente algún detalles que portaran dichos hombres, ni así alguien mencionó algo al respecto o actuó extraño.
Era exasperante.
Así que obviamente eran ignorante de su gusto por los hombres y eso era igual a que no sabría que al presentarse a Jeon Jungkook—el hijo mayor de unos amigos cercanos que se habían mudado cerca—que le estaban presentando básicamente a un tipo que era su jodido tipo ideal.
La situación podía ser muy exasperante y todo pero en momentos como esos definitivamente no se quejaría, es que vamos, ese peli negro estaba como quería, piel lechoza y cabello muy negro y brillante, grandes ojos negros que se arrugaban hermosamente cuando sonreía estirando sus finos labios color cereza y para rematar era alto y corpulento, con hombros anchos y espalda amplia.
Era jodidamente ardiente para una mariposita colorida y enamoradiza como Jimin, fue cuestión de días en donde su familia lo hizo interactar con el chico para que se enamorara, en su defensa fue obligado a salir muchísimo con Jungkook, sus padres lo "obligaron" a que lo llevara a recorrer la ciudad y bueno, cuando le enseñas a alguien donde vives sueles enseñar los mejores lugares ¿cierto?, pues que pareciera una cita no era su culpa, realmente no lo era.
Así que si, salió muchísimo con Jungkook en los últimos días y a medida que el tiempo pasaba más le gustaba y eso obviamente era un problema, primero que nada por su situación como closetero, segundo que no tenía ni idea de la orientación sexual de Jeon y venga que enamorarse hasta las trancas de un hetero no podía ser más descorazonador y tercero, aún si Jungkook fuera gay decirle que le gustaba no era buena idea, se habían vuelto algo así como cercanos, eran amigos y la verdad le gustaba el tiempo que pasaban juntos, no quería volverlo incómodo.
Así que Jimin se encuentra en medio de grandes muros de concreto.
La situación no era alentadora y la única persona con la que podía quejarse hasta el cansancio era con nada más y nada menos que su mejor amigo Kim Taehyung.
Algún día le regalará a Taehyung una camiseta con estampados de mofeta.
Es lo mejor que puede dar porque ni loco le compra una real pero igual funcionará como compensación por todos esos años estando a su lado y escuchando sus "inmensos problemas", aunque debería poner pequeñas chinchas encubiertas en esa camiseta porque Taehyung no le ha dado las mejores ideas en sus años de amistad tampoco.
Un día mientras de quejaba de la ignorancia de su familia Taehyung le aconsejó que se comprara un pijama arcoiris que había visto por Internet y que se ocultara en el closet, que una vez dentro hiciera mucho ruido para que toda la familia fuera a por él y entonces ¡pum! salir con una despampanante sonrisa.
Bueno, según Taehyung era un plan maestro, digno de un agente de la mismísima CIA, ¿lo peor?.
Bueno, Jimin si lo hizo.
En una situación así a pesar de que resultaba un poco ridículo cualquiera sumaría 2 más 2 y se daría cuenta de esa inmensa indirecta, además ¡su cara lo expresaba todo!.
Obviamente no pasó.
A ese punto ya no volvería hacerle caso a Taehyung porque le daba ideas bochornosas que ni siquiera cumplían el objetivo, en cambio su familia utilizaría eso para molestarlo por días y días.
No podía ser peor.
Excepto que si podía.
Era un sábado en la tarde y como cada fin de semana Jimin aprovechaba su tiempo disponible para cuidar de si mismo a fondo, si, le habia cogido muchísimo el gusto a mantenerse siempre bonito y arreglado, le gustaba, le gustaba mucho.
Había tomado una larga y relajante ducha, masajeando su piel y lavando su cabello teñido ahora de morado, se había depilado minuciosamente y ahora estaba en la sala, sentado desparramadamente en el sofá quitando el esmalte de sus uñas de manos y pies para pintarlas con un nuevo color.
Sus piernas estaban sobre el sofá, mientras maniobraba con sus manos para pintar su pie derecho lo mejor posible, bien, ya había dado la primera capa en ese ahora el siguiente.
La puerta sonó.
Jimin soltó un sonoro suspiro, levantándose con cuidado de no arruinar la pintura recién colocada e inútilmente intentó quitar las arrugas de su camiseta marrón con un estampado de la gatita Marie de la película Los Aristogatos que cubría sus pequeños chorts rosa palo que solía usar porque eran muy cómodos y ligeros.
Del otro lado de la puerta estaba Jeon Jungkook, con una camiseta negra de los animes de los que era fan que tenía un tipo de cabello blanco y una sonrisa psicópata.
Al menos Jimin no era el único que usaba camisetas algo raras.
—Hola Jimin—saludó, con una de esas sonrisas despampanantes—¿puedo pasar?.
Jimin le sonrió también y asintió, en ese momento sus piernas se sentía como gelatina y se maldijo mentalmente por no estar los suficientemente presentable.
—Ponte cómodo, no hay nadie en casa—dijo, mientras caminaba directamente de vuelta al sofá donde inmediatamente se sentó con la intensión de fundirse en el y tal vez con suerte desaparecer.
La risita de Jungkook lo congeló.
—OK, me pondré muy cómodo, ¿también puedo quitarme los pantalones?—bromeó Jeon, dejándose caer sobre el sillón junto al sofá.
Jimin juró ponerse colorado hasta las orejas.
—Y-yo, emm, verás n-no quería que sonara así, es que....—un suspiro rendido—ya sabes.
Jungkook le dio una sonrisa amplia.
—No te preocupes, solo estoy molestandote, tu madre está en mi casa con la mía, ya sabes como son.
—Si, hablan demasiado—concordó Jimin, sintiéndose más relajado y acomodándose nuevamente para seguir coloreando sus uñas de ese bonito morado tornasol.
—Así que eso estabas haciendo—dijo, refiriéndose a las acciones ajenas—es un buen color, sueles llevarlo, debe gustarte mucho.
—Si, realmente lo hace—afirmó—deberías prender la tele o algo en lo que termino con esto.
Jeon no respondió, directamente se movió para tomar el mando de la televisión y comenzar a buscar algo para ver.
Al abrir Netflix una película de nombre interesante llamó la atención, estaba por la mitad así que vió como buena idea ponerla y que así Jimin pudiera terminar de verla.
Mala idea, muy mala idea.
Una escena gay algo subida de tono con fogosos besos y gemidos ahogados sonaban furiosos a través de los altavoces.
Jimin sintió que la vergüenza destruía algo dentro de él.
Se levantó del sofá como un resorte y se abalanzó contra Jungkook, a quitarle el control de la TV como si su vida dependiera de ello.
Irónicamente Jungkook movió su mano hacia atrás mientras Jimin se impulsaba hacia ella y no agarró más que la nada misma. Sus pies tropezaron con los propios de Jungkook y se fue de bruces al suelo.
Sus rodillas ardieron.
Él estaba entre las piernas abiertas de Jungkook, con sus manos sobre sus muslos y su cara cerca del abdomen ajeno.
—Oh Jimin, Dios mío, lo siento mucho estás bien—preguntó, dejando sus manos sobre sus hombros—Dios, no debí mover mi mano de esa manera, es mi culpa, ¿seguro de qué estás bien?, ¿duele?.
Una de dos:
Jungkook era tan ingenuo que no notaba la posición comprometedora en la que habían terminado por accidente debido a su inmensa preocupación.
O el tipo era tan jodidamente hetero que ni siquiera lo estaba notando.
Lo último se vía de que encajaba bastante.
¿Lo peor?, que Jungkook seguía y seguía, preguntando lo mismo una y otra vez sobre como estaba y pues Jimin solo puede quedarse atónito sin mover ni un músculo.
Bueno que es bochornoso y está en shock pero hay que aprovecharse de esas aportunidades que la vida nos da, así que seguiría muy quieto mientras sus pequeñas manos están sobre los firmes muslos de Jeon Jungkook.
Joder, eran tan firmes como pensaban, podía sentir el contorno del músculo bajo su palma, sus manos picaban por restregarse sobre el resto de piel, palpando esa firmeza en los lugares correctos.
¿Qué pasaría si movía sus manos hacia arriba?
¿Jungkook dejaría de parlotear y lo detendría o lo ignoraría y lo dejaría seguir?.
¿Qué tan lejos le permitiría llegar?
¿Debería averiguarlo?, ¿debería utilizar el suceso que el destino le ha puesto en su camino para manosearse a Jeon Jungkook?.
Jimin podía sentir a su cuerpo bombeando sangre hacia el sur con todos esos pensamientos y la adrenalina del momento.
Tal vez si debería hacerlo...solo un poquito...muy, muy poquito, sería muy bueno después de eso y leería la biblia si hacia falta.
Si, lo haría.
La puerta se abrió sonoramente y alguien entraba como un huracán.
Ni Jimin ni Jungkook tuvieron tiempo de reaccionar antes de que...
Un grito de puro horror se escuchó por la casa.
—¡Jimin!—era su madre, Jimin apenas giró su cabeza para verla, sus ojos estaban muy abiertos y se veía agitada. Su madre comenzó a caminar con firmeza hacia ellos y Jimin apretó los ojos.
¿Eso es lo que él quería cierto?, finalmente estaba en ese momento decisivo, es lo que había querido siempre.
No podía asustarse ahora.
Ese era el momento, estaba pasando.
Jodidamente estaba pasando.
Finalmente alguien de su familia sabría que....
—Cariño te he dicho que no hagas yoga directamente sobre el suelo, puedes lastimar tus rodillas.
...¿hace yoga en el suelo?...¿entre las piernas de Jungkook?.
Espera ¿khe?
—¿Qué?—preguntó sin poder evitarlo.
Jimin era incredulidad pura.
—Ay mi niño debe dolerte mucho, ven Jungkook, ayúdame a levantarlo.
Bueno, recién notó que Jungkook estaba tan paralizado como él, mirando a su madre con horror puro, no puede juzgarlo, él está igual.
La señora Park vuelve a llamar a Jungkook y esta vez parece salir de su trance para que ambos cargaran a Jimin y lo llevarán hacia su habitación en la planta de arriba como si fuera una estuatilla de decoración.
Jimin a veces odia su vida.
[<🏳️🌈>]
Jimin estaba en su habitación ahora, sentado en el suelo e intentando concentrase en terminar su manicura y no en la presencia de Jungkook en la esquina de la derecha sentado en la silla del escritorio. Su madre les había recomendado que sirvieran a su habitación, según ella para que pudieran hablar tranquilos.
Bueno, resultaba un poco imposible ignorar que Jeon estaba ahí, sobre todo por el ambiente asfixiante en todo lugar, puede que antes Jungkook no lo pensara demasiado para para este momento debe saber que Jimin es gay y puede que se sienta incómodo a su alrededor por eso.
La brocha del pomo de esmalte se le resbaló de las manos por tercera vez.
La puta madre.
Esto no podía seguir así.
—Jungkook—llamó suavemente, el nombrado lo miró, soltando un sonido de interrogación—¿algo te está molestando?.
Jeon pareció dudar unos segundos pero terminó por asentir.
Jimin suspiró alto.
—Tú....—comenzó Jungkook.
Jimin sintió un nudo en su estómago.
—¡Soy gay!
—¿Por qué no me dijiste que hacías yoga?.
Dijeron al mismo tiempo.
Ok, eso tenía que ser una broma.
—Espera, ¿realmente eres gay?.
—¿En serio acabas de preguntarme sobre el yoga?—preguntó incrédulo, podía sentir su boca seca de tenerla entre abierta.
—Bueno, me dió curiosidad—justificó Jeon, se veía algo rosa por toda la situación—¿por qué no me dijiste que eras gay?.
—Pensé que...sería incómodo para ti estar cerca de mi si te lo decía—explicó.
Jungkook le dió una mirada acusadora.
—Mi primo favorito es gay, no me incómoda en absoluto—aseguró.
—Bueno, no lo sabía, supongo que lo siento por no habero dicho desde un principio.
—No, está bien, entiendo que tampoco nos conocemos desde hace mucho tiempo como para que me contaras algo así.
Un silencio se instaló entre ellos luego de eso, ambos estaban perdidos en sus propios pensamientos.
Jimin personalmente no se siente afectado por que Jungkook lo descubra, eso no es un problema, ha querido ser descubierto desde la mitad de su vida, que Jeon no tenga problema con el asunto ha sido todo un plus y para su buena suerte así que...
Oh, Jimin tiene una idea ahora.
Un idea muy loca.
—¿Jungkook puedes ayudarme con algo?
El chico lo observó atento, curiosidad brillando en sus ojos.
—¿En qué necesitas mi ayuda?.
—Necesito que me ayudes a hacerle saber a mi familia que soy gay, las ideas de mi mejor amigo han fracasado por años.
Jungkook se quedó en silencio unos segundos y luego le dió una gran sonrisa de conejo feliz, o eso pensó Jimin.
—Bien, hagamoslo—Jungkook se levantó decidido de su lugar y dio pasos firmes hacía Jimin.
Jeon escupió en su mano y se la tendió.
Jimin juraba que lo veía todo en cámara lenta con un nuevo trauma siendo desarrollado.
Jungkook elevó sus cejas, invitándolo a que hiciera lo mismo y así cerrar un acuerdo de una manera muy...extrema.
Bueno, tomaría la mano de Jungkook, ¿algo era algo cierto?.
Jimin terminó por escupir en su propia palpa con una cara de sufrimiento y su mano se unió a la de Jeon que la apretó con firmeza.
La saliva hacia que sus manos parecieran bailaban la macarena ahí mismo entre ellas.
Bueno, con una situación extraña y una mezcla de saliva comenzaba la operación: Familia soy Gay.
[<🏳️🌈>]
—Así que eso sucedió—habló su mejor amigo, Taehyung, mientras distraídamente jugueteaba con los cabello de su pequeño amigo que tenía su cabeza sobre su regazo, contándole de la situación ha medida que se quejaba hasta por los codos.
A Jimin siempre la golpeaban muy fuerte ese tipo de situaciones así que terminaba haciéndole a él todo un berrinche por los ciegos que eran sus familiares.
Pero vamos, que Taehyung no tiene la culpa de nada, él incluso intenta ayudar.
Que el pastel con una bandera del orgullo no funcionara.
O poner una revista de chicos en ropa interior sobre la mesa.
O que Jimin se encargara de comer obscenamente paletas en la barbacoa de verano.
Venga,que eso no funcionará realmente no fue si culpa.
¡Eran planes maestros!, dignos de una persona de 200 de IQ obviamente.
¡Ma-es-tros!
Tal vez por eso no funcionaron, eran demasiado buenos, pensó y Taehyung y bueno, por muy descabellado que fuera eso puede que tuviera razón.
—No se que hacer Tae, lo único bueno de todo esto es que a Jungkook no le ha molestado y hasta ha decidido ayudarme, ¡tenemos todo un plan!—elevó la voz animado repentinamente, Jimin había pasado de estar despotricando a estar fresco como una lechuga mientras hablaba de Jeon.
Fascinante.
Taehyung se quedó pensando unos segundos más.
—Tal vez deberían enfocarse en sola una idea, tal vez así puedan garantizar que funcione—comentó, mientras procedía a explicarse— Nosotros teníamos muchas ideas de respaldo por lo que simplemente usamos una y otra y luego otra más así que puede por la falta de algo verdaderamente elaborado no obtuvimos el resultado deseado.
Jimin lo miró desde abajo con sus cejas fruncido y sus ojos avellana entrecerrados.
—¿A donde quieres llegar exactamente?
—Me refiero a que vayan a por ello directamente, ya sabes, ¡si quieres algo agarralo!—simplificó, intentando mostrar su punto.
—¡No puedo agarrar los cerebros de mi familia y meterles dentro un cartelito que diga "Jimin es re gay banda"!—soltó exasperado, levantándose de un tirón del regazo de Taehyung y luciendo frustrado.
—No, no puedes—condescendió—pero si puedes agarrar—hizo énfasis en la palabra—lo que quieres decir.
Oh, Jimin lo comprendía ahora.
Mm...como que no era una mala idea.
[<🏳️🌈>]
Fácilmente Jimin podría reunir a toda su familia en la gran mesa del comedor, vamos, que sus abuelos y tíos vivían en el mismo barrio, una reunión no sería complicado además de que su casa parecía ser el punto de referencia para la manada.
Él podía actuar como una persona civilizada y normal y decirles directamente como se sentía y ya, pero no, antes muerta que sencilla dicen por ahí y bueno, Jimin era demasiado gallina para decirlo por si mismo, así que, ¿qué mejor momento que ese para usar la idea de Taehyung?.
Es cierto que se había prometido no volver hacerle caso a su mejor amigo pero ¡está vez pensaba que si funcionaría!, además Jungkook pensaba que era una buena idea también así que era perfecto.
—Bien, he terminado con el naranja,¿me pasas el morado?.
Jimin asintió, dejando de colorear con el crayón verde para darle a Jungkook lo que había pedido.
—¿Realmente estamos haciendo esto?—preguntó Jimin, mirando como Jungkook seguía coloreando, frunciendo el ceño en concentración absoluta.
—Aparentemente.
—¿No has pensado que esto es...estúpido?—soltó. Jungkook se detuvo y lo miró.
—Creo que el hecho de que estés contando algo como esto no tiene nada de estúpido.
—Si pero...podría simplemente decirlo directamente y ya—moduló, había había estado dando vueltas en su cabeza, se sentía inseguro e infantil.
Él ya no era un chiquillo pero actuaba como uno y eso era desalentador hasta cierto punto.
—Jimin si tu te sientes cómodo y quieres hacerlo de esta manera nadie puede decirte lo contrario—dijo Jungkook, dándole una pequeña sonrisa alentadora. El corazón de Jimin palpitó fuertemente por eso.
—Bien, terminemos con esto—alentó Jimin.
Era como si recuperará su brillo característico en segundos.
—Hagamoslo.
Para cuando la noche comenzaba a caer Jimin y Jungkook habían terminado con la imprescindible parte de su plan. Ese sábado la familia de Jimin había decidido reunirse en la casa de los Park, así que era la ocasión y todo estaba listo.
Bien, era el momento.
Él lo haría.
Claro, si las malditas piernas no le temblaran como una gelatina y sus manos no parecieran fábricas de sudor.
—¿Estás bien Jimin?—preguntó Jungkook a su lado.
Jimin lo miró sintiéndose como un cervatillo acantilados por los faros de un coche.
—S-si yo-
Jungkook tomó su mano, apretandola entre las suyas. Sus pequeños deditos siendo cubiertos por los largos y huesudos de las grandes manos ajenas.
—Estará bien—lo confortó—no los veo reaccionando de mala manera, ellos te adoran Jimin, además, si sale mal estaré aquí, si las cosas se ponen feas siempre podemos ir a comer a un 24 horas o culumpiarnos en algún parque de madrugada.
Propuso y Jimin sonrió ante eso.
Sí, pasara lo que pasara estaría bien.
Y ahí estaba él, a una puerta de distancia de toda su familia que charlaba animadamente en el comedor de su casa. Sus manos sudorosos arrugaban la pancarta que sostenía.
Joder, estaba nervioso.
—¿Dónde está Jimin?—escuchó la voz de su abuela y su interior se apretó en un nudo. Lo había ansiado tanto que cuando estaba por ocurrir daba miedo, muchísimo miedo.
Su celular vibró en el bolsillo trasero de su pantalón haciéndolo desconectar su bruma de pensamientos.
Era un mensaje de texto de Tae.
¿Ya le has dado por el culo?
Jimin frunció el ceño, ¿qué rayos?.
Soy el de abajo idiota.
Además ni nos hemos besado.
Escribió como si estuviera poseído, su rostro en una mueca exasperada por su mejor amigo.
Eso es algo obvio Park.
La segundo notificación llegó segundos después.
Habló de tu familia, ¿ya lo has hecho?.
Jimin suspiró.
No, aún no, iba a hacerlo cuando justo recibí tu mensaje.
Eres tan oportuno Kim.
No me uses de excusa, seguramente estés con la cola entre las piernas como un cachorrito asustadizo. No me has tenido ahí para sacudirme como pavo con esquizofrenia para liberar tu estrés.
Oh, cállate, eres un tonto.
Lo soy pero soy tu mejor amigo también, así que ve a por ello Park, sabemos que puedes hacerlo.
Jimin sonrió, su pecho se sentía cálido, debía admitir que estaba orgulloso de que le tocara ese mejor amigo.
Gracias por todo Tae, te quiero ♡.
Bloqueó su celular y sentía la seguridad arder en su cuerpo.
Abrió la puerta de un tirón y levantó su pancarta como si su vida dependiera de ello. Si eso fuera una película esa era la parte en donde el protagonista se montaba toda una escena dramática de fuego bombas y gritos de los civiles.
Bueno, los gritos que tenía Park Jimin en ese momento eran los de la tía Hyo que había soltado un jadeo de sorpresa y el gritos poco masculino que se le había salido a su padre por el estruendo de la puerta.
Jimin no tenía bombas...no literalmente pero la pancarta con las grandes letras de FAMILIA SOY GAY eran como una, incluso junto a Jungkook se habían molestado en pintar la palabra "gay" con los colores en orden de la bandera del orgullo.
Y el fuego de Park Jimin en esa habitación era el de su alma...y tal vez de la lluvia de purpurina que había tenido lugar en su entrada al comedor, en su imaginación, obviamente.
—¿J-jimin es gay?—jadeó su primo Hoseok, que se aferraba a las manos de su madre como si sucedería una catástrofe en cualquier momento. Los Jung lo miraban como un cervatillo encandilado.
—¿Jimin es wai?,¿qué es eso?—preguntó su abuelo, bueno, él señor tenía problemas de audición, eso no era sorprendente.
—¿Papá que es gay?—ese fue su primo pequeño de 5 años refiriéndose al esposo de la tía Lee.
Todos estaban tensos por la simple pregunta de un niño.
Jimin sentía el sudor frío bajarle por la columna vertebral. Su mirada buscó a Jungkook que estaba en un extremo de la mesa en silencio, él le dio una mirada de aliento.
Entonces un gritito se escuchó y pasos apresurados.
Su madre lo había apretado en un abrazo asfixiante que en cualquier momento le rompería unas cuantas costillas.
—Oh Mimi, ¿por qué no nos habías dicho antes?, ¡podíamos haber hablado de mis actores sexys juntooos!.
¿Era un serio?
Algo estaba mal con eso familia, definitivamente.
Su madre parloteaba alegremente y eventualmente los demás la siguieron, en algún momento sus tías comentaron que podrían cotillear juntos ahora e incluso el tío Go dijo que le pediría consejos para sus citas, bueno, tal vez Jimin si podría ayudar a su pobre tío cuarentón y soltero a conseguir pareja.
—¿Hay algo más que nos estés ocultando, Park?.
Preguntó su padre, sonaba serio pero no se veía molesto, eso era un alivio al menos. Todos los ojos sobre él le hicieron sentir algo de presión social a lo que soltó lo primero que se le vino a la mente.
—También me gusta Jungkook.
—¿QUE?.
FIN.
Si hay algún error lo siento y como dije, esto es una locura 😂.
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