27.- Guante
Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.
Palabras: 983.
27.- Guantes
Jagged abrió la puerta de la suite cuando dos tímidos golpecitos resonaron. Luka estaba allí en pie, mientras que Juleka a su lado se miraba los zapatos como si se avergonzase de algo. Les hizo entrar, abrazó con fuerza a su hija y la besó en la frente. Le daba igual que no compartiera genes con él, era su hija y quien dijera lo contrario recibiría una buena patada en el trasero.
—¿Estás mejor, cariño?
—Sí, lo siento.
—Deja las disculpas, no has hecho nada por lo te debas disculpar ni nada malo.
»Sentaos. Tenemos que hablar un poco.
Luka obedeció resuelto, mientras que Juleka dudó, Jagged se dejó caer y tiró de ella para acomodarla en su regazo refugiándola en un abrazo que la hizo ovillarse al sentirse protegida.
—Ah, Penny —murmuró al verla salir de la suite que se suponía que ocupaba—, siéntate tú también.
Ella lo hizo en una de las butacas frente al sofá como si debiera de mantener la distancia con ellos.
—Bien, sé que lo de antes ha sido desagradable para todos. Os pido perdón a los tres.
»Anarka y yo nunca hemos sido muy buenos en eso de comunicarnos y eso hace que los demás se sientan incómodos o violentados por ello. Pero, a pesar de nuestra forma disfuncional de comunicarnos, nos queremos y respetamos. No es un amor romántico —declaró mirando directamente a Penny—, eso hace tiempo que se acabó, pero nos queremos a nuestra manera.
Ella le sonrió agradeciendo la explicación, aunque no la había pedido, ni la necesitaba.
—Pero lo que lamento más, Juleka, es que nuestra discusión te haya hecho sentir como si la culpa de algo de todo esto fuera tuya.
»Soy inmaduro, pero os prometo que aprenderé a ser más maduro por vosotros.
—Papá, no hace falta que cambies, nos contentamos con que habléis como personas adultas normales.
—Nos gusta como eres —murmuró Juleka contra su pecho—. Eres divertido.
—¡Eh! Se supone que no tengo que ser divertido, si no infundir respeto y miedo a partes iguales.
Los dos niños rieron, a veces lo daba, en las entrevistas cuando parecía enfadado. Sin embargo, para ellos estaba bien así.
—También quiero confesaros algo, porque no quiero esconderos cosas —continuó, Juleka reajustó su posición para poder apoyar la cabeza en su hombro y mirar su perfil—. Penny y yo llevamos seis años trabajando juntos, entró en mi vida cuando menos ganas tenía de tener a alguien cerca. Le he puesto las cosas difíciles muchas veces, pero a pesar de todo se ha quedado a mi lado todo este tiempo. ¡Y no me ha apuñalado ni empujado por las escaleras!
—No quiero ir a la cárcel —replicó ella con tono divertido.
—La cuestión es, que Penny es una de las personas más importantes de mi vida. Por eso necesito que entendáis lo que significa para mí y que la apreciéis.
—Nos gusta Penny —musitó Juleka y Luka asintió.
—Genial. Porque estoy enamorado de ella y han cambiado algunas cosas desde que llegamos a Washington.
—¿Salís juntos? —inquirió Luka.
—Salir juntos, como si fuésemos críos de nuevo. Sí, podríamos decirlo así, estamos juntos.
Juleka abandonó el refugio que era el regazo de su padre y se acercó hasta a ella para abrazarla con fuerza. La había ayudado a tranquilizarse y a sentirse mejor, eso la había empujado a apreciarla más.
—¿Eso significa que la apruebas?
—Sí.
—No necesitas nuestra aprobación, papá —pronunció Luka—, pero sí.
—Bueno, si nuestra situación fuese otra, no me preocuparía tanto, pero es la que es. Acabáis de descubrir que soy vuestro padre y no quiero que os sintáis raros con todo esto.
Penny soltó una suave risita, aquello había sonado increíblemente maduro para venir de Jagged.
—Nada de risas —protestó apuntándola con el dedo—. Hablo en serio. Si hubiésemos estado juntos siempre y hubieseis vivido nuestra separación, no me preocuparía tanto el empezar una relación con alguien. Quiero decir, que podríais oponeros, pero sé que al final lo acabaríais entendiendo.
—Nunca nos hemos quejado de las parejas de mamá, no iba a ser diferente contigo —continuó Luka.
—Me siento mucho mejor, chicos, gracias.
El alivio le hizo reír.
—Mañana es el concierto, supongo que vendréis.
Los dos chicos asintieron, aunque no tenían entrada, evidentemente.
—El palco VIP está a vuestra disposición —declaró Penny—. Siempre lo reservo por si viene alguien especial como Amanda, vuestra abuela, pero normalmente lo ocupo yo mientras espero a que acabe.
—Así que me observas mientras actúo.
—A veces —admitió, aunque se dedicaba más a trabajar que a observarle—. Tengo que aprovechar el tiempo.
—Bien, Juleka, necesito que me ayudes con una cosa —dijo Jagged poniéndose en pie con renovado entusiasmo—. Tú puedes venir también, Luka, aunque creo que la experta es ella.
Sin embargo, Luka no les siguió. Jagged abrió el lujoso armario para sacar un neceser que Juleka miró cargada de curiosidad, él lo abrió sin hacerla esperar más. Eran guantes, de muchos tipos diferentes, lisos, con encajes, de redecilla... Mientras ella miraba aquella colección, Jagged, estiró sobre la cama la ropa que iba a llevar en el concierto.
—¿Cuáles debería llevar?
Juleka parpadeó volviendo al mundo real.
—¿De verdad?
—¡Sí! Siempre llevas guantes, me gustaría conocer tu opinión. ¿Cuáles me quedarían mejor?
Con mimo llevó el neceser hasta la cama y sacó, uno a uno, los juegos de guantes de su padre. Le gustaban todos, la mayoría de ellos los reconocía de sus actuaciones, pero había otros que no había visto antes.
—Estos —musitó mostrando unos de encaje blancos con unos botoncitos azules en forma de estrella—, me gustan mucho.
—¡Fantástico! ¡Son absolutamente rock'n'roll! Sabía que eras la persona adecuada para esta elección.
Eran exactamente los mismos que había elegido él. Juleka parecía haber recuperado del todo el buen humor y la seguridad en sí misma. Sintió que podía relajarse de nuevo.
Continuará
Notas de la autora:
¡Hola! Con el prompt "guante" tenía que darle un poco de relevancia a Juleka que, como Jagged, siempre lleva unos puestos.
Mañana más.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top