25.- Familia
Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.
Palabras: 1002.
25.- Familia
Jagged había buscado un buen soporte para el móvil que dejó sobre la mesa. Los niños y él estaban sentados frente al teléfono mientras que Penny permanecía en pie detrás de ellos. Anarka aceptó el aviso de videollamada y dedicó los primeros minutos a hablar con sus dos hijos y a ignorar a su expareja de un modo muy evidente, hasta que, finalmente, le miró desafiante.
—La prensa no puede meterse en la vida de nuestros hijos —declaró la mujer entrando en materia—. No voy a ceder en eso.
—Lo sé, yo tampoco estoy dispuesto a dejar que se metan en ella. Por eso estamos aquí. Penny ha llegado a un acuerdo con la prensa.
Jagged la miró, se sintió un poco intimidada al ver que quería que fuera ella quien se lo explicase, consideraba que no debería meterse en aquello, era un tema familiar y no era, directamente, asunto suyo indistintamente de su relación con Jagged.
—Bueno... no he podido hacer gran cosa —musitó con vacilación—. Como Jagged siempre ha tenido buena relación con la prensa han estado abiertos a negociar una entrevista con él. Sólo han pedido saber por qué nadie conocía su existencia hasta ahora.
—No. Ni hablar.
—Nanarki, ellos no tienen que salir para nada, sólo yo y después los dejarán en paz.
—Eso va a exponerles igualmente, ¿es que no lo ves? En cuanto des explicaciones acabarás dejándome por los suelos.
—Con todo el respeto —la cortó Penny—, basta con que diga que llegasteis a un acuerdo al separaros para que su fama no interfiriera en la vida de los dos niños. Eso no deja mal a nadie, al contrario, muestra sensatez y una preocupación por la intimidad de dos niños.
—¿Qué sabrás tú? Aún eres una niña, no tienes hijos.
Sí, no tendría que haberse metido. No iba a contestarle, no quería discutir con ella. Anarka era una buena persona, lo sabía, pero entendía que quisiera proteger a sus hijos de quien fuera y que eso la empujase a atacar.
—¡No le hables así a Penny! Al menos ha hecho algo para ayudarnos.
—Es tu culpa, Jagged. No tendría que haber dejado que fueran contigo.
—Pero...
—¡Basta! —chilló Juleka—. ¡La culpa es mía! ¡Sólo mía!
—Juleka, hija... —musitó Anarka deseando atravesar la pantalla.
—¡No! ¡Yo publiqué la foto! No discutáis, no culpes a papá ni a Penny, mamá, es culpa mía.
—No digas eso, cariño.
Sin embargo, Juleka se puso en pie y corrió hasta la puerta del dormitorio para encerrarse dando un portazo.
—¡Juleka! —exclamó Jagged dispuesto a seguirla.
—Iré yo —musitó Penny poniendo la mano sobre su brazo—. Vosotros tenéis que hablar.
—Mamá —murmuró Luka—, ¿por qué discutís siempre? Ya no sois niños, pero seguís comportándoos como si lo fuerais.
—Lo siento, cariño, tienes razón.
—Juls necesita apoyo no ver cómo os peleáis.
Jagged se sintió muy orgulloso de Luka por ser tan maduro, reflexivo y pausado. Su carácter no se parecía al de ninguno de los dos que eran como dos bombas de relojería a punto de estallar, no sabía de quién lo había heredado, pero se lo comería a besos. Era maduro, pero no podían olvidarse de que seguía siendo un niño y que también tenía ciertas necesidades que debían de cubrir ambos.
—Luka tiene razón, Nanarki, somos los adultos comportémonos como tal.
»Esa entrevista que ha pactado Penny es la mejor opción que tenemos. No voy a decir nada que pueda perjudicarte —pronunció moviendo las manos—. ¡Vamos! Me conoces. No acabamos bien, es evidente, pero nunca he hecho ni dicho nada que pudiera perjudicarte en modo alguno. No voy a hacerlo ahora.
»Además, si hiciera algo así Penny me estrangularía.
—Lo siento, vaquero. Estaba tan preocupada por los niños que he atacado sin escuchar.
A los labios de Jagged asomó una sonrisa sincera que se le contagió a Anarka.
—Pídele perdón a Penny de mi parte. Y, Luka, cuando tu hermana esté más tranquila llamadme, ¿de acuerdo?
—Sí, mamá.
º º º
Juleka estaba tirada boca abajo en la cama con Penny sentada a su lado frotándole la espalda con cariño.
—¿Por qué no podemos ser una familia normal?
—Es complicado, ninguno de los dos tiene paciencia suficiente —musitó la mujer—. No creo ni que hayan puesto su vida en orden después de separarse, dudo que se hayan sentado a hablar con sinceridad una sola vez.
—Son idiotas.
Penny rió, estaba de acuerdo con aquel calificativo.
—Anarka está preocupada por vosotros y reñir a Jagged le hace tener la sensación de que os mantiene a salvo.
—Pero he sido yo quien se ha equivocado, no él.
—Ya, pero si él no fuese tan famoso a nadie le habría importado lo que publicaste, que no era nada malo sólo una foto con tu padre —explicó tratando de ser lo más clara posible, porque aquella chiquilla ya se sentía lo suficientemente mal—. Jagged es un personaje público, hay tanta gente dispuesta a hundirle que aprovechan cualquier cosa que encuentren.
»Nadie debería de privarte de disfrutar de tener un padre y subir fotos con él. Con toda tu familia. Tú no has hecho nada malo, lo ha hecho quien ha vendido algo privado con la intención de hacer daño.
Se giró con suavidad, quedando estirada de lado, se sentía algo mejor y más tranquila.
—Penny, ¿cómo son tus padres?
—Pues... no recuerdo mucho de mis padres biológicos, pero los adoptivos eran extraordinarios. Me adoptaron cuando tenía diez años y siempre me apoyaron en todo lo que quise hacer, eran muy cariñosos.
—No sabía que eras adoptada.
—No es algo de lo que suela hablar, aunque no me avergüenzo de ello ni tengo ningún problema con ello. Me siento afortunada porque he tenido dos padres y dos madres estupendos que me han querido muchísimo.
—¿Papá lo sabe?
—Sí, el equipo de Jagged es una familia, en ese sentido no hay secretos ni medias tintas.
—¿Nos querrías?
—Ya os quiero —declaró apartándole el flequillo de la frente.
Continuará
Notas de la autora:
¡Hola! Para hoy una de familias en contraste.
Mañana más.
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